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Cosas de mujeres

Ayer di una charla-taller en motivo del Día internacional de la mujer, en una localidad cercana. Acudieron una quincena de mujeres de diferentes edades y procedencias, llenas de curiosidad y ganas de participar ¡Una de las participantes trajo a su bebé nacido hacía dos días! La charla consistía en recorrer las historias de tres mujeres a las que he acompañado a través del coaching, recogidas en mi último libro Da vida a tus sueños. Entre historia e historia, las invitaba a reflexionar sobre cómo aplicaban los temas de las historias en su propia vida, en tres ámbitos concretos: ¿Cuál era la relación consigo misma y como podía mejorarla? ¿Qué sueños albergaba y cómo iba a luchar por ellos? ¿Cómo iba a mantenerse en lo difícil?

Siempre me han fascinado las historias de personas, puesto que cualquier historia tiene la capacidad de resonar con la nuestra y abrirnos nuevos cauces de vida. Esta era la intención del ejercicio, de modo que a mi ofrecimiento de historia, ellas conectaban con la suya, la compartían con una compañera o dos y luego, algunas historias llegaban al grupo grande. Así, durante dos intemporales horas, tejimos experiencias, aprendizajes e inspiración, en un espacio de ecos ancestrales.

LA RELACIÓN CON UNA MISMA

¿Cómo ser amable con una misma? ¿Cómo tratarnos como nos trataría una buena amiga? Compartimos patrones tiránicos que se apropiaban de nosotras como: fustigarse por no haber hecho algo, fijarse solamente en lo que una no hace bien, darse la culpa por ponerse enferma, no perdonarse cuando una mete la pata como madre…Ante estos patrones y cualquier otro, el enfoque es sencillo pero arduo: observar la dinámica, hacerla consciente y tomar la intención de tratarse con amabilidad. Luego mucha práctica.

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LUCHAR POR LOS SUEÑOS DE UNA

¿Qué sueños albergamos y cómo vamos a luchar por ellos? Una mujer dijo que era difícil por no tener tiempo, a lo que otra participante dijo enfática que esto era un cuento chino, que para dar espacio a los sueños propios solo hay que priorizar bien, aprender a marcar límites y hacerse respetar. Luego compartió un sueño que estaba haciendo realidad y el modo en cómo la ilusionaba, sin importar cuán lejos llegaría. Su historia era un testimonio de que lo importante de los sueños no es cumplirlos o no, sino el horizonte que nos brindan y la energía que nos transmiten mientras caminamos hacia ellos.

MANTENERSE EN LO DIFÍCIL

¿Cómo nos mantenemos en lo difícil? La vida no solamente no es un camino de rosas, sino que a menudo, ni tan siquiera hay camino. Las dificultades siempre están y por esta razón no podemos esperar a que nuestro entorno sea ideal para caminar hacia nuestros anhelos. Además, solamente cuando nos abrimos a lo difícil, parafraseando a Rilke, podemos recibir el regalo que la complejidad esconde. ¿La forma de mantenerse en lo difícil? Como apuntó otra participante: empieza por ser amable contigo misma. Y así cerramos el bello círculo de una tarde singular.

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Nos fuimos a dormir machistas, nos levantamos feministas. Lecciones del caso Alves

La percepción social cambia de forma progresiva y después de forma súbita. Me vienen a la mente las palabras de Amos Adams, activista social contra la esclavitud en EEUU: “Nos fuimos a dormir una noche con antiguas costumbres, conservadores (···) y nos despertamos abolicionistas radicales”. En España, y en gran parte del mundo occidental, a la luz del movimiento #metoo y demás cambios político-sociales, podríamos decir: “nos fuimos a dormir una noche convencidos que las mujeres eran seres inferiores y nos despertamos convencidos de la igualdad entre todas las personas”, lo que vendría a ser: “Nos fuimos a dormir machistas y nos despertamos feministas”.

El feminismo en España y su acción política es un movimiento que ha contribuido significativamente a la forma en cómo se perciben y tratan hechos que antes se habrían invisibilizado. Esto explica que caso Rubiales no solamente no fuese tapado sino que tuviese serias consecuencias. El mismo cambio sociocultural facilita que el proceso Alves por presunta violación tenga un tratamiento judicial y mediático, con un respeto a la víctima y unas medidas cautelares sin precedentes.

