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Entradas etiquetadas como ‘bankia’

Cobros abusivos a las personas mayores

Por Charo Díaz Romero

Mi padre ha fallecido recientemente a los 87 años. Mi madre de 81 años de edad, bajo nivel cultural y escasos conocimientos de lectoescritura, necesita ayuda para enfrentarse a todo el maremágnum de facturas, papeles del banco, etc.

En unos días he tenido conocimiento de su situación:

Un grupo de jubilados (Archivo)

Un grupo de jubilados (Archivo)

En Bankia, donde tenían la cuenta con sus ahorros y domiciliadas sus pensiones, les estaban cobrando anualmente 40€ por una tarjeta Visa que he anulado. Posteriormente le han emitido una con las mismas utilidades y que resulta totalmente gratuita para los pensionistas.
El teléfono lo tenían contratado con Telefónica y pagaban cerca de 50€ al mes y sólo disponían de tarifa plana a números fijos nacionales. Les he gestionado con otra operadora una tarifa por la que abonan 12€ al mes con los mismos servicios.
Asimismo, reembolsaban todos los meses 3€ en concepto de alquiler por el aparato de teléfono, desde hacía más de 20 años. Cuando he preguntado a Telefónica por este aparato me han informado que su coste es de 9.95€. ¡Y ellos han pagado más de 500€ por él!

Y respecto a los suministros de luz y gas, tienen varios contratos firmados, en los que apenas se encuentran rellenas las casillas con los datos, difícilmente legibles por estar en papel autocopiativo, por lo que es imposible deducir qué tienen contratado. Preguntándole a mi madre a este respecto, sólo sabe que se han presentado en varias ocasiones de la compañía y les decían que era necesario que firmaran para actualizar su situación.
Del gas he podido conocer llamando a la compañía que tienen contratado un servicio de mantenimiento de la caldera por el que le cobran 18€ en cada factura, cuando el total de la misma ronda los 37€. Su caldera tiene un valor de aproximadamente 100€ y abonan anualmente 108€ por este servicio de mantenimiento, que también he anulado.

Además, he cancelado un servicio de «cuota fija mensual», que tenían contratado y por el cual pagaban de gas cada dos meses 60€, aunque su consumo fuera menor (como he indicado, de unos 37€), anualmente les devolvían el resto cobrado y no consumido.
Ahora estoy con el suministro de electricidad, ya que tienen contratada una potencia fija, que creo resulta innecesaria para satisfacer sus necesidades y por el que le cobran otra cantidad desorbitada.

Mi padre era un hombre muy honesto y como tal, creía que lo eran el resto de los mortales; este exceso de confianza en el prójimo y los desmanes que esta sociedad nuestra permite a bancos, operadores de telefónica, compañías eléctricas, y demás, generan en nuestros mayores una auténtica situación de indefensión, de la que muchos se aprovechan.

Todo esto me ha llevado a pensar en lo necesario que es acercarnos a nuestros padres con tacto y con cariño, y ofrecerles nuestra ayuda en todas aquellas cosas que pensamos que «aún controlan» y de las que están siendo objeto de engaño por tantos indeseables, con el beneplácito de la sociedad.

 

La presión política por encontrar a Cervantes

Por Francisco Javier E.

Arqueólogos y antropólogos analizan los restos hallados en la cripta de la iglesia de San Ildefonso, en el convento de las Trinitarias, en busca de Cervantes. (GTRES)

Arqueólogos y antropólogos analizan los restos hallados en la cripta de la iglesia de San Ildefonso, en el convento de las Trinitarias. (GTRES)

¡Aleluya! ¡Ya me puedo morir en paz! No puedo por menos que congratularme y felicitar de paso a madrileños y españoles porque los restos de Miguel de Cervantes Saavedra han aparecido.

Y si les parece exagerado mi gozo, compárenlo con la parafernalia patriotera que se escenificó en la rueda de prensa que dio el antropólogo forense Francisco Echeverría, que más bien fue una atropellada explicación del deseo por certificar la presencia de los restos que la certeza de haberlos encontrado, lo que indica que existe una fuerte presión por parte de la Comunidad de Madrid o en su caso del Ayuntamiento de Madrid para que se diga lo que quieren oír.

Por el camino ya podemos olvidarnos de nimiedades como el paro, la trama Gürtel, el saqueo de Bankia… y hasta del bajo rendimiento de Cristiano Ronaldo.

