Archivo de la categoría ‘Sin categoría’

Todo lo que quieres está al otro lado del miedo

Llevo unos días en los que el miedo está presente. Se acerca una circunstancia compleja lo que despierta en mi todo tipo de fantasmas. El magnetismo del miedo se revela cuando logra reclutar a otros miedos a su alrededor, montando, si me descuido, una terrorífica juerga.

Fue después de vivir un terremoto de fuerza ocho en Perú que empezó mi miedo a volar. A la mínima turbulencia de vuelo, mi cuerpo se ponía en estado de alerta, seguido por un miedo atávico y luego pánico en estado puro. Durante esta época de mucho viajar recuerdo las caras de las azafatas al darse cuenta de mi fobia: “pobrecita, solo le quedan doce horas por delante” parecían pensar. En una ocasión se sentó a mi lado un piloto de avión, que captó al instante mi estado emocional. Entablamos conversación y se me ocurrió preguntarle, “aunque pueda parecer que el avión se va a caer, ¿no hay para tanto verdad?”. “Bueno, unas turbulencias fuertes pueden llegar a romper el avión me dijo” con la seguridad de quien sabe de lo que habla. Justamente lo que necesitaba oír.

El miedo es una emoción paranoica, pues se preocupa por algo que todavía no ha ocurrido. En su mejor intención el miedo desea preservarnos, pues la posibilidad de que las cosas se tuerzan es real. El miedo entonces nos avisa con su mano helada para que estemos preparados.

(Kyle Trautner, UNSPLASH)

MIEDO & DESEO

El miedo está unido al deseo. Miedo a que ocurra algo o a que no ocurra. El miedo, sin examinar es un vector del apego, porque nos ata a una versión del devenir: lo que queremos evitar. Por esa razón el antídoto budista al miedo no es el coraje, sino el no apego. Cuando no estamos apegados a que las cosas sean de cierto modo, cuando hemos hecho las paces con nuestra condición de mortales e imperfectos, entonces el miedo se evapora. El camino que me mostró el miedo a volar era que yo no terminaba de confiar en la vida, sino que estaba apegada a una versión de la misma controlada por mi.

Algunos miedos se gestionan desde el ser. Otros necesitan del hacer. El budismo es una espiritualidad del ser, en lo que Ken Wilber denomina la corriente ascendente del espíritu, y su movimiento es el regreso al todo. Durante periodos intensos de meditación, lo superfluo desaparece y descanso en la plenitud del no hacer, de no buscar, de no aspirar. Fue así como mi miedo a volar se transformó en confianza.

Por otro lado, la corriente descendente del espíritu es la manifestación en el mundo del orden explicado de David Bohm. Al igual que una flor ansía abrirse, en nosotros existe una fuerza guía. En estos casos, el miedo es a la vez un indicador de lo que es importante y un bloqueo de esta corriente que precisa ser atravesado. Se transita a través de la acción consciente teñida de titubeos, torpeza, incomodidad, inseguridad, ridículo…para en el proceso revelar nuestro potencial.

En el próximo artículo te comparto algunos miedos frecuentes y cómo atravesarlos.

Nota: el título del artículo es una cita del autor Jack Canfield.

Te puede interesar :

Inspírate con mi nuevo libro: Da vida a tus sueños. 12 caminos para crecer y despertar.

Encuéntrame en Facebook y Twitter.

¿Te sientes culpable por estar enfermo? Transforma tu actitud con estas pautas

Cuando nos ponemos enfermos o lesionamos existen dos formas comunes de reaccionar. La primera, es sentir cierto sentido de culpabilidad, al estilo de “he hecho algo mal”. Y sí, a veces nos hemos equivocado, es decir, fumas como un carretero y tienes suerte de contraer solo una bronquitis; o haces pesas de cualquier manera y te lesionas la espalda. En estos casos existe una relación bastante lineal. Sin embargo, en muchos casos la causa y efecto se se mezclan con el azar, y en otros tantos la enfermedad es completamente aleatoria, por lo que sentir culpa es un empeño fútil.

Otra forma común de reaccionar es ofendiéndonos, como si de la nada alguien nos hubiera dado un puñetazo. Esto me recuerda la historia budista de un monje de quien decían que estaba iluminado. Un estudiante que dudaba de la iluminación del asceta, decidió darle un puñetazo para probarle. Cuando lo hizo el monje no se inmutó. Entonces corrió la voz que el estudiante había pegado al monje y los aldeanos quisieron ajustar cuentas con el estudiante también con los puños. Al enterarse, el maestro se interpuso evitándolo y dando una lección a todos. Llevando este ejemplo a un estado de enfermedad o dolor, ofenderse por su aparición es como devolver emocionalmente un imaginario revés, lo que nos contrae y genera resentimiento.

(UNSPLASH)

La vida está compuesta de periodos de salud y otros de enfermedad. La salud permanente no existe. Para nadie. Entonces, con la visita de la enfermedad o la lesión, en lugar de sentirnos culpables u ofendidos, podemos abrirnos a lo que ocurre, sabiendo que es parte del juego de estar vivo. Esto quitará drama al asunto, y nos ayudará a aceptar nuestra condición, algo favorable para navegar la enfermedad y curarse.

