Entradas etiquetadas como ‘italia’

Qué fue de… Angelo Colombo: para Sacchi era el Maradona de su Milan

Colombo, en acción (WIKIPEDIA).


Hoy viajamos a Italia para recordar a un jugador de un equipo mítico, el AC Milan de finales de los 80 y principios de los 90. Es Angelo Colombo

¿Quién era?: Un centrocampista italiano de finales de los 70 a mediados de los 90.

¿Por qué se le recuerda?: Por jugar tres temporadas en el Milan, en las que se proclamó campeón de Europa dos veces.

¿Qué fue de él?: Se retiró en 1995 en las filas de los Marconi Stallions FC de Australia. En la actualidad trabaja como ojeador para el AC Milan.

¿Sabías qué…?: De él dijo Arrigo Sacchi que era «más importante que Maradona».

– Si bien carecía de la técnica de otros compañeros, su entrega y pundonor le hicieron ganarse la confianza del técnico.

Colombo, en un partido de la temporada 87/88 (WIKIPEDIA).

– Jugaba de centrocampista por la derecha.

– Fue titular en las finales de la Copa de Europa de 1989 y 1990, en las que el Milan derrotó al Steaua de Bucarest y al al Benfica, respectivamente.

– En la primera jugó todo el partido, y en la segunda fue sustituido en el minuto 90 por el defensa Filippo Galli.

– Antes de ocupar su actual cargo tuvo breves experiencias como entrenador.

– Nunca fue internacional absoluto.

– Sí jugó con la sub-21 y con la olímpica. De hecho participó en los Juegos Olímpicos de Seúl 88.

– En aquella azzurra olímpica jugó con compañeros como Tassotti o Evani.

– Mide 1,72 metros.

Biografía, palmarés, estadísticas: Angelo Colombo nació el 24 de febrero de 1961 en Mezzago, Lombardía, Italia. En 1979 debutó en el Monza, y en 1984 emigra al sur para jugar en el Avellino. En 1985 se va al Udinese y en el 87 firma por el Milan, con quien estará tres temporadas. En 1990 se incorpora al Bari, donde pas dos años. Tras un hiato de dos temporadas, en 1994 se va a Australia para jugar en los Marconi Stallions, donde se retira ya definitivamente en 1995. En su palmarés tiene un Scudetto, una Supercopa italiana, dos Copas de Europa, una Supercopa de Europa y una Intercontinental.

Hasta mañana.

Qué fue de… Damiano Cunego: el escalador que también esprintaba

Cunego, en el Tour de 2011 (WIKIPEDIA).

Estamos disfrutando estos días del Tour de Francia y este viernes vamos a recordar a uno de los animadores del pelotón en su época: Damiano Cunego.

¿Quién era?: Un ciclista italiano de la pasada década y la actual.

¿Por qué se le recuerda?: Por ganar el Giro en 2004 y por sus buenas actuaciones en Tour y Vuelta.

¿Qué fue de él?: Se retiró en 2018 en las filas del Nippo-Vini Fantini. En la actualidad, es entrenador personal y tiene su propia academia de ciclismo. Podéis saber más en su web.

¿Sabías qué…?: De joven practicó hockey hielo y sobre todo, cross, deporte del que llegó a ser tercero de Italia a nivel escolar.

– Fue descubierto por Giuseppe Martinelli, que fue técnico del mítico Marco Pantani.

– Pese a que era escalador, Cunego tenía una particularidad: también era un excelente sprinter, algo muy poco común en los especialistas en montaña.

– Ganó el Giro en su segundo año como profesional.

– Se supone que iba a ser gregario de Gilberto Simoni, pero Cunego se rebeló y acabó ganando la prueba, con cuatro etapas.

– Fue uno de los pocos ciclistas del Lampre que no estuvo implicado en un escándalo de dopaje que afectó al equipo en 2013.

– Además de su victoria en el Giro, ganó tres Giros de Lombardía y una Amstel Gold Race, entre otros triunfos.

– En el Tour, su mejor posición final fue el 6º puesto de 2011.

– Su mejor puesto en la Vuelta fue un 15º lugar, en aquel 2004.

