Tras los asientos delanteros de mi taxi, cual bebés de canguro impreso, dormitan a diario (y a disposición de mis clientes) diversos ejemplares de la prensa nacional: El País, Público, 20minutos y ABC (selección meditada, madurada y macerada).
Los dos primeros por acercar su línea editorial a una izquierda más o menos cercana a mi ya de por sí maltrecha y desgastada ideología (famoso es el dicho «eres más tonto que un taxista de izquierdas»); 20minutos por su gratuidad, su objetividad y su amena y correcta selección de las noticias más destacadas del día (y porque me pagan); y el ABC por representar a la derecha civilizada, seria y democrática (a destacar el suplemento cultural de los Sábados ABCD).
Hace tiempo que dejé de comprar El Mundo (por su línea Goebbeliana y sus constantes hostias al Estado de Derecho) y La Razón (por regalar dos croissants retractilados los Domingos y, en definitiva, por resultar poco o nada serio).
Según mi propia estadística (corporativismos aparte), el diario más leído por mis clientes es el 20minutos, seguido de cerca por El País, luego el ABC y, por último, Público:
Este fue precisamente el elegido ayer mismo por uno de mis clientes. Al tomarlo, leyó en voz alta su titular de portada:
– «La cumbre acaba en bronca».
– Menuda se lió ayer con Chávez – dije.
– Sí. Lo he visto en las noticias esta mañana. ¡Menudo cabreo tenía el Rey!. ¿Qué fue lo que le dijo a Chávez…?
– ¿Por qué no te callas? – respondí.
– Hombre, no hace falta que se ponga así…
– No me refería a usted. Es la frase que dijo el Rey…
– Ups…