Rajoy, cuando le conocí no era así

Por Jorge Castaño Castillo*

Cuando nos conocimos, no era así. Aunque mi pareja nunca ha ejercido la violencia física, hace tiempo que me ha destrozado la vida. Un día volví de una entrevista de trabajo y cuando le comuniqué que no me habían dado la plaza, me gritó «¡qué te jodan!»; parece que disfruta si me ve en la miseria mientras goza de un tren de vida desmesurado. Antes en los ratos de ocio, nuestra relación era lo más importante; ahora ocupa ese tiempo en jugar al Candy Crush o en irse de clubs con una tarjeta de crédito que me ha ocultado durante años. Aun así decido continuar la relación, pero ¡no paso ni una más!

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (EFE)

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. (EFE)

No me permite ocuparme de la economía doméstica: me dijo que nuestro contable nos había robado parte de nuestros ahorros y que después de una denuncia este “chorizo” había acabado en prisión; las últimas noticias que me llegan cuentan que este delincuente está esquiando en los Pirineos. Sospecho que mi pareja me mintió en este asunto, revisé sus mensajes del móvil y vi que aún mantienen la comunicación. Aun así decido continuar nuestra relación, pero ¡no paso ni una más!

Envió a mi hijo mayor al extranjero prometiéndole una bonita experiencia; sospecho que le molestaba en casa porque él siempre me defendía. Por suerte tengo al benjamín en casa, el pequeño Jordi. Hace tiempo que la relación entre Jordi y mi pareja es complicada. Mi pareja ridiculiza a mi hijo en público continuamente y el 9 de noviembre del año pasado nuestro pequeño nos comunicó su intención de alejarse de nosotros. Mi pareja actuó tarde y mal. Aun así decido continuar la relación, pero ¡no paso ni una más! Esta vez es la última.

Mi pareja ha accedido a mis cuentas y me ha robado la prestación por desempleo. Parece ser que cortando mi libertad económica puede ejercer más influencia sobre mí. Aun así decido continuar la relación, pero ¡no paso ni una más! Esta vez no.

Como no le gusta que trabaje, me ocupo de las tareas del hogar y de cuidar de mi padre político. Lo hago altruistamente, siempre me ha gustado ayudar a los demás. Un día mientras cuidaba de mi suegro, contraje una de las enfermedades contagiosas más letales. Cuando la muerte se acercaba, me culpó a mí de esa situación. Con suerte pude sobreponerme, pero tuve la mala fortuna que en una de las transfusiones que se me proporcionó contraje la hepatitis C.

Como se supone que nos queremos en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza, le pedí a mi pareja ayuda económica para pagar el caro medicamento y me la denegó. Prefirió usar ese dinero para dárselo a uno de sus amigos, concretamente a un amigo banquero que le ha prometido devolvérselo, pero quizás cuando lo haga, si es que lo hace, sea demasiado tarde para mí. Para colmo me cuentan que ese miserable no es de fiar: estafa abuelitos, echa a la gente de sus casas y usa el dinero prestado para pagar lencería cara a sus amantes, comer en restaurantes caros y emborracharse con champagne francés.

¡No paso ni una más! He abierto los ojos. ¿Cómo no me daba cuenta de su manipulación? Quizás a medida que perdonaba cada uno de sus maltratos, relativizaba sus nuevas torturas. Pero ahora todo ha cambiado. Ha aparecido alguien más joven, más preparado, más atractivo, más honrado y más comprometido con mis problemas. Este chico me ha devuelto la ilusión. Nos casamos en diciembre y estáis todos invitados.

* Zamorano exiliado en Poitiers (Francia).

A propósito de contratos, compras y simulaciones

Por Francisco Javier España

El jugador del FC Barcelona, Neymar. (EFE)

El jugador del FC Barcelona, Neymar. (EFE)

Creo que después de aquel chusco episodio que protagonizó María Dolores de Cospedal explicando la relación de Bárcenas con el PP —“indemnización en diferido en forma de simulación”—, poco o nada puede ya sorprendernos. Eso sí, algunos se empeñan en superarlo, y me refiero al contrato del F.C. Barcelona con Neymar, que como no podía ser de otra manera, se está utilizando para ensombrecer las verdaderas simulaciones que han llevado a la ruina a este país.