– El pasado mes de junio fue hospitalizado por una ventriculitis, una inflamación de un ventrículo cerebral.

– Mide 1,69 metros.

Biografía, palmarés, estadísticas: Damiano Cunego nació el 19 de septiembre de 1981 en Cerro Veronese, Véneto, Italia. Debutó como profesional en 2002 en el Saeco. En 2005 fichó por el Lampre y en 2015 se incorporó al Nippo, donde se retiró en 2018. En su palmarés tiene el citado Giro de Italia, más dos etapas en la Vuelta y una maillot blanco al mejor joven del Tour.

Hasta mañana.

Quién fue… el Torino de la catástrofe de Superga: un accidente aéreo sin súpervivientes

Imagen del accidente (WIKIPEDIA).

Las catástrofes aéreas suelen ser muy impactantes. En la memoria tenemos fresca la del Chapecoense, en 2016. Pero antes hubo varias, y dos de ellas muy famosas. Una fue el desastre aéreo de Múnich, en 1958, que casi acaba con el Manchester United. Pero nueve años antes hubo otra: la tragedia de Superga, que es de la que os voy a hablar este domingo.

En la década de los 40, el Torino era el club más fuerte de Italia y uno de los más potentes de Europa. Se habían ganado el calificativo de Grande Torino tras ganar cinco ligas seguidas en Italia y por ser la columna vertebral de la selección italiana. En mayo de 1949, el equipo viajó a Portugal para jugar un partido homenaje al capitán del Benfica, Francisco Ferreira.

El miércoles, 4 de mayo de 1949, el equipo subió a bordo de un Fiat G.212CP de la compañía Avio Linee Italiane. El avión dspegó a las 9:40 de Lisboa y a las 13:00 horas aterrizó en Barcelona para repostar. En el Prat, los jugadores del Torino coincidieron con los del Milan, que a su vez viajaban a Madrid, y almorzaron juntos.

El avión despegó de nuevo con destino Turín a las 14:50. Conforme se acercaba a la ciudad, la torre de control avisó de las malas condiciones atmosféricas: nubes muy bajas, tormentas, viento fuerte y escasa visibilidad, de unos 40 metros. La torre de control pidió referencias al piloto y a las 16:59 referenció una altitud de 2.000 metros y avisaba de que iba a acortar por Superga. Superga es una colina junto a Turín, donde existe una famosa basílica del mismo nombre.

A las 17:03 el avión inició la maniobra de aterrizaje, pero se estrelló en la ladera de la colina. A las 17:05, la torre de control intentó contactar con el avión, pero no hubo respuesta. Tampoco había supervivientes: murieron 31 personas.

Al parecer, el piloto, Pierluigi Meroni, calculó mal y se dio de frente con la colina, volando a unos 180 km/h y debido a la poca visibilidad, no tuvo tiempo de reaccionar. El impacto fue fortísimo y el avión acabó destrozado.

En el interior del avión viajaban los futbolistas Valerio Bacigalupo, Aldo Ballarin, Dino Ballarin, Émile Bongiorni, Eusebio Castigliano, Rubens Fadini, Guglielmo Gabetto, Ruggero Grava, Giuseppe Grezar, Ezio Loik, Virgilio Maroso, Danilo Martelli, Valentino Mazzola, Romeo Menti, Piero Operto, Franco Ossola, Mario Rigamonti, Július Schubert; los técnicos Egri Erbstein y Leslie Levesley; los directivos Arnaldo Agnisetta e Ippolito Civalleri; los periodistas Renato Casalbore, Renato Tosatti y Luigi Cavallero y la tripulación, formada por el piloto Pierluigi Meroni, el copiloto Cesare Biancardi, el ingeniero Celestino D’Inca y el operador de radio Antonio Pangrazi.

La tragedia causó un terrible impacto en el mundo del fútbol. Se declaró campeón de la liga ese año al Torino y las cuatro jornadas restantes fueron jugadas por futbolistas de los filiales de los equipos. En el funeral se echaron a la calle 500.000 personas en la ciudad de Turín. Para la temporada siguiente, todos los equipos cedieron un jugador al Toro. El River Plate argentino viajó a Italia para disputar un amistoso en beneficio de las familias de las víctimas. El impacto psicológico del accidente fue tal que, el verano siguiente la selección italiana viajó al Mundial de Brasil 1950 en barco.