LOS DERECHOS NO SON SUFICIENTES

Los avances sociales promovidos por el feminismo de la igualdad son reales y al mismo tiempo, uno de sus flacos favores es generar la ilusión especialmente entre mujeres jóvenes que el discurso de los derechos las protegerá. El discurso de los derechos y el desarrollo de leyes son necesarios, disuasorios en parte, facilitan el cambio de mentalidad y generan consecuencias una vez el delito ha tenido lugar. Por ejemplo, facilitan el juicio a Alves como presunto violador. Sin embargo, en caso de demostrarse el delito, el grave daño físico y psicológico de la víctima es irreversible, algo que las medidas legales no pueden remediar.

Dani Alves declara sin esposar en el juicio por delito de agresión sexual.
EUROPA PRESS/D.Zorrakino. POOL

Por este motivo, es necesario complementar al discurso de los derechos del feminismo de la igualdad con el discurso del feminismo de la diferencia. El feminismo de la diferencia reconoce la diferencia entre hombres y mujeres y defiende que las mujeres ocupen un espacio social propio, más allá de emular espacios y formas de hacer masculinos. Esta corriente también reivindica el valor de la maternidad y el cuidado, transmitiendo a las nuevas generaciones de mujeres jóvenes, lecciones ancestrales a la luz de datos actuales, como las recogidas por Louise Perry en su imprescindible libro, que reproduzco aquí:

  • No te fíes de ninguna persona ni ideología que te presiona para que no hagas caso de tu intuición moral.
  • La caballerosidad es, en realidad, algo bueno. Todos tenemos que controlar nuestros deseos sexuales, especialmente los hombres, dada su mayor fuerza física y, de media, su más alta libido.
  • A veces (aunque no siempre) se puede identificar fácilmente a los hombres sexualmente agresivos. Existe un puñado de rasgos de personalidad que son comunes en ellos: impulsividad, promiscuidad, hipermasculindad y antipatía. La combinación de estos rasgos debería ponerte en guardia.
  • Hay que huir de los hombres que se excitan con la violencia, usen o no el vocabulario de las prácticas de dominación y sadomasoquismo para justificar su comportamiento. Si pueden mantener una erección mientras golpean a una mujer, no es seguro quedarse con ellos.
  • Los talleres sobre consentimiento son, en su mayoría, inútiles. El mejor modo de reducir la incidencia de violaciones es reduciendo las oportunidades de que potenciales violadores puedan actuar. Esto se puede conseguir manteniendo en prisión a los violadores condenados o limitando su acceso a víctimas potenciales.
  • La categoría de personas que con más probabilidad van a ser víctimas de estos hombres es la de mujeres jóvenes con edades comprendidas entre los trece y los veinticinco años. Todas las chicas y mujeres, pero particularmente las de estas edades, deberían evitar estar a solas con hombres a los que no conocen o con hombres que les dan miedo. No hay que hacer caso omiso al instinto: normalmente se dispara con alguna alerta que merece ser escuchada.
  • Emborráchate o drógate en privado con amigas en lugar de en público o en compañía mixta.
  • No uses aplicaciones de contactos. Las amistades mutuas pueden servir para conocer el historial y castigar las malas conductas. Las aplicaciones de contactos, no.
  • Abstenerse de tener sexo con un novio nuevo durante, al menos, unos meses es un buena forma de averiguar si va en serio contigo o si simplemente está buscando acostarse contigo.
  • Ten sexo con un hombre solamente si crees que va a ser un buen padre para tus hijos, no porque necesariamente tengas la intención de tener hijos con él, sino porque esta constituye una buena regla de oro para decidir si merece o no tu confianza.
  • El matrimonio monógamo es, de lejos, la base más estable y fiable sobre la que construir una familia.