Aunque nos cueste verlo, la enfermedad trae muchos regalos. Uno de ellos es hacer añicos ilusiones de invencibilidad, poniéndonos de bruces con nuestra propia vulnerabilidad y el hecho que estamos en la misma liga que todos los mortales. También nos informa de la fragilidad de la vida, la medida de nuestra interdependencia y la fortuna de tener salud, cuando la gozamos. La enfermedad también nos hace parar. No nos pregunta ¿quieres parar? sino que nos obliga a hacerlo y eso puede ser una bendición.

Te puede interesar:

Inspírate con mi nuevo libro: Da vida a tus sueños. 12 caminos para crecer y despertar.

Encuéntrame en Facebook y Twitter.

La fábrica de los niños transgénero

– Me gustaría comentarte algo…

– Claro, dispara…

– Verás, un amigo me contactó desesperado por que su hija de once años ha comenzado una transición para ser chico. Ya ha iniciado la terapia hormonal y también se ha cambiado el nombre. Su padre dice que ahora en la escuela se ríen de él y le hacen bullying, está hundido emocionalmente y me ha pedido si conozco un psicólogo que le pueda ayudar. No sé que decirle…

– Yo le diría que ha metido a su hija menor de edad en problemas, puesto que un cambio de sexo a los once años es crearle problemas más grandes que su supuesta disforia de género. Le diría que convenza a su hija de dejar la transición. Que la aplace hasta su mayoría de edad. Que aprenda a convivir con la identidad sexual que la naturaleza le ha regalado. Que tenga paciencia. Y que cuando sea mayor ya podrá decidir con conocimiento de causa…

– Ya pero, si ya ha empezado la transición…

La fábrica de los niños transgénero, un libro de Céline Masson & Caroline Eliacheff

– Da igual…que la pare. El padre y la madre y seguramente la niña se han dejado llevar por una cultura que ha normalizado esta práctica que mutila a los jóvenes…Sin embargo, embarcar a los niños en semejante cambio físico irreversible es una irresponsabilidad…¿No crees?

– Pienso igual que tú…pero parece que la mayoría de personas lo ven diferente, al igual que los psicólogos que conozco que no son pocos. Fíjate el otro día vimos un documental sobre el tema con mi hija mayor y ella convencida que los niños tenían que poder decidir que sexo querían ser desde pequeños…Yo le decía que ni hablar…justamente porque en la adolescencia es el peor momento, el cuerpo cambia mucho y aceptarlo no es fácil y la personalidad justo se está formando…

– Es que sin darnos cuenta nos han vendido la moto de que cambiar el sexo es lo más normal, como cambiar el color del pelo, las redes sociales y medios de comunicación han contribuido a ello. El activismo trans ha sido feroz y ha conseguido imponer su agenda. Pero una cosa es velar por los derechos de las personas trans, la otra es manipular a los niños para que se embarquen en un proceso profundamente traumático e irreversible. Parece que la industria farmacéutica beneficiaria de las terapias trans también está detrás. Si la ciencia permite cambiar el sexo, aquellos que estén realmente convencidos que lo hagan pero cuando sean adultos y no puedan arrepentirse. Muchos países ya han tomado cartas en el asunto. Por ejemplo Finlandia, Noruega, Gran Bretaña y algunos estados norteamericanos ya han prohibido la terapia hormonal y la cirugía de amputación entre los 16 y 18 años. En España todavía no, como siempre va a la cola…Sobre este tema te recomiendo el libro La fábrica de los niños transgénero, un recurso valioso y esclarecedor para padres y madres desorientados.

Te puede interesar:

Inspírate con mi nuevo libro: Da vida a tus sueños. 12 caminos para crecer y despertar.

Encuéntrame en Facebook y Twitter.

Grietas de luz en el secuestro del pueblo saharaui

Una semana después de regresar de los campamentos saharauis en Argelia, los ornamentos de henna de mis manos se han difuminado mucho. Cada día se borran un poco más. El problema del Sáhara también fue progresivamente borrándose de la agenda española, desde su aparición hace cuarenta y siete años, el tiempo que lleva este pueblo sobreviviendo en campamentos de refugiados en Argelia, uno de sus aliados.

En Argelia, el pueblo saharaui sobrevive instalado en la Hamada, la parte del desierto del Sáhara, considerada la peor por su aridez y temperaturas extremas. Los barrios son seguros, los niños van a la escuela y van a la escuela solos. Me sorprendió ver a la hermana de nuestra niña de acogida, una niña de cinco años yendo al cole sola a las siete y media de la mañana. Al comentárselo a su tía, me dijo, sí, y ya hace dos años que lo hace. La cooperación internacional se encarga del suministro de agua potable. Hace dos años, se instaló electricidad en todos los campamentos. Las tiendas nómadas conviven con casas de adobe y otras construidas con bloques de cimiento como las de cualquier suburbio occidental. Unas pocas tienen aire acondicionado para soportar las abrasadoras temperaturas de verano. Comida no falta, saben prepararla y lo hacen de forma apetitosa y rica. El talante saharaui es alegre, abundante, acogedor. Los niños reciben amor de toda la familia extensiva. Las mujeres se encargan de la crianza, alimentar a las cabras, preparar la comida y el cuidado de la casa. Algunas son maestras en las escuelas de los campamentos, otras ocupan cargos políticos en el Frente Polisario. Los hombres trabajan en pequeñas tiendas o en actividades comerciales, muchos están en territorio ocupado, inmersos en las hostilidades con Marruecos.

