Entradas etiquetadas como ‘focusing’

Volver al cuerpo después del susto

Sergio, el hijo pequeño de Luisa había tenido fiebre el domingo. Diligentemente, el lunes lo llevó al médico. Un caso claro de escarlatina dijo el pediatra, diez días de antibióticos y listos, con de dos a tres días de reposo en casa. Eso la calmó pues había estado preocupada por los síntomas de Sergio, manos hinchadas, piel rojizas, palpitaciones y cansancio que le daban un aire de muñeco sin pilas. Ahora le tocaba lidiar con la logística. Su pareja estaría fuera toda la semana, el hijo mayor estaba de exámenes finales y de un humor horrible, la gata estaba a punto parir y los padres de Luisa cuya ayuda era oxígeno para la familia, esta vez no estaban disponibles.

Luisa se sentía abrumada, me comentaba durante la sesión de coaching. Es como si de golpe, me han quitado el guión de mi vida de las manos y me han dicho, ¡ahora, a cuidar! Una parte de mi lo hace a gusto, pues sé que es importante y por el amor a Sergio. Otra parte de mi se rebela y dice que lo mandaría todo a paseo, que lo que quiere es seguir con sus creaciones y proyectos gráficos, y por supuesto, recuperar mi rutina de deporte, profesión, ocio…Trabajar en casa aunque lo intento, me resulta imposible, y termino sintiéndome mala madre y mala profesional.

Ojo humano

(Jose A.Thompson, UNSPLASH)

Háblame de tu preocupación antes del diagnóstico, le propuse. Bien, pues la noche del domingo dormí mal. Siempre tiendo a pensar lo peor. Luego después de la visita al pediatra, me calmé. Entonces tuve la certeza que el velar por estas dos vidas, esta preocupación por su supervivencia, va a estar siempre conmigo – dijo con gravedad. ¿En qué parte del cuerpo sientes esta preocupación? Le pregunté. En la boca del estómago, es como un nudo y de hecho he tenido unas digestiones horribles, me contestó.

Entonces la guié a explorar las sensaciones en el estómago. Con los ojos cerrados y la mano en la zona del estómago, me dijo pues es como si mi estómago estuviese prieto en un puño, sin espacio. Estómago en un puño, dije. Sí, eso mismo, respondió. Bien, ahora quiero que repitas interiormente “estómago en un puño” a la vez que sientes la sensación corporal, le dije. Y si van emergiendo ideas o sensaciones me las comentas. De acuerdo – dijo- pues surge miedo….Miedo a que les pase algo a mis hijos y no pueda soportarlo. Miedo a que mis hijos mueran. Bien, sigue ‘pendulando’ de la sensación a la noción: estómago en un puño y sensaciones corporales. ¿Cómo es la sensación, ha variado de alguna forma? Sí, parece que el puño se ha aflojado un poco o mucho. Ahora ya no hay miedo, hay como cansancio, el cansancio que emerge después de mantener una gran tensión.

Luisa había dado espacio a la vivencia del cuerpo que había quedado congelada en ella, tras el susto de la enfermedad de su hijo. Con el proceso juntas, a través de la atención había liberado aquella tensión. Seguía con todas las dificultades y condicionantes de su momento vital, sin embargo se había desbloqueado internamente y esto le brindaba más espacio y energía para afrontarlos.

Te puede interesar:

Encuéntrame en FacebookInstagram y Twitter.

Ahora que el año muere, recuerda

En plena excursión de montaña, empezamos a jugar a las preguntas y respuestas con mi hija. Se trata de preguntar aquello por lo que sientes verdadera curiosidad del otro. Después de ¿Conoces al director del cole mami? ¿Qué asignatura te gustaba más de pequeña?...llegó un rotundo ¿A qué tienes miedo mamá? A lo que respondí sin vacilar a qué os pase algo a vosotros, a la enfermedad, a morir… – el aire se estremeció.

MUERTE POR TODAS PARTES

El año muere una vez al año. Los días que lo componen mueren a mayor velocidad y con él una infinitud de dimensiones, cosas y seres. Todo está compuesto de otras cosas y nada es permanente. La muerte te acompaña aunque no la quieras ver. Lo que comes está muerto. Mueren tus células, muere tu mascota, muere alguien lejano. Mueren las plantas. Mueren proyectos. Mueren relaciones. Mueren a tu lado.
Mar y arena

(Engin Akyurt, UNSPLASH)

¿POR QUÉ PREPARARSE PARA MORIR?

