Archivo de febrero, 2024

¿Lo que vas a decir te fortalece o te debilita?

Cuenta una vieja historia jasídica que un aldeano tenía mala conciencia por el daño que sus chismes habían causado a su vecino. Acudió a su rabino en busca de consejo. El rabino le sugirió que fuera al pueblo, comprara un pollo y se lo trajera, y que al regresar lo desplumara por completo. Cuando el hombre regresó con el pollo sin plumas, el rabino le dijo que volviera sobre sus pasos y recogiera cada una de las plumas esparcidas. El hombre respondió que sería imposible, a estas alturas probablemente las plumas se habrían diseminado por los pueblos vecinos. El rabino asintió con la cabeza y el hombre comprendió: nunca podremos retractarnos de nuestras palabras.

Una de los principios del Noble camino óctuple es el habla hábil o hablar correcto. El Noble camino óctuple es la respuesta que Buda da al sufrimiento inherente a la vida. Es un código de conducta que minimiza el sufrimiento y potencia la evolución personal, llevando la atención a la forma en cómo vivimos, en el caso de este principio, a la forma en cómo hablamos.

El habla hábil nos anima a usar esta poderosa capacidad con responsabilidad. El habla es una herramienta de gran potencia por sus consecuencias sobre los otros, según como hablemos con ellos y de ellos, así como sobre nosotros, según como nos hablemos a nosotros mismos y lo que compartamos.

CONECTAR CON LA CRÍTICA O LA NEGATIVIDAD

Según Allan Lokos1el habla hábil comienza por abstenerse de mentir, calumniar, usar malas palabras y lenguaje duro. Debemos evitar el lenguaje grosero, abusivo, desagradable o malicioso, y debemos abstenernos de hablar tontamente, ociosamente, con balbuceos o chismes. Cuando lo logramos, lo que queda son palabras veraces, amables, gentiles, útiles y significativas. Nuestras palabras consolarán, elevarán e inspirarán, y seremos un gozo para quienes nos rodean”.

Entre las mencionadas, a menudo usamos dos formas contrarias al habla hábil con la intención de conectar con otros. La primera es la crítica a un tercero no presente, de consecuencias irreversibles tal y como enfatiza la historia del inicio. La segunda práctica es conectar mediante compartir la negatividad de nuestra vida: lo que nos duele, lo que no funciona, lo que nos falta… Ambas prácticas están muy difundidas en nuestra cultura y sin embargo, además de ser contrarias al habla hábil, si pones atención a como te sientes después de practicarlas, notarás que te debilitan, es decir, te dejan con menos energía que antes de practicarlas.

Una forma de entrenarse en el habla hábil es preguntarte antes de hablar: ¿lo que voy a decir me debilita o me fortalece? Si sientes que te fortalece una condición que puedes considerar es si cruzaría las tres puertas. Si puedes responder afirmativamente, entonces adelante, exprésate. De lo contrario, quédate en silencio – de palabra dicha y de palabra escrita.

(UNSPLASH)

CONEXIÓN EN SILENCIO

Cada mes nos encontramos con un grupo de compañeros a meditar y compartir. Cuando compartimos nuestro estado actual antes de meditar, siempre parece que nos falta tiempo. Sin embargo, cuando lo hacemos después de meditar en silencio, llegamos a las palabras con una gran sensación de espacio. Pocas cosas necesitan ser dichas y las que quieren ser pronunciadas encuentran la calidad de escucha necesaria para ser recibidas.

Nuestra cultura está sesgada hacia la expresión. Internet ha amplificado este fenómeno y parece que tenemos la obligación de comunicar y compartir en todo momento. Sin embargo ¿qué sentido o gracia tiene compartir si nadie escucha? El compañero del habla hábil es la escucha profunda y se practica en la intensidad del silencio.

