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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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¿Qué futuro les espera a los Diarios?

En las últimas semanas se han producido un buen número de noticias referidas a los periódicos y a la profesión periodística. Hace tiempo que no echo una mirada en esa dirección, así que éste puede ser un buen momento.

Por primera vez en varios años el sector es protagonista de buenas noticias. El Libro Blanco de la Prensa en España, elaborado por Deloitte para la AEDE, afirma que el sector de la prensa diaria consolida su recuperación y duplica sus beneficios hasta superar los 59 millones de euros. El cambio de tendencia se debe al recorte en los gastos y a una cierta recuperación en la inversión publicitaria.

Los gratuitos contribuyeron a aumentar la lectura de Diarios

Los medios Impresos son los que menos están notando el crecimiento de la inversión publicitaria pero, aún así, si hacemos caso a Deloitte, empiezan a ver cómo les llega algo más de dinero.

Claro que ni siquiera en ese informe son todo buenas noticias: la Difusión de los Diarios cae un 7% y las Ventas un 9%.

De hecho los grandes diarios nacionales siguen perdiendo dinero, incluso más que el año anterior. Son los regionales los que ayudan a cambiar el signo de la balanza.

Esa conjunción de noticias buenas y malas no se da sólo en España. En el campo internacional vemos que mientras The Times amplía su tirada y alcanza sus mejores cifras desde 2012, se produce el primer abandono del papel por parte de un título histórico: el pasado 1 de enero dejó de imprimirse el diario La Presse de Montreal, que durante muchos años fue líder de la prensa francófona de Canadá.

Pero con todo lo malo que esto supone, lo peor no son las pérdidas económicas, ni los cambios de soporte; hay noticias aún peores: los Diarios están dejando de ser la referencia a la hora de informarse; así lo refleja en el Reino Unido un estudio elaborado para Ofcom, el regulador de telecomunicaciones. Se sitúan por detrás de la Televisión, Internet y la Radio. No creo que si se hiciera en España un estudio como ese los resultados fueran muy diferentes.

De hecho, el Informe Anual de la Profesión Periodística, que elabora un equipo dirigido por Luis Palacio para la Asociación de la Prensa de Madrid, el entretenimiento y el espectáculo están ganando terreno a la información. También aquí es la Televisión quien se pone a la cabeza (al menos del negocio; no sé si está tan claro que lo sea de la información). La precariedad y la superficialidad parecen haberse impuesto en una época marcada por Twitter y las tertulias.

Pero este informe contiene muchísima información muy interesante y merece la pena dedicarle un post específico.

Lo haré.

15 años de diarios gratuitos: ¡Felicidades a 20minutos!

Recuerdo la primera vez que llegó a la agencia un comercial de Madrid y más, el nombre con el que se lanzó lo que, poco tiempo después sería 20minutos.

Recuerdo también las frases, ambas con doble sentido, con las que se lanzó: El diario que no se vende y Nadie da un duro por nosotros.

Yo creo que me metieron en aquella reunión para que dijera que el proyecto no iba a tener éxito, que nunca tendríamos en cuenta en las planificaciones a un diario gratuito. La gente de mi empresa tenía como referencia La Farola, la publicación solidario de ayuda a los mendigos, sin periodicidad determinada que ya llevaba un tiempo en las calles y no peleaba por la inversión publicitaria. Mi argumento fue el contrario: si dónde más invertíamos era en Televisión en abierto, el medio gratuito por excelencia, ¿por qué no había de triunfar un diario para todos que se ofrecía en las calles sin coste alguno?

Ese fue mi primer contacto con la prensa diaria gratuita. Creo que publiqué un artículo en alguna revista del sector publicitario comentando mis ideas.

Unas ideas que también defendí en la Comisión Técnica de AIMC en la que participaba entonces y en la que los diarios de pago no vieron que, más importante que la parte de tarta que se iban a llevar los gratuitos, lo trascendente era que crecería mucho el número de lectores de diarios. Nunca ha habido, y nunca habrá, más lectores de diarios que en algunos años del pasado decenio.