No, no estoy preparada para la muerte. Morimos sólo una vez así que no podemos practicar.  Pero ¿por qué deberíamos prepararnos para morir? Morir no es un problema en sí mismo, en cambio estar preso del miedo a morir si que lo es. El miedo te secuestra el presente en pro de un futuro que no existe. Te roba la vitalidad contrayendo tu cuerpo. El ancestral miedo a morir está tan enraizado en nuestras células que por esta razón abordarlo tiene premio. No solamente explorarlo una vez, sino periódicamente.

AFRONTAR TU MUERTE TE ABRE A LA VIDA

Las muertes dentro y fuera de ti insinúan otra muerte que tal vez no te apetezca considerar: la tuya. Vas a morirte amigo mío. No importa lo joven o viejo que seas. Ni cuán bien de salud estés. El momento llegará sin que lo puedas controlar. Y solamente desarticulando el miedo a morir puedes abrirte de verdad a la vida. Descubre cómo hacerlo en mi próximo post.

Te puede interesar:

Encuéntrame en FacebookInstagram y Twitter.

La persona que murió te dejó un legado. Recíbelo plenamente

Mi suegra Mercedes tenía una capacidad de estar con sus nietos maravillosa. Les tomaba en serio, les escuchaba y les daba el espacio que necesitaban. Sin prisas, exigencias, ni contrapartidas. Verla interactuar con ellos me fascinaba, literalmente podía ver las alas de sus niños crecer durante el tiempo que pasaba con ellos. Durante la desgarradora enfermedad que terminó con su vida, me dijo con pena, no voy a poder cuidar de tu niña. Le dije que no se preocupara, y también que intentaría hacerlo tan bien como ella me había enseñado, uno de los muchos legados que me brindaba haberla conocido.

Este post continúa la exploración del proceso de perder a una persona cercana, en concreto del post anterior ¿Cómo reconstruirte después de la pérdida de alguien cercano?

MATRIUSKAS RUSAS

Hace poco visité el Museo de la Miniatura de Andorra lleno de maravillas sorprendentes. Una de mis favoritas es una cabeza de alfiler tamaño normal con una pirámide, una palmera y tres camellos en su interior, desafiando sin palabras el proverbio bíblico. También cuenta con exquisitas colecciones de matriuskas rusas. Por alguna razón, de pequeña tuve en mis manos varias de esas enigmáticas muñecas. Al jugar con ellas me gustaba imaginar que yo era la pequeña de las matriuskas pues mi madre me había llevado en su vientre, y mi abuela a ella,…Sin embargo, observando de nuevo las colecciones con sus intrincados diseños, me di cuenta de que había otra forma de comprender el significado que albergaban: considerar que cada uno nosotros es una matriuska grande, con todos los ancestros dentro nuestro, hasta… el comienzo de la vida.

Desde esta perspectiva, cada vida como expresión única del universo, es sagrada. Al apagarse, esa vida deja un legado, que como libro abierto quiere ser leído y honrado.

Album fotos

(Laura Fuhrman, UNSPLASH)

RECIBIRLO TODO

Si ahondas en esta exploración, encontrarás belleza, dolorosos errores, aprendizajes, mensajes que van siendo revelados. Una buena amiga que perdió a su madre hace tan solo unos días, al preguntarle por ella, me relató entre sollozos: “me dio tanto…me dio todo su amor”. En ese momento íntimo y devastador, sus palabras hicieron mella en mi. Así de grande había sido esa mujer. Tanto, que sin haberla conocido, su historia y su vida me invitaban a “dar todo mi amor” .

Por esta razón, una vez encuentres cierta paz frente a tu pérdida, te invito a recibir el legado que la persona difunta dejó. ¿Qué puedes aprender de ella? ¿De qué fue testimonio su vida? ¿Qué vas a encarnar tú de ella? ¿Qué harás diferente?

 

Te puede interesar:

 

Encuéntrame en FacebookInstagram y Twitter.

¿Cómo reconstruirte después de la pérdida de alguien cercano? Dos pautas para hacerlo con coraje y creatividad

En el post anterior te daba pautas para orientarte al duelo como un peregrinaje. Si ya transitaste este camino o deseas conocer los pasos a dar para remontar al otro lado del valle, en este post te lo explico.