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(1) Fuente: tricyle.org

La pesadilla de Gaudí

Vivir en Valencia era algo que gozaba, sin embargo nada se comparaba con su Barcelona natal. Recordaba con cariño y cierta añoranza los primeros años de trabajo en un despacho de arquitectos en la misma Pedrera. Cuando llegaba, le daba la sensación de entrar en una fortaleza con vida propia. Las vidrieras del portón de la entrada eran un umbral al mundo mágico que albergaba. La escalinata tornasolada parecía conducir a las historias de los hermanos Grimm. Cuando tomaba el ascensor tallado en madera del siglo pasado fantaseaba con que en cualquier momento podía entrar un señor com sombrero de copa. Ya en el despacho, se dejaba envolver por las paredes sin rincones ni esquinas. Los espacios fluían versátiles juntándose y separándose por puertas sigilosas, según las necesidades de la ocasión. Los balcones de forja ondulada eran los párpados del edificio que entreabiertos, dejaban entrar la luz a raudales. El pasillo que ondeaba con vistas al colorido patio interior subían el ánimo de cualquiera que lo transitara, algo inevitable una vez dentro.

Mientras recordaba todo esto, el aforismo budista: Contémplalo todo como si fuese un sueño, llegaba a ella con la voz de su maestro zen. Los recuerdos eran una suerte de sueños y aquellos le reconfortaban. Sin embargo, el doloroso divorcio que acababa de transitar le parecía demasiado real para considerarlo un sueño. Para darse una tregua, siguió el impulso de pasar unos días con los mellizos en casa de sus padres, en Barcelona, a la vez que recorrían algunos de sus lugares favoritos que los niños todavía no conocían.

Eran las siete y algo de la tarde, estaban en la cola para entrar en la casa Batlló, una de las joyas modernistas de la cuidad, cuando se empezó a sentir mareada. El rebaño de su grupo hizo entrada, siguiendo las indicaciones de un guía que dio entrada sin apenas mirarles. Les entregaron las audioguías con pantallas y les hicieron pasar. Estaban en un túnel rodante repleto de información sobre la casa y el universo de Gaudí. La audioguía había empezado a narrar, algo de la familia que encargó la casa y sus primeras vivencias. El mareo aumentaba, pero se sentía con fuerzas de continuar. Siguieron por unas escaleras en las que se proyectaba el mar y se escuchaba el ruido del agua que corría, sonidos que se solapaban con la narración de la audioguía. Entraron en la primera estancia, la sala de estar de la casa, mira mamá si enfocas con el móvil se ve como era la casa antes, con alfombras, las personas…está muy chulo. En efecto, todas las personas andaban mirando la pantalla del móvil como si echaran fotos. Fueron visitando las distintas estancias hasta llegar a la azotea.

Vista de ángulo bajo de la arquitectura del edificio Casa Batlló por Antoni Gaudí en Barcelona / Eloi_Omella (iStock)

La audioguía decía algo sobre un espacio prohibido al que los niños les gustaba escaparse. El mareo se había convertido en una versión de vértigo, y todo a su alrededor empezaba a rodar. Chicos, me siento aquí un rato. Seguían embebidos por las imágenes de la audioguía. Mientras se le calmaba el mareo, vio una silueta familiar. Aguzó la vista y se dijo para sí que no podía ser. Era el mismo Antoni Gaudí, sentado a unos pocos metros de ella. Se acercó al no dar crédito de lo que veían sus ojos, pensando que seguramente sería un actor preparado para hacer una performance. Cuando iba a preguntarle se dio cuenta de la transparencia que tenía el cuerpo del arquitecto, su tez de semblante serio, ensimismado en sus pensamientos.

¿Antoni Gaudí le preguntó ella? El hombre se compuso, sí, señora.

¡Qué sorpresa verle aquí! Parece usted preocupado…Mhh, sí en efecto, lo estoy. Esto es una profanación, una obscenidad. Han convertido mi obra en un triste carnaval enmascarando todo lo que tiene de bello. Además todos estos individuos con sus catalejos, parecen muertos vivientes deambulando sin rumbo. ¿Es que no saben mirar a las cosas con el ojo desnudo? Tampoco entiendo las imágenes en la escalera, ni tanto ruido por todas partes. ¿Qué tipo de seres humanos elegirían ésto?

Envuelta en perplejidad, abrió la boca y dijo: gracias por todo lo que ha creado. Ha sido la persona que más ha influido en mi vida, yo también soy arquitecta. Y sí, estoy de acuerdo con lo que dice, con tanto envoltorio es difícil percibir la belleza. Y sin embargo, estos son los tiempos que corren. Muchas personas andan tan saturadas de impactos que necesitan muchos estímulos para sentir. Algunas ya solo perciben a través de pantallas que se han convertido en una forma de droga, algo que las fuerzas económicas aprovechan… las relaciones también lo acusan, creo que esto ha sido uno de los motivos que ha hundido mi matrimonio…Rompió a llorar. Tenga señora, le dio un pañuelo de tela con el que secarse las lágrimas. Mientras se recomponía, el preludio de la suite para chelo número uno en sol mayor de Bach empezó a sonar. ¿Bailaría conmigo señora?, le preguntó cortésmente. Lo haría encantada.

