No entiendo bien esta nueva moda extendida ahora entre las chicas de llevar vaqueros altos, por encima del ombligo, con esas interminables braguetas como cesáreas, aunque su límite inferior rebase la frontera de las nalgas, mostrando incluso parte de las nalgas, sin pudor por enseñar las nalgas. Llámame ajeno a los designios de la moda, pero yo recuerdo, no hace tanto, lo mucho que la gente se mofaba de aquel Julián Muñoz Street Style, que poco le faltaba al hombre para atarse el pantalón a las axilas, tachándolo por todos de extrema paletada. Y ahora, según parece, Muñoz se ha convertido en un icono sin querer desde su cárcel, encerrando también vosotras el placer de admirar la franja más sensual de vuestro cuerpo. ¿Dónde quedaron esos vientres planos, tan sutilmente suaves a la vista, custodiados por el raro y poderoso sumidero del ombligo? ¿Por qué condenásteis al destierro aquellos piercings ombligueros (auténticos imanes para el iris de los hombres) o esas leves curvitas cóncavas de los huesos caderiles que además hacían las veces de tensores del vientre, como pinzas de una piel tendida al sol? ¿Acaso ahora lo moderno es esconder lo más preciado, mostrando el culo a cambio, en una suerte de trueque sensorial para los hombres?
(¿Habrá detrás una intención preconsciente de ocultar o negar el ombligo como símbolo fantasma del cordón umbilical unido a sus madres?)
Me cabrea muchísimo el asunto. Porque es verano. Y parece que el museo de los cuerpos cerró por vacaciones. Capaz serían, mis ojos, júrolo, de sacrificar escotes y nalgas a cambio de un mayor número de vientres desnudos. Tapaos, si os place, hasta el cuello, o cubríos los culos: podré con ello. Pero no me arrebatéis mis ganas de comerme las aceras desde el taxi, el placer inofensivo de dar vueltas en busca del vientre perfecto, o del piercing que emita las ondas precisas para atraparme. Como el insecto tonto que soy cuando detecto belleza.
Y ya que copiamos los 80, quedémonos con su música.
16 julio 2014 | 21:09
Pregunté hace muchos años
siendo yo un adolescente.
Para qué servía el ombligo
si todo el mundo lo tiene
y para nada se utiliza?
Salvo… para tener dentro
o bien hilachas o pelusas.
Nadie supo contestarme
salvo un aprendiz de mecánica
que muy serio respondió:
Que por lo que él sabía,
era uno de esos tornillo
a los que llaman prisioneros,
y que sirven para… la sujeción.
Yo de seguido le pregunté
Para sujetar… qué?
Él me dijo que, ”Los huevos”
que nunca me debía de hurgar,
y menos con un destornillador
porque… se me caerían al suelo.
y volví a repreguntar:
Y a las mujeres qué,
les puede a ellas sujetar?
Estuvo un tiempo callado
y al rato contestó:
Pregúntaselo a tu novia
que ella, te dará razón,
o más bien, coge un destornillados
y dale vueltas al revés
que en el sentido que giran
las agujas del reloj
Quítale antes las bragas
y observa que es lo que se le descuelga.
Contesté yo sonrojado:
No, no, no me atrevo.
Pero… me quedé yo con las ganas.
16 julio 2014 | 23:11
Estoy contigo esta noche…bueno a medias…me explico…mucho mejor ver cinturitas de avispa – la que puede permitirse enseñarla – con piercing o sin…que esas que van enseñando el cachete…Tiene más valor si cabe tu opinión siendo hombre…pero claro…como estás CASADO jajaajjaja…NO ESTOY CON TU COMENTARIO…Será que estoy harta de escuchar música ochentera en el coche…Jajajajjaja…la preferida de MI Sant Jordi…Ainssss a Dios pongo por testigo que antes de los 40 recupero mi cintura…sin lorzas…Jaajajjajaja…Feliz jueves libre…ponerle música clasica mejor a la futura niña…
17 julio 2014 | 00:22
q bien escribes!! q bello leerte!!
