Quién fue… Vittorio Pozzo: el único seleccionador que ganó dos Mundiales de fútbol

Pozzo, en 1920 (WIKIPEDIA).

Vamos a cerrar la semana recordando a un personaje histórico del fútbol, un entrenador cuyo hito aún no se ha repetido: haber dirigido dos veces a la selección campeona del mundo: Vittorio Pozzo.

Nacido el 2 de marzo de 1886 en Turín, Vittorio Pozzo estudió de joven en Francia, en Suiza y en Inglaterra. En este último país, en concreto en Manchester, fue donde descubrió los secretos del fútbol y donde se hizo jugador. Como futbolista, desempeñó en el Grasshoppers de Zúrich en 1905 y en el Torino de su ciudad natal entre 1906 y 1911. Al año siguiente empezó a trabajar en la Pirelli, pero poco después, ese mismo 1912, fue elegido seleccionador italiano de cara a los Juegos Olímpicos de Estocolmo, en lo que fue la primera competición oficial de la historia de la selección italiana. Los transalpinos no tuvieron una buena actuación y Pozzo regresó a su empleo en la Pirelli, que compatibilizaba con su cargo de entrenador del Torino.

En 1914, Pozzo participó en la I Guerra Mundial como teniente de los Alpini, la fuerza de élite de montaña del Ejército Italiano. Acabada la Guerra, en 1922 dejó el Torino, pero dos años después, se le volvió a encomendar la dirección de la selección italiana para los Juegos de París, llegando esta vez los azzurri a cuartos. Tras acabar los Juegos, se quedó viudo y empezó también a escribir para el diario La Stampa.

Tras entrenar al Milan dos años, en 1929 volvió a tomar las riendas de la selección, cargo que no dejaría ya en lo siguientes 19 años. El primer éxito llegó en 1930, cuando Italia ganó la Copa Internacional de Centroeuropa, una suerte de Eurocopa primigenia. La ganó pese a que la disputó con el ya famoso Wunderteam austríaco, dirigido por otro genio del fútbol, Hugo Meisl. Ambos entrenadores pasarán a la historia por su innovación táctica. Hasta ese momento, el 2-3-5 era el sistema principal de juego. Pero tanto Meisl como Pozzo le dieron un giro y crearon lo que se ha venido llamando el Método, que no es si no un 2-3-2-3. Es decir, dos defensores, por delante un ‘stopper’ con dos jugadores de banda, dos mediocentros y tres atacantes. Con esta disposición, se creaban superioridades en el centro del campo, con cinco jugadores, que resultaban decisivas. Pep Guardiola, sin ir más lejos, ha puesto en práctica esta táctica, con los buenos resultados que conocemos.

En 1934, Italia acogió el segundo Mundial de la historia. Los anfitriones no eran, ni mucho menos, favoritos. Austria y Hungría eran los principales candidatos a ganar la Copa Jules Rimet. Pero hubo dos circunstancias: una, que ambos equipos centroeuropeos se enfrentaron en cuartos, lo cual benefició a Italia. Y otra, que los arbitrajes fueron escandalosamente caseros. Víctima de ello fue la selección española, que llegaba con estrellas como Ricardo Zamora e Isidro Lángara. En el enfrentamiento de cuartos de final entre Italia y España, el resultado fue de empate a un gol, con una pésima actuación del colegiado belga Louis Baert. En el replay (no había penaltis), Italia ganó 1-0 con gol del mítico Giuseppe Meazza y otro arbitraje casero, esta vez por parte del suizo René Mercet. Tan malo fue su partido que la Federación Suiza lo suspendió. Tras eliminar a Austria en semis, Italia ganó la final a la Checoslovaquia de Planicka. Pozzo fue condecorado por Mussolini por su éxito, que reverdecería cuando la selección italiana se hizo con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936.

Pozzo da instrucciones a sus jugadores en el Mundial del 34 (WIKIPEDIA).

Pozzo da instrucciones a sus jugadores en el Mundial del 34 (WIKIPEDIA).

Italia llegó al Mundial de Francia 38 sin haber perdido ningún partido. Este Mundial se recuerda por algunos aspectos poco agradables, como cuando Italia jugó de negro ante Francia, en cuartos de final, por orden directa de Mussolini, o en ese mismo partido, los jugadores italianos atendieron al himno haciendo el saludo fascista, hecho que supuso un torrente de abucheos. Los jugadores bajaron los brazos pero por orden de Pozzo, volvieron a realizar el saludo con el brazo derecho alzado una vez más. Pozzo no era fascista, que se sepa (tampoco se manifestó en contra), pero en aquella ocasión, su decisión tenía más de entrenador que de político. Sobre el asunto dijo que «nuestros jugadores no piensan en hacer ni un poco de política, pero el saludo fascista es la bandera oficial del momento, es una especie de ceremonia y se debe mostrar lealtad a él. Tengo mis ideas, pero sé cuál es mi deber. Cuando saltamos al campo, tuvimos que escuchar silbidos ensordecedores. Y no bajamos la mano hasta que se detuvieron esos silbidos. La acción de intimidación no ha tenido éxito «. Italia derrotó por 4-2 a Hungría en la final y de nuevo se convirtió en campeona del Mundo.

Pozzo siguió siendo seleccionador hasta 1948. En total, dirigió 97 partidos, con 64 victorias, 17 empates y 16 derrotas. Su porcentaje de victorias, del 66%, sigue siendo el más alto de la historia de los seleccionadores italianos. Tras dejar el banquillo, se dedicó en cuerpo y alma al periodismo, siendo incluso enviado especial de La Stampa al Mundial de Brasil 1950. El 21 de diciembre de 1968, con 82 años de edad, Pozzo falleció en Ponderano.

Hasta el jueves.

4 comentarios

  1. Dice ser El verdugo de las tonterias

    Sólo una pregunta de aclaración: pero Pozo no ganó las Olimpiadas también? El otro día Mancini, actual seleccionador de Italia dijo: «Ya me gustaría ser como Pozzo que ganó 2 Mundiales y una Olimpiada. Yo de momento me conformo con ganar el próximo Europeo.»

    20 octubre 2019 | 10:52

  2. Edu Casado

    Tienes toda la razón. Voy a añadirlo. Gracias por tu comentario.

    20 octubre 2019 | 10:55

  3. Dice ser El Verdugo de las tonterias

    Gracias a ti por dedicarle un articulo tan detallado a este grande pero ya muy olvidado entrenador. En Italia es toda una leyenda pero en el resto del mundo está bastante olvidado. Considerando el palmares mundialista que tiene y nadie nunca ha igualado quizás se merecería como un homenaje póstumo de la FIFA, digo yo. Y disculpa por mi apodo que obviamente no va contigo. Tiene a que ver con otra persona.

    20 octubre 2019 | 14:56

  4. Dice ser ruomalg

    Está más completo este artículo que el que publicaste cinco años atrás en el blog sobre historias de los Mundiales. Con el triunfo en Francia la squadra azzurra demostró que podía ganar el Mundial de forma limpia, lo que no quita lo escandaloso de los arbitrajes de la edición anterior. Una pequeña corrección: el partido contra Austria tuvo lugar en semifinales; en cuartos los italianos se enfrentaron a España, que por cierto venía de vencer en octavos (3-1) a un Brasil muy distinto del que hemos visto desde mediados del siglo pasado.

    28 octubre 2019 | 11:00

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