Cada año se recuerda a las víctimas de la tragedia y existe un Museo del Grande Torino e della Leggenda Granata en la cercana localidad de Grugliasco.

Espero que os haya gustado el artículo. Regresamos el jueves.

Qué fue de… Mauro Bressan: marcó al Barça uno de los mejores goles de la historia del a Champions

Bressan, en su etapa en el Cagliari (WIKIPEDIA).

Hay veces en las que un jugador pasa a la historia no tanto por su carrera, sino por un momento puntual de la misma. Es el caso del protagonista de este viernes: Mauro Bressan.

¿Quién era?: Un centrocampista italiano de finales de los 80 a finales de la pasada década.

¿Por qué se le recuerda?: Por ser el autor de uno de los mejores goles de la historia de la Champions League, cuando jugaba en la Fiorentina, ante nada menos que el FC Barcelona.

¿Qué fue de él?: Se retiró en 2009 en las filas del Chiasso suizo. Tras una breve experiencia como director deportivo en Hungría, Bressan tiene ahora una escuela de fútbol para niños de entre 6 y 14 años en Jesolo, ciudad turística cercana a Venecia.

¿Sabías qué…?: Su momento de fama lo alcanzó el 2 de noviembre de 1999, en un partido de primera fase de la Champions entre la Fiorentina y el FC Barcelona, disputado en el Artemio Franchi de la ciudad toscana. En el minuto 14, Bressan enganchó desde fuera del área una volea que entró por la escuadra de la portería de Francesc Arnau, que ese partido ocupaba la meta blaugrana.

– Ese día, además, asistió de tacón al argentino Abel Balbo en uno de los dos goles que el ariete convirtió. El resultado fue de 3-3. Por el Barcelona marcaron Figo y Rivaldo (2).

– Con ese resultado, la Fiore pasó de ronda como segunda de grupo, por delante del Arsenal.

– La cadena ITV eligió aquel gol de Bressan como el segundo mejor de la historia de la Champions, sólo por detrás del de Zidane al Leverkusen en 2002. Sky One lo eligió octavo mejor gol en una recopilación parecida.

– Califica su gesto de aquel gol como algo «espontáneo».

– En 2011 fue detenido acusado de pertenecer a una trama de amaño de partidos en Italia.

– El pasado mes de julio fue exonerado de toda responsabilidad.

– Estuvo en las categorías inferiores del Milan, pero no encontró hueco en el primer equipo.

– Nunca fue internacional.

– Mide 1,77 metros.

Biografía, palmarés, estadísticas: Mauro Bressan nació el 5 de enero de 1971 en Valdobbiadene, Véneto, Italia. Debutó como profesional en 1988 en el Montebelluna. Luego jugó dos años en el Milan, unos meses en el Perugia, dos temporadas en el Como, un año en el Foggia, dos temporadas en el Cagliari, otras dos en el Bari, otras dos en la Fiorentina, una el Venezia, otra en el Genoa, dos en el Como, dos en el Lugano y otras dos en el Chiasso, donde se retiró. En su palmarés tiene una Copa de Italia con la Fiore.

El vídeo, claro está, no podía ser otro:

Hasta mañana.

Qué fue de… Daniele Bonera: el italiano que 'secó' a Cristiano con el Villarreal

Bonera, con la equipación de entrenamiento del Milan (WIKIPEDIA).

El Milan hoy está lejos de lo que fue en los 80 y los 90. En los estertores de aquella época dorada encontramos a protagonistas como el de hoy, que además jugó en España: Daniele Bonera.

¿Quién era?: Un central italiano de finales de los 90 hasta este mismo año.

¿Por qué se le recuerda?: Pues por formar parte del Milan de segunda mitad de la pasada década y primera mitad de esta que ganó una Champions, entre otros logros.