La presunta víctima de Dani Alves está demostrando un gran coraje y determinación yendo adelante con el juicio frente a la presión mediática, la revelación de su identidad y las múltiples ofertas que ha recibido para retirar la denuncia. Su testimonio y todo el proceso son avisos a navegantes de que, por fortuna, corren malas épocas para las culturas de violencia. Al mismo tiempo, las mujeres, especialmente las jóvenes, tienen que abrir los ojos a los riesgos reales de la violencia sexual, frente a la cual, los derechos no tienen la capacidad de protegernos y sin embargo nuestra intuición y lecciones ancestrales, sí.

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¿Cómo lidiar con la tiranía de las expectativas? Lecciones de Barbie

Tengo un problema con las expectativas, me dice Lola a quien acompaño en un programa de coaching. Ya me he dado cuenta, le digo. Me esfuerzo en hacer las cosas lo mejor posible, pero a la hora de la verdad siempre me llega una bolsa de caquita que lo ensucia todo, me comparte.

Ya, es que la vida está llena de caca. Uno de mis maestros decía que todo es abono para crecer, le respondo. ¿Tomemos la película Barbie, la has visto? Le pregunto.

Y tú, ¿la has visto? Si no la has visto, te la recomiendo. La película Barbie, dirigida por Greta Gerwig regala una mirada de una profundidad inversamente proporcional a la superficialidad del mundo que la muñeca representa. Gerwig hilvana una creativa trama, especiándola estratégicamente de secuencias tan hilarantes como reveladoras.

El personaje de Barbie, interpretado exquisitamente por Margot Robbie, tiene varios problemas – atención: spoiler. Uno de ellos son sus expectativas. A su llegada al mundo real, el contraste le resulta abrasivo. Barbie esperaba un mundo como el suyo, en el que las mujeres reinaban, los hombres eran meros complementos y todo era chupiguay a todas horas. En cambio encuentra algo distinto. De la diferencia entre sus expectativas y lo real nace frustración, al igual que para Lola.

Margot Robbie en Barbie / Warner

Cuando la realidad no responde a nuestras expectativas es común escudarse en lo que es justo y lo que no lo es. Hacerlo es una práctica extendida, cuyo efecto es convencernos de que la culpa de lo que sucede está ahí fuera y que nosotros somos víctimas de ello. Pero la vida no es justa y cuanto antes lo aceptes más fácil te será tomar responsabilidad sobre lo que te ocurre.

Una forma de tomar responsabilidad es examinar nuestras expectativas haciéndonos conscientes de lo que están hechas: experiencias pasadas, creencias, estado de humor, valores, nuestra personalidad…Al hacerlo revelamos nuestros puntos ciegos, con lo que nace un nuevo marco para interpretar y afrontar lo que nos ocurre.

Barbie creía que sus problemas eran la celulitis, sus pensamientos sobre la muerte o el neopatriarcado de Ken. Sin embargo, el punto de inflexión llega al darse cuenta de que su problema existencial es verse a sí misma como objeto. Barbie desarticula su mayor filtro perceptivo y es esa consciencia – al igual que en la vida real – la que le permite evolucionar.

No obstante, para conseguirlo ha contado con una práctica esencial. Te la cuento en mi próximo post.

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Contra la revolución sexual

El verano antes de embarcarme en un máster de género y política social hace dieciséis años, pregunté por una lectura preparatoria. Me recomendaron leer Gender Trouble de Judith Butler. Al empezarlo a leer, me entró un sudor frío. ¿Qué diablos era aquello? Algo muy denso, retorcido y teórico. Por suerte, la parte de política social del máster me permitió pasar de puntillas por teorías sesgadas como la de Butler, para ahondar en los retos acuciantes de la mitad de la población del mundo.

Las políticas feministas y de igualdad de los últimos años han tenido un efecto variado. Mientras que muchas han sido sus contribuciones, los efectos de cualquier acción tienden a ser complejos y a menudo ambivalentes. Sin ir más lejos, tomemos la Ley del solo sí es sí. Una ley pensada para favorecer a las mujeres que han sido víctimas de violencia sexual, a día de hoy, cuenta con 721 rebajas a agresores sexuales y 74 excarcelados.