Bailaron bajo un cielo sin luna, rodeados de turistas absortos en sus pantallas. Ahora eran ellos los que parecían transparentes y en cambio las manos del arquitecto eran sólidas, guiándola suavemente con la gravedad amable que emanaba de su ser. Viajaban al compás de las notas en un momento fuera del tiempo.

 ¿Mamá, mamá, estás bien? Abrió los ojos, seguía sentada en la escalera. Había sido una suerte de alucinación. Al volver en sí, mientras bajaban por la escalera repleta de cortinas de cadenas metálicas, le entró hambre. ¿Chicos, vamos a comer unas súper hamburguesas? Síííí, respondieron los mellizos al unísono. Mientras buscaba el móvil en el bolsillo de su abrigo para llamar al restaurante encontró algo de ropa. Sin dar crédito a sus ojos, lo tomó en sus manos ¡era el mismo pañuelo tela! Con una sonrisa en los labios se dijo a sí misma: Contémplalo todo como si fuese un sueño.

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(1) See everything as a dream. Fischer, Norman.(2012) Training in Compassion. Zen teachings on the practice of Lojong.

¿Conoces la fuerza que encapsula la historia de tu vida? Conecta con ella en tres sencillos pasos

Cuentan la historia de que en una tribu africana, cuando nace un niño, crean una canción única para él o ella y se la cantan. A medida que crece, continúan cantándosela. Cuando esta persona se hace adulta y se mete en problemas, todos los miembros de la tribu la rodean y le cantan la canción, recordándole de forma amorosa quién es y lo que ha venido a hacer.

Cada uno de nosotros tiene una canción única que se escucha a través de nuestra historia. Por esta razón, en los talleres de liderazgo CIYO hacemos un ejercicio que se llama Línea de vida. En el ejercicio, cada participante toma cinco o seis hechos significativos que más le han marcado en su vida y los representa cronológicamente de forma gráfica en un papel o con símbolos. Luego por grupos, en espacio de cinco minutos, cada participante relata su historia, ante la escucha atenta de las otras personas, que al acabar le comparten aquello que han apreciado.

Contar nuestra historia a otros y dejar que nos vean bajo esta luz es recordarnos. En inglés remembering ourselves, es decir remembrarnos, tomar a nuestros miembros vitales, trozos de nuestra historia que han quedado arrinconados u olvidados y recordarlos, etimológicamente llevarlos de nuevo al corazón, integrándolos en un todo.

(Mantas Hesthaven, UNSPLASH)

Lo contrario de permanecer en relación con tu historia es caminar disperso entre distracciones, entretenimientos y rutinas varias. Cuando no recuerdas tu canción, tu historia, la actualidad vociferada por internet, redes sociales y medios de comunicación te fragmenta en mil pedazos. Según Byung-Chul Han, cuando tu vida empieza a orbitar en torno a la información y no en torno a la narración, tu sentido del yo se vacía, tu experiencia es relegada y con ello, tu capacidad de entenderla y darle un sentido. Alejarte de tu historia también es perder vitalidad, ya que una vida sin dirección deshincha al cuerpo en un anodino ahora.

En Tu vida épica animo a los lectores a verse como protagonistas de su propia historia. Doy pautas sobre cómo relacionarse con la propia vida como una aventura que merece ser entendida, aceptada, apreciada y proyectada para darle un sentido profundo. Cuando lo logres, caminarás al ritmo de la felicidad que abarca toda la melodía de tu vida y no solo el instante de una selfie. Te invito a ponerte en camino, con estos en tres sencillos pasos:

  • Resérvate una hora sin distracciones ni interrupciones de ningún tipo. Toma papel blanco y lápices o rotuladores de colores. Divide tu vida en segmentos de 7 años: de los 0 a los 7 de los 8 a los 15, etcétera. Por cada segmento, toma un evento particular que te marcara particularmente. Pon nombre al período como si fuese el título de una película. Haz algún dibujo o símbolo que lo represente.
  • Ahora “lee” cada capítulo como si fuese una historia y tú su protagonista. Toma nota de cómo te sientes. Adopta una actitud de agradecimiento hacia todos los acontecimientos y tu rol en ellos por el hecho de permitirte llegar hasta el momento presente. Si te sientes inclinado a ello, compártelo con alguien de confianza.
  • Pregúntate: ¿Qué tendría sentido y te llenaría de vitalidad que sucediera en el próximo capítulo de tu vida – sabiendo que es imposible saber cuantos capítulos te quedan?