¿Qué fue de él?: Se retiró el pasado verano en las filas del Villarreal. En la actualidad forma parte del staff técnico del Milan, al que se incorporó inmediatamente después de colgar las botas.

¿Sabías qué…?: El día de su debut en Champions fue expulsado.

– Podía jugar de central o de lateral derecho.

– En 2013 estuvo cerca de fichar por la Juventus, pero renovó con el Milan.

– De su etapa en el Villarreal se recuerda un partido en el que ‘secó’ a Cristiano Ronaldo, cuando el luso jugaba en el Madrid.

– Es íntimo amigo de Alberto Gilardino.

– Fue campeón de Europa sub-21 con Italia en 2004.

– Con Italia estuvo en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y ganó la medalla de bronce.

– Bonera tiene ahora a sus órdenes en el Milan a dos futbolistas con los que jugó en el Villarreal: Mateo Musacchio y Samu Castillejo.

– Está casado y tiene una hija.

– Mide 1,85 metros.

Biografía, palmarés, estadísticas: Daniele Bonera nació en Brescia, Italia, el 31 de mayo de 1981. Debutó como profesional en 1999 en el Brescia. En 2002 firmó por el Parma, donde estuvo cuatro temporadas. En 2006 llegó al Milan, donde pasó nueve temporadas. Luego firmó en 2015 por el Villarreal, donde se retiró este año. En su palmarés tiene un Scudetto, una Supercoppa de Italia, una Champions, una Supercopa de Europa y un Mundialito de clubes. Con Italia jugó 16 partidos.

Os dejo con un vídeo de Bonera ‘secando’ a Cristiano Ronaldo:

Hasta mañana.

Qué fue de… Alberto Gilardino: el último gran goleador italiano

Gilardino, con la Fiorentina en un partido de la Serie A ante el Livorno en febrero de 2010 (Archivo 20minutos).

Si el pasado domingo hablábamos de la inagotable cantera de buenos defensas que hay en Italia, este jueves toca hablar de un delantero, de los que el país transalpino no anda tan sobrada últimamente. Vamos a hablar de Alberto Gilardino.

¿Quién era?: Un delantero italiano de finales de los 90 hasta esta misma década.

¿Por qué se le recuerda?: Pues por ser uno de los mejores goleadores italianos de los últimos tiempos, además de por su prolífica carrera en numerosos equipos de la Serie A.

¿Qué fue de él?: Se retiró en 2018 en las filas del Spezia Calcio. En la actualidad, es el entrenador del Pro Vercelli, de la serie C.

¿Sabías qué…?: Es uno de los 10 máximos goleadores de la historia de la Serie A italiana.

– Su forma de celebrar los tantos era muy característica: ponía una rodilla en tierra y simulaba tocar un violín.

– En 2005, el Milan pagó 25 millones de euros por sus servicios al Parma.

– Tres años después, la Fiorentina lo fichó por 15 millones.

– Es Oficial de la Orden del Mérito de la República Italiana.

– Es el máximo goleador de la historia de la selección italiana sub-21, con 19 goles en 30 partidos.

– Fue medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de 2004 con la azzurra.

– Está casado y tiene tres hijas, Ginevra, Gemma y Giulia.

– Su mejor amigo en el mundo del fútbol es el defensa Daniele Bonera.

– Mide 1,84 metros.

Biografía, palmarés, estadísticas: Alberto Gilardino nació el 5 de junio de 1982 en Biella, Italia. Debutó como profesional en 1999 en el Piacenza. En 2000 recaló en el Verona, donde estuvo dos temporadas. Luego jugó tres años en el Parma, para recalar en 2005 en el Milan. Tres temporadas después lo fichó la Fiorentina, donde jugó cuatro años. En 2012 lo fichó el Genoa, que lo cedió el primer año al Bologna. En 2014 lo contrató el Guangzhou Evergrande, y al año siguiente fue cedido a la Fiore. En 2015 lo fichó el Palermo y al año siguiente se fue al Empoli. Tras un breve paso por el Pescara, en 2017 se fue a la Spezia, donde colgó las botas en 2018. En su palmarés tiene una Champions, una Supercopa de Europa y una Intercontinental, todo con el Milan. Con Italia jugó 57 partidos y marcó 19 goles, y ganó el Mundial de 2006.

