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Entradas etiquetadas como ‘jubilados’

¿Hemos vuelto a principios de siglo XX?

Por José Ruiz

Un jubilado escribiendo (Europa Press).

Cansado contemplo el embrutecimiento progresivo de la sociedad en la que vivo, y desearía que ustedes, desde sus medios de comunicación, pongan su ‘Ojo de Sauron’ sobre esta cuestión:

No puede ser que cada vez menos gente sepa leer y escribir bien. ¿Hemos vuelto a principios de siglo XX? Ustedes, como prensa escrita, algo tendrán que decir.

Antaño las personas mayores, por desgracia iletrados por su situación infantil y juvenil que les tocó vivir durante la guerra y posguerra, aún se les podía disculpar por no haber tenido las posibilidades que hay ahora. Sin embargo, los de ahora no tenemos perdón de Dios.

Espero y deseo que la sociedad se dé cuenta de lo importante que es saber comunicarse correctamente, para que podamos volver a entendernos todos. No me gusta que mis compatriotas no sepan hacer la o con un canuto, pero sepan de memoria la lista de tronistas de algún programa que otro.

Peligro, humanización de animales a la vista

Por Cristina Sardón Galicia

Una mula (Archivo).

Una mula y su cría (Archivo).

La noticia de que cuatro jubilados se disponían a cruzar España para llegar al Rocío (en una carreta tirada por dos mulas) me sorprendió y emocionó. Que cuatro ancianos se dispongan a realizar su sueño a esa edad es digno de admirar por cualquiera.

Tengo que decir que más me sorprendió las casi 37.000 firmas que pedían el fin de este viaje. Señores, a ver si nos damos cuenta de que los animales están hechos para estar en movimiento, para ser eso, animales.

No defiendo el maltrato a los mismos, al contrario, no creo que nadie haya podido cuidar mejor de esas dos mulas que estos cuatro caballeros. ¿Qué será lo próximo? Quizás recoger firmas para hacer un hotel de cinco estrellas donde los animales tengan spa y masajes.

Los molestos espectadores de los conciertos gratuitos

Por María José Viz Blanco

Patio de butacas.

Espectadores en un teatro. (MARC CALLEJA)

Aunque lo que voy a contarles tiene que ver con la Banda Municipal de Música de A Coruña, bien se podría aplicar a otras del resto de España. El público que suele seguir a la banda, sea en recinto cerrado o al aire libre, está formado por jubilados y por niños principalmente. Es posible que la gratuidad de los conciertos influya en esta preponderancia. La ausencia de jóvenes y de personas entre 40 y 50 años es muy notoria.

Hay dos clases de espectadores –simples “asistentes”- que destacan por lo molesto de su comportamiento. Por un lado tenemos a los niños pequeños que se dedican a corretear en el patio de butacas, a hablar y gritar… a los que hay que añadir los bebés, que suelen llorar ruidosamente cansados de estar en un lugar al que no han pedido ser llevados. Ningún adulto se responsabiliza de estos pequeños traviesos, ni se les ocurre sacarlos de la sala. Las excepciones son, por ende, llamativas: he visto a niños emulando al director en sus asientos, entusiasmados y con el incipiente amor por la música reflejado en sus rostros.

La otra tipología de incordiantes la forman los enganchados al móvil, que no quieren ponerlo en silencio –desoyendo la megafonía- y que, incluso, chatean durante todo el concierto. Estar cerca de una persona viendo su móvil es molesto por la fuerte luz que emite el aparato. Nunca entenderé qué lleva a una persona a un concierto si lo que va a hacer lo puede realizar cómodamente desde su sofá.

A pesar de lo dicho, el público es mayoritariamente respetuoso, asiduo y entendido, lo cual se demuestra en la adecuación de los aplausos a los finales de las piezas. A quien corresponda, una petición doble: ¡más conciertos y mayor publicidad de los mismos, por favor!

Cobros abusivos a las personas mayores

Por Charo Díaz Romero

Mi padre ha fallecido recientemente a los 87 años. Mi madre de 81 años de edad, bajo nivel cultural y escasos conocimientos de lectoescritura, necesita ayuda para enfrentarse a todo el maremágnum de facturas, papeles del banco, etc.

En unos días he tenido conocimiento de su situación:

Un grupo de jubilados (Archivo)

Un grupo de jubilados (Archivo)

En Bankia, donde tenían la cuenta con sus ahorros y domiciliadas sus pensiones, les estaban cobrando anualmente 40€ por una tarjeta Visa que he anulado. Posteriormente le han emitido una con las mismas utilidades y que resulta totalmente gratuita para los pensionistas.
El teléfono lo tenían contratado con Telefónica y pagaban cerca de 50€ al mes y sólo disponían de tarifa plana a números fijos nacionales. Les he gestionado con otra operadora una tarifa por la que abonan 12€ al mes con los mismos servicios.
Asimismo, reembolsaban todos los meses 3€ en concepto de alquiler por el aparato de teléfono, desde hacía más de 20 años. Cuando he preguntado a Telefónica por este aparato me han informado que su coste es de 9.95€. ¡Y ellos han pagado más de 500€ por él!

