El desastre aéreo de Múnich: el accidente que casi destruye al Manchester United

Imagel del accidente (WIKIPEDIA).

Imagen del accidente (WIKIPEDIA).

En un par de ocasiones os ha hablado de personajes que se vieron afectados por el desastre aéreo de Múnich de 1958. Hoy he decidido hablar del suceso en sí mismo.

Era la temporada 1957/1958. El Manchester United, de la mano de Matt Busby, era doble campeón de la Liga inglesa. En febrero era ya líder destacado del campeonato y en Europa optaba a ser el primer equipo en derrocar al Real Madrid, único ganador hasta ese momento (era el tercer año de vida de la Copa de Europa).

Los éxitos de aquel equipo estaban cimentados no sólo en Matt Busby, sino en una extraordinaria generación de jugadores, liderados por Duncan Edwards y, entre otros, por un jovencísimo talento llamad Bobby Charlton.

Tras eliminar al Shamrock Rovers irlandés y al Dukla de Praga checoslovaco en dieciseisavos y octavos respectivamente, el United quedó emparejado en cuartos con el Estrella Roja de Belgrado. En la ida, los ‘Diablos Rojos’ ganaron 2-1, con goles de Charlton y Colman. En la vuelta, en Belgrado, el 5 de febrero, el resultado fue de 3-3 (con goles de Viollet y doblete de Charlton), por lo que el United se metía en semifinales, donde se las vería con el AC Milan.

El avión siniestrado, antes del accidente (WIKIPEDIA).

El avión siniestrado, antes del accidente (WIKIPEDIA).

El despegue de Belgrado se retrasó una hora porque uno de los jugadores, Johnny Berry, había perdido su pasaporte. Al final despegó y aterrizó en Alemania (Múnich), a las 13.15 horas del 6 de febrero, para repostar combustible. La aeronave, de British Airways, era un Airspeed Ambassador, de seis años de antigüedad, mientras que a los mandos había dos experimentados pilotos, James Thain y Kenneth Rayment. Ambos tenían experiencia en la RAF y Rayment había sido piloto de combate condecorado en la II Guerra Mundial. Además, había un oficial de radio, dos azafatas y un asistente de cabina. A estos seis tripulantes había que sumar 38 pasajeros: 17 futbolistas, cuatro miembros del equipo técnico, 11 periodistas, un amigo de Matt Busby, un diplomático yugoslavo, su esposa y su hija y un agente de viajes y su esposa.

Tras repostar, la torre de control dio al avión permiso para despegar a las 14.19 horas, maniobra que podían hacer hasta las 14.31 minutos. El avión trató de despegar dos veces, pero en ambas ocasiones hubo problemas con los motores. De hecho, los pasajeros bajaron del avión y regresaron a la terminal. Además, hacía un día de mucho viento y frío en la capital bávara. Duncan Edwards mandó a casa un telegrama desde el aeropuerto: «Todos vuelos cancelados. Volamos mañana. Duncan». El delantero internacional inglés se equivocaba.

El capitán, James Thain, obsesionado con llegar en su fecha a Inglaterra, insistó en despegar de nuevo. 15 minutos después de haber bajado del avión, el pasaje fue llamado de nuevo a embarcar. El irlandés Billy Whelan, delantero, no estaba muy convencido, pero bromeó al subir de nuevo al avión: «Si nos matamos, yo estoy preparado».

Piedra de granito situada a escasos metros del lugar del accidente, en Múnich (WIKIPEDIA).

Piedra de granito situada a escasos metros del lugar del accidente, en Múnich (WIKIPEDIA).

A las 14.56 empezó la maniobra de despegue. El avión una vez en el aire, empezó a perder velocidad de manera alarmante, lo cual le impidió coger altura. «Dios, no lo vamos a conseguir», dijo el piloto Kenneth Rayment. A las 15.04 horas, el avión se estrelló en una zona aledaña al aeropuerto, colisionando con una valla y una casa que, por fortuna, estaba vacía en ese momento.

Tras la colisión, las primeras en salir del avión fueron las azafatas, Margaret Bellis y Rosemary Cheverton, seguidas de Bill Rodgers, el oficial de radio. Rayment quedó atrapado y le dijo a Thain que saliera sin él. Thain le prometió que volvería a por él. Por su parte, entre los jugadores, el portero norirlandés Harry Gregg se repuso pese a tener una seria herida sangrante en la cabeza. Así, ayudó a salir a la mujer del diplomático yugoslavo y a su bebé. La mujer, por cierto, estaba embarazada. También sacó del avión, muy malherido, a su entrenador Matt Busby.

Siete futbolistas murieron en el acto: Geoff Bent, Roger Byrne, Eddie Colman, Mark Jones, David Pegg, Tommy Taylor y el citado anteriormente Billy Whelan. También fallecieron en el acto Tom Cable, asistente de cabina; Walter Crickmer, secretario del club; Tom Curry y Bert Whalley, miembros del equipo técnico; los periodistas Alf Clarke, Donny Davis, George Follows, Tom Jackson, Archie Ledbrooke, Henry Rose y Eric Thompson; el agente de viajes Bela Miklos y Willie Satinoff, amigo de Matt Busby.

Tres personas más fallecerían después. La primera fue Frank Swift, del que ya hemos hablado en el blog. Era un legendario exportero del Manchester City y de la selección inglesa (y excompañero de equipo de Matt Busby). Swift trabajaba como periodista deportivo para el News of the World y viajaba con el United. En el choque, se seccionó la aorta con el cinturón de seguridad y falleció de camino al hospital.

