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El origen de algunos términos relacionados con los engaños (I)

El diccionario de la RAE define la palabra ‘engaño’, en una de sus acepciones, como ‘Falta de verdad en lo que se dice, hace, cree, piensa o discurre’. Diversos son los términos que podemos encontrar relacionados con el hecho de engañar.

El origen de algunos términos relacionados con los engaños (I)

Aquí os traigo una primera entrega con media decena de ellos:

Añagaza:
Señuelo utilizado por los cazadores para atraer una presa. Normalmente se realizaba con algún pájaro muerto o hecho de madera u otro material que llamaba la atención de otros animales. El término proviene del árabe andalusí naqqaza, ‘señuelo’, y este procedía del árabe clásico naqqaz, que significaba ‘pájaro saltarín’.

Ardid:
Vocablo que ha sufrido varios cambios en su descripción a lo largo de los siglos y que en el Diccionario de autoridades de 1726 aparecía como «trama y hecho ingenioso dispuesto con astucia y arte». Posteriormente también se le dio la acepción de «astucia o arte con que se pretende el logro de algún intento» y en la última edición del diccionario académico se le da el significado se define como «artificio, medio empleado hábil y mañosamente para el logro de algún intento». Proviene del término  ardido y este del latín artitus, cuyo significado era ‘instruido en varias artes’, y es que el engaño y la astucia estaban considerados como artes.

Argucia:
Del latín argutia, este término hace referencia al argumento falso presentado con agudeza y sutileza.

Artimaña:
Muy similar al término anterior, una artimaña es un engaño realizado con arte (talento) y  maña (destreza).

Asechanza:
Artificio con el que engañar a alguien para que se confíe, atraparlo y hacerle daño. Proviene del término asechar (intentar dar alcance a alguien), que procede del latín assectaāri, de exacto significado.

 

 

 

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Fuente de la imagen: nubedepalabras

¿Sabes qué es una ‘añagaza’?

Se conoce como ‘añagaza’ al señuelo utilizado por los cazadores para atraer una presa.

¿Sabes qué es una ‘añagaza’?

Este tipo de reclamo normalmente se realizaba con algún pájaro muerto o hecho de madera u otro material que llamaba la atención de otros animales.

Etimológicamente el término proviene del árabe andalusí naqqaza (señuelo), y este procedía del árabe clásico naqqaz, que significaba pájaro saltarín’.

 

 

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Fuente de la imagen: picryl

¿Cuál es el origen del término ‘alcahueta’?

¿Cuál es el origen del término ‘alcahueta’?

Conocemos como alcahueta (o alcahuete) a la persona que se dedica a facilitar que otros individuos puedan conocerse o mantener algún tipo de relación amorosa e incluso sexual, normalmente encubierta o ilícita.

El término alcahuete nos llegó al castellano a través del árabe hispánico ‘alqawwád’, compuesto por el prefijo ‘al’ -equivalente al artículo ‘el’- y el vocablo ‘qawwád’ –mensajero- y cuyo significado literal era ‘el mensajero’ o ‘el que transmite un mensaje’.

El trabajo de un alqawwád era el de transmitir un mensaje a una mujer casada por parte de un hombre que la pretendía y al mismo tiempo el hacer llegar al marido de ésta algunos presentes (como por ejemplo un caballo) con el fin de ganarse la confianza y simpatías y allanar el camino de la pareja adúltera.

El término tomó un gran relieve durante la Edad Media en la que muchas fueron las mujeres (sobre todo de edad madura) que se dedicaron a realizar tareas de intermediación y entablar relaciones entre diferentes personas con el fin de que éstas acabaran contrayendo matrimonio.

Otro de los cometidos de la alcahueta era el de (una vez formalizado el enlace matrimonial) procurar que la novia se presentase en la iglesia el día de la boda, por lo que iba a recogerla a su casa y la acompañaba hasta el altar. Esto se debe a que muchos de esos enlaces ‘acordados’ no contaba con el beneplácito de la contrayente, sino que era un acuerdo entre el pretendiente y el padre de la novia. De ahí que algunas se opusieran a dicho casamiento, siendo normalmente el interesado en la muchacha quien había contratado los servicios de la alcahueta y si la pretendida no se presentaba no abonaba el dinero por sus servicios.

Pero, tal y como indico al inicio del post, otra de las atribuciones de los alcahuetes era el de facilitar la relaciones sentimentales no permitidas o sexuales ilícitas.

Una de las alcahuetas más famosas de la literatura es la vieja Celestina de la obra ‘Tragicomedia de Calisto y Melibea’ de Fernando de Rojas (sXV), que con los años acabó siendo este nombre propio un sinónimo del oficio de alcahuete.

 

 

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¿Cuál es el origen de la expresión ‘hacer triquiñuelas’?

¿Cuál es el origen de la expresión ‘hacer triquiñuelas’?

El término ‘triquiñuela’, a pesar de no ser una de esas palabras que se utilizan excesivamente, tiene cierto encanto especial que, sobre todo, recuerda a tiempos pasados, cuando el lenguaje estaba repleto de vocablos singulares.

Se emplea la expresión ‘hacer triquiñuelas’ para referirse a aquella artimaña o astucia que se realiza para conseguir algún propósito (la palabra triquiñuela es comúnmente utilizada como sinónimo de trampa, engaño o truco). Y es precisamente ese último término (truco), pero en su forma inglesa: ‘trick’ de donde nos llega (seguro que a muchos de vosotros  os sonara trick por el famoso ‘trick-or-treat’ [truco o trato] tan utilizado en Halloween). El término análogo de triquiñuela en el idioma de Shakespeare es ‘trickery’, de mismo significado que nuestra palabra.

Al inglés llegó aproximadamente en el siglo XIV a través del francés medieval ‘tricher’ (engañar) y éste provenía del latín vulgar ‘triccāre’ (comportarse de una manera evasiva).

 

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Debo agradecer al amigo Eduardo Basterrechea Molina (de Molino de Ideas) por ponerme en la pista de esta etimología.

Fuente de la imagen: Wikimedia commons