Hablando de contratos, compras y simulaciones, ¿por qué la Audiencia Nacional ha actuado con vertiginosa rapidez en el contrato de Neymar, y con parsimoniosa lentitud en la compra del City National Bank of Florida por parte de Bankia? Y si como parece hubo un sobrecoste de 400 millones de euros, ¿por qué el juez no consideró que detrás del hecho podía haber una simulación para distraer dicho dinero? Y ya puestos, ¿por qué no se cursaron las preceptivas rogatorias a las autoridades de los EE UU para que aclararan quién o quiénes fueron los beneficiarios de dicha compra? Y es que por desgracia, en esto de la simulación no se escapa ni la justicia.

Siempre salen indemnes

Por Agustín Arroyo

BlesaEra esperable. La Audiencia de Madrid ha anulado las actuaciones del juez Silva en el asunto Blesa, expresidente de Caja Madrid. Es inconcebible que mientras países europeos como Islandia o el Reino Unido han redoblado y extremado la vigilancia judicial sobre las malas prácticas de sus banqueros, en España prácticamente se cierra el paso a que los jueces investiguen el expolio bancario por parte de varios de sus más altos responsables.

Si la ejemplaridad es un elemento fundamental para disuadir a los grandes y poderosos banqueros de realizar aventuras financieras temerarias con el dinero ajeno, la noticia de que Blesa y su caso quedan en agua de borrajas habla muy negativamente de nuestro sistema judicial, dispuesto a mirar para otro lado ante tamaños escándalos de prestidigitación financiera.

La argumentación simplista y fácil de que se pretende hacer una causa general contra los responsables de nuestra crisis bancaria demuestra la bochornosa connivencia entre los escualos del agio bancario y los sectores judiciales ultraconservadores, no dispuestos a poner límites razonables a cierta casta de hierofantes del latrocinio de diseño más repulsivo. No aprendemos.

Juan Lanzas no es Miguel Blesa

Por Francisco Javier España Moscoso

Y podríamos establecer la misma analogía entre el juez Elpidio José Silva Pacheco y la jueza Mercedes Alaya. A saber:

Demos un breve repaso a los procedimientos de ambos jueces. Por un lado, la jueza Alaya mantiene las imputaciones basándose en: primero; las declaraciones del chófer del que fuera director general de Trabajo de la Junta de Andalucía, que en un alarde auto inculpatorio, dijo que era cocainómano y que compraba la droga con el dinero de los ERE. Segundo: un camello que corrobora lo dicho por este. Tercero: un mensajero que vende al mejor postor y en este caso al periódico de la conspiración del 11-M que Juan Lanzas le daba sobres llenos de dinero que llevaba a un bar cercano a las instituciones de la Junta, sin dar más detalles. Cuarto: en el rastreo del dinero, aparecen solo 80.000€ en la casa de Juan Lanzas, alias “el conseguidor”.

Blesa y LanzasPor otro lado, el juez Elpidio José Silva, está llevando dos procedimientos contra Miguel Blesa; uno relativo al crédito de 26,6 millones concedido a las empresas de Gerardo Díaz Ferrán sin las garantías necesarias y otro proceso abierto por la ruinosa compra por parte de Caja Madrid del banco City National Bank de Florida, que ya ha dejado unas pérdidas de 500 millones al banco; pero resulta que la cosa no se queda ahí porque parece que hay algún correo electrónico que habla de que en la operación sobran 100 millones y está claro que el deber del juez es rastrear dicho sobrante.

Tenemos la costumbre de ensalzar la actitud combativa de ciertos jueces en el desarrollo de su trabajo, pero es notorio que la norma se rompe cuando el justiciable pertenece a esa casta que podríamos calificar como la de “los intocables”, y de ahí que ciertos fiscales actúen como abogados defensores, o que se intente amedrentar a los jueces con la querella por prevaricación.

Y es que ni Juan Lanzas es Miguel Blesa ni Elpidio José Silva es Mercedes Alaya.