Una de las lecturas que me han inspirado recientemente ha sido Contra la revolución sexual de la periodista Louise Perry. A través de sus investigaciones y experiencia en un centro de atención a víctimas de violaciones cuestiona sin tapujos los dudosos beneficios que el feminismo liberal ha traído a las mujeres. En concreto, enfatiza la forma en cómo al minimizar las diferencias biológicas entre hombres y mujeres, ha proyectado en las mujeres un modelo de sexualidad – y yo añadiría de trabajo, de relaciones y de familia – masculino.

(Charles Deluvio, UNSPLASH)

Este modelo de sexualidad basado en la pornografía campa a sus anchas entre los jóvenes gracias a internet, siendo un 75% de hombres y un 35% de mujeres que la consumen antes de los 16 años. Este consumo está relacionado con un aumento de conductas de riesgo como sexo sin preservativo, el intento de sexo en grupo y sexo con desconocidos. Sin olvidar los vínculos de la industria del porno con la prostitución y la explotación sexual de mujeres vulnerables y niñas.

Perry argumenta que el marco dominante de sexualidad marcado por las relaciones casuales y la pornografía, no solo no es empoderador para las mujeres, sino que resulta desfavorable para ellas, más expuestas y desprotegidas que los hombres. Como respuesta a ello, invita a las mujeres y a todos a: «Fijarnos en las estructuras sociales que ya han demostrado su eficacia en el pasado y compararlas entre sí, en lugar de compararlas con alguna alternativa imaginada que jamás ha existido y que probablemente jamás vaya a existir. El impacto de la píldora llevó a los liberales sexuales a la presuntuosa creencia de que nuestra sociedad podía quedar libre de la opresión de las normas sexuales y que podía funcionar sin problema. Los últimos sesenta años han demostrado que esa creencia era equivocada.»

Y continúa deliberadamente: «Tenemos que volver a levantar las barandillas sociales que se han derribado. Y, para ello, tenemos que empezar por lo más evidente: el sexo se debe tomar en serio. Los hombres y las mujeres son diferentes. Algunos deseos son malos. El consentimiento no es suficiente. La violencia no es amor. El sexo sin amor no empodera. Las personas no son productos. El matrimonio es bueno. Y, sobre todo, haz caso a tu madre».

Una valiente y retadora perspectiva.

 

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La violencia contra las mujeres y el periodismo valiente

Hasta la llegada del movimiento #metoo hace cinco años, los abusos sexuales por parte de poderosos, una forma perniciosa de violencia contra las mujeres, era algo considerado normal. Estaba culturalmente aceptado. Así ocurre con todas las barbaries. Ocurrió con el tráfico de esclavos, ocurrió con el bullying, con la contaminación masiva, con la toxicidad del tabaco…Todos eran fenómenos naturalizados hasta que un grupo de personas dijo basta. Llevaron la atención a algo que no estaba funcionando, se organizaron y mobilizaron a su entorno que a su vez generó nuevas leyes y normas para cambiar el estado de las cosas.

Aunque la expresión “me too” naciera en 2006, se popularizó en las redes sociales con el caso Harvey Weinstein en EEUU, a raíz de los numerosas acusaciones de abuso sexual, cuando la actriz Alyssa Milano publicó en Twitter “Si todas la mujeres que han sido asediadas o asaltadas sexualmente escribieran “me too”- yo también- en su status, daríamos a la gente una idea de la magnitud del problema”. Celebridades como Gwyneth Paltrow, Ashley Judd, Jennifer Lawrence y Uma Thurman entre otras dieron el paso. El tsunami estaba servido.

En EEUU el fenómeno #metoo contó con una pieza clave que algunos consideran su detonante: el periodismo de investigación encabezado en este caso por Megan Twohey y Jodi Kantor. Tras investigar el tema a fondo, Kantor y Twohey publicaron en The New York Times el escándalo de los abusos sexuales de Harvey Weinstein. Ante la pregunta de por qué el fenómeno #metoo en Europa ha tenido tan poca fuerza, expertos apuntan varios motivos: la debilidad del periodismo de investigación, el miedo a querellas por parte de periódicos y el hecho que la mayoría de jefes de medios sean hombres.

