Pues sí, amigos, estaba cantado y así fue: Rosa Benito ha ganado Supervivientes 2011.
Y claro, las dudas y las sospechas de tongo han planeado sobre el concurso como las moscas sobre un mojón fresco.
Pero vayamos por partes.
La cosa comenzó con cuatro mujeres en un helicóptero. A mi no me sonaban de nada. Se parecían un poco a las cuatro finalistas, pero no podían ser ellas, porque estaban limpias y no tenían raíces…
Estoy triste. Ayer fue la última vez que vimos a J. J. V. entre las llamas. Era una visión relajante, ahí, como un chorizo en la barbacoa… Creo que ya le ha inspirado a Georgie Dann varias canciones.
Raquel Sánchez Silva llegó al plató como una maravillosa aparición. Un poco de buen rollo entre tanto asquito. Le pusieron un vídeo con sus mejores momentos en el programa. «¡Coño, qué bonito!«, dijo la muchacha en un alarde de lenguaje popular.
La entrevista a Jessica Bueno fue más fugaz que un pedo de mariposa. La habían maquillado que parecía que en lugar de cara tenía una hogaza de pan. Y teniendo en cuenta que lo único que sabe hacer es estar mona, pues no la deja en muy bien lugar…
Nos pusieron un vídeo de Jessica Bueno diciendo que ella no ha seguido una estrategia, que no ha sido un mueble para llegar lejos y que si alguien lo piensa, que guay, que así no parece tonta. Con dos ovarios.
Justo antes de que el helicóptero con las finalistas aterrizara, el cretino de J. J. V. dijo: «Esté donde esté, que el helicóptero se caiga, si es en Antena 3, pues en Antena 3«.
Unos detalles sobre la vestimenta de las muchachas:
Creo que sí, que el libro Guinness de los records lo ha certificado: el piercing de los dientes de Tatiana es lo más choni-macarra que hay en el planeta tierra.
A Rosi no le daba para una camiseta entera, así que se puso sólo media.
Rosa Benito llevaba puestos los pantalones de Carpanta, cogidos con un imperdible y un trozo de cuerda. Así, con estilo y glamour.
Les pusieron unos micros que más bien eran macros. Madre mía, les cogían la mitad de la cara.
Y entonces llegó el momento tongo de la noche. Eso por lo que nadie puede creerse ya que esto es un concurso de verdad, con concursantes de verdad y un resultado que depende de la audiencia.
Rosi dejó fuera de la final a Sonia, con un 66% de los votos.
O sea, que Sonia, que ha estado nueve veces nominada, a la que la audiencia la ha apoyado frente a famosos y anónimos, se quedó fuera frente a una chica que no ha destacado para nada en el programa.
Curioso que se quedara fuera de la final la única que podía medirse en apoyos a Rosa Benito, ¿no?
El caso es que se armó la Marimorena: Sonia Monroy se tiró al suelo a llorar entre convulsiones, como si llevara un alien dentro y le estuvieran dando contracciones, mientras Rosa Beniro se tiraba al suelo también y le chillaba que fuera fuerte.
A unos pocos centímetros estaba Tatiana, saltando y chillando a su vez, en este caso de alegría porque llegaba a la final su amiguita.
Y justo detrás, en el helicóptero, se podía ver a los pilotos flipando en colores y comentando el desaguisado, quién sabe si pensando en darle al contacto y salir de allí echando leches.
A mi todo esto me daba olor a caca. Ya fuera por manipulaciones o porque la familia de Rosi ha montó una plataforma de voto, la cosa olía peor que el cubo de basura de una pescadería.
¿Quien es el notario que recuenta los votos del público? ¿Dónde se pueden consultar esos datos? Lo digo porque si tu te gastas dinero votando tendrás derecho a consultar eso. Vamos, digo yo.
La entrevista a Jeyko también fue bastante fugaz. Sin embargo, fue muy reveladora.
Esto ya no se puede llamar telerrealidad, porque no muestra la realidad, sino un montón de gente que actúa movida por su interés de trabajar en televisión.
Vimos a Jeyko en un vídeo diciendo que lo ha hecho todo porque no tiene dinero y se quiere quedar a trabajar en televisión. Así que ha buscado polémica para tener luego bolos y platós.