Poco tiempo después me invitaron al primer Congreso de Prensa Gratuita, que se celebró en Valencia. Recuerdo mi intervención, sobre todo, porque suscitó fuertes reacciones entre los editores de pequeñas publicaciones locales, que se sentían maltratados por las fuentes de datos y, sobre todo, por las agencias. Me vieron como un enemigo. En mi charla hablaba del tiempo que, según el EGM, dedicaba el español medio al consumo de cada medio y, casualidad, a los diarios les correspondían 20 minutos. Allí conocí a JAMS, José Antonio Martínez Soler, el fundador de esta publicación, que celebró mucho esta anécdota. Aunque habíamos coincidido en RTVE en la misma época, él en un puesto importante y yo en uno oscuro, no nos conocíamos. También conocí a Arsenio Escolar, el Director, que unos años después me retó a escribir un blog, que acabó siendo, hará pronto ocho años Casi Enteros.

Los Reyes y otras autoridades, con la dirección de 20minutos, en la fiesta de ayer.

Seguí asistiendo a los Congresos de Prensa Gratuita algunos años más, incluso impartiendo charlas diferentes. Recuerdo que en el de Marbella compartí mesa con el gran Lluis Bassat. Luego dejaron de invitarme.

A 20minutos se unieron otros diarios gratuitos: Metro, ¡Qué! y ADN. La oferta se multiplicaba. Los lectores de diarios también. 20minutos llegó a ser el diario con mayor número de lectores según el EGM y lo fue durante varios años.

Pero no había mercado publicitario para tantos. Y en esas llegó la crisis. Fueron cerrando uno detrás de otro y quedó solo, como en el año 2000, el 20minutos. Para entonces tenía una magnífica versión digital, que era una referencia y que ha llegado a ser la segunda marca informativa digital con más lectores en español en todo el mundo.

Desde el verano de este año el Grupo Heraldo, uno de los más veteranos de la prensa española, es el nuevo propietario del diario. Se anuncia una nueva etapa, con ideas renovadas.

De momento ayer se celebró la fiesta del 15º aniversario, con presencia de los Reyes, la Vicepresidenta del Gobierno, varias ministras, Presidentes de comunidades autónomas y varios candidatos a la presidencia en las próximas elecciones. Todos expresaron sus buenos deseos para esta nueva etapa.

Yo también deseo que sea muy feliz, a la vez que agradezco tener este hueco para expresar mis ideas.

Número Cero: el diario fantasma de Umberto Eco

Por mi profesión (no sé, incluso, si por mis oposiciones a RTVE) conocía la obra del Umberto Eco ensayista, o semiólogo, antes de la publicación de El nombre de la rosa. Había leído algunas cosas, recuerdo Obra abierta y Apocalípticos en integrados en la sociedad de masas, que ahora volverían a ser actuales. Siempre eran interesantes y se leían bien, sobre todo comparadas con otras cosas que había que leer por obligación en aquella época.

Recuerdo que cuando se publicó El nombre de la rosa para mí fue una sorpresa muy agradable y la devoré en unos pocos días. Desde entonces he leído casi toda la narrativa que ha ido publicando, con sensaciones desiguales pero casi siempre positivas.

Así que, cuando el Día del Libro (sí; como no estoy en Cataluña, me regalo yo mismo los libros) Número cero en una librería, lo compré sin dudar.

Ha sido otra de mis lecturas de este verano. Como es muy corta y era verano me duró un par de días. Me quedé con la sensación de que el tema, sumamente interesante y muy relacionado con el contenido habitual de este blog, daba para bastante más.

¿Podría crearse un periódico con el único objetivo de extorsionar y chantajear?¿O con el fin de ocultar determinadas noticias interesantes tras una maraña de informaciones sensacionalistas? Evidentemente podría hacerse; es más, aunque la trama se sitúa en la Italia de 1992, sonaría bastante real en la mayor parte de los países de la Europa actual, incluido el nuestro.

El commendatore Vimercate, que podría recordar a algún empresario reconvertido en político, decide crear un diario Domani (Mañana) que se publicará un año después (aunque desde el principio se intuye que nunca llegará a publicarse). Su finalidad es elaborar dossiers para tenerlos a punto en el momento en el que Vimercate los necesite. Si la realidad no es exactamente así, hay que reconocer que la situación creada por Eco es terriblemente verosímil.

A partir de ahí se elabora toda una trama muy interesante que, en mi opinión, se complica cuando uno de los redactores decide investigar la muerte (o mejor la no muerte) de Mussolini. En la autopsia del cadáver deformado no aparecen algunas de las enfermedades que el dictador padecía, de lo que se deduce que el muerto no era Il Duce sino su doble. El Mussolini real habría huído, se habría refugiado en Argentina y se habría convertido en la figura central de un golpe de Estado en los años ochenta si una segunda muerte (ésta real e inoportuna) no lo hubiera impedido. Este asunto que, pese a no ser central, se extiende a lo largo de demasiadas páginas (incluyendo la, sumamente desagradable transcripción de la autopsia) ralentiza el libro y hace que no sea una obra redonda.