La fuerza del feminismo en España está trazando un nuevo camino para combatir la violencia de género en todas sus formas. Para hacerlo necesita aliados y el periodismo de investigación es sin duda uno de ellos. En un momento de crisis y transformación de los medios de comunicación, es imprescindible apoyar a los mismos para que esta forma de periodismo vital en cualquier estado democrático, no solamente sobreviva, sino que triunfe.

 

Trailer de «Al descubierto» película que narra la investigación periodística detrás de #metoo

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La actividad más peligrosa del mundo

Leo impávida sobre Jorge Ignacio Palma el asesino de mujeres de Valencia. Jorge Ignacio  se dedicaba a drogar, abusar y matar a mujeres. Esta era su práctica hasta que le detuvieron. ¿Pero a qué tipo de mujeres? Mujeres que ejercían la prostitución. Los asesinos son malos pero no estúpidos. Por eso, buscan a víctimas vulnerables y en este numeroso grupo se encuentran las prostitutas. Ejemplos estremecedores son los de Gary Ridgway, el estrangulador de Suffolk o el destripador de Yorkshire por nombrar algunos.

Que la prostitución es la actividad más peligrosa del mundo lo aprendí durante el año del máster en género y política social que cursé en Londres. Las personas que la ejercen están en mayor riesgo de ser víctimas de crímenes violentos, como atestiguan estudios sobre la industria sexual. ¿Por qué? En palabras de mujeres que se han visto envueltas en esta actividad: “Estar con una prostituta es como tomarse un café, cuando te lo lo has bebido, desechas la taza”. Por esta razón cuando ejerces (la prostitución) “Les das lo que te piden y rezas para que no te maten”.

Algunas leyes nos ayudan a evolucionar, creando unas nuevas reglas del juego. Así fueron las leyes limitando los horarios de trabajo, las condiciones de los trabajadores, la prevención de riesgos laborales, la normativa contra el bullying o el acoso sexual. La proposición de ley del PSOE, conocida como Ley abolicionista, contempla la reforma del Código Penal para prohibir el proxenetismo en todas sus formas y castigar también el lucro por alquilar el espacio donde se prostituye la persona. Aunque la ley es incompleta, como tantas leyes cuando nacen, es un punto de partida valiente. Lo es porque convierte a un acto normalizado culturalmente en un acto criminal. También porque pone el foco en la oferta de la industria y no en la persona que se prostituye. De este modo, sienta las bases para desarticular el sistema implicado en la explotación sexual y su obsceno lucro económico, como detalla sin tapujos el documental Chicas nuevas 24 horas de Mabel Lozano.

Miles de personas se manifiestan en Madrid contra la prostitución. / Europa Press

Sin embargo, la realidad de la prostitución, como cualquier otra, se basa en cuatro dimensiones: la cultura que normaliza el mercadeo de cuerpos como productos desechables; los motivos personales que empujan a las personas a este mundo, tanto a alquilar cuerpos como a vender el propio; los actos que tienen lugar y el daño que causan; y el sistema que asegura que todo ocurra.

La propuesta de ley ha decidido atacar al sistema. En sucesivos pasos se tendrán que abordar las otras dimensiones. Y también considerar tanto el corto como el largo plazo, por ejemplo, ayudando a reintegrarse socialmente a las miles de mujeres que saldrán de esta “industria” como enfatiza la activista Rachel Moran. En fin, un trabajo colosal, pero como rezaba Lao Tse hace 2500 años, un viaje de mil leguas comienza con un solo paso. Y este primer paso es un paso audaz.

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Del aborto a los tratamientos de fertilidad: el mindset maldito de la maternidad y cómo superarlo

Luisa tenía un niño de dos años con su actual pareja. Él tenía dos hijos de un matrimonio anterior. No querían más hijos pero Luisa se quedó embarazada. Tomaron la decisión de abortar. La noche antes del aborto Luisa soñó con el niño que llevaba en el vientre. La criatura le suplicaba sin palabras que no abortara. Luisa escuchó y ahora es madre de dos niños maravillosos. Al hablar con ella sobre lo ocurrido sus palabras se me quedaron grabadas: “menos mal que no aborté, de haberlo hecho, me habría quitado la vida.” Conociéndola, sabía que hablaba en serio.