Escuela de primaria de El Aaiún (Tindouf, Argelia)

Escuela de primaria de El Aaiún, en los campos de refugiados saharauis de Tindouf, Argelia. (Magda Barceló)

La condena a sobrevivir del pueblo Saharaui se sostiene por el limbo legal en el que el pueblo está secuestrado. En 1976, los saharauis eran españoles, por ser el Sáhara occidental una colonia española. Con la invasión de Marruecos y Mauritania en connivencia con España y la huída a Argelia de la mayor parte de sus habitantes, los saharauis perdieron su estatus legal y ahora solo tienen el estatus de refugiados. Esto les limita a estar confinados a los campamentos sin poder trabajar en otro país, ni tan siquiera en Argelia. Para poder viajar tienen que solicitar un visado especial a las autoridades argelinas que suele tardar unos dos años. Al preguntarles si de ser posible elegirían vivir en otro sitio, contestan que la gran mayoría ya ha echado raíces y no quieren vivir en ninguna otra parte. Mas para los jóvenes las cosas son algo distintas. Los que quieren estudiar en la universidad van a Argelia donde es gratuita, pero después su estatus legal no les permite trabajar y en los campamentos la oferta de trabajo es casi nula. Con sus alas cortadas, se hunden en los efectos de su situación legal, una tragedia que se perpetúa año tras año.

Pero como todas las cosas, el secuestro del pueblo saharaui tiene una grieta, por la que se cuela un hilo de luz. El programa Vacaciones en Paz empezó el verano de 1976, cuando a raíz de la creación de los campamentos de refugiados saharauis en Argelia, el gobierno argelino, frente a la elevada mortalidad infantil en los campamentos fruto de las altas temperaturas, ofreció 700 plazas en el campamento de verano Sidi Fredj, en Argel capital. En España, el proyecto Vacaciones en Paz empezó en 1979, cuando el Partido Comunista español atendió al llamamiento de las autoridades saharauis para sacar del desierto a los niños durante los meses más calurosos del verano, en medio de las hostilidades de la guerra con Marruecos. El programa sigue en marcha, aunque hoy día hay muchas más familias saharauis que quieren mandar a sus hijos a España durante el verano que familias de acogida.

El programa Vacaciones en Paz consiste en acoger por parte de una familia española a un niño o una niña saharaui de entre ocho y doce años durante julio y agosto como un miembro más de la familia. Si la experiencia es buena, el niño o la niña puede repetir el verano siguiente. Cuando el niño cumple doce años, si quiere seguir sus estudios en España y sus familias (saharaui y de acogida) están de acuerdo, existe el programa Madrasa y que funciona a la inversa. El niño estudia en España durante el año escolar y el verano, lo pasa con su familia en los campamentos de Tindouf.

Fue a través de esta grieta que Tesh Sidi llegó a España con siete años, acogida por una familia valenciana. Tesh es ingeniera informática, la primera mujer saharaui – ahora también española – en ser miembro del Congreso de los Diputados y una firme activista por la causa saharaui y muchas otras. Una de las propuestas impulsadas en el marco de Sumar es conceder la nacionalidad española a las personas de origen saharaui nacidas antes del 1976 y sus descendientes, un gesto de justicia indiscutible frente a la deuda histórica de España con el pueblo saharaui. Esta medida, aunque no resolvería el conflicto territorial y la mayoría de saharauis no cambiarían su lugar de residencia, sí que permitiría a los saharauis que lo deseen recuperar parte de su libertad y poder así, seguir sus aspiraciones.

Te puede interesar:

Inspírate con mi nuevo libro: Da vida a tus sueños. 12 caminos para crecer y despertar.

 

Encuéntrame en Facebook y Twitter.

¿Te sientes cansado? Shhhh…decirlo no te va ayudar

¿Cómo estás? Resfriada y cansada todavía. Parece que este catarro no se quiere ir, llevo ya diez días... Era el comienzo de una de las llamadas entre sesión y sesión de coaching con una persona a quien acompaño.

Luego me comentó que había tomado una decisión sobre una cuestión peliaguda, sin racionalizar demasiado, algo nuevo en ella y también que había estado en contacto con la culpa que emergía al marcar límites con su pareja, normalizándola. Identifiqué la fluidez habitual del final del programa, cuando los aprendizajes y el crecimiento se afianzan.

El motivo de la llamada entre sesión y sesión es tomar la temperatura del estado anímico y  saber cómo han ido los ejercicios y prácticas propuestos en sesión. En el caso anterior, hacia el final de la llamada, al preguntarle, si había algo más que quisiera explicar, Luisa me preguntó si tenía algún consejo para ella en referencia a su resfriado y su bajo tono. Iba a responderle que no, pero al considerarlo, surgieron algunas indagaciones respecto a estados energéticos.