Así de naturales son los concursantes: Jeyko dijo que le preguntó a Arturo que si él podría hacer bolos en discotecas y que Arturo le aconsejó que haría más y ganaría más si hacía ver que le gustan tanto los hombres como las mujeres.
J. J. V. le dijo a Aída que reflexionara qué parte de culpa tenía ella de la expulsión de Sonia. El público se puso a corear el nombre de Jorge y él se vino arriba. Lamentable. El ego le salía por los poros.
Entonces Aída dijo que «por sus cojones se va del plató» porque «le da la gana», y se fue mientras los demás concursantes se levantaban y aplaudían su marcha. Pero al poco volvió, que nadie quiere perderse unos minutos en la tele.
Sonia llegó al plató y se abrazó a J. J. V. y lloró mientras el público coreaba su nombre. «Sí, a buenas horas, cabrones«, debía estar pensando ella.
!Has dado espectáculo, te has comportado como una verdadera profesional, la organización te está agradecida!, le dijo J. J. V. Venga, más realidad. Joder, que circo más bien coreografiado.
Un ejemplo de la manipulación que ha hecho Telecinco: El otro día decían en ‘Sálvame’ que Sonia había abandonado a la familia de su hermano muerto. Pero allí estaban, en el plató, apoyándola. Una mentira más.
NOTA: J. J. V. lo mismo te hace publicidad de un melón como de un café. Es una gran figura, transmite muchos valores positivos… ejem.
El caso es que hicieron una última prueba para encontrar a las finalistas. Sí, llegar a finalista de Supervivientes es como pasar por concurso oposición.
Fue una prueba de mucho pensar y espectacular como una colilla en el suelo. Se trataba de una pecera en la que se tenían que meter para aguantar la respiración. La que más aguantara era la primera finalista. Ganó Rosi, con 36 segundos bajo el agua. Todas llevaban biquini, menos Rosi, que se metió en la pecera en escueta ropa interior, para deleite de muchos y muchas.
Así que Tatiana y Rosa se enfrentaron en una nueva nominación y por supuesto se fue a la calle Tatiana.
J. J. V. Mintió a Sonia, y le dijo que era TT mundial en Twitter, cuando no era cierto. Encima, era TT en España, pero por hastags que se burlaban de ella. Flaco favor le ha hecho ya verás cuando se entere de la verdad.
Nota: Vaya cordón elegante de oro llevaba el amigo Amador Mohedano. Estiloso y para nada macarra, como su peinado, vaya.
Lo más destacable de la entrevista a Tatiana fue el vídeo en el que se la veía berreando. Luego le llevaron a su madre y tuvimos sesión de berreo en directo.
A las finalistas de verdad, Rosa y Rosi, les pusieron las noticias más destacadas del tiempo que han estado en en la isla. Rosi es del PP, como dejó claro al decir «¡Toma!» al enterarse de que el PP ganó las autonómicas. Entre las noticias que ponen no estaba la de Ortega Cano.
Y entonces nos pusieron un intermedio de Teletienda con fajas y zapatillas autonómicas.
El novio de Rosi le pidió matrimonio en directo y ella aceptó. El público gritaba «¡Viva los novios!». Solo les faltaba tirar bolitas de miga de pan y ponerse la corbata en la cabeza.
Y llegó el movidón. Más que nada, un poco de abono maloliente para plantar luego apariciones en los platós. A una pregunta de J. J. V. Rosa respondió que si no existiera Amador Mohedano (su marido) se habría llevado por delante a Montalvo.
Y Amador se puso en plan macho diciendo que esas bromitas no le gustaban. Y Rosa se cabreó a su vez y le dijo que si no le gustan las bromas que saliera fuera o que se quedara en casa, que ese era su momento. Tensión… Chaaaan Chaaaan.
Al final, ganó Rosa con un 68% de los votos. Sí, casualmente la colaboradora de Telecinco. Muy ético todo. Se lleva 200.000 euros y un todoterreno de esos que no valen para todos los terrenos.
A Amador Mohedano se le pasaron corriendo todos los enfados, al saber que su mujer era mucho más rica que hacía unos minutos.
Y así acabó la cosa amigos.
Mil gracias a todos los que habéis estado ahí todas las noches.
¡¡PERO LA COSA NO SE ACABA!!
Ya sabéis que aquí seguiremos día a día comentando lo mejor de los realities que haya en la tele.