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¿Qué diferencia hay entre VIH y SIDA?

Estamos acostumbrados a referirnos a ambos términos como si se tratara de palabras sinónimas cuando en realidad no son lo mismo, sino que una (SIDA) es consecuencia de haber sido contagiado de la otra (VIH).

¿Qué diferencia hay entre VIH y SIDA?

El VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana) es, tal y como indica su nombre, un virus y estos no pueden desarrollarse por sí mismos, pues para que se desarrolle la enfermedad debe afectar a las células para que éstas se vayan duplicando.

Una persona puede ser infectada de VIH pero no desarrollar la enfermedad debido a que no se ha replicado en sus células, sin embargo sí que puede contagiárselo a otros individuos a través de las vías de contagio habituales: intercambio de fluidos corporales, sangre…

El SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) es la consecuencia de haber sido infectado y que el virus se haya replicado en nuestras células, por lo que se desarrolla la enfermedad que afecta al sistema inmunitario (conjunto de procesos por el que nuestro organismo lucha contra los virus e infecciones). Al haberse visto afectado por el VIH no puede frenarlo y por eso evoluciona la dolencia en el organismo.

 

 

Te puede interesar leer el post relacionado: ¿Por qué un mosquito con su picadura puede transmitirnos infinidad de enfermedades pero no el SIDA?

 

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Fuente de la imagen: Wikimedia commons

¡ALERTA! Este lugar está en cuarentena… ya podéis ir rezando [Mi charla en #Naukas17]

¡ALERTA! Este lugar está en cuarentena… ya podéis ir rezando [Mi charla en #Naukas17]

El 15 y 16 de septiembre tuvo lugar en Bilbao Naukas 2017, el mayor evento de divulgación científica que se celebra en España y que este año se ha englobado junto a otras actividades dentro del ‘Bizkaia Zientia Plaza’ y auspiciado por la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.

Charla Alfred López #Naukas17

Un año más he tenido el inmenso honor de dar una charla el sábado 16 a las 17:40 horas en el impresionante Palacio Euskalduna cuyo título fue “¡ALERTA! Este lugar está en cuarentena… ya podéis ir rezando”.

A continuación os transcribo la charla (tal y como la escribí, evidentemente, posteriormente sobre el escenario decidí cambiar algunas cosas, sobre todo en el orden de explicarlas). Al pie podréis ver el vídeo de la charla que fue retransmitida por streaming a través de la web de Eitb: http://www.eitb.eus/es/divulgacion/naukas-bilbao/videos/detalle/5084258/alfred-lopez-alerta-este-lugar-esta-cuarentena-podeis-ir-rezando/ o en mi canal de YouTube: https://youtu.be/EErejO2R9BY?t=21

¡ALERTA! Este lugar está en cuarentena… ya podéis ir rezando 

Se conoce como cuarentena a la acción de aislar a uno o varios individuos (animales o cosas) sospechosas de poder ser un peligro para la salud pública. Con ello se pretende prevenir cualquier propagación de una enfermedad considerada como altamente contagiosa.

Por otra parte también encontramos que se conoce comúnmente como cuarentena al periodo postparto en el que una mujer tras el alumbramiento de un bebé necesita para volver a estar como antes del embarazo. Aunque se le llama popularmente cuarentena el nombre que los especialistas en obstetricia prefieren darle a ese periodo es el de ‘puerperio’.

Pero ¿tiene algo que ver la cuarentena de las parturientas con el aislamiento epidemiológico? ¿por qué se conocen ambos con el término de cuarentena? ¿realmente una cuarentena debe durar cuarenta días?

Pues sí, tiene mucho que ver y además el aislamiento epidemiológico deriva de la cuarentena a la que se sometía antiguamente a las mujeres tras dar a luz.

Hace muchísimo tiempo, y me refiero a hace unos cuantos miles de años, a la mujer que acababa de dar a luz se la consideraba como impura y debía ser aislada, ya que se tenía la creencia que todo aquello que tocara quedaría infectado.

De hecho, la Ley Mosaica o de Ley de Moisés en la que se basan gran parte de los evangelios y muchas de las escrituras sagradas de la actualidad, ya lo recogía en el Antiguo Testamento en el que indicaba esa impureza de la mujer tras el alumbramiento. No se le permitía ni tan siquiera entrar en un santuario hasta transcurrido los cuarenta días después de haber dado a luz. Sería entonces cuando portaría al recién nacido ante los sacerdotes que consagrarían al bebé y purificarían a la mujer.

De ahí que una de las festividades señaladas en el calendario católico sea el de la Candelaria el 2 de febrero, 40 días después de la fecha en la que la Iglesia determinó el nacimiento de Jesús.