En cualquier caso se trata de una novela interesante, con la mezcla de humor, erudición, intriga, realidad y ficción a la que Umberto Eco nos tiene acostumbrados.

¿Por qué es malo tener a mano la versión original?

No entiendo nada. Igual es porque llegué a la noticia después de enterarme de la polémica, pero ahora que he leído opiniones de las dos partes y he visitado la web Versión Original, cada vez entiendo menos.

¿Qué tiene de malo que exista un sitio en el que se recogen íntegras y literalmente las notas de prensa o las declaraciones de los responsables políticos?¿Por qué eso es censura?¿Qué tiene que ver con una Ley mordaza?

Mi primer contacto con la noticia lo tuve a través de un medio profesional (de la publicidad, el ámbito en el que me muevo). El titular no dejaba lugar a dudas: Todos contra la web de Manuela Carmena: FAPE, APM, AEDE, PP y PSOE apuestan por la libertad de prensa.

Pensé: ¡Vaya con estos novatos! ya la han liado otra vez…y esta tiene que ser gorda para haber puesto de acuerdo a gente tan dispar. Efectivamente, el artículo tampoco dejaba lugar a dudas: Aló Presidente, 1984 y el Ministerio de la Verdad de Orwell, ataque a la libertad de expresión,…

Tenía que ser tremendo, así que fui a ver la web. Mi primera impresión fue: me he equivocado; una cosa tan pequeña, poco ambiciosa, pobre, casi cutre, no puede haber provocado tamaña reacción.

Pero parece que sí.

A los medios, supongo que no a todos pero sí a muchos y a las asociaciones que les representan, parece haberles molestado mucho que se pueda poner en duda su versión o su manera de contar las cosas.

Está claro que cada uno (no sólo cada medio, cada persona) puede tener su opinión y manifestarla. Eso será la libertad de expresión (y la de prensa). Eso explica que muchas veces tengamos que consultar más de un medio para hacernos idea de la realidad. Y si, como ocurre tantas veces, vemos dos versiones opuestas de lo mismo ¿no será bueno poder contrastarlo con la versión original?

Yo creo que sí. Y no le veo relación con censuras ni mordazas.

Desde mi escasa experiencia en enviar notas de prensa (cada mes desde hace más de quince años envío el resumen de mis estudios Vigía y Zenthinela) puedo dar mi opinión sobre este tema.

Yo no pretendo que se transcriba literalmente el resumen que envío; todo lo contrario, prefiero que el periodista lo elabore y lo interprete a su estilo. Me gusta que lo hagan así. Pero más de una vez me he encontrado con que (seguramente debido a que yo no me explicaba bien) la interpretación de algún periodista era errónea o que dos medios recogían impresiones contradictorias entre sí. No todos los lectores pueden acudir a la fuente, en este caso a mí, para contrastar, así que me gustaría que existiera ese lugar en el que, quien estuviera interesado, pudiera consultar lo que yo dije o escribí (que no tiene por qué ser la verdad absoluta).

La iniciativa del Ayuntamiento de Madrid me ha parecido una solución sencilla, barata (quizá excesivamente barata) y habría dicho eficaz si no fuera por el aluvión de críticas, a ese problema. Siempre que no degenere en otra cosa, por supuesto. Pero si degenera en otra cosa, ya habrá tiempo de criticarla.

Ante la aparente unanimidad que reflejaban las primeras reacciones, pensaba que yo era el único que había entendido las cosas al revés. No es así: sin buscar demasiado he encontrado la respuesta de Virginia Pérez Alonso, como Presidenta de la Plataforma en Defensa de la Libertad de Información; la de Rafael Díaz Arias en su blog Periodismo Global o lo que escribe en Facebook mi amigo el periodista David Torrejón.

¡Menos mal! Veo que no soy tan raro como en un primer momento me han hecho pensar.

El futuro de los periódicos y del periodismo

Hace ahora tres meses, a raíz de una charla de Pedro Jota Ramírez, escribí un post con una cierta carga de ironía (¿Sirven para algo los periódicos de papel?) que sentó muy mal a algunos de mis amigos en este mundo de los medios. Desde entonces no paro de leer noticias relacionadas con este tema. Lo peor es que las dudas ya no se quedan en el soporte papel sino en la propia profesión de periodista.