17 julio 2014 | 01:27
Bueno, me has recordado aquella vez que vi la película Calígula hace muchos años. En particular aquella escena de repugnante crudeza en que un grupo de esclavos se masturban juntos, apremiados, en un gran cuenco sostenido por una doncella como parte de una demente rutina que requiere de esperma reciente para aplicarlo a modo de crema para el cuidado estético de su ama, mientras las demás doncellas en la sala observan con distraída naturalidad y disimulado rubor aquel trance descarnado sin abandonar sus labores de manicura y otros cuidados a su madura señora. Enseñar el ombligo es gratuito y soez, y sólo debería realizarse en el ámbito de la intimidad, sin espectadores, sin miradas ajenas y curiosas que despierten el vicio. Es de mal gusto, de mujeres sin personalidad y sin carácter, propio de las esclavas que bailaban la danza del vientre para agradar a su lascivo señor…
Enseñad el potorro!!!
17 julio 2014 | 05:47
Bueno, me has recordado aquella vez que vi la película Calígula hace muchos años. En particular aquella escena de repugnante crudeza en que un grupo de esclavos se masturban juntos, apremiados, en un gran cuenco sostenido por una doncella como parte de una demente rutina que requiere de esperma reciente para aplicarlo a modo de crema para el cuidado estético de su ama, mientras las demás doncellas en la sala observan con distraída naturalidad y disimulado rubor aquel trance descarnado, aquel laborioso y amargo éxtasis, sin abandonar sus labores de manicura y otros cuidados a su madura señora. Enseñar el ombligo es gratuito y soez, y sólo debería realizarse en el ámbito de la intimidad, sin espectadores, sin miradas ajenas y curiosas que despierten el vicio. Es de mal gusto, de mujeres sin personalidad y sin carácter, propio de las esclavas que bailaban la danza del vientre para agradar a su lascivo señor…
Enseñad el potorro!!!
17 julio 2014 | 06:47
Este año mejor fjate en esas sandalias con un tacón de vértigo, en los tobillos, en las piernas torneadas
Carla
http://www.lasbolaschinas.com
17 julio 2014 | 07:36
Lo más plano, perfecto y con piercings que podría enseñar sería el lóbulo de mi oreja. Vale como piercing un segundo agujero en la oreja??
Para enseñar algo feo, y sin piercings que te hagan fijarte en ello, ya enseño la cara.
Feliz jueves a los fe@s y a los guap@s!!
17 julio 2014 | 08:07
Sin cumplir los 37, noto indicios de babosismo.
Haztelo mirar, o antes de los 40, tendrás q parar en mas de un arcén para tocarte.
Feliz jueves.
17 julio 2014 | 08:33
será posible lo que hay que leer..??????? ocultar el ombligo para no pensar en el cordón umbilical??? hay que ver qué poco salero para escribir, en serio no hay nada mejor????
a cuadros me he quedao
17 julio 2014 | 09:20
me rio yo de lo que se entiende en españa por pierna torneada……
17 julio 2014 | 09:21
pues yo he disfrutado leyendote!, me encanta la comparación de la bragueta alta con la cicatriz de la cesárea!, pues en verdad para nosotras son molestas las braguetas, no digamos ya tan altas!, y tienes razón, ni siquiera por lo que cubren, ese ombligo que te erotiza, sino porque es antiestética visualmente igual que las hombreras, ..digamos que son dos formas que nos «deshumanizan» y nos «robotizan», igual me he pasado, pero yo así lo veo..
17 julio 2014 | 10:49
¿Tu mujer lo muestra?. ¿Bea lo mostraba?.
17 julio 2014 | 11:10
Me gusta como escribe, pero me parece horrible que cuanto más «plano» sea el vientre, más bello sea.
La belleza no es solo un vientre plano o un piercing en el potorro.
Madure.
17 julio 2014 | 11:34
Pues que quereis que os diga, yo paso de ombligos, a mi me gustan los culos: http://goo.gl/qhPeKj
17 julio 2014 | 12:14
Un vientre plano es bello, basta ya de hipocresías por favor, no es bella la tripa llena de michelos…
Un piercing en el ombligo es una de las cosas que tengo pendiente ponerme si no tuviera tanto miedo a las agujas 😉
17 julio 2014 | 12:42
¿Cuánto tiempo hace que no bajas desde la Plaza Castilla a Cuatro Caminos, por Bravo Murillo, Simp?
Permíteme que discrepe y reivindique la inmortalidad del esctote frente a la caducidad del ombligo.
17 julio 2014 | 20:41
en general no me gustan los piropos, sobretodo si proviene de un baboso…pero algo simpático dicho por un tipo simpático, ya sabes, sin esa mirada que parece desnudarte o con salivilla colgando… no me sienta mal… es más, en alguna ocasión me hicieron reir….
o sonreir….
17 julio 2014 | 23:21
Escote!
19 julio 2014 | 04:06