Duncan Edwards, estrella del equipo, sobrevivió al choque y fue ingresado en el Rechts der Isar Hospital de Múnich, con numerosas fracturas en las piernas y en las costillas y con los riñones dañados. Aunque los médicos dudaban de que volviera a jugar al fútbol, confiaban en salvarle la vida. Por desgracia, y pese a pasar 15 días luchando por su vida, el fallo renal le causó la muerte en la madrugada del 21 de febrero de aquel 1958. Tenía 21 años.

Antes incluso que Edwards, hubo otro fallecido después del choque: fue Kenneth Rayment, el copiloto. Con un fuerte traumatismo craneoencefálico, sufrió daño cerebral y murio el 15 de marzo en el mismo Rechts de Isar Hospital de Múnich.

Una de las placas en Old Trafford dedicada a las víctimas (WIKIPEDIA).

Una de las placas en Old Trafford dedicada a las víctimas (WIKIPEDIA).

De los nueve jugadores supervivientes, dos no volvieron a jugar jamás debido a sus lesiones. Fueron Johnny Berry y Jackie Blanchflower (hermano del mítico Danny Blanchfower). Berry, por ejemplo, perdió todos sus dientes tras una terrible fractura de mandíbula. Pasó dos meses hospitalizado en Alemania, sin saber el destino de sus compañeros. Los médicos temían que su salud empeorara al enterarse de la tragedia. No supo la verdad hasta llegar a Inglaterra. De hecho, en el hospital se quejaba amargamente de que su mejor amigo, Tommy Taylor, no hubiera ido a visitarlo. No sabía que Taylor estaba muerto. Johnny Berry fue el primer futbolista de los supervivientes en fallecer, en 1994. Blanchflower murió en 1998.

El resto de supervivientes fueron Bobby Charlton, Bill Foulkes, el citado Harry Gregg, Kenny Morgans, Albert Scanlon, Dennis Viollet y Ray Wood. Solo Sir Bobby Charlton y Harry Gregg siguen aún vivos mientras os escribo estas líneas. Son los dos únicos jugadores del United que aún pueden contarlo.

De la tripulación, sobrevivieron las dos azafatas (una de ellas, Margaret Bellis, falleció en 1998), el operador de radio (falleció en 1997) y el piloto, James Thain. Éste tuvo que enfrentarse a una acusación formal del gobierno alemán como el causante del accidente, pero fue declarado inocente. No obstante, falleció de un ataque al corazón en 1975, cuando aún tenía 53 años.

También sobrevivieron tres de los periodistas: Ted Ellyard, que falleció en 1964; Peter Howard, que falleció en 1996 y Frank Taylor, que murió en 2002. El diplomático yugoslavo Nebojsa Tomasevic también sobrevivió, así como Vera Lukic, su esposa, y su hija Vesna. También sobrevivió Eleanor Miklos, esposa del agente de viajes fallecido.

Y por supuesto, también sobrevivió el entrenador, Sir Matt Busby, pese a que no las tuvo todas consigo. El técnico escocés, que por entonces contaba con 49 años, había sufrido graves heridas, de tal calibre que hasta en dos ocasiones recibió la extrema unción. A las tres semanas del accidente, Busby se enteró del destino de sus jugadores. Quiso abandonar el fútbol y se sentía culpable. Su mujer, Jean, fue quien le quitó de la cabeza esos pensamientos y le conminó a seguir trabajando por la memoria de sus chicos. Nueve semanas después de ingresar en el hospital, Busby salió.

Reloj en Old Trafford que marca la fecha del desastre (WIKIPEDIA).

Reloj en Old Trafford que marca la fecha del desastre (WIKIPEDIA).

Lo demás es historia. Sir Matt Busby se encargó de reconstruir un equipo literalmente destruido. En los años siguientes fichó a jugadores como el norirlandés George Best o el escocés Danis Law, y tan sólo diez años después de la tragedia de Múnich, el Manchester United logró ganar la Copa de Europa y convertirse en el primer club inglés en lograrlo. Entre aquellos campeones, además de Busby, estaban Sir Bobby Charlton y Bill Foulkes.

Como imaginaréis, la tragedia de Múnich es recordada constantemente en torno al United. En Old Trafford hay dos placas y un reloj (con la fecha del choque) en honor de los fallecidos (también en Alemania, en el lugar del accidente, hay erigidos memoriales). En febrero de 2008, además, para conmemorar el 50 Aniversario de la tragedia, se celebró un homenaje con motivo del derbi de Manchester en Old Trafford. Los jugadores del United salieron ataviados con una réplica del uniforme de los 50. A todos los hinchas, de uno y otro equipo, se les repartieron bufandas conmemorativas de estilo clásico (con dorsales del 1 al 11, sin patrocinador ni nombre en la espalda) y ambas aficiones dieron la talla, creando un sentido y espectacular homenaje. El minuto de silencio, precedido por el sonido de una gaita, fue respetado de manera admirable por la afición citizen. El City, por cierto, ganó el partido por 2-1. Habrá que ver qué se prepara en 2018, dentro de un par de años, en el segundo aniversario de la tragedia.

Dejadme también que os recomiende United, una película de 2011 que narra estos hechos, con Dougray Scott en el papel de Matt Busby.

Os dejo con un reportaje sobre la tragedia:

Hasta el miércoles.

1 comentario

  1. Dice ser ruomalg

    Un episodio terrible el de hoy. Con sucesos como este es difícil imaginas que uno se pueda reponer ante la desgracia pero ellos no sólo lo consiguieron sino que además iniciaron la primera era dorada del Manchester United. No lo comenté en el post sobre Swift, pero es mala suerte que algo que salva tantas vidas como el cinturón de seguridad le terminara matando.

    17 octubre 2016 | 00:03

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