Os dejo un vídeo con goles de Gilardino:

Hasta mañana.

Quién fue… Vittorio Pozzo: el único seleccionador que ganó dos Mundiales de fútbol

Pozzo, en 1920 (WIKIPEDIA).

Vamos a cerrar la semana recordando a un personaje histórico del fútbol, un entrenador cuyo hito aún no se ha repetido: haber dirigido dos veces a la selección campeona del mundo: Vittorio Pozzo.

Nacido el 2 de marzo de 1886 en Turín, Vittorio Pozzo estudió de joven en Francia, en Suiza y en Inglaterra. En este último país, en concreto en Manchester, fue donde descubrió los secretos del fútbol y donde se hizo jugador. Como futbolista, desempeñó en el Grasshoppers de Zúrich en 1905 y en el Torino de su ciudad natal entre 1906 y 1911. Al año siguiente empezó a trabajar en la Pirelli, pero poco después, ese mismo 1912, fue elegido seleccionador italiano de cara a los Juegos Olímpicos de Estocolmo, en lo que fue la primera competición oficial de la historia de la selección italiana. Los transalpinos no tuvieron una buena actuación y Pozzo regresó a su empleo en la Pirelli, que compatibilizaba con su cargo de entrenador del Torino.

En 1914, Pozzo participó en la I Guerra Mundial como teniente de los Alpini, la fuerza de élite de montaña del Ejército Italiano. Acabada la Guerra, en 1922 dejó el Torino, pero dos años después, se le volvió a encomendar la dirección de la selección italiana para los Juegos de París, llegando esta vez los azzurri a cuartos. Tras acabar los Juegos, se quedó viudo y empezó también a escribir para el diario La Stampa.

Tras entrenar al Milan dos años, en 1929 volvió a tomar las riendas de la selección, cargo que no dejaría ya en lo siguientes 19 años. El primer éxito llegó en 1930, cuando Italia ganó la Copa Internacional de Centroeuropa, una suerte de Eurocopa primigenia. La ganó pese a que la disputó con el ya famoso Wunderteam austríaco, dirigido por otro genio del fútbol, Hugo Meisl. Ambos entrenadores pasarán a la historia por su innovación táctica. Hasta ese momento, el 2-3-5 era el sistema principal de juego. Pero tanto Meisl como Pozzo le dieron un giro y crearon lo que se ha venido llamando el Método, que no es si no un 2-3-2-3. Es decir, dos defensores, por delante un ‘stopper’ con dos jugadores de banda, dos mediocentros y tres atacantes. Con esta disposición, se creaban superioridades en el centro del campo, con cinco jugadores, que resultaban decisivas. Pep Guardiola, sin ir más lejos, ha puesto en práctica esta táctica, con los buenos resultados que conocemos.

En 1934, Italia acogió el segundo Mundial de la historia. Los anfitriones no eran, ni mucho menos, favoritos. Austria y Hungría eran los principales candidatos a ganar la Copa Jules Rimet. Pero hubo dos circunstancias: una, que ambos equipos centroeuropeos se enfrentaron en cuartos, lo cual benefició a Italia. Y otra, que los arbitrajes fueron escandalosamente caseros. Víctima de ello fue la selección española, que llegaba con estrellas como Ricardo Zamora e Isidro Lángara. En el enfrentamiento de cuartos de final entre Italia y España, el resultado fue de empate a un gol, con una pésima actuación del colegiado belga Louis Baert. En el replay (no había penaltis), Italia ganó 1-0 con gol del mítico Giuseppe Meazza y otro arbitraje casero, esta vez por parte del suizo René Mercet. Tan malo fue su partido que la Federación Suiza lo suspendió. Tras eliminar a Austria en semis, Italia ganó la final a la Checoslovaquia de Planicka. Pozzo fue condecorado por Mussolini por su éxito, que reverdecería cuando la selección italiana se hizo con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936.

Pozzo da instrucciones a sus jugadores en el Mundial del 34 (WIKIPEDIA).