Mientras que la ayuda terapéutica puede ser una línea de vida que nos acompañe durante todo el proceso del duelo, existen dos orientaciones muy efectivas que te animo a considerar:

CREA EL RITUAL

Los rituales marcan momentos importantes. Finales y nuevos comienzos. Ritualizar la pérdida es una forma de honrar la persona que ya no está y de abrir una nueva forma de relacionarnos con ella, con su recuerdo, con sus enseñanzas, con su amor. El velatorio y el entierro o cremación son rituales perfectamente válidos, sin embargo, puedes considerar otros. Ir a cierto lugar, dejar de hacer algo o empezar a hacerlo.

Esther que perdió a su hija Ámbar de diez años, en días de celebraciones o fiestas lleva con ella amuletos de ámbar. Los comparte con personas como un regalo especial. Con este gesto Esther celebra el amor a Ámbar y la vibración de la niña sigue resonando en los corazones de quienes reciben el presente.

Magdalena, -mi abuela materna que murió repentinamente cuando yo tenía catorce años- siempre tenía un jarrón con ramas de sálix de gato en su casa. Desde hace ya unos años, en mi pequeño altar luce un ramillete de sálix y con él puedo sentir su presencia cada vez me siento a meditar.

Piedras semi preciosas

(Sarah Brown, UNSPLASH)

PALABRAS EN RELACIÓN

Hace tiempo aprendí que una de las peores ofensas que puedes hacer a madres y padres que han perdido a un hijo es relacionarte con ellos como si la pérdida no hubiese tenido lugar. Porque cuando perdemos a alguien que amamos, obviar su pérdida es negar una parte de nosotros.

Por esta razón nombrar a la persona amada que te ha dejado es un ritual sanador. Nombrarla cuando estés con otras personas. Habla de ella, de cómo era, aquello que os gustaba hacer juntos, de qué forma enriquecía tu vida. Otra forma de poner en práctica este ritual es hablar con ella cuando sientas que lo necesitas. Lo puedes hacer con tu pensamiento o escribiendo. No es tan importante lo que le dices sino el hecho que estés en relación y que puedas expresarte.

Cualquier ritual que decidas poner en práctica no es un deber al que estás obligado, sino un gesto de devoción al que te sientes llamado internamente. Cuando sientas que ya no tiene sentido, habrá llegado el momento de dejar de practicarlo.

Te puede interesar:

Encuéntrame en FacebookInstagram y Twitter.

5 pautas para vivir el duelo como un peregrinaje

Llevo dos semanas explorando la muerte de una persona cercana. Empecé esbozando el proceso básico que nos ocurre cuando perdemos a un ser querido. Y continué con las razones por las que no nos podemos saltar el proceso de duelo y las consecuencias de hacerlo.

El proceso de navegar el duelo por la pérdida de alguien cercano puede asemejar a bajar al fondo de un pozo. Según el imaginario colectivo el pozo al que vamos está repleto de lágrimas, es oscuro y tal vez no logremos salir de él nunca más. En contraste, yo te propongo que te orientes a caminar el duelo como un peregrinaje. Los peregrinos son personas movidas por un viaje interior que deciden caminar hacia el lugar que les llama, asumiendo riesgos y dificultades. Sí, puedes orientarte al duelo como a un peregrinaje. Estas son las pautas que te doy para hacerlo:

1-    Ten un  mapa del viaje del duelo y no lo tengas

Informarte de las fases del duelo y de lo qué puedes esperar del mismo puede ser útil. Al mismo tiempo sé consciente de que tu proceso de duelo es único y que como tal es imprevisible. Conocer las fases de duelo te puede ayudar, pero forzarte a caminar una fase tras otra no es una buena idea, pues se trata de un proceso orgánico que se irá desvelando a su ritmo.

2-    Recibe lo que sientes y acepta el ciclo

Recibe emociones, pensamientos, recuerdos,…tal vez contradictorios. Si las sientes plenamente, las emociones pasan. La tristeza también. Evocarla cuando se ha ido o forzarte a sentirla cuando ya no está asemeja golpearse una herida a medio curar. Aceptar el ciclo es ser testimonio de los paisajes del duelo, permitiéndonos el inevitable transcurrir de emociones, recuerdos y pensamientos.

Peregrino

(Jorge Luis Ojeda, UNPLASH)

3-    Trátate con amor y no te mires al ombligo todo el rato

Es importante que tengas paciencia contigo mismo, te des espacio y tiempo para sentir. Y al mismo tiempo, procura no caer en la trampa de mirarte al ombligo todo el rato. Compaginar momentos meditativos, con momentos activos en los que ocuparte y realizar algún tipo de actividad te ayudará a mantener cierto equilibrio mental y emocional.

