Reconocí su rostro al primer portazo. Rinoplastia, botox, tres capas de maquillaje: la misma que en las pelis de la infancia (de mis padres) cuarenta años después y en mi taxi (¿qué edad tendrá ahora? ¿80 años?). Sin embargo aún mantenía el mismo rictus solemne, de diva, que en aquellos tiempos de flashes y alfombras. Abrigo de visón, perlas, joyas, generoso perfume… Me miraba a través del espejo como sabiendo que yo sabía quién era, esperando tal vez un arranque emocionado por mi parte, un «¿Es usted…?» o directamente «Es un placer para mí….». Pero no dije nada. En mi taxi no viajan famosos sino usuarios.
Observando su pose especial, distinta (aun sin conocerla, llamaría la atención de cualquiera), pensé en lo duro que habría de ser para ella mantener esa condición de diva del cine aun llevando muchos años sin serlo, para acabar dedicándose a los platós del corazón partío, a vender su vida privada o a inventarse romances que ayudaran, en fin, a mantener el mito. Del glamour al miserable cotilleo sólo por seguir siendo reconocible, famosa. La fama es ingrata