CANVA

EL PROPIO ESTADO COMO FLUJO

Al nombrar como estamos, energizamos nuestro estado. Si estás enfermo, cansado, deprimido o cualquier otro estado poco deseable y te lo dices a ti mismo y lo dices a los otros estás reforzando ese estado, mediante la proyección de la mente. Esto no significa que no estés cansado y que no puedas beneficiarte del reposo. No se trata de negar las necesidades del cuerpo y la mente, sino más bien de que la mente no refuerce cierto estado ni lo perpetúe más de lo necesario.

Cuando compartimos nuestro estado negativo con otros, lo más común es que nos devuelvan la imagen que les ofrecimos, con lo que agudizamos un poco más nuestro estado, justo lo contrario de lo quisiéramos.

Por ello, una forma de relacionarnos con nuestro estado físico y emocional, es considerarlo como lo que es: algo pasajero y mutante. Las emociones van y vienen como ríos en renovación. Nuestro cuerpo es permeable a alimentos, líquidos, aire, y energías del entorno. El cuerpo como proceso en transformación permanente oscila entre la salud, la debilidad, la enfermedad, la fortaleza, la necesidad de reposo, la energía desbordante…

APERTURA Y RECEPTIVIDAD

Cuando nos decimos a nosotros que estamos cansados y nos lo creemos nos estamos cerrando a portales energéticos que están por todas partes. Todo es energía, nosotros, los lugares, las prácticas, las relaciones, las interacciones… Conocer las prácticas que te cargan de energía es importante. Durante una fase de mi infancia, la música era una potente palanca para transformar mi estado emocional y energético. Ahora lo es el yoga, el deporte y la meditación. Sin embargo, más allá de lo que podamos hacer por nosotros mismos, mantenernos abiertos o receptivos es la condición que nos permite recibir energía con mayor facilidad, independientemente de lo que hagamos. Es como si cada momento, cada situación, tuviera un caudal de energía, un potencial que solo está disponible para ese instante. Al contrario de lo que solemos pensar, no es acumulable y cuanto más nos abrimos a ese derroche, la experiencia se expande y manifiesta.

Mantenerse abierto significa descansar en el momento presente suspendiendo cualquier historia que justifique tu estado. Lo contrario sería pensar algo como estoy cansado porque ayer recién regresé de viaje y además estar en la sala de espera del médico es agotador, mejor que cancele la cena de esta noche, no tengo nada de ganas, blah, blah... En cambio, cuando te mantienes abierto, observas tu cansancio como quien contempla la lluvia. Ves pasar tus historias como nubes empujadas por un viento suave. Notas tu cuerpo, las diferentes tensiones que lo habitan, las zonas de sosiego. Conectas con tu respiración, sigues su ritmo como quien mira el vaivén de las olas en la orilla del mar. Cierras lo ojos para intimar todavía más con tu estado. Ya no es cansancio lo que te habita, es una calma serena. Te sientes sostenido por la tierra bajo tus pies. Notas la solidez del planeta y la amorosa gravedad que te apega a él. Descansas allí. Entonces te das cuenta de que tu estado… ¡ha cambiado! Y así renaces en un momento nuevo y luego en otro y en otro más.

 

Inspírate con mi nuevo libro: Da vida a tus sueños. 12 caminos para crecer y despertar.

 

Te puede interesar:

 

Encuéntrame en Facebook y Twitter.

Cosas de mujeres

Ayer di una charla-taller en motivo del Día internacional de la mujer, en una localidad cercana. Acudieron una quincena de mujeres de diferentes edades y procedencias, llenas de curiosidad y ganas de participar ¡Una de las participantes trajo a su bebé nacido hacía dos días! La charla consistía en recorrer las historias de tres mujeres a las que he acompañado a través del coaching, recogidas en mi último libro Da vida a tus sueños. Entre historia e historia, las invitaba a reflexionar sobre cómo aplicaban los temas de las historias en su propia vida, en tres ámbitos concretos: ¿Cuál era la relación consigo misma y como podía mejorarla? ¿Qué sueños albergaba y cómo iba a luchar por ellos? ¿Cómo iba a mantenerse en lo difícil?

Siempre me han fascinado las historias de personas, puesto que cualquier historia tiene la capacidad de resonar con la nuestra y abrirnos nuevos cauces de vida. Esta era la intención del ejercicio, de modo que a mi ofrecimiento de historia, ellas conectaban con la suya, la compartían con una compañera o dos y luego, algunas historias llegaban al grupo grande. Así, durante dos intemporales horas, tejimos experiencias, aprendizajes e inspiración, en un espacio de ecos ancestrales.

LA RELACIÓN CON UNA MISMA

¿Cómo ser amable con una misma? ¿Cómo tratarnos como nos trataría una buena amiga? Compartimos patrones tiránicos que se apropiaban de nosotras como: fustigarse por no haber hecho algo, fijarse solamente en lo que una no hace bien, darse la culpa por ponerse enferma, no perdonarse cuando una mete la pata como madre…Ante estos patrones y cualquier otro, el enfoque es sencillo pero arduo: observar la dinámica, hacerla consciente y tomar la intención de tratarse con amabilidad. Luego mucha práctica.