4-    Encuentra apoyo y no rehúyas la soledad 

Contar con apoyo de familiares, amigos y/o profesionales es fundamental para todos los momentos de la vida. Durante un proceso de duelo todavía más. Y al mismo tiempo, mientras te dejas acompañar, es importante que no conviertas el acompañamiento en una excusa para no sentir el dolor. En algunos momentos del proceso, la soledad es el único camino para sanar y por ello transitarla es necesario.

5-    Siente el dolor y agradece el duelo

Sentir el dolor es fundamental. Y quedarte anclado en él te puede ahogar en el mar del drama y el victimismo. Por ello, al tiempo que sufres, mantente conectado con la gratitud. ¿Por qué te sientes agradecido? ¿Hacia quién? ¿Qué has aprendido? ¿Qué harás diferente de ahora en adelante? ¿Cómo vas a relacionarte? La gratitud es la gran alquimista que te permitirá transmutar el dolor y las dificultades en energía para vivir, para amar.

 

Encuéntrame en FacebookInstagram y Twitter.

3 razones + 1 para tocar fondo después de la pérdida de un ser querido


En el post anterior abordaba cómo gestionar el shock inicial frente a la pérdida de un ser querido. En el de hoy, exploro por qué es importante transitar el camino hasta el fondo de tu pérdida.

Si has vivido la pérdida de alguien cercano, tal vez te digas que ya has sufrido bastante y que lo único que quieres sea pasar página. Sin embargo, saltarse el duelo, es decir, no darse el tiempo y el espacio para recibir los estados emocionales que van aflorando puede ser problemático por varias razones:

1- El duelo no vivido puede convertirse en crónico en forma de depresión, resentimiento u otros estados emocionales

Cuando Juan empezó su programa de coaching, pronto descubrimos que no había sentido plenamente toda la rabia por perder a su madre en plena adolescencia. Esta rabia se había instalado en él, generándole una permanente disconformidad con todo y todos, incluso con los que amaba. De explorar esa dolorosa cicatriz juntos y las emociones que contenía, surgió un nuevo Juan, más abierto a la vida.

2- El dolor del duelo no experimentado reduce tu capacidad de sentir

Zoe había realizado dos abortos voluntarios de acuerdo con su pareja. Aunque a nivel mental su discurso era coherente, su expresión de lo ocurrido era fría y distante. No se había permitido sentir el dolor por la pérdida de dos vidas.

Reprimir el dolor emocional nunca funciona. Si lo haces dejas de sentir el dolor, pero también todas las emociones, incluida la capacidad de alegrarte o ilusionarte.

3- El duelo no vivido te cierra el corazón dificultándote conectar con los demás

Jorge había cerrado su corazón después de la infidelidad de su mujer que les llevó al divorcio. Mientras se aseguraba que nada parecido le volviera a ocurrir, también se privaba de conectar con los demás de forma auténtica y vulnerable.

Muchas cosas nos pueden cerrar el corazón y perder a alguien querido es una de ellas. El antídoto consiste en saber que tu corazón está hecho para lastimarse, sentir tremendo dolor y después volver a sentir, volver a abrirse.

4- El duelo no vivido se muestra en expresiones emocionales inoportunas

Al terminar una relación amorosa de varios años, Eva no se había permitido vivir plenamente el duelo. Cada vez que empezaba una nueva relación, le embargaba el miedo a ser abandonada llenando de gravedad las primeras veces, condenándolas así al fracaso.

Las naturaleza de las emociones es agresiva. Si no les damos el cauce necesario para que puedan expresarse e irse, estas nos visitarán en los peores momentos.

Si has leído hasta aquí, espero haberte convencido de la importancia de vivir plenamente el duelo. Descubre las pautas básicas para este viaje imprescindible en mi próximo post.

Te puede interesar:

Encuéntrame en FacebookInstagram y Twitter.

Muerte inesperada de una persona cercana. ¿Cómo hacerle frente?

La covid y tantas enfermedades se siguen cebando con muertes en todo el planeta. El martes pasado se suicidaba el padre de la víctima del kamikaze de la M-50.  Mientras escribo este artículo dos personas de mi entorno cercano han muerto súbitamente contra pronóstico en pocos días de diferencia. El shock por estas muertes me llega en forma recordatorio de mi muerte y la de todas las personas que me rodean.

