Por Laura Martín Murillo – Directora de la Fundación Renovables
Este verano olímpico y justo antes de que se forme un nuevo gobierno sería bueno recordar algunas marcas que se han batido en el mundo en este 2016 sobre energías renovables. Se trata de hacer un ejercicio positivo, de celebrar el cambio progresivo y también de aviso. Señores del nuevo gobierno, estas son las cifras que tienen que tener en cuenta la próxima legislatura. Echen un vistazo a las plusmarcas globales:
- Récord en creación de empleo. 8, 1 millones de empleos. Dedicado a todos aquellos que decían que las energías renovables causaban una depresión del empleo, no aportando ninguna prueba de ello o directamente falseando informaciones. Este último caso es el del gris profesor español Gabriel Calzada que cuando en Estados Unidos se discutían las medidas a favor de las renovables encontró altavoces mediáticos como el de la FOX para decir que en España se destruían 2,2 puestos de trabajo en las energías tradicionales por cada 1 que se creaba en las energías verdes.
Este récord de empleo mundial de 2105, conocido en 2016, va especialmente dedicado a este hombre del que nadie se ha vuelto a acordar. Son 8.1 millones de los cuales el mayor número se concentra en la solar fotovoltaica con 2,8 millones de empleos en el mundo.
Las cifras son mucho más impresionantes si las comparamos con las de empleos en las energías contaminantes. En algunos países las renovables están a punto de alzarse con el oro. Es el caso de Estados Unidos, donde los empleos en renovables ya han superado a los de extracción de petróleo, carbón y gas o el de China donde el número de empleos verdes ha superado también al de petróleo y gas.
Desgraciadamente esta plusmarca global se ha tenido que realizar sin apenas contribución desde nuestro país, donde los empleos en energías renovables no han parado de reducirse debido a la legislación y donde no hemos dejado de bajar puestos en la clasificación mundial.
- Récord en reducción de costes. 80% de reducción de costes en la energía solar en menos de una década. Este es quizás el récord más importante del último año, porque ya sabemos que en el mundo el dinero manda. Todos aquellos que se oponían a las energías renovables porque eran muy caras, encarecian la producción industrial y lastraban las economías van a tener que buscarse otra excusa. Aviso para también para los señores que quieran ser ministros, actualicen sus datos, por favor.
“Las bellas matemáticas de la solar” hacen que cada vez que se dobla la capacidad instalada de esta tecnología se reduzca su precio en un 26%, para la eólica esta cifra es del 19%. La eólica hace años que es competitiva y para 2030 ambas tecnologías serán las más baratas en producción de electricidad. Y serán las más baratas sin incluir las externalidades ambientales, incluyéndolas hace tiempo que son las más baratas. ¿Quieren que para 2030 sus consumidores paguen una factura más reducida?, ¿asequible también para los que menos tienen? ¿Quieren que su tejido industrial tenga un futuro firme y sea competitivo? Pues inviertan ahora en ellas, sin dudarlo. No se metan en líos como el de Hinkley en el Reino Unido, donde no saben qué hacer con un proyecto nuclear que cuando se termine producirá electricidad más cara que la de fuentes renovables.
Y por países ¿quiénes han destacado? ¿Quiénes son los campeones? Sin que esto pretenda ser una evaluación de las políticas nacionales en renovables de manera precisa, queremos apuntar aquí algunas marcas muy interesantes de este 2016:
- Oro para Portugal por consiguir 4 días de suministro eléctrico 100% renovable. Elegimos esta marca en primer lugar porque el país vecino ha tenido que competir con el hándicap de una durísima crisis económica y sin embargo han conseguido abrir las portadas de toda la prensa económica gracias a este récord. Parabéns Portugal. En este oro queremos mencionar también a otros países, con menos recursos económicos pero que están demostrando al mundo que los menos ricos también pueden: Uruguay con un 95%, Costa Rica con un 99% y Nicaragua con un 54% de su electricidad total de fuentes renovables.
- Plata para Alemania por hacer posible lo imposible. La participación de las renovables en el mix energético supera el 35% y consiguió varias veces casi toda su demanda eléctrica con renovables. Es el líder mundial absoluto en solar y además lo hace con una altísima participación de proyectos de cooperativas y de ciudadanos mediante el autoconsumo y manteniendo una industria manufacturera competitiva. Vaya, lo que siempre nos han dicho que era imposible.