Hace ya unos cuantos años Bill Gates situó en 2023 la fecha de la desaparición de los diarios en papel. Se puede pensar que era una opinión interesada y, a falta de ocho años para esa fecha, aparentemente equivocada. Pero la realidad es que tanto la difusión como la audiencia de la versión en papel de los diarios no dejan de caer.

Hace poco más de un mes, en el Congreso Mundial de Editores de Diarios celebrado en Washington, nadie se atrevía a responder a la pregunta ¿Habrá diarios en papel en 2040? Un optimista podría pensar: ya le hemos ganado 17 años a la previsión de Bill Gates; un pesimista pensará: ya; pero se sigue poniendo una fecha de caducidad; un realista puede decir: lo de menos es el soporte, también se extinguieron los pergaminos, la clave es que el periodismo siempre seguirá existiendo.

Congreso Mundial de Editores de Diarios

Según un estudio de Pew Research Center las fuentes de información más importantes para los jóvenes son Facebook y Google News; dos empresas que, sin producir contenidos, figuran en los primeros lugares por ingresos del ranking mundial de medios que elabora el grupo ZenithOptimedia para el que trabajo.

El tiempo dedicado a la lectura de periódicos cae año tras año mientras aumenta el dedicado a las Redes Sociales y en especial al Vídeo por Internet.

La llegada de Jeff Bezos, el fundador de Amazon, al Washington Post supone una interesante apuesta: ¿podrá la tecnología y la generación de bases de datos de clientes ser la solución para la crisis de los diarios? Seguro que, al menos, veremos interesantes experimentos.

El famoso analista de medios de comunicación Jeff Jarvis propone aprovechar los hábitos actuales de los internautas para irles a buscar allí donde estén (o donde estén más rato). Los nuevos proyectos de distribución de noticias de Facebook y Apple serían así una oportunidad añadida para tratar de recuperar a los lectores perdidos. Las Redes Sociales, que aglutinan a mucha gente, necesitan contenidos de calidad mientras los diarios, que pueden generar esos contenidos, necesitan la audiencia que van perdiendo en sus soportes tradicionales. Si los acuerdos entre las dos partes incluyen un reparto interesante de los ingresos publicitarios generados se habrá dado un gran paso para la supervivencia de los diarios y de sus marcas.

Un tema que preocupa mucho a Jarvis es que los diarios no pierdan calidad en su búsqueda de tráfico/audiencia. Su supervivencia dependerá de que ofrezcan un servicio de calidad y que no se limiten a conseguir visitas a sus vídeos de gatitos.

Hoy mismo Miguel Ormaetxea ha publicado en Mediatics la primera parte del informe del Fondo de Periodismo Holandés sobre el futuro, no ya de los periódicos en papel sino sobre la propia profesión periodística. ¿Cómo será el periodismo en 2025? Con un horizonte temporal de tan solo diez años se plantean cuatro posibles escenarios y el único punto en común de todos ellos es que habrá una discontinuidad radical con el presente. Esto lleva a pensar que una gran parte de las actuales organizaciones de medios de comunicación no sobrevivirán dentro de diez años.

El futuro ya no es lo que era y el modelo de negocio de la prensa tradicional está quebrado son dos de las frases resumen de la situación. Una situación en la que las redacciones tienen cada vez menos personal fijo y dependen de autónomos o de pequeñas empresas independientes.

Otra conclusión es la pérdida del papel del periodismo como servicio público.

Un periodismo que tendrá que encontrar su sitio en una sociedad en la que conviven los lectores que sólo atienden a los titulares (y a los contenidos más frívolos que ha potenciado Internet) junto a una minoría que necesita análisis en profundidad para comprender una realidad cada vez más compleja.

Creo que la crisis griega es un magnífico ejemplo del papel que debería representar el periodismo y al que renuncia en muchas ocasiones en aras de un mejor servicio a la ideología que defienden sus dueños.

Creo que hay sitio para un periodismo de calidad, incluso podrían tener su oportunidad los diarios en papel, pero para dar con la solución hay que conocer en profundidad la situación y las necesidades de los potenciales lectores

50 años de transparencia en 550 portadas

La OJD fue la primera institución que puso en marcha un estudio consensuado en el mercado de medios. Fue en el año 1964, así que este año se cumple su primer medio siglo de existencia.