Luisa anticipó el impacto que haber abortado hubiese tenido en su vida. Como coach he acompañado a un buen número de mujeres que han abortado, constatando que las cicatrices psicológicas a raíz de ello continúan a sangrar no importa cuántos años pasen. En demasiados casos, el trauma es tan grande que deriva en enfermedad mental.

El aborto y las políticas para facilitarlo son la punta del iceberg del mindset mayoritario que quedarte embarazada es lo peor que te puede pasar en demasiadas circunstancias: si eres joven, si no has terminado la carrera, si no tienes pareja estable, si no cuentas con muchos recursos, si quieres progresar en tu carrera profesional, y un largo e inconsciente etcétera. Cristina Pedroche en una entrevista decía que no quería ser madre de momento porque quería comerse el mundo. Sus palabras encarnan la visión dominante que la maternidad es un estorbo para la mujer. Un estorbo para su carrera, un estorbo para su independencia, un estorbo para su sexualidad, un estorbo para el disfrute. Pero la maternidad no es un estorbo, no necesariamente. En cualquier caso, esa misma mujer, llega a la treintena o más allá y se plantea ir a por el bebé. Entonces, más a menudo que menos, el bebé no llega y empiezan las pruebas, empiezan los tratamientos, maternidad subrogada y otras soluciones al “problema”.

¿Perdona? ¿No será que como sociedad se nos ha escapado algo? Cuando eres joven, quedarte preñada es lo peor que te puede pasar, y de madura, no te preocupes que si no puedes hay una industria dispuesta a medicalizarte para hacerte un bombo, pagando por supuesto, un buen peaje económico, físico y psicológico. Y ni se te ocurra negarte a pagarlo porque hoy día “todos lo hacen.”

El discurso dominante sobre la maternidad está sesgado hacia los aspectos negativos de ella. Lo sé porque bebí de él durante demasiados años. Es verdad que tener hijos te cambia la vida. Es verdad que no es fácil. Pero también es cierto que acompañar a otro ser a crecer y desarrollarse es de las cosas más bellas que se puedan vivir y que te hace madurar como persona como ninguna otra experiencia en la vida.

(Zach Lucero, UNSPLASH)

Entre las medidas para evitar embarazos no deseados – aborto incluido – y los tratamientos de fertilidad echo de menos un diálogo sincero sobre qué significa tener hijos y el valor de hacerlo. Una conversación en la que se hable sobre las dificultades pero también las bendiciones de ser madres y padres. En la que se aborde la necesidad de plantearse la propia maternidad y paternidad como una cuestión fundamental: ¿Qué significa formar una familia? ¿Deseo crearla? ¿Cuándo sabré que el momento de crearla ha llegado? ¿Qué tipo de vínculos son necesarios? ¿Cómo cultivarlos para que funcionen? ¿Qué apoyos vamos a necesitar? ¿Qué organización logística? ¿Cómo compaginaremos la maternidad/paternidad con el desarrollo profesional de ambos?

Mi deseo es que estas preguntas lleguen a las familias, a las aulas, a las políticas. Que te lleguen a ti y a través tuyo a todas las personas de tu entorno, para abordar la vida y su continuación con el cuidado, la honestidad, la creatividad y la responsabilidad que verdaderamente se merecen.

 

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8 de marzo: estamos mucho mejor y queda tanto por retar

PEPA FLORES

Es una tarde de verano, tengo siete u ocho años y estoy en casa de mis abuelos maternos. Por la tele dan La vida es una tómbola de Marisol. Me la trago entera, absolutamente prendada, como toda España, de la perspicaz niña prodigio. Fast forward 35 años, un viernes de peli y pizza, en la web me cruzo con una película de Pepa Flores. Se despierta mi interés por ella y la busco en internet. Encuentro un artículo sobre de qué forma cayó en saco roto su denuncia de abusos sexuales durante los años 70. Ella también, me digo apenada. El maltrato y la violencia hacia la mujer en todo su abanico de formas – desde el acoso sexual o psicológico, a la explotación, pasando por la pornografía, la prostitución, violaciones y sin olvidar la discriminación laboral, o las oportunidades que simplemente no llegan – son un holocausto invisible que, como un monstruo mutante, sigue vivo.