Pozzo da instrucciones a sus jugadores en el Mundial del 34 (WIKIPEDIA).

Italia llegó al Mundial de Francia 38 sin haber perdido ningún partido. Este Mundial se recuerda por algunos aspectos poco agradables, como cuando Italia jugó de negro ante Francia, en cuartos de final, por orden directa de Mussolini, o en ese mismo partido, los jugadores italianos atendieron al himno haciendo el saludo fascista, hecho que supuso un torrente de abucheos. Los jugadores bajaron los brazos pero por orden de Pozzo, volvieron a realizar el saludo con el brazo derecho alzado una vez más. Pozzo no era fascista, que se sepa (tampoco se manifestó en contra), pero en aquella ocasión, su decisión tenía más de entrenador que de político. Sobre el asunto dijo que «nuestros jugadores no piensan en hacer ni un poco de política, pero el saludo fascista es la bandera oficial del momento, es una especie de ceremonia y se debe mostrar lealtad a él. Tengo mis ideas, pero sé cuál es mi deber. Cuando saltamos al campo, tuvimos que escuchar silbidos ensordecedores. Y no bajamos la mano hasta que se detuvieron esos silbidos. La acción de intimidación no ha tenido éxito «. Italia derrotó por 4-2 a Hungría en la final y de nuevo se convirtió en campeona del Mundo.

Pozzo siguió siendo seleccionador hasta 1948. En total, dirigió 97 partidos, con 64 victorias, 17 empates y 16 derrotas. Su porcentaje de victorias, del 66%, sigue siendo el más alto de la historia de los seleccionadores italianos. Tras dejar el banquillo, se dedicó en cuerpo y alma al periodismo, siendo incluso enviado especial de La Stampa al Mundial de Brasil 1950. El 21 de diciembre de 1968, con 82 años de edad, Pozzo falleció en Ponderano.

Hasta el jueves.

Escudos y logos. Los emblemas de las selecciones del 6 Naciones de rugby

Emblemas de las selecciones del 6 Naciones.

Me sorprendió el otro día comprobar cómo no había dedicado un artículo a los emblemas de las selecciones de rugby que disputan el VI Naciones y, en efecto, no lo había hecho hasta ahora. Aunque sospecho que no voy a revelar ningún secreto, creo que merece la pena darle un repaso a los orígenes de los emblemas de Inglaterra, Francia, Irlanda, Italia, Escocia y Gales.

La Rosa de Inglaterra: En Inglaterra, selecciones como la de fútbol, la de cricket o la de hockey, tienen a los tres leones o leopardos de los Plantagenet como emblema, pero curiosamente, el equipo nacional de rugby no, sino que luce una rosa roja. Lo hace desde siempre, es decir, desde que en 1871 disputara el primer partido internacional de su historia. En realidad, no se sabe a ciencia cierta por qué se eligió este símbolo, pero hay algunas teorías plausibles. La primera y la más aceptada es que se trata de la rosa roja de la casa de Lancaster (que como sabéis, se enfrentó a la de York en la llamada Guerra de las Dos Rosas, porque ésta familia estaba representada por una rosa blanca). En realidad, cuando Enrique VII de Lancaster se casó con Isabel de York, al acabar la guerra, ambas se fusionaron y la rosa real de Inglaterra es bicolor, si bien algunos descendientes de Enrique VII, como Isabel I, se identificaron más con la rosa roja por ser descendientes directos de los Lancaster. Sea como fuere, la RFU eligió, seguramente de manera inapropiada, la rosa roja como símbolo de Inglaterra. La segunda teoría procede de la casa natal del rugby, el colegio Rugby School. En su escudo hay dos rosas rojas, aportadas por el fundador de la escuela, al cual la reina Isabel I concedió un escudo de armas. Se cree que el primer uniforme de Inglaterra (blanco) se inspiró en el que usaban los alumnos de la Rugby School, por lo que la RFU eligió la rosa para matar dos pájaros de un tiro: como homenaje al colegio y porque representa a Inglaterra y su monarquía. La tercera teoría, menos creíble, es que se adoptó la rosa roja porque es el emblema del condado de Lancashire, de donde procedían los encargados de aportar los uniformes ingleses para el primer partido internacional de la historia.