CANVA

 

LUCHAR POR LOS SUEÑOS DE UNA

¿Qué sueños albergamos y cómo vamos a luchar por ellos? Una mujer dijo que era difícil por no tener tiempo, a lo que otra participante dijo enfática que esto era un cuento chino, que para dar espacio a los sueños propios solo hay que priorizar bien, aprender a marcar límites y hacerse respetar. Luego compartió un sueño que estaba haciendo realidad y el modo en cómo la ilusionaba, sin importar cuán lejos llegaría. Su historia era un testimonio de que lo importante de los sueños no es cumplirlos o no, sino el horizonte que nos brindan y la energía que nos transmiten mientras caminamos hacia ellos.

MANTENERSE EN LO DIFÍCIL

¿Cómo nos mantenemos en lo difícil? La vida no solamente no es un camino de rosas, sino que a menudo, ni tan siquiera hay camino. Las dificultades siempre están y por esta razón no podemos esperar a que nuestro entorno sea ideal para caminar hacia nuestros anhelos. Además, solamente cuando nos abrimos a lo difícil, parafraseando a Rilke, podemos recibir el regalo que la complejidad esconde. ¿La forma de mantenerse en lo difícil? Como apuntó otra participante: empieza por ser amable contigo misma. Y así cerramos el bello círculo de una tarde singular.

Inspírate con mi nuevo libro: Da vida a tus sueños. 12 caminos para crecer y despertar.

Te puede interesar:

Encuéntrame en Facebook y Twitter.

¿Lo que vas a decir te fortalece o te debilita?

Cuenta una vieja historia jasídica que un aldeano tenía mala conciencia por el daño que sus chismes habían causado a su vecino. Acudió a su rabino en busca de consejo. El rabino le sugirió que fuera al pueblo, comprara un pollo y se lo trajera, y que al regresar lo desplumara por completo. Cuando el hombre regresó con el pollo sin plumas, el rabino le dijo que volviera sobre sus pasos y recogiera cada una de las plumas esparcidas. El hombre respondió que sería imposible, a estas alturas probablemente las plumas se habrían diseminado por los pueblos vecinos. El rabino asintió con la cabeza y el hombre comprendió: nunca podremos retractarnos de nuestras palabras.

Una de los principios del Noble camino óctuple es el habla hábil o hablar correcto. El Noble camino óctuple es la respuesta que Buda da al sufrimiento inherente a la vida. Es un código de conducta que minimiza el sufrimiento y potencia la evolución personal, llevando la atención a la forma en cómo vivimos, en el caso de este principio, a la forma en cómo hablamos.

El habla hábil nos anima a usar esta poderosa capacidad con responsabilidad. El habla es una herramienta de gran potencia por sus consecuencias sobre los otros, según como hablemos con ellos y de ellos, así como sobre nosotros, según como nos hablemos a nosotros mismos y lo que compartamos.

CONECTAR CON LA CRÍTICA O LA NEGATIVIDAD

Según Allan Lokos1el habla hábil comienza por abstenerse de mentir, calumniar, usar malas palabras y lenguaje duro. Debemos evitar el lenguaje grosero, abusivo, desagradable o malicioso, y debemos abstenernos de hablar tontamente, ociosamente, con balbuceos o chismes. Cuando lo logramos, lo que queda son palabras veraces, amables, gentiles, útiles y significativas. Nuestras palabras consolarán, elevarán e inspirarán, y seremos un gozo para quienes nos rodean”.

Entre las mencionadas, a menudo usamos dos formas contrarias al habla hábil con la intención de conectar con otros. La primera es la crítica a un tercero no presente, de consecuencias irreversibles tal y como enfatiza la historia del inicio. La segunda práctica es conectar mediante compartir la negatividad de nuestra vida: lo que nos duele, lo que no funciona, lo que nos falta… Ambas prácticas están muy difundidas en nuestra cultura y sin embargo, además de ser contrarias al habla hábil, si pones atención a como te sientes después de practicarlas, notarás que te debilitan, es decir, te dejan con menos energía que antes de practicarlas.

Una forma de entrenarse en el habla hábil es preguntarte antes de hablar: ¿lo que voy a decir me debilita o me fortalece? Si sientes que te fortalece una condición que puedes considerar es si cruzaría las tres puertas. Si puedes responder afirmativamente, entonces adelante, exprésate. De lo contrario, quédate en silencio – de palabra dicha y de palabra escrita.

(UNSPLASH)

CONEXIÓN EN SILENCIO

Cada mes nos encontramos con un grupo de compañeros a meditar y compartir. Cuando compartimos nuestro estado actual antes de meditar, siempre parece que nos falta tiempo. Sin embargo, cuando lo hacemos después de meditar en silencio, llegamos a las palabras con una gran sensación de espacio. Pocas cosas necesitan ser dichas y las que quieren ser pronunciadas encuentran la calidad de escucha necesaria para ser recibidas.

Nuestra cultura está sesgada hacia la expresión. Internet ha amplificado este fenómeno y parece que tenemos la obligación de comunicar y compartir en todo momento. Sin embargo ¿qué sentido o gracia tiene compartir si nadie escucha? El compañero del habla hábil es la escucha profunda y se practica en la intensidad del silencio.

Inspírate con mi nuevo libro: Da vida a tus sueños. 12 caminos para crecer y despertar.