Desaparecemos. Llega el día en que no estamos. La tierra sigue girando como si nada mientras los vivos quedamos perplejos. Dicen que el ser humano no está preparado para entender la muerte. Sin embargo cuando esta nos toca, no nos queda más remedio que lidiar con ella. El proceso de duelo después de la pérdida de una persona querida se divide en dos grandes fases1:

Fases del dueloDECONSTRUCCIÓN

En esta fase nuestra identidad de descompone frente a la pérdida. Transitamos de forma más o menos intensa un periodo de negación de la pérdida, confrontación de la misma, negociación y depresión. Al final de esta fase tocamos fondo.

RECONSTRUCCIÓN

En esta fase, viajamos desde el fondo de la máxima desolación, hacia un proceso de aceptación de la pérdida que reconfigura nuestra identidad y nos permite seguir adelante.

GESTIONAR EL SHOCK

Si hace poco has perdido a alguien cercano, tendrás el susto dentro. Cuando compartimos la vida con alguien nos amoldamos inconscientemente a esta persona y al desaparecer ella, nuestro cuerpo y almas se sienten desahuciadas. Si te encuentras en esta situación te invito a expresar lo que sientes, confusión, miedo, devastación,… durante los días que necesites. Hazlo con lágrimas, gritos, perdiéndote en el bosque, escribiendo o de cualquier otra forma. Si necesitas ayuda psicológica, acude a ella. En este sentido enfoques terapéuticos centrados en el cuerpo te pueden ser de gran ayuda.

Después del shock inicial, empieza una travesía en el desierto que puede durar de meses a años. Descubre en el próximo post porqué no puedes dejar de transitar este viaje.

(1) Adaptado de las cinco fases del duelo según Elisabeth Kübler-Ross

Te puede interesar:

Encuéntrame en FacebookInstagram y Twitter.

¿Has hecho terapia y no te ha funcionado? Cinco pautas para darle al vuelta a través del focusing

En el artículo anterior te contaba de qué forma el focusing entró en mi vida y por qué. Hoy hablo del origen de esta potente metodología y te doy cinco pautas para probarla.

EUGENE GENDLIN

En los años cincuenta, el filósofo estadounidense Eugene Gendlin hizo un estudio sobre pacientes que acudían a terapia. La pregunta que se hizo es: ¿por qué algunas personas mejoran, superan sus traumas y se curan y otras no? Aprendió que las personas que mejoraban eran capaces de identificar una sensación en su cuerpo relacionada con el motivo de la terapia, describirla y estar en diálogo con ella. Gendlin bautizó esta práctica y empezó a enseñarla: había nacido el focusing.

Niña con ojos cerrados

(Richard Jaimes, UNSPLASH)

EL CONTACTO LIBERA LA TENSIÓN

Mientras que la tensión es la coraza a través de la cual se mantiene el ego y todos sus complejos – sombra incluida – es a través de recibir la tensión que el cuerpo relata sus vivencias y puede entonces integrarlas. El proceso asemeja a tocar la herida para poder sanarla. Sí, es imprescindible acercarte, ver, tocar esa herida psicológica a nivel de sensación para poder soltarla. Te comparto los pasos básicos para hacerlo:

1. DETECTA LA HERIDA PSICOLÓGICA

Busca aquello que te duele psicológicamente, en forma de la situación actual en la que ocurre.

Por ejemplo, en una sesión de coaching reciente Lucía relataba de qué forma se bloqueaba cuando su jefe perdía las formas y subía el tono de su voz.

2.LOCALÍZALA EN TU CUERPO Y NOTA SU FORMA

Pregúntate en qué lugar del cuerpo lo sientes. Date rienda suelta para hacerlo sin que tenga que “tener sentido”.  Por ejemplo puedes sentir una nube helada en el cuello, un ardor metálico en el pecho o una herida abierta en el esternón.

Al preguntarle a Lucía dónde lo sentía y por su forma, se dio cuenta que la sensación era un nudo en la garganta que la paralizaba.

3. PONLE NOMBRE

Encuentra un nombre, una etiqueta que capture de forma aproximada la esencia de lo que sientes al estilo del punto 2 anterior.

Invité a Lucía a poner nombre a la sensación. Ella dijo “nudo paralizante”.

