El otro día leí un interesantísimo artículo que se titulaba ‘Correlación no implica causalidad’. Lo recomiendo enérgicamente. Estos días especialmente, cuando tras la eliminación de España en la Eurocopa se empiezan a sacar conclusiones sobre lo sucedido viendo qué jugadores estaban y cuáles no. El causa-efecto de toda la vida, vamos.
Entonces me ha venido a la memoria un caso: el de Álvaro Arbeloa. Este jugador tiene un interesante récord que creo que no ha sido igualado por ningún jugador en la historia del fútbol (si alguien encuentra otro caso, ruego me lo comunique): ha jugado tres grandes torneos de selecciones (dos Eurocopas y un Mundial) y los ha ganado los tres. Y no, no cuento como gran torneo la Copa Confederaciones. De ese torneo (en 2013) y la sonrojante derrota en la final salió señalado, los acontecimientos posteriores son los que son.
De ello, y siguiendo con el artículo antes mencionado, se puede extraer que sin Arbeloa en la selección no hemos ganado nada, y con él hemos ganado siempre. Maravilloso.
Otro caso interesante es el de Raúl González. Es, creo que en eso debemos coincidir todos, uno de los mejores jugadores de la historia de nuestro país. Pues la selección española no ganó nada hasta que no se fue. Muchos vieron causa-efecto, por supuesto. Muchas veces se oyó el «hasta que no se ha ido, no hemos podido ganar nada». Con un par.
Esto viene al hilo de los motivos por los que España tuvo un ciclo glorioso y después han venido dos desastres consecutivos. Creo que deberíamos coincidir todos en que no hay una causa única, que la responsabilidad de los actores de forma indivodual era más limitada de la que le atribuíamos.
Me viene a la mente el caso de Del Bosque. Tuvo el mérito de tocar poco un equipo ganador, seguir una línea continuista tratando de tocar al equipo lo menos posible, pero lo que en su momento fue una decisión de éxito que llevó a un Mundial y una Eurocopa, se ha vuelto contra él, pues esa misma línea continuista ha llevado a España a dos ridículos también históricos.
Ahora, con el fracaso reciente, se leerán y oirán muchos análisis simplistas (yo tampoco me libro, ojo) sobre si este batacazo ha sido por el seleccionador, o porque ya no somos tan buenos, o porque ya no está Xavi Hernández, o porque ya no hay jugadores con carácter. O porque ahora hay jugadores del Atleti y antes no. O que ha sido la mala suerte (sí, lo escuché en el postpartido de la retransmisión de Telecinco). Es el momento de que todos reflexionemos sobre ellos y, sobre todo, los que mandan y deben decidir el rumbo del equipo, con la elección de un nuevo seleccionador (o la continuidad del que está) a la vuelta de la esquina. Pensar bien hacia dónde vamos sin análisis simplistas. Sí, ya sé que es un imposible viendo quién manda actualmente en la Federación, pero nunca se sabe.

Álvaro Arbeloa y Raúl González después de la victoria del Real Madrid en la Champions de 2014.