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Nos fuimos a dormir machistas, nos levantamos feministas. Lecciones del caso Alves

La percepción social cambia de forma progresiva y después de forma súbita. Me vienen a la mente las palabras de Amos Adams, activista social contra la esclavitud en EEUU: “Nos fuimos a dormir una noche con antiguas costumbres, conservadores (···) y nos despertamos abolicionistas radicales”. En España, y en gran parte del mundo occidental, a la luz del movimiento #metoo y demás cambios político-sociales, podríamos decir: “nos fuimos a dormir una noche convencidos que las mujeres eran seres inferiores y nos despertamos convencidos de la igualdad entre todas las personas”, lo que vendría a ser: “Nos fuimos a dormir machistas y nos despertamos feministas”.

El feminismo en España y su acción política es un movimiento que ha contribuido significativamente a la forma en cómo se perciben y tratan hechos que antes se habrían invisibilizado. Esto explica que caso Rubiales no solamente no fuese tapado sino que tuviese serias consecuencias. El mismo cambio sociocultural facilita que el proceso Alves por presunta violación tenga un tratamiento judicial y mediático, con un respeto a la víctima y unas medidas cautelares sin precedentes.

LOS DERECHOS NO SON SUFICIENTES

Los avances sociales promovidos por el feminismo de la igualdad son reales y al mismo tiempo, uno de sus flacos favores es generar la ilusión especialmente entre mujeres jóvenes que el discurso de los derechos las protegerá. El discurso de los derechos y el desarrollo de leyes son necesarios, disuasorios en parte, facilitan el cambio de mentalidad y generan consecuencias una vez el delito ha tenido lugar. Por ejemplo, facilitan el juicio a Alves como presunto violador. Sin embargo, en caso de demostrarse el delito, el grave daño físico y psicológico de la víctima es irreversible, algo que las medidas legales no pueden remediar.

Dani Alves declara sin esposar en el juicio por delito de agresión sexual.
EUROPA PRESS/D.Zorrakino. POOL

Por este motivo, es necesario complementar al discurso de los derechos del feminismo de la igualdad con el discurso del feminismo de la diferencia. El feminismo de la diferencia reconoce la diferencia entre hombres y mujeres y defiende que las mujeres ocupen un espacio social propio, más allá de emular espacios y formas de hacer masculinos. Esta corriente también reivindica el valor de la maternidad y el cuidado, transmitiendo a las nuevas generaciones de mujeres jóvenes, lecciones ancestrales a la luz de datos actuales, como las recogidas por Louise Perry en su imprescindible libro, que reproduzco aquí:

  • No te fíes de ninguna persona ni ideología que te presiona para que no hagas caso de tu intuición moral.
  • La caballerosidad es, en realidad, algo bueno. Todos tenemos que controlar nuestros deseos sexuales, especialmente los hombres, dada su mayor fuerza física y, de media, su más alta libido.
  • A veces (aunque no siempre) se puede identificar fácilmente a los hombres sexualmente agresivos. Existe un puñado de rasgos de personalidad que son comunes en ellos: impulsividad, promiscuidad, hipermasculindad y antipatía. La combinación de estos rasgos debería ponerte en guardia.
  • Hay que huir de los hombres que se excitan con la violencia, usen o no el vocabulario de las prácticas de dominación y sadomasoquismo para justificar su comportamiento. Si pueden mantener una erección mientras golpean a una mujer, no es seguro quedarse con ellos.
  • Los talleres sobre consentimiento son, en su mayoría, inútiles. El mejor modo de reducir la incidencia de violaciones es reduciendo las oportunidades de que potenciales violadores puedan actuar. Esto se puede conseguir manteniendo en prisión a los violadores condenados o limitando su acceso a víctimas potenciales.
  • La categoría de personas que con más probabilidad van a ser víctimas de estos hombres es la de mujeres jóvenes con edades comprendidas entre los trece y los veinticinco años. Todas las chicas y mujeres, pero particularmente las de estas edades, deberían evitar estar a solas con hombres a los que no conocen o con hombres que les dan miedo. No hay que hacer caso omiso al instinto: normalmente se dispara con alguna alerta que merece ser escuchada.
  • Emborráchate o drógate en privado con amigas en lugar de en público o en compañía mixta.
  • No uses aplicaciones de contactos. Las amistades mutuas pueden servir para conocer el historial y castigar las malas conductas. Las aplicaciones de contactos, no.
  • Abstenerse de tener sexo con un novio nuevo durante, al menos, unos meses es un buena forma de averiguar si va en serio contigo o si simplemente está buscando acostarse contigo.
  • Ten sexo con un hombre solamente si crees que va a ser un buen padre para tus hijos, no porque necesariamente tengas la intención de tener hijos con él, sino porque esta constituye una buena regla de oro para decidir si merece o no tu confianza.
  • El matrimonio monógamo es, de lejos, la base más estable y fiable sobre la que construir una familia.