Desde entonces OJD ha proporcionado a los medios y al mercado publicitario datos auditados de tirada y difusión de los medios impresos. También fue pionera, en los años noventa, en aportar datos de medios digitales.

Quienes me conocen, quienes sigan con asiduidad este blog, saben que siempre he apoyado los estudios sindicados. Los que nacen del acuerdo entre todas las partes implicadas en el negocio son muy convenientes en un mercado como el de medios, en el que el dato es fundamental en las negociaciones y en la existencia misma del mercado publicitario.

Debemos estar agradecidos a los pioneros que hace cincuenta años se dieron cuenta de la necesidad de una herramienta como ésta y también a todos los que a lo largo de estos cinco decenios han hecho posible que se mantenga y mejore día a día.

Con motivo de este cincuentenario OJD ha creado una web conmemorativa, llamada El valor de la transparencia, en la que, entre otras cosas, pueden verse cerca de 550 portadas de diferentes medios en las que se recogen acontecimientos tan interesantes, y tan dispares, como las muertes de Churchill, el Che Guevara,  De Gaulle, Robert Kennedy, Picasso, Carrero Blanco, Franco o El Yiyo, el crimen de Los Galindos, los atentados de ETA, los estados de excepción y los fusilamientos de 1975, el primer hombre en el espacio, la llegada del hombre a la Luna, la llegada de los Beatles a España, los triunfos de Santana, Urtain, Indurain o el Real Madrid, el golpe de estado en Grecia, la guerra de los Seis Días, el mayo parisiense del 68, la invasión rusa de Checoslovaquia, las bodas de Julio Iglesias, Liz Taylor o George Clooney y tantas y tantas otras noticias. (Es imposible resumir en un post más de 500 asuntos)

Merece la pena visitar la web, no sólo para dar un repaso a la historia de estos últimos cincuenta años; también para ver a todas esas cabeceras que nos han acompañado a lo largo del tiempo y que, en muchos casos, se han quedado por el camino.

Felicidades OJD. Por vuestros 50 años y por la web.

Ha sido un placer.

Tasa Google: Guerra de intermediarios

En la economía tradicional quienes más ganaban eran siempre los intermediarios, Mucho más que los productores, desde luego.

Recuerdo que cuando, muy joven, leía La perspectiva científica, de Bertrand Russell, esa fue una de las ideas que más me llamó la atención. Siempre la he recordado.

El agricultor que producía el trigo o la fruta ganaba menos que el transportista o el almacenista que estaban en el trayecto intermedio entre el productor y el consumidor.

Hemos hecho la revolución digital, pensábamos que con esto cambiaba todo, pero vemos que, de nuevo, quienes más ganan son los intermediarios. Desaparecen unos pero aparecen otros, más fuertes si cabe.

Incluso otros intermediarios, los que crean las infraestructuras por las que se transportan  los bits que constituyen la riqueza actual, también se sienten molestos porque el rendimiento de su inversión es mucho menor que el que consiguen quienes intermedian en contenidos. Las declaraciones de Alierta en el reciente MWC son muy expresivas en este sentido.

Nos dicen que el contenido es el Rey, que lo importante son los contenidos, pero de nuevo, como en la vieja economía, quienes producen esos contenidos son la parte débil a la hora de repartir los ingresos.

Vivimos ahora, con la llamada Tasa Google o Tasa AEDE una lucha entre los propietarios de medios, los intermediarios tradicionales entre quienes creaban los contenidos y sus lectores, y las grandes macroempresas de Internet (Google, Facebook y similares) que son los nuevos intermediarios y quienes se lucran a partir de los contenidos que generan otros.

Creíamos que la nueva economía sería distinta pero, en esto al menos, no ha cambiado demasiado. Vuelven a ser los intermediarios quienes de verdad ganan dinero.

Con la excusa de que Internet está acabando con un buen número de empresas tradicionales y eliminando miles de puestos de trabajo, se van promulgando leyes que tratan de que los intermediarios de Internet hagan llegar parte de sus ganancias a los intermediarios tradicionales. Pero esa no es la esencia del problema. Los creadores seguirán mal pagados.