- Bronce para China por ser líder en el mercado de renovables (no es de extrañar debido al peso de su economía) aunque no nos genere muchas simpatías por ser también los más contaminadores. Uno de cada tres dólares en energías renovables se invierten en China y aunque sus políticas ambientales no han sido nunca dignas de mención, está cambiando el rumbo, entre otras cosas, debido a la presión de su ciudadanía. Algunos estudios muestran que sus emisiones de CO2 podrían haber empezado a caer justo este año, mucho antes de lo proyectado, y aunque en gran parte sea debido a la ralentización de su economía, el hecho de que China cambie, cambia el mundo.
Como no es de extrañar debido a las políticas desastrosas de los últimos años, España no está en el medallero, de hecho hemos caído estrepitosamente en todas las categorías imaginables: inversión, empleo, reducción de emisiones.
Ahora que estamos en Olimpiadas, no se resignen, díganle al nuevo gobierno cuando se conforme que queremos políticas que nos metan de nuevo en el medallero, que nosotros sí queremos renovables.
Los más tontos serán los que tengan que pagar luego un mayor precio para adecuarse a los modelos de futuro por no hacer caso a los pasos correctos en el presente. Los gobiernos deberían ser más valientes y crear acuerdos que los comprometan para evitar riesgos paralelos, pero el mundo es como es y las trampas del negocio a base de fastidiar a otros también es para tener en cuenta. Si no hubiera países tan diferenciados, si fuéramos todxs un mismo ente económico, no como Europa, por supuesto, pues las cosas irían mejor. PEro eso es mucho pedir a uan especie tan encerrada en la scadenas de sus tradiciones y culturas agresivas para con el resto. El encasillamiento, los cercos, aún siendo superados por la comunicación actual, no es buen modelo para poenr bases a nuevo mundo.
18 agosto 2016 | 11:17
Hay que ser tonto, pero muy tonto, para intentar contestar el estudio del ahora rector Gabriel Calzada (al que intentas ningunear de forma un poco ridícula cuando no puedes sino acordarte de él pese a los años pasados desde la publicación de aquel informe) con un dato que en ningún caso puede desmentirle. Sin entrar a si estaba bien o mal, que haya 8,1 millones de empleos en renovables no invalida que todos y cada uno de estos empleos pueda haber destruido 2,2 en otras partes de la economía, que era el argumento de Calzada. El rector de la Francisco Marroquín nunca negó que las renovables dieran empleo, sólo indicó que lo hacen a un precio tan caro que destruye más empleos en otros sitios que los que crea.
Pero claro, como a eso no podéis replicar porque nunca habéis sido capaces de hacerlo (quizá porque hasta tiene razón y todo) pues pones un dato que nada tiene que ver con su estudio y esperas que cuele. No lo hace. De hecho, de tener razón, ese dato ofrecido por una asociación dedicada a promocionar las renovables significaría que habéis destruido 17,82 millones de empleos fuera de las renovables para conseguirlo.
18 agosto 2016 | 11:31
En un Pais como el nuestro, es triste y lamentable que la plusmarca de las renovables sea tan ridícula.Espero que los políticos sean más responsables y miren más por su pais que por los intereses de los que subvencionan los partidos. Que en campaña se les llena la boca de «Pais».
18 agosto 2016 | 11:53
Bonita, pero un poco arbitraria la colocación de medallas. El oro a partir de un criterio, plata a partir de otro diferente y bronce a China, porque algo hay que darle.
Creo que la comparación debería hacerse estrictamente por criterios basados en lo que se pretende con las renovables: reducción/eliminación de las emisiones y kwh generados con energías limpias (por habitante o por punto de PIB,…).
Torturarnos a nosotros mismos cuando somos de los muy muy importantes, es bastante masoquista y un pelín mezquino. Sobre todo, si se considera que nosotros (España) hemos una palanca nada despreciable en la curva de aprendizaje (las bellas matemáticas), no solo de la solar, sino tambien de la eólica.
26 agosto 2016 | 13:17
Portugal, sobre todo, con su política favorable al autoconsumo, nos está dando más de una lección en política energética. Menos mal que Cuidadanos está tratando de hacérselo entender al resto.
30 agosto 2016 | 18:30