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Entradas etiquetadas como ‘ciudadania’

¡Queremos acoger a los refugiados!

Por Cari Maroto

Familia de refugiados en Grecia (OXFAM INTERMÓN)

Acabo de leer la entrevista que hizo 20 minutos a Ahmad, joven refugiado sirio que ha encontrado protección y acogida en España, y podrá reanudar sus estudios.

Cientos de organizaciones se han unido por primera vez en Madrid ante la pasividad del gobierno. No podemos dejar que Ahmad, Cheija, y las personas refugiadas sigan viviendo en el horror, en condiciones inhumanas y arriesguen sus vidas en el mar, mientras Europa y España se convierten en una fortaleza y limitan el derecho de asilo.

La ciudadanía queremos acoger ya. Es urgente. Tenemos que decirlo alto y claro y exigirlo al gobierno de España y a la Unión Europea. ¡Respeten sus derechos humanos! ¿A qué esperan? Si los gobiernos no actúan, nosotros seguiremos saliendo a las calles, ¡no os quedéis en casa!

 

¿Sería muy estúpido plantearse la creación de un carnet de votante?

Por Daniel Ramírez Martín

Una persona metiendo su papeleta en un sobre (Europa Press).

Una persona metiendo su papeleta en un sobre (Europa Press).

Las recientes decisiones políticas tomadas a lo largo del mundo me han hecho plantearme una pregunta: ¿Cuál es la inteligencia media del votante?

No estoy hablando únicamente de España, donde el partido con más casos de corrupción de la democracia ha vuelto a vencer en las elecciones generales, aumentando el número de votantes. La reciente victoria del brexit en Reino Unido, a la cual siempre había considerado una de las sociedades más capacitadas para el acto del voto, denota una falta de conocimiento por parte de dicha sociedad. Pasando por el ascenso de popularidad, ganándose el apodo de candidato a la Casa Blanca, de Donald Trump al otro lado del charco.

Todos estos hechos me hacen pensar en la calidad, llámenla intelectual, de las sociedades modernas. Y no estoy hablando, en ningún caso, del nivel de estudios de una persona, eso no tiene nada que ver, pero ¿realmente estamos capacitados para decidir nuestro futuro y el de todas las personas que nos rodean con nuestro voto?

De todo problema planteado se puede sacar una solución, y es que ¿sería tan estúpido plantearse la creación de un carnet de votante? No estaríamos hablando de un examen demasiado complicado, solo algo que permitiese saber si una persona realmente está capacitada para votar, y es que, bajo mi punto de vista, el voto debería ser algo que se gana y no un derecho. Creo que esto llevaría a una mejora de la calidad política de nuestro país, y ya que los políticos son un reflejo de la sociedad, a su vez llevaría a mejorar la calidad de la sociedad en la que vivimos.

 

Puigdemont, la ley no puede ser un rodillo que aplaste a los más débiles

Por Juan M. M.

Protesta contra los recortes a las ayudas a la dependencia en Alicante (Archivo).

Protesta contra los recortes a las ayudas a la dependencia en Alicante (Archivo).

Mi esposa sufrió hace seis años un ictus. Quedó con medio cuerpo paralizado y dependiente para todo. En el hospital nos hablaron de la Ley de Dependencia.

Como ella trabajaba como autónoma, el tribunal le concedió la gran invalidez. Cobra una pensión de 900 euros. También se nos concedió un PIA (Programa Individual de Atención) de 20 horas de ayuda a domicilio y un complemento de 336 euros. Una persona que la ayude son 800, más 100 del fisioterapeuta. Quedan 336.

Hace dos años, al mudarnos a Mataró y pedir el traslado del PIA, se nos indicó que el cobro de la ayuda era ilegal porque es incompatible con la pensión de gran invalidez. Me la retiraron y me ofrecieron un PIA con el doble de horas. Me negué a firmar.

Yo tengo 62 años, no cobro nada y agoté el paro. Me gasté mis ahorros y dejé el piso de alquiler que no puedo pagar, vendí mis muebles y mi coche para volver a casa de mi madre. Tenemos que pasar con 900 euros. Pero hay que pagar a mi ex una pensión de 300, lo que supone que nos quedan 600.

De nada ha servido explicar la situación. Nadie se hace responsable. Mientras se gastan millones en embajadas y conmemoraciones, la Administración me roba el 27% de los ingresos familiares, amparada por la Ley.

Sr. Puigdemont, ¿esto es lo que entiende por soberanía del pueblo catalán? La ley no puede ser un rodillo que aplaste a los más débiles. ¿Así defienden el Estado de Bienestar? Se llenan la boca con palabras, mientras otros se llenan los bolsillos robando a los que luchamos por sobrevivir.