El Gallo de Francia: Mucho más claro está el origen del emblema de Francia, el gallo. Es el símbolo del equipo nacional desde 1911 (antes lució dos anillos, uno rojo y uno azul, entrelazados, si bien era el logotipo de la Unión de Sociedades Francesas de Deportes Atléticos), y ya antes lo usaba la selección de fútbol. Además de por las propias características del gallo (un animal bravo, orgulloso y combativo), queda claro que se elige este animal por ser uno de los símbolos de Francia. El origen de esta simbología es algo trivial, porque procede de la palabra latina gallus, que tiene doble significado: ‘gallo’ y ‘galo’ o francés. A partir del Renacimiento se empieza a usar como símbolo nacional y tras la Revolución Francesa, se adopta en contraposición de la flor de lis monárquica. Aunque Napoleón sustituyó el gallo por el más ostentoso águila, la II República Francesa recuperó el símbolo.

El Trébol de Irlanda: O mejor dicho, los tréboles, porque son tres los que engalanan el escudo de Irlanda. De nuevo en este caso la planta apareció en las camisetas de Irlanda desde su primer partido internacional. El trébol es el símbolo de Irlanda desde el siglo XVIII y a su vez es el símbolo de San Patricio, el patrón de la isla. La relación entre el santo y la planta procede de la leyenda que afirma que fue un trébol lo que San Patricio usó en el siglo V para explicar a los paganos locales el misterio de la Santísima Trinidad durante su evangelización de la isla. Ya antes era un símbolo recurrente en la mitología celta.

El Escudo de Italia: al contrario que sus rivales en el torneo VI Naciones, el emblema de Italia tiene poco de original o de evocador. En sus inicios, la selección italiana lució el escudo nacional de la Italia mussoliniana, y después un simple escudo tricolor, con los colores de la bandera. En 1998 se adoptó el emblema actual, que lleva el nombre del país, las siglas de la federación y unos laureles como ornamento.

El Cardo de Escocia: el cardo es el símbolo de Escocia y como tal, se incorporó al primer uniforme de la selección escocesa en su debut en 1871. ¿De dónde procede esta simbología? Pues de una vieja leyenda. Se cuenta que los invasores normandos, en una de sus incursiones en la costa británica, llegaron a Escocia para saquearla ocultos en las sombras del a noche, pero uno de los vikingos, que caminaba descalzo, tuvo la mala fortuna de pisar un cardo. Evidentemente, se pinchó, y su grito de dolor despertó a los escoceses de la población cercana, que pudieron levantarse a tiempo, combatir y derrotar a los invasores. El cardo se adoptó como símbolo de Escocia en el reinado de Alejandro III (1249).

Las Plumas de Gales: el símbolo de Gales rompe con la tendencia de las otras selecciones británicas, ya que la flor nacional galesa es el narciso y la planta nacional el puerro, pero no son los que representa a la selección de rugby. En el siglo XIX, la WRU eligió las tres plumas y la corona, que son el emblema del Príncipe de Gales (esto es, del heredero de la Corona), como demostración de su lealtad a Reino Unido. ¿Y de dónde proceden las tres plumas como emblema? Pues hay que remontarse a 1346, en concreto a una de las principales batallas de la Guerra de los 100 años, la de Crécy. Al poco de acabar la contienda, el heredero de la corona e hijo del rey Eduardo III de Inglaterra, Eduardo de Woodstock (más conocido como el Príncipe Negro), halló el cadáver del rey Juan de Bohemia, que había combatido con los franceses. El monarca bohemio lucía como emblema tres plumas de avestruz y el lema Ich dien (en alemán, ‘yo sirvo’), y el Príncipe Negro lo adoptó como enseña. En realidad, los expertos creen que esta historia tiene poca base histórica y que el Príncipe Negro adoptó las plumas de avestruz como emblema para los tiempos de paz (y para los torneos) como herencia de su madre, Philippa de Hainault, cuya familia usaba un avestruz como símbolo.

Espero que el artículo haya resultado de vuestro interés. Hasta mañana.