4. RESUENA

Ahora se trata de viajar del nombre a la sensación de forma reiterada. Puedes poner tu mano en el lugar del cuerpo donde tengas la sensación, mientras repites el nombre y conectas de nuevo con la sensación, luego vuelves al nombre y vice-versa.

Para Lucía al decir internamente nudo paralizante y sentir la sensación en su cuerpo varias veces brotaron lágrimas. Le vino a la memoria la forma en cómo su padrastro solía gritarla de pequeña. La animé a quedarse con la sensación sin hacer nada. Al preguntarle cómo se sentía dijo que pequeña, vulnerable,…sentía que no valía nada.

5. RECIBE

Sea lo que sea que haya sido revelado, recíbelo dándole espacio sin hacer nada. Puede ser un pequeño cambio en la sensación. Cierta información. Emociones en forma de rabia, tristeza, desolación.

Me quedé a su lado. Hay una parte de ti que es testigo de este proceso. ¿Puedes conectar con ella? le dije. Al asentir, le invité a sostener a la parte tierna y dolorida desde ese testigo. Poco a poco fue encontrando la calma y terminamos esa parte de la sesión.

La efectividad del focusing radica en el hecho que libera sombra en forma bloqueos corporales, al tiempo que te ayuda a cultivar una relación de respeto y aceptación contigo mismo. Si has participado en procesos terapéuticos o de crecimiento personal sin éxito, incluir el focusing puede ayudarte a darle la vuelta, catalizando tu evolución personal.

Te puede interesar:

Encuéntrame en Facebook, Instagram y Twitter.

 

No, no estás mal de la cabeza por hablarle a tu cintura. Estás haciendo focusing

El ejercicio o la relajación no son las únicas prácticas para dialogar con la sombra psicológica que almacenas en tu cuerpo y mente. Como en cualquier conversación que valga la pena empezamos por escuchar. Pero ¿Cómo diantre escuchar a tu cuerpo? Pues bien: prestando atención a la tensión.

CÓMO DESCUBRÍ EL FOCUSING

Febrero de 2014 en el Centro Integral de Boulder, Colorado. Hola, vine al taller de focusing(1) ¿es aquí? Sí, bienvenida adelante. Nos sentamos en círculo, unas seis personas. Nos presentamos y el facilitador nos invita por turnos a completar la frase: algo sorprendente que me ha pasado hoy ha sido…Observo al resto del grupo. Edad media entre veinticinco y cuarenta y pocos, soy la única mujer. Me siento intimidada y curiosa a la vez. ¿Quién quiere ser el centro de atención durante esta sesión?, pregunta el facilitador. Una voz sale de mi, diciendo yo. Otra parte de mi se rebela, insultándome internamente por ello. ¿Bah, qué es lo peor que puede pasar? dice la parte temeraria.

Par de manos

(Sincerely media, UNSPLASH)

ATENCIÓN A LA TENSIÓN

Entonces, diez pares de ojos ponen su atención en mi. De forma ordenada y respetuosa van compartiendo como se sienten al hacerlo y lo que intuyen de mi experiencia y forma de ser. Cuando lo hacen, buscan mi acuerdo o lo que en focusing se denomina “realidad compartida”. Bajo tal intensidad afloran diferentes tipos de tensiones, actitudes, formas de ser, a las que yo estoy tan acostumbrada que ni veo. Partes de mi sombra se vuelven conscientes. En concreto una tensión circular alrededor de mi cintura que comprime mi respiración.

Termina la sesión grupal y me voy a casa. Me siento indignada. ¿Cómo puede ser que lleve ese cinturón invisible durante toda mi vida… ¡¿sin tan siquiera darme cuenta?! ¿De donde viene? ¿Por qué está allí?…vienen algunas respuestas pero ninguna me satisface. Me invade entonces una gran tristeza por el impacto del cinturón en mi forma de ser: asegurar que me mantengo pequeña, comedida, buena niña.

Pasan los días y tras estar en conversación con el cinturón invisible y su compresión, desaparecen progresivamente de mi cintura. Siguen más y más sesiones de focusing en el Centro Integral. Luego me certifico y empiezo a aplicarlo en mis sesiones de coaching de forma radicalmente transformadora hasta…el día de hoy.

Pero…¿Por qué el focusing funciona y cómo ponerlo en práctica? Te lo cuento en el próximo post.

 

(1) La variante del focusing que practiqué y de la que estoy certificada se denomina Integral circling.

 

Te puede interesar:

Encuéntrame en Facebook, Instagram y Twitter.