Te puede interesar:

(1) Fuente: tricyle.org

La pesadilla de Gaudí

Vivir en Valencia era algo que gozaba, sin embargo nada se comparaba con su Barcelona natal. Recordaba con cariño y cierta añoranza los primeros años de trabajo en un despacho de arquitectos en la misma Pedrera. Cuando llegaba, le daba la sensación de entrar en una fortaleza con vida propia. Las vidrieras del portón de la entrada eran un umbral al mundo mágico que albergaba. La escalinata tornasolada parecía conducir a las historias de los hermanos Grimm. Cuando tomaba el ascensor tallado en madera del siglo pasado fantaseaba con que en cualquier momento podía entrar un señor com sombrero de copa. Ya en el despacho, se dejaba envolver por las paredes sin rincones ni esquinas. Los espacios fluían versátiles juntándose y separándose por puertas sigilosas, según las necesidades de la ocasión. Los balcones de forja ondulada eran los párpados del edificio que entreabiertos, dejaban entrar la luz a raudales. El pasillo que ondeaba con vistas al colorido patio interior subían el ánimo de cualquiera que lo transitara, algo inevitable una vez dentro.

Mientras recordaba todo esto, el aforismo budista: Contémplalo todo como si fuese un sueño, llegaba a ella con la voz de su maestro zen. Los recuerdos eran una suerte de sueños y aquellos le reconfortaban. Sin embargo, el doloroso divorcio que acababa de transitar le parecía demasiado real para considerarlo un sueño. Para darse una tregua, siguió el impulso de pasar unos días con los mellizos en casa de sus padres, en Barcelona, a la vez que recorrían algunos de sus lugares favoritos que los niños todavía no conocían.

Eran las siete y algo de la tarde, estaban en la cola para entrar en la casa Batlló, una de las joyas modernistas de la cuidad, cuando se empezó a sentir mareada. El rebaño de su grupo hizo entrada, siguiendo las indicaciones de un guía que dio entrada sin apenas mirarles. Les entregaron las audioguías con pantallas y les hicieron pasar. Estaban en un túnel rodante repleto de información sobre la casa y el universo de Gaudí. La audioguía había empezado a narrar, algo de la familia que encargó la casa y sus primeras vivencias. El mareo aumentaba, pero se sentía con fuerzas de continuar. Siguieron por unas escaleras en las que se proyectaba el mar y se escuchaba el ruido del agua que corría, sonidos que se solapaban con la narración de la audioguía. Entraron en la primera estancia, la sala de estar de la casa, mira mamá si enfocas con el móvil se ve como era la casa antes, con alfombras, las personas…está muy chulo. En efecto, todas las personas andaban mirando la pantalla del móvil como si echaran fotos. Fueron visitando las distintas estancias hasta llegar a la azotea.

Vista de ángulo bajo de la arquitectura del edificio Casa Batlló por Antoni Gaudí en Barcelona / Eloi_Omella (iStock)

La audioguía decía algo sobre un espacio prohibido al que los niños les gustaba escaparse. El mareo se había convertido en una versión de vértigo, y todo a su alrededor empezaba a rodar. Chicos, me siento aquí un rato. Seguían embebidos por las imágenes de la audioguía. Mientras se le calmaba el mareo, vio una silueta familiar. Aguzó la vista y se dijo para sí que no podía ser. Era el mismo Antoni Gaudí, sentado a unos pocos metros de ella. Se acercó al no dar crédito de lo que veían sus ojos, pensando que seguramente sería un actor preparado para hacer una performance. Cuando iba a preguntarle se dio cuenta de la transparencia que tenía el cuerpo del arquitecto, su tez de semblante serio, ensimismado en sus pensamientos.

¿Antoni Gaudí le preguntó ella? El hombre se compuso, sí, señora.

¡Qué sorpresa verle aquí! Parece usted preocupado…Mhh, sí en efecto, lo estoy. Esto es una profanación, una obscenidad. Han convertido mi obra en un triste carnaval enmascarando todo lo que tiene de bello. Además todos estos individuos con sus catalejos, parecen muertos vivientes deambulando sin rumbo. ¿Es que no saben mirar a las cosas con el ojo desnudo? Tampoco entiendo las imágenes en la escalera, ni tanto ruido por todas partes. ¿Qué tipo de seres humanos elegirían ésto?

Envuelta en perplejidad, abrió la boca y dijo: gracias por todo lo que ha creado. Ha sido la persona que más ha influido en mi vida, yo también soy arquitecta. Y sí, estoy de acuerdo con lo que dice, con tanto envoltorio es difícil percibir la belleza. Y sin embargo, estos son los tiempos que corren. Muchas personas andan tan saturadas de impactos que necesitan muchos estímulos para sentir. Algunas ya solo perciben a través de pantallas que se han convertido en una forma de droga, algo que las fuerzas económicas aprovechan… las relaciones también lo acusan, creo que esto ha sido uno de los motivos que ha hundido mi matrimonio…Rompió a llorar. Tenga señora, le dio un pañuelo de tela con el que secarse las lágrimas. Mientras se recomponía, el preludio de la suite para chelo número uno en sol mayor de Bach empezó a sonar. ¿Bailaría conmigo señora?, le preguntó cortésmente. Lo haría encantada.