La presunta víctima de Dani Alves está demostrando un gran coraje y determinación yendo adelante con el juicio frente a la presión mediática, la revelación de su identidad y las múltiples ofertas que ha recibido para retirar la denuncia. Su testimonio y todo el proceso son avisos a navegantes de que, por fortuna, corren malas épocas para las culturas de violencia. Al mismo tiempo, las mujeres, especialmente las jóvenes, tienen que abrir los ojos a los riesgos reales de la violencia sexual, frente a la cual, los derechos no tienen la capacidad de protegernos y sin embargo nuestra intuición y lecciones ancestrales, sí.

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Zuckerberg, su falta de responsabilidad y nuestros hijos

“Señor Zuckerberg, usted y las compañías aquí presentes, aunque esa no fuera su intención, tienen las manos manchadas de sangre. Tienen un producto que está matando a personas” son las palabras con las que el senador Dick Durbin del gobierno de los EEUU increpa a Zuckerberg de Meta junto a los ejecutivos de TikTok, Snap, X y Discord por no prevenir el abuso sexual de niños y jóvenes que tiene lugar en sus plataformas. La comparecencia es digna de atención por su contundencia y por revelar la limitada consciencia de los líderes de las citadas compañías. En el careo, los senadores exigen responsabilidades de las muertes y crímenes de violencia sexual que las tecnológicas han facilitado. Zuckerberg improvisa un discurso poco convincente frente a las familias presentes con fotos de sus hijos muertos. Cuando le preguntan a él y a sus homólogos sobre las normativas que se han puesto en marcha para prevenir los daños del uso de las tecnologías, las reconocen pero se niegan a acatarlas, mostrando al hacerlo su verdadera faz.

La comparecencia resulta familiar. Recuerda a los famosos juicios de las tabaqueras en las que los ejecutivos negaron una y otra vez que el tabaco fuese dañino para la salud. Resistieron y resistieron hasta que filtraron documentos del conocimiento de la industria sobre los efectos del tabaco. Y entonces tuvieron que admitirlo, pagar y acatar regulaciones. También evoca a los juicios de Dupont sobre los efectos sobre la salud de sus antiadherentes. El patrón es el mismo. Personas que dan forma a ciertas organizaciones hacen daño al prójimo ejerciendo una actividad altamente lucrativa. Frente a las múltiples acusaciones, ellos niegan cualquier responsabilidad una y otra vez, hasta que se demuestra lo contrario y tienen que asumir las consecuencias.

El director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg durante la audiencia en el Senado (José Luis Magana / LAPRESSE)

En el camino, el impacto de la irresponsabilidad empresarial es devastador. En el caso de las tecnológicas, niños son abducidos, traficados con fines pedófilos, otros para la prostitución, otros contraen enfermedades mentales que les llevan al suicidio, otros simplemente desaparecen.

Por si alguien tenía alguna duda sobre los efectos de las redes sociales y las pantallas en niños y jóvenes, esta comparecencia sube el volumen a la verdad: a las grandes tecnológicas les da igual el mal que están causando y no son capaces de regularse por sí mismas. Mientras llegan las regulaciones, a padres y familiares no nos queda otra que tomar nosotros las necesarias medidas preventivas.

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