Como bien sabréis tanto el catolicismo como el judaísmo y muchas de las actuales religiones basan sus periodos en cuarenta días: por ejemplo, los 40 días de ayuno de Jesucristo en el desierto o la Cuaresma que va desde el final de carnaval hasta Semana Santa.

Y desde entonces y en base a esa fórmula de cuarenta días que marcaba la Ley Mosaica, cada vez que aparecía alguna enfermedad desconocida o contagiosa se decidía poner en aislamiento durante ese periodo de tiempo.

Pero el término cuarentena no comenzaría a utilizarse hasta bien entrada la Edad Media, concretamente hasta el siglo XIV en el que parte de Asia y Europa se encontraron azotadas por una devastadora pandemia de peste negra.

En el año 1348 la llegada al Mar Adriático de varios barcos que se dirigían a Croacia hizo que desde la República de Venecia se ordenara mantenerlos aislados en alta mar (antes de poder desembarcar en el puerto de Dubrovnik) durante ‘Quaranta Giornos’, o sea, 40 días, y que dio origen al término cuarentena. Ese periodo de tiempo se determinó por la tradición que hasta entonces se mantenía y que procedía de la Ley Mosaica, así que siguió prevaleciendo el motivo religioso a cualquier razonamiento científico, ya que por entonces quienes se dedicaban a la medicina todavía no tenían determinado cuál era el periodo de tiempo que se necesitaba para aislar en cada enfermedad.

Y así ha seguido manteniéndose a lo largo de los años y no fue hasta entrados en el siglo XX (ya con la medicina moderna) cuando se comenzó a aplicar un tiempo de aislamiento diferente para cada patología. Por ejemplo el tiempo de aislamiento en el caso de Ébola las cuarentenas fueron de 21 días.

Eso sí, lo que se ha mantenido ha sido el término cuarentena aunque un aislamiento no sea por ese periodo de tiempo.

También cabe destacar que las cuarentenas tras el alumbramiento (puerperio) tampoco son de 40 días sino que abarcan entre las 4 semanas (28 días) y las 6 semanas (42 días) todo dependiendo de cada caso y mujer y el tiempo que realmente necesita cada organismo para recuperarse totalmente del embarazo.

Cabe destacar que tal y como me explicó la especialista en obstetricia Sofia Fournier, estas cuarentenas o puerperios postparto pueden variar dependiendo de la época del año del alumbramiento, ya que si este ha tenido lugar de cara al verano se acorta ese periodo para estar lista antes de las vacaciones y sin embargo de cara al invierno se alarga algo más pues no hay tanta prisas al llevar más prendas de ropa.

Como nota curiosa, un par de cuarentenas que han sido significativas a lo largo de la Historia (de las muchas que ha habido) son:

A los tripulantes del Apolo XI a su vuelta del viaje a la Luna. El viaje de viaje de ida y vuelta duró 8 días y cuando regresaron se les mantuvo aislados para prevenir cualquier contaminación interplanetaria a lo largo de 21 días (3 semanas).

La cuarentena más larga de la Historia la padeció Mary Mallon (conocida como María Tifoidea) que contagió en Nueva York a 53 personas de Fiebre tifoidea a principios del siglo XX. Sufrió dos periodos de cuarentena, el primero de 3 años (entre 1907-1910) y el segundo de 23 años (entre 1915-1938 cuando falleció).

Vídeo con la charla completa (10 minutos):

Agradecimientos por su ayuda a Sofia Fournier (especialista en obstetricia y autora del blog ‘Una mami que se mima’) y a Ignacio López-Goñi (profesor de microbiología y virología en la Universidad de Navarra y autor del blog microBIO) Lee el resto de la entrada »

¿Cuál es el origen de la expresión ‘ser un muermo’ para señalar que alguien es aburrido?

¿Cuál es el origen del término ‘muermo’ para señalar que alguien o algo es aburrido?

El muermo es una enfermedad infecciosa que padecen algunos equinos (caballos, mulas, burros…) y que les afecta a las vías respiratorias, provocándoles goteo nasal, tos catarral, irritación de la faringe, inflamación de los ganglios y fiebre alta, con un abatimiento y pérdida de apetito. Son estos últimos síntomas los que convirtieron al término con el que se referían a la enfermedad del muermo en la palabra con la que se señala a una persona o cosa aburrida, apática o tediosa. Al tratarse de una enfermedad contagiosa, el muermo también puede afectar a los seres humanos, siendo común en algunos cuidadores, jinetes o personas que estén en contactos con caballos u otros equinos.

 

Lee y descubre el curioso origen de otras conocidas palabras y expresiones

 

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Fuentes de consulta: infecciosasveterinaria / a-alvarez / Rae
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