Bailaron bajo un cielo sin luna, rodeados de turistas absortos en sus pantallas. Ahora eran ellos los que parecían transparentes y en cambio las manos del arquitecto eran sólidas, guiándola suavemente con la gravedad amable que emanaba de su ser. Viajaban al compás de las notas en un momento fuera del tiempo.

 ¿Mamá, mamá, estás bien? Abrió los ojos, seguía sentada en la escalera. Había sido una suerte de alucinación. Al volver en sí, mientras bajaban por la escalera repleta de cortinas de cadenas metálicas, le entró hambre. ¿Chicos, vamos a comer unas súper hamburguesas? Síííí, respondieron los mellizos al unísono. Mientras buscaba el móvil en el bolsillo de su abrigo para llamar al restaurante encontró algo de ropa. Sin dar crédito a sus ojos, lo tomó en sus manos ¡era el mismo pañuelo tela! Con una sonrisa en los labios se dijo a sí misma: Contémplalo todo como si fuese un sueño.

Te puede interesar:

Inspírate con mi nuevo libro: Da vida a tus sueños. 12 caminos para crecer y despertar.

Encuéntrame en Facebook y Twitter.

(1) See everything as a dream. Fischer, Norman.(2012) Training in Compassion. Zen teachings on the practice of Lojong.

¿Conoces la fuerza que encapsula la historia de tu vida? Conecta con ella en tres sencillos pasos

Cuentan la historia de que en una tribu africana, cuando nace un niño, crean una canción única para él o ella y se la cantan. A medida que crece, continúan cantándosela. Cuando esta persona se hace adulta y se mete en problemas, todos los miembros de la tribu la rodean y le cantan la canción, recordándole de forma amorosa quién es y lo que ha venido a hacer.

Cada uno de nosotros tiene una canción única que se escucha a través de nuestra historia. Por esta razón, en los talleres de liderazgo CIYO hacemos un ejercicio que se llama Línea de vida. En el ejercicio, cada participante toma cinco o seis hechos significativos que más le han marcado en su vida y los representa cronológicamente de forma gráfica en un papel o con símbolos. Luego por grupos, en espacio de cinco minutos, cada participante relata su historia, ante la escucha atenta de las otras personas, que al acabar le comparten aquello que han apreciado.

Contar nuestra historia a otros y dejar que nos vean bajo esta luz es recordarnos. En inglés remembering ourselves, es decir remembrarnos, tomar a nuestros miembros vitales, trozos de nuestra historia que han quedado arrinconados u olvidados y recordarlos, etimológicamente llevarlos de nuevo al corazón, integrándolos en un todo.

(Mantas Hesthaven, UNSPLASH)

Lo contrario de permanecer en relación con tu historia es caminar disperso entre distracciones, entretenimientos y rutinas varias. Cuando no recuerdas tu canción, tu historia, la actualidad vociferada por internet, redes sociales y medios de comunicación te fragmenta en mil pedazos. Según Byung-Chul Han, cuando tu vida empieza a orbitar en torno a la información y no en torno a la narración, tu sentido del yo se vacía, tu experiencia es relegada y con ello, tu capacidad de entenderla y darle un sentido. Alejarte de tu historia también es perder vitalidad, ya que una vida sin dirección deshincha al cuerpo en un anodino ahora.

En Tu vida épica animo a los lectores a verse como protagonistas de su propia historia. Doy pautas sobre cómo relacionarse con la propia vida como una aventura que merece ser entendida, aceptada, apreciada y proyectada para darle un sentido profundo. Cuando lo logres, caminarás al ritmo de la felicidad que abarca toda la melodía de tu vida y no solo el instante de una selfie. Te invito a ponerte en camino, con estos en tres sencillos pasos:

  • Resérvate una hora sin distracciones ni interrupciones de ningún tipo. Toma papel blanco y lápices o rotuladores de colores. Divide tu vida en segmentos de 7 años: de los 0 a los 7 de los 8 a los 15, etcétera. Por cada segmento, toma un evento particular que te marcara particularmente. Pon nombre al período como si fuese el título de una película. Haz algún dibujo o símbolo que lo represente.
  • Ahora “lee” cada capítulo como si fuese una historia y tú su protagonista. Toma nota de cómo te sientes. Adopta una actitud de agradecimiento hacia todos los acontecimientos y tu rol en ellos por el hecho de permitirte llegar hasta el momento presente. Si te sientes inclinado a ello, compártelo con alguien de confianza.
  • Pregúntate: ¿Qué tendría sentido y te llenaría de vitalidad que sucediera en el próximo capítulo de tu vida – sabiendo que es imposible saber cuantos capítulos te quedan?

Inspírate con mi nuevo libro: Da vida a tus sueños. 12 caminos para crecer y despertar.

Encuéntrame en Facebook y Twitter.

Te puede interesar:

Nos fuimos a dormir machistas, nos levantamos feministas. Lecciones del caso Alves

La percepción social cambia de forma progresiva y después de forma súbita. Me vienen a la mente las palabras de Amos Adams, activista social contra la esclavitud en EEUU: “Nos fuimos a dormir una noche con antiguas costumbres, conservadores (···) y nos despertamos abolicionistas radicales”. En España, y en gran parte del mundo occidental, a la luz del movimiento #metoo y demás cambios político-sociales, podríamos decir: “nos fuimos a dormir una noche convencidos que las mujeres eran seres inferiores y nos despertamos convencidos de la igualdad entre todas las personas”, lo que vendría a ser: “Nos fuimos a dormir machistas y nos despertamos feministas”.