Y respecto a los suministros de luz y gas, tienen varios contratos firmados, en los que apenas se encuentran rellenas las casillas con los datos, difícilmente legibles por estar en papel autocopiativo, por lo que es imposible deducir qué tienen contratado. Preguntándole a mi madre a este respecto, sólo sabe que se han presentado en varias ocasiones de la compañía y les decían que era necesario que firmaran para actualizar su situación.
Del gas he podido conocer llamando a la compañía que tienen contratado un servicio de mantenimiento de la caldera por el que le cobran 18€ en cada factura, cuando el total de la misma ronda los 37€. Su caldera tiene un valor de aproximadamente 100€ y abonan anualmente 108€ por este servicio de mantenimiento, que también he anulado.

Además, he cancelado un servicio de «cuota fija mensual», que tenían contratado y por el cual pagaban de gas cada dos meses 60€, aunque su consumo fuera menor (como he indicado, de unos 37€), anualmente les devolvían el resto cobrado y no consumido.
Ahora estoy con el suministro de electricidad, ya que tienen contratada una potencia fija, que creo resulta innecesaria para satisfacer sus necesidades y por el que le cobran otra cantidad desorbitada.

Mi padre era un hombre muy honesto y como tal, creía que lo eran el resto de los mortales; este exceso de confianza en el prójimo y los desmanes que esta sociedad nuestra permite a bancos, operadores de telefónica, compañías eléctricas, y demás, generan en nuestros mayores una auténtica situación de indefensión, de la que muchos se aprovechan.

Todo esto me ha llevado a pensar en lo necesario que es acercarnos a nuestros padres con tacto y con cariño, y ofrecerles nuestra ayuda en todas aquellas cosas que pensamos que «aún controlan» y de las que están siendo objeto de engaño por tantos indeseables, con el beneplácito de la sociedad.

 

Nuevo golpe para los emigrantes retornados jubilados

Por Encarnación Espinosa

Me voy a dirigir a todos aquellos trabajadores españoles que tuvieron que emigrar al extranjero para salir de la miseria que sufríamos en España y poder sacar a sus familias adelante. Una vez pasados todos estos años donde trabajaron fuerte y duro, llega su momento de jubilación por la que están cobrando, de cada uno de estos países, una pensión por su trabajo realizado, la mayoría de ellas no superan los 400 euros.

Una persona leyendo un diario. (PAULA MATEU/ACN)

Un anciano leyendo un diario. (PAULA MATEU/ACN)

Un dinero que ingresamos de fuera, que no sale de las arcas españolas y ahora va nuestro señor Montoro dando palos a los pensionistas, ‘informando’ de que tienen que pagar por ello y además con carácter retroactivo los últimos 5 años (gracias a que los anteriores han prescrito).

Según la delegación de Hacienda, es una ley del año 2008, ya que anteriormente me personé a la delegación de Hacienda para informarme, donde me indicaron que no tenía obligación de declarar. Ley de la que nunca nos enteramos y que a nadie le interesó sacar en los medios de comunicación tan buenos que tenemos, pero solo para algunas cosas. Otras no interesa que salgan porque ahora ya tienen una cantidad sustanciosa que sacar de todos nosotros, gente obrera, que lo poquito que tenemos nos ha costado mucho ganarlo y ahora vienen con palos de 7000€ – 8000 € a pagar. Eso sí, con plazos para pagarlo hasta el mes de junio. Muchas gracias.

¡Qué vergüenza! Con todos los chorizos que tenemos que nos han dejado en la ruina y que, además, no devuelven un duro. ¿Por qué no les embargan a ellos todos sus bienes? No, mejor al pobre trabajador, al pensionista. Nos tienen asfixiados y aún así siguen apretándonos más el cuello.

Señor Rajoy, me quedaba alguna duda de a quién daría mi voto en las próximas elecciones, pero usted mismo ha disipado todas mis dudas. Y como yo, todos los afectados.

Indefenso ante la factura del agua

Por Yolanda Jiménez

Imagen del Canal de Isabel II. (EP)

Imagen del Canal de Isabel II. (EP)

Mis padres tuvieron que echar mano de los ahorros de toda su vida para comprarse un piso con ascensor porque mi madre está enferma. Mientras se mudaban, el piso se quedó vacío pero un día llegó una factura de 500 euros de agua.

A mi padre le costó un mundo que le cambiaran el contador, que estaba mal, y mientras esto ocurría, llegó otra factura de 400 euros. Ahora, si no pagan, les cortan el agua y pasan a ser morosos. No pueden hacer nada.

En la Agencia del Consumidor dicen que no pueden ayudarles porque es una “empresa que no se aviene a conciliación”. El seguro no cubre la defensa contra las telefónicas, las eléctricas y el Canal de Isabel II. Los abogados les han dicho que denunciar les va a salir más caro. Y así, el Canal de Isabel II le ha robado a mi padre -un jubilado-, 900 euros de su pensión.