Qué fue de… Paolo Bettini: clasicómano, oro olímpico y campeón del mundo

Bettini, ganando el Mundial de 2006 (Archivo 20minutos).

Vamos a hablar hoy de otro clasicómano que vivió glorias destinadas a unos pocos, tales como unos Juegos Olímpicos o un Mundial. Es Paolo Bettini.

¿Quién era?: Un ciclista italiano de finales de los 90 a finales de la pasada década.

¿Por qué se le recuerda?: Pues por ser uno de los mejores clasicómanos de la historia, bicampeón mundial y oro olímpico.

¿Qué fue de él?: Se retiró en 2008 en las filas del Quickstep. En la actualidad

¿Sabías qué…?: Empezó a competir con siete años.

– Su primera bici fue una de segunda mano, confeccionada con partes de otras, que su padre pintó de naranja.

– Su primer maillot arcoíris lo logró en 2006 en Salzburgo, por delante de Erik Zabel y Alejandro Valverde.

– El segundo, un año después, en Stuttgart, por delante del ruso Kolobnev y del alemán Schumacher.

– Antes, en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, logró el oro por delante del portugués Sérgio Paulinho y el belga Axel Merckx (sí el hijo de Eddy).

– Ganó una etapa del Tour, dos del Giro y cinco de la Vuelta a España.

– Era apodado ‘el Grillo’, por su tamaño y por la rapidez de sus ataques.

– Tras su retirada fue seleccionador italiano.

– Colaboró con Fernando Alonso en el proyecto de creación del equipo ciclista del piloto asturiano.

– Mide 1,69 metros.

Biografía, palmarés, estadísticas: Paolo Bettini nació el 1 de abril de 1974 en Cecina, Toscana, Italia. Debutó como profesional en 1997 en el MG. En 1998 corrió en el Asics. Entre 1999 lo hizo en el Mapei y desde 2003 a 2008, en el Quickstep. En su palmarés tiene los citados mundiales, dos campeonatos italianos, el citado oro olímpico, dos Lieja-Bastogne-Lieja, una Milán-San Remo y dos Giros de Lombardía, entre otros triunfos.

Os dejo un vídeo dedicado a Bettini:

Quién fue… Italo Alaimo: murió electrocutado en el reconocimiento médico de su nuevo equipo

Cromo de Alaimo (PANINI).

Vamos a cerrar la semana con una de esas historias peculiares que de vez en cuando os traigo los domingos. El protagonista es italiano y se llama Italo Alaimo.

Nacido en Roma el 8 de septiembre de 1938, debutó como profesional en 1957 en la Reggina. Alaimo era extremo y pasó los primeros años de su carrera en la Serie C o tercera categoría del fútbol italiano.

Tras jugar en equipos como el Tevere Roma, el Volsinio o el Chieti, en 1963 regresó a la Reggina, donde logró un ascenso a Serie B en 1965.

Tres años después, Alaimo llegó a un acuerdo con el Novara, equipo también de la Serie B. El equipo piamontés pagó 35 millones de liras por sus servicios.

Alamo fue presentado ante los fans el 17 de julio de aquel 1967, y acto seguido se dirigió al hospital Maggiore de la localidad para llevar a cabo el tradicional y preceptivo reconocimiento. El jugador se subió a una bicicleta estática para ser sometido a un test de esfuerzo. Cuando acabó la prueba e iba a bajar de la bici, Alaimo sufrió un fuerte espasmo y dio un alarido. Intentó separarse del manillar, pero no podía. El personal médico le quitó los electrodos que medían sus constantes, pero Italo Alaimo ya estaba muerto. Todos los intentos para reanimarle fueron en vano.

Se llevó a cabo una investigación que concluyó que la muerte del jugador se debió a una electrocución. La instalación eléctrica era deficiente. Los médicos fueron exonerados, pero el jefe de electricidad, un inspector y otro técnico del hospital fueron acusados de homicidio negligente. En noviembre de 1972, el juicio fue anulado por un defecto de forma.

Tras la muerte de Alaimo, la ciudad de Reggio di Calabria le dedicó una calle al jugador.

Hasta el próximo jueves.