Señores políticos: no me aprieto el cinturón y repago medicinas para que ustedes sigan con esta comedia

Por Ángel Villegas Bravo

Como ciudadano, nada más (y nada menos) tengo algo que decirles a todos los políticos; y ruego, de antemano, me perdonen aquellos que, quiero creer, piensan y sienten como yo.

Congreso de los Diputados (Javier Lizón/EFE).

Congreso de los Diputados (Javier Lizón/EFE).

Yo no pago mis impuestos para ver cómo se faltan ustedes al respeto, cómo se degradan y se desprestigian insultándose y perdiendo las formas de esa manera tan lamentable. No me aprieto el cinturón, repago medicinas y veo reducidos mis ingresos para que ustedes sigan con esta farsa, comedia, vodevil o sainete, negándose la mano y diciendo vulgaridades tabernarias. No me privo de algunas cosas necesarias, y procuro vivir dentro de mis posibilidades para que ustedes no tomen medidas drásticas contra los que malgastan, malversan, o directamente roban el dinero público. No me gusta nada ver a gentes de mi familia, o amigos, que están en el paro, o trabajando en precario y con unos sueldos míseros, o emigrando, para que ustedes sigan trazando líneas rojas y mirándose el ombligo o, incluso, pretendan gobernar sin el control del Parlamento.

¿Acaso no son conscientes de su desprestigio, del descrédito de las instituciones, del hartazgo ciudadano? ¿Quizá es que les importa un bledo la ciudadanía?

Pues vayan ustedes espabilando, porque el vaso hace mucho tiempo que rebosa.

 

Pactos: Qué es urgente y qué es importante

Por Horacio Torvisco Pulido

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez durante una rueda de prensa (Chema Moya/EFE).

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez durante una rueda de prensa (Chema Moya/EFE).

Una vez fracasado el primer intento de formar gobierno se avecina un tiempo de cierta tribulación donde, si se quiere llegar a un acuerdo de investidura y de gobierno, Sánchez y Rivera tendrán que mover ficha; ya no vale seguir diciendo que su acuerdo es el mejor y el único posible.

A esto, se suma una opinión que sostienen muchos medios, de forma muy reiterativa, sobre la “orfandad” en la que estamos inmersos por no tener ya nuevo gobierno, asunto de vida o muerte que hay que zanjar urgentemente, algo que la última encuesta del CIS no acredita como una prioridad de la gente.

En este país, donde nos movemos habitualmente entre argumentos extremos, esta urgencia resulta claramente un constructo interesado. ¿Por qué digo esto? Porque lo importante, por mucho que se empeñen algunos, no es tener un gobierno cuanto antes sino tener un gobierno que ponga coto a la corrupción política y económica que asola este país, y que revierta las políticas que tanta desigualdad han generado a favor de una minoría y en contra de la mayoría, asuntos ambos, estos sí, prioritarios para la ciudadanía.

 

Viviríamos en ‘jauja’ si se cumplieran todas las promesas electorales

Por María Olga Santisteban Otegui

Se dice que se puede vivir en «jauja» en un país soberbio e imaginario donde fluye la felicidad, donde todos y cada uno de nosotros viviríamos sin miedo a enfrentarnos a nuestras obligaciones y preocupaciones de cada día. Esto parece ser que sucedería si se cumpliesen todas y cada una de las promesas que escuchamos decir estos días a los políticos, ya sean «viejos» o «nuevos», en esta interminable pelea electoral.

Imagen del debate a cuatro el pasado 7 de diciembre (GTRES).

Tenemos tanto donde escoger como en un mercado del alfombras persa, desde las ya repetidas hasta la saciedad promesas de creación masiva de empleo, de un futuro maravilloso para nuestra juventud, mejor educación y sanidad pública y de calidad, lucha contra las desigualdades y un larguísimo e interminable etcétera.

Sería interesante que ya por ley u otro mecanismo oficial, los partidos políticos se viesen obligados a cumplir mínimamente sus programas electorales, y que los ciudadanos no nos sintiésemos estafados después de éstas o aquellas elecciones. No nos olvidemos también de que tenemos ahí siempre a la vieja Europa vigilante, así que, que nadie se pase de la raya prometiendo,  porque luego hay que rendirle cuentas.

A partir del día 21 de diciembre,  ¿seguirá habiendo el mismo número de parados? ¿Podrán regresar los miles de emigrantes que se fueron en busca de un porvenir que aquí no tenían? ¿Se resolverán acaso todos y cada uno de los grandes retos que han prometido solucionar? En definitiva, ¿viviremos en ese ‘país de jauja’ maravilloso y feliz? ¿O nos daremos de nuevo de bruces con la dura y para algunos triste realidad?