 

Cuesta mucho ser banquero

Por Fermín Espinosa Romero

Los acabo de ver por televisión, saliendo de la Audiencia Nacional, uno tras otro. El juez había citado a los tres principales directores de banco porque se habían reunido dos días, uno de ellos domingo, con el ministro De Guindos, antes que estallara el caso Bankia, su competidor. banqueros250El juez los citó solo como testigos, para tomarles declaración, pero en la puerta del juzgado se agolpaban muchos ciudadanos, de una edad media muy superior a la que suele verse en las manifestaciones, reclamando el dinero de que habían perdido de sus pensiones, hipotecas, acciones preferentes y otros productos bancarios. Sus gritos e insultos son irreproducibles; el más suave sería “La banca, al banquillo”. ¡Pobres banqueros! Cuesta mucho serlo. Hace falta, digo yo, no ya sólo tener, sino también ser de una pasta especial para aguantar todo eso. Yo creo que no lo soportaría.

¡Qué despropósito más infame!

Por Agustín Arroyo Carro

Que César Alierta, presidente de Telefónica, pretenda fichar a Rodrigo Rato como consejero para la compañía de Latinoamérica por 200.000 € al año, es tan despreciable e inaudito que merecería, no sólo una reacción en cadena de repulsa y rechazo de todos los accionistas de Telefónica, sino también de todos los usuarios que tenemos contratados servicios de telefonía móvil con esta empresa. ¿Cómo se puede entender que un individuo que se va o huye antes de tiempo del F.M.I sin saber por qué, que contribuye con su nefasta gestión a hundir Caja Madrid/Bankia estafando a cientos de miles de inversores y pequeños ahorradores en participaciones preferentes y accionistas, pueda seguir, como si nada, en la cresta de la ola del entramado empresarial sin asumir ninguna responsabilidad civil o penal por sus oscuros manejos? Claro, que ellos mismos se nombran y encumbran entre sí, se deben favores, se intercambian en puestos decisivos de alta responsabilidad y millonarios sueldos, retiros, indemnizaciones y pensiones vitalicias. ¿No tiene nada que decir la Comisión Nacional del mercado de las Telecomunicaciones? ¿Y el Gobierno del que tan poco esperamos?

Bankia y el maldito dinero

Por Inma López de la Rica Olmedo

Ese instrumento que maneja el ser humano para destruir al ser humano; no encuentro explicación a que una persona en situación de poder tenga la desfachatez de decir que para hacer el banco rentable, con unas previsiones en 2015 que les hará ganar 1.200 millones de euros, una cifra que a los mortales se nos escapa al entendimiento, entre otras cosas tiene que despedir a 6.000 trabajadores, es decir, ellos, los ricos, ganan 1.200 millones de euros en un ejercicio y seis mil familias con hipotecas, hijos, ilusión en el futuro de los niños… se quedan en la calle y sin trabajo, en circunstancias precarias, pero además es que saldrán a flote con nuestro dinero, lo dicen sin enrojecerse,  dinero público. Cuando tengan semejantes ganancias ¿volverán a contratar a los despedidos? ¿Alguien puede explicarme este despropósito?

Dignidad en la Plaza de Celenque de Madrid

Por Jorge Sanz García

Llevan más de un mes durmiendo a la intemperie para buscar una solución al drama de los desahucios. Constantine, al que la vida le ha dado la espalda, es quien educadamente informa a los transeúntes, junto a Félix y José, de que puede firmar la solicitud que evite los desahucios. Lidia, Maribel y Malik, que vino a ayudar desde la vecina Francia, se encargan de rellenarlas con buena letra. Nadia alivia el dolor con masajes y Santi abriga al que duerme y se destapa. Luis canta nanas con el cariño de una madre cuando el frio acecha y se hace difícil conciliar el sueño. Y Rafa, que todas las noches se acuesta dentro de una caja de cartón con la sonrisa del que lo hace en una suite de un cinco estrellas, transmite al grupo su alegría y la ilusión de que pronto viviremos en un mundo más digno. Lalo trae el té desde su casa, Mati leche y café, y un camarero anónimo alegra la madrugada con dos bandejas de pinchos. A ellos se suma otros muchos que vienen a hacer compañía o a donar mantas, comida o dinero. Superhéroes todos ellos. De carne y hueso y con la dignidad intacta. Porque la dignidad se tiene o no se tiene. Y no se quebranta con mentiras, ni con arriesgadas inversiones o papeletas en una urna. Tampoco entiende de recortes, burbujas inmobiliarias o primas de riesgo. La dignidad está por encima de las miserias de los corruptos y los especuladores. Quien desee comprobarlo puede pasarse por la plaza de Celenque.