No creo que esas leyes (Sinde, Wert, Lassalle y sus homólogas en otros países) vayan a frenar a los grandes intermediarios de Internet, que hacen muy bien su trabajo y, como ganan mucho dinero, son muy poderosos. Quizá su punto débil acabe siendo el fiscal. Que esas grandes empresas no paguen impuestos (o paguen muy pocos) en los países en los que hacen grandes negocios les acabará creando muchos enemigos. Aunque su situación sea legal porque se acogen a las ventajas fiscales de otro país, como Irlanda o Luxemburgo.

No olvidemos que Al Capone sólo acabó en la cárcel por sus problemas con el fisco.

El error Internet

Estos días se habla mucho de las modificaciones a la LPI (Ley de Propiedad Intelectual) anunciadas en el pasado Consejo de Ministros y de si eso supondrá la puesta en marcha de la llamada Tasa Google. Si fuera así los buscadores y quienes enlacen a noticias con una parte significativa de su contenido tendrían que pagar por ello a los editores.

Con ello, según unos, se trataría de compensar a los medios por las pérdidas que Internet les ha supuesto; según otros sería una manera más de tener controlados a los medios, que tendrían así una mayor dependencia de las autoridades que decidan sobre el reparto de esos ingresos.

También he leído en Twitter un comentario: prefiero que Google pague impuestos en los países en los que tiene negocio en lugar de pagar una tasa a los medios.

No le falta razón al tuitero.

Pero creo que el problema de los medios, especialmente de los que provienen del papel, con Internet, merece un análisis más profundo.

Yo creo que el origen del problema, lo que yo llamo el error Internet viene de lejos, de los primeros tiempos de Internet y se basa en una especie de espejismo provocado por una mala interpretación de los datos de audiencia. Es una reflexión que llevo muchos años haciéndome y que he plasmado en El Vigía, mi otro blog. Mi post, La audiencia en el palacio de las mediciones etéreas, viene a ser una continuación del que pocos días antes había escrito el prestigioso sociólogo Miguel del Fresno (yo_Antitwitter): Los medios que no amaban a sus audiencias. Él achaca la crisis de los medios a su apuesta por un modelo de negocio en el que la publicidad tiene un peso excesivo y hace a los medios dejar de poner el foco en sus audiencias.

Yo no lo veo así. Yo creo en el modelo mixto de negocio (ventas+publicidad) para los medios escritos, que da a los medios una cierta independencia de los poderes públicos.

El error internet, el espejismo, consistió en creer que las grandes audiencias que se preveían para la versión en Internet de los medios impresos les iban a permitir competir con la Televisión por la inversión publicitaria. Mucha audiencia, con poco coste, captará mucha inversión = negocio redondo.

Sólo después llegaron los buscadores, se multiplicaron los soportes (al suprimirse casi por completo las barreras de entrada) y se fragmentó la audiencia hasta límites nunca imaginados. Y todo ello con una permanencia mínima en cada sitio.Después vino el pago por clic, en lugar de por audiencia, y terminó de complicarlo todo.

Ahora la oferta publicitaria de Internet es casi infinita, los precios se han reducido de manera preocupante y las cuentas no salen.

Si quieres leer una versión más amplia de mi análisis, la tienes aquí.

La Infanta y la rampa

Al final la Infanta no ha hecho el paseíllo y ha bajado la rampa en coche. Eso no ha evitado que se tomen unas imágenes al bajar del coche que nos hartaremos de ver en los próximos días.

Todos somos iguales ante la Ley (o eso dicen). Pero no todos somos iguales ante los medios.

Si yo (o usted, querido lector) fuéramos a un juzgado, incluso al de Palma, la Ley seguramente sería con nosotros más dura que con la Infanta, pero no habría periodistas de quinientos medios esperando para sacar esas imágenes morbosas que luego serán portada de periódicos y se repetirán una y mil veces en los noticiarios, los programas de debate (léase Sálvame y similares) y los del corazón.

No tengo especial simpatía por la familia de la Infanta. Nunca he sido monárquico aunque a veces, cuando veo la clase política de la que disfrutamos y si pienso quién sería ahora el Presidente de una supuesta  tercera República, me empiezan a entrar serias dudas.

El caso de la Infanta, o el caso Aizoon, o el caso Urdangarín, sólo es una pequeña gota en el mar da la financiación ilegal de los partidos. Y sin embargo alguien (que seguramente no serán los partidos) ha conseguido que el foco de atención se ponga en la audiencia de Palma y se desvíe de los Gürtel, EREs, ITVs, y tantos otros que con seguridad son más relevantes.