El baile de las recolocaciones

Por Manuel Nogueras T.

Pleno en el Congreso de los Diputados (EFE).

Pleno en el Congreso de los Diputados (EFE).

Parece que el PP saldrá otra vez ganador en las próximas elecciones, pero sin una amplia mayoría absoluta. Esto significa que algunos de sus miembros tendrán que dejar sus puestos de trabajo.

Lo repugnante es escuchar en los medios de comunicación como se realiza ‘el baile de las recolocaciones’ para no quedarse en las listas del paro. Algunos saldrán por las puertas giratorias y otros cambiarán de puesto en lo público como si no supieran hacer otra cosa, cobrando más de lo mismo.

Bendita sea aquella formación política que en su programa electoral antes del 20 de diciembre incluya suprimir todo este tipo de ‘buitrerías’ que todos los ciudadanos pagamos con nuestros impuestos. Que se busquen la vida como todos los demás nos la hemos buscado.

¿Existe el civismo en los dueños de mascotas?

Por Manolo Cabello Salazar

 

Imagen de archivo de un perro en el metro

Imagen de archivo de un perro en el metro

Desde hace tiempo se consiguió por ley obligar a que los dueños de perros recogieran sus excrementos. Un paso hacia la convivencia y el civismo; pero queda ensombrecido todo el trabajo conseguido por la falta de consciencia a la hora de dejar que los animales orinen en cualquier parte de la vía pública, sobre todo en los portales y fachadas de los edificios.

Está claro que no puedes impedir al animal que orine,ni puedes recogerlo como en el caso de los excrementos; pero sí intentar que no lo haga en sitios molestos para otras personas.

Si las personas tuvieran un poco más de civismo y educación, se evitarían problemas innecesarios para otras personas. Al final no habrá más remedio que, como en otros aspectos de la vida, legislar al respecto para evitar la vergonzosa situación que degradada y deteriora la vía pública.

 

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Por Sergio Fernández

En respuesta a la opinión de Manuel Cabello:

Estoy totalmente de acuerdo con el perjuicio que ocasionan los orines de perros en la ciudad. Cada vez hay más y cada vez menos plazas no enlosetadas y zonas verdes. Además, los orines están más concentrados.

Sin embargo, no estoy de acuerdo con que los dueños no pueden hacer algo al respecto.Hace unas semanas, al salir por la mañana me llevé una muy grata sorpresa con una vecina que tiene dos perros enormes.

Llevaba en la mano una botella de plástico llena de agua, y allí donde sus perros orinaban ella echaba un poco de agua. Eso sí que es civismo. No sé quién es, pero si lée este periódico, quiero desde aquí felicitarla. Si todos los dueños de perros actuaran así, la ciudad luciría mucho mejor. Todo sin entrar en cómo se gestiona la limpieza actualmente.

La culpa es de los dueños de los perros

Por Cristina Ramos Hoyas

Una mujer recoge la caca de su mascota.

Una mujer recoge la caca de su mascota. (ARCHIVO)

Vivo en la zona nueva de Vicálvaro. Es un barrio con muchísima gente joven con hijos y, también, con perros. Tenemos unos parques muy hermosos, pero todos llenos de cacas. En verano es imposible abrir la ventana, ya que el olor es insoportable.

Yo tengo dos perros y me da mucho asco recoger las cacas, pero lo hago. Mucha gente cuando baja a los perros y estos van a hacer sus cosas, miran hacia otro lado como si no fuera con ellos la cosa. Otros lo recogen, pero dejan la bolsita en los alcorques de los árboles y muy pocos las recogen.

A todo el mundo le gusta salir a la calle, pasear por los parques y no pisar una maldita caca de perro. Espero que la gente se conciencie con la causa, ya que es un bien para todos.

Los fanáticos de hoy

Por José Morales Martín Protesta primero de mayo

Es comprensible que el malestar ciudadano ante los efectos de la crisis se traslade a la calle, como ha sucedido en diversas ciudades. Pero cosa bien distinta es que la protesta se adultere con eslóganes como “No al golpe de Estado financiero”, en directa alusión al golpe de Tejero con motivo del 23-F. Tal paralelismo sólo conduce a la banalización de lo que ocurrió aquel 23-F, cuando el rey y los ciudadanos salvaron la democracia incipiente. Y, lo que es peor, revela que los fanáticos de hoy pueden ser tan destructivos como los fanáticos de ayer.