El feminismo en España y su acción política es un movimiento que ha contribuido significativamente a la forma en cómo se perciben y tratan hechos que antes se habrían invisibilizado. Esto explica que caso Rubiales no solamente no fuese tapado sino que tuviese serias consecuencias. El mismo cambio sociocultural facilita que el proceso Alves por presunta violación tenga un tratamiento judicial y mediático, con un respeto a la víctima y unas medidas cautelares sin precedentes.

LOS DERECHOS NO SON SUFICIENTES

Los avances sociales promovidos por el feminismo de la igualdad son reales y al mismo tiempo, uno de sus flacos favores es generar la ilusión especialmente entre mujeres jóvenes que el discurso de los derechos las protegerá. El discurso de los derechos y el desarrollo de leyes son necesarios, disuasorios en parte, facilitan el cambio de mentalidad y generan consecuencias una vez el delito ha tenido lugar. Por ejemplo, facilitan el juicio a Alves como presunto violador. Sin embargo, en caso de demostrarse el delito, el grave daño físico y psicológico de la víctima es irreversible, algo que las medidas legales no pueden remediar.

Dani Alves declara sin esposar en el juicio por delito de agresión sexual.
EUROPA PRESS/D.Zorrakino. POOL

Por este motivo, es necesario complementar al discurso de los derechos del feminismo de la igualdad con el discurso del feminismo de la diferencia. El feminismo de la diferencia reconoce la diferencia entre hombres y mujeres y defiende que las mujeres ocupen un espacio social propio, más allá de emular espacios y formas de hacer masculinos. Esta corriente también reivindica el valor de la maternidad y el cuidado, transmitiendo a las nuevas generaciones de mujeres jóvenes, lecciones ancestrales a la luz de datos actuales, como las recogidas por Louise Perry en su imprescindible libro, que reproduzco aquí:

  • No te fíes de ninguna persona ni ideología que te presiona para que no hagas caso de tu intuición moral.
  • La caballerosidad es, en realidad, algo bueno. Todos tenemos que controlar nuestros deseos sexuales, especialmente los hombres, dada su mayor fuerza física y, de media, su más alta libido.
  • A veces (aunque no siempre) se puede identificar fácilmente a los hombres sexualmente agresivos. Existe un puñado de rasgos de personalidad que son comunes en ellos: impulsividad, promiscuidad, hipermasculindad y antipatía. La combinación de estos rasgos debería ponerte en guardia.
  • Hay que huir de los hombres que se excitan con la violencia, usen o no el vocabulario de las prácticas de dominación y sadomasoquismo para justificar su comportamiento. Si pueden mantener una erección mientras golpean a una mujer, no es seguro quedarse con ellos.
  • Los talleres sobre consentimiento son, en su mayoría, inútiles. El mejor modo de reducir la incidencia de violaciones es reduciendo las oportunidades de que potenciales violadores puedan actuar. Esto se puede conseguir manteniendo en prisión a los violadores condenados o limitando su acceso a víctimas potenciales.
  • La categoría de personas que con más probabilidad van a ser víctimas de estos hombres es la de mujeres jóvenes con edades comprendidas entre los trece y los veinticinco años. Todas las chicas y mujeres, pero particularmente las de estas edades, deberían evitar estar a solas con hombres a los que no conocen o con hombres que les dan miedo. No hay que hacer caso omiso al instinto: normalmente se dispara con alguna alerta que merece ser escuchada.
  • Emborráchate o drógate en privado con amigas en lugar de en público o en compañía mixta.
  • No uses aplicaciones de contactos. Las amistades mutuas pueden servir para conocer el historial y castigar las malas conductas. Las aplicaciones de contactos, no.
  • Abstenerse de tener sexo con un novio nuevo durante, al menos, unos meses es un buena forma de averiguar si va en serio contigo o si simplemente está buscando acostarse contigo.
  • Ten sexo con un hombre solamente si crees que va a ser un buen padre para tus hijos, no porque necesariamente tengas la intención de tener hijos con él, sino porque esta constituye una buena regla de oro para decidir si merece o no tu confianza.
  • El matrimonio monógamo es, de lejos, la base más estable y fiable sobre la que construir una familia.

La presunta víctima de Dani Alves está demostrando un gran coraje y determinación yendo adelante con el juicio frente a la presión mediática, la revelación de su identidad y las múltiples ofertas que ha recibido para retirar la denuncia. Su testimonio y todo el proceso son avisos a navegantes de que, por fortuna, corren malas épocas para las culturas de violencia. Al mismo tiempo, las mujeres, especialmente las jóvenes, tienen que abrir los ojos a los riesgos reales de la violencia sexual, frente a la cual, los derechos no tienen la capacidad de protegernos y sin embargo nuestra intuición y lecciones ancestrales, sí.

Te puede interesar:

Descubre mi nuevo libro: Da vida a tus sueños. 12 caminos para crecer y despertar.

Encuéntrame en Facebook y Twitter.