¡Qué maniobra tan inteligente! Un ilusionita como David Coperfield no lo habría hecho mejor.

Probablemente* no la Infanta, pero sí su marido y su socio, acaben con un castigo ejemplar (que, también probablemente, no cumplirán).

También muy probablemente los líderes de los partidos se irán de rositas. Todos piensan que su financiación viene del cielo por obra del Espíritu Santo.

Mientras tanto nos habrán tenido entretenidos hablando de si la Infanta bajará o no a pie los cincuenta pasos de la famosa rampa.

(*) Probablemente: se utiliza en aquellos casos en los que, en función de la información disponible hasta ese momento, la probabilidad de que un suceso ocurra se aproxima a la unidad.

Mis 14 previsiones para 2014

Siempre es interesante hacer previsiones, aun a sabiendas de que algunas no se cumplirán. Es más, en muchos casos, cuando uno las hace piensa que lo mejor que puede pasar es que algunas no se cumplan.

Hace unos días escribí un artículo largo para la revista IPMark  con mi análisis de la situación en el mercado publicitario y algunas previsiones de lo que puede venir este año. Aquí voy a limitarme a elegir 13 previsiones de lo que creo que ocurrirá en nuestro pequeño mercado.

1.- La inversión publicitaria crecerá este año  más del 2% (algo por encima de las previsiones de i2p, Zenthinela, Vigía o ZenithOptimedia). La situación irá mejorando a medida que avance el año.

2.- Las ventas de automóviles, el Mundial de Fútbol con España campeona, el Mundial de Baloncesto en España y unas elecciones europeas que harán que se aflojen las medidas de ajuste, tirarán de la inversión publicitaria.

3.- El medio que crecerá más será el Móvil; pero este tampoco será el año del Móvil pese a que la mayoría de los españoles llevemos un smartphone de altas prestaciones en el bolsillo. Nuestro mercado no ha dado aún con la fórmula para conseguir esa explosión de la inversión que todos esperamos.

4.- Seguiremos diciendo que el contenido es el Rey pero en un momento en el que la monarquía está en entredicho, muy pocos están dispuestos a pagar por ese contenido (ni siquiera viendo publicidad). Ganará peso el branded content al que ahora llaman publicidad nativa.

5.- Los Diarios y las Revistas se seguirán debatiendo en el dilema entre establecer muros de pago o suprimirlos. Este año tampoco llegaremos a la solución definitiva.

6.- En un mundo en el que prácticamente no hay barreras de entrada, cualquiera puede convertirse en editor de información. Pero habrá dos tipos de información: los titulares y los simples agregadores frente al análisis en profundidad. Sólo unos pocos pagarán por esto último, con lo que aparecerán dos niveles de personas informadas.

7.- La Televisión seguirá mostrando su doble cara: audiencia cada vez más fragmentada (algo que podría variar ligeramente si se cierran canales en cumplimiento de la sentencia del Supremo) junto a comercialización cada vez más concentrada. Pero pese a la fragmentación seguirá siendo el mejor medio para alcanzar rápidamente coberturas altas y el líder en captación de inversión.

8.- Seguirá creciendo el parque de Smart TVs pero su utilización publicitaria se verá frenada por la falta de estandarización que hace necesarios varios desarrollos tecnológicos diferentes para una misma campaña.

9.- Twitter se seguirá imponiendo como la red en la que nos enteraremos de las cosas que nos interesan.

10.- El Cine seguirá sin plantearse la utilización de precios variables, el único camino que podría llevarle a recuperar audiencias y peso en el mercado publicitario

11.- Las Agencias de Medios seguirán sin ser capaces de poner en valor su aportación al negocio del anunciante. La mayor parte de los anunciantes decidirán por una u otra en función de lo barato que compren (o sea de su capacidad para destruir valor en los medios).

12.- Todo el mundo hablará de big data pero sólo unos pocos tendrán la tecnología necesaria para sacar partido de la inmensa cantidad de datos que se generan cada día.

13.- La creatividad, lo emocional, seguirá siendo el elemento clave para aportar valor a las marcas.

14.- El 26 de mayo publicaré las previsiones de la ola de Zenith Vigía de mayo 2014. Esa ola hará la número 100 del sistema Atalaya (Vigía+Zenthinela) que empecé a realizar a principios de 2001.

De las 14 previsiones las dos que preferiría que no se cumplieran son la 10 y la 11. Pero tengo poca confianza en que se pongan los medios para ello.