HOY

Reconozco que muchas cosas han cambiado. En España, existe un ministerio de Igualdad, se está tramitando la ley del consentimiento, la manada está en la cárcel. Chloe Zhao gana el Globo de Oro por su película. Harry y Meghan salen del guión predeterminado y convierten en resiliencia lo que destruyó a Diana de Gales. Amanda Gorman, la hija de una madre soltera afroamericana, abre con sus poemas la investidura del nuevo presidente de los Estados Unidos. Un saco enorme de acosadores y violadores está pagando la factura por sus abusos de poder, de forma legal y con su reputación. Las voces de Laila Mickelwait, Mabel Lozano y un largo y esperanzador etcétera, incluidos una creciente multitud de hombres, se alzan para crear otra realidad.

Mujer

(Artem Kovalev, UNSPLASH)

¿QUÉ NOS QUEDA POR RETAR?

Un eslogan inspirador del día internacional de la mujer de este año es choose to challenge, elige retar. ¿Qué es lo que nos queda por retar? A modo de respuesta, apunto a historias reales que ponen de relieve de qué forma, ser mujer hoy sigue siendo peligroso e incluso mortal. Al leerlos, considera que lejos de ser casos aislados, son la punta de un cruento y despiadado iceberg. Date cuenta de qué forma tú podrías ser cualquiera de ellas, tu pareja, tu hija o tu nieta:

  • Elisenda persigue su sueño de ser actriz en el Institut del Teatre de Barcelona. Varios profesores, referentes del sector, la acosan de forma repetida. El mensaje está claro: si te portas bien y haces lo que yo quiero, lo que incluye dejarse humillar, hostigamiento psicológico y acoso sexual, te abriremos las puertas de tu futuro. Llega un día en que se arma de valor y presenta una denuncia, la primera de muchas. Está indignada y desanimada.

 

  • En una ciudad de California, Serena de catorce años estudia primer grado en el instituto. Se enamora de un chico del instituto un año mayor que ella, que le pide un video de ella desnuda. Ella lo graba y se lo envía. Él lo sube a Pornhub y el mundo de Serena da un vuelco. Serena se desmorona. No puede soportar la vergüenza frente a la mirada de sus compañeros y empieza a faltar a clases. Tras varios intentos de suicidio, entrar y salir de las drogas, hoy con diecinueve años, vive en un coche con sus tres perros, los únicos en quienes según ella, puede confiar.

 

  • Ana estudia doctorado en la Universidad de Barcelona. Trabaja como “sugar baby” una vez por semana. Reconoce que es una forma de prostitución adornada y que lo hace por dinero, nada más. Se consuela pensando que es temporal, sin poner atención a los riesgos y secuelas de todo tipo, que vender su cuerpo y su alma le están dejando.

 

  • En Colombia, un fuerte terremoto deja a Yamiled y a su familia sin recursos, ella decide viajar a España a trabajar para una fábrica de seda. Nada más llegar le quitan el pasaporte, la violan y la obligan a vender su cuerpo. Después de años en un prostíbulo en el que saldar la enorme deuda contraída según la mafia que la explota, consigue escapar y empezar a trabajar de esteticista. Armándose de valor, denuncia a sus explotadores que van a la prisión y desde allí traman su muerte. En 2009 muere asesinada a balazos, con treinta y tres años.

ELIGIENDO RETAR

Algunas cosas mejoran. Muchas empeoran. Todo se transforma. Nacen nuevos infiernos, antiguas formas de explotación con nuevas caras. Por ello, mujer, hombre, cuidado con dar por sentado el avance de los derechos de la mujer. Cuidado con asumir que estamos “mejor” o “liberadas”. Quedan muchos retos para, en palabras de Kramarae, hacer realidad “la noción radical que las mujeres son seres humanos”. Yo elijo retar. Y tú, ¿qué eliges?