Por Santiago Iglesias
Envío esta carta para visibilizar una problemática que está ocurriendo en España con los profesionales migrantes. Soy médico graduado en la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Luego de completar mi residencia en Ortopedia y Traumatología, así como una residencia postbásica en Ortopedia y Traumatología infantil en hospitales de alto prestigio en mi país, decidí, junto con mi novia, trasladarme a Tenerife a principios del 2024 con una oferta formal de trabajo en un hospital de esta provincia.
Con la esperanza de contribuir a la salud de la comunidad en la que nos estableceríamos, presenté los papeles para homologar mi título de médico en octubre de 2022. Confiábamos en el real decreto español que prometía la homologación en un plazo de seis meses. Sin embargo, al llegar a Tenerife en enero de 2024, mi homologación aún no había sido resuelta.
Desde entonces, mi situación laboral ha sido incierta. A pesar de contar con una amplia formación y experiencia en medicina me veo obligado a trabajar como camarero en un bar para poder ganar algo de dinero mientras espero la resolución de mi homologación. Esta situación no solo afecta a mi situación económica, sino también a mi salud emocional y bienestar psicológico.
La incertidumbre y la frustración de estar capacitado para ejercer como médico pero sin poder hacerlo debido a la falta de la homologación ha generado un gran trastorno emocional en mí. Cada día que pasa sin una respuesta es un peso adicional sobre mis hombros y los de mi familia. Sé que no soy el único en esta situación. Hay muchos profesionales altamente calificados que, como yo, se encuentran atrapados en un limbo burocrático que obstaculiza su capacidad para ejercer su profesión y contribuir al bienestar de la sociedad.
Esta situación cobra una mayor relevancia cuando observamos la crítica falta de sanitarios en España. La escasez de personal médico es una realidad que enfrentamos en muchos hospitales y centros de salud del país, una situación que se ha agravado con la pandemia de COVID-19. La homologación de médicos extranjeros, como yo, podría ser una solución parcial a esta problemática.
Con la homologación de títulos extranjeros se abriría la posibilidad de integrar a profesionales altamente capacitados y con experiencia, lo que ayudaría a cubrir la demanda de personal médico en hospitales y centros de atención primaria. Esto no solo mejoraría la calidad de la atención médica, sino que también aliviaría la carga de trabajo del personal sanitario existente, reduciría las listas de espera y permitiría una atención más personalizada a los pacientes.
Es por eso que insto a las autoridades competentes a agilizar y simplificar los procesos de homologación de títulos extranjeros, garantizando al mismo tiempo los estándares de calidad y seguridad necesarios. Esta medida no solo beneficiaría a médicos como yo, sino que contribuiría significativamente a mejorar el sistema de salud en España y, en última instancia, a garantizar el bienestar de todos los ciudadanos.
Espero sinceramente que mi situación y la de muchos otros profesionales como yo puedan ser consideradas y que se tomen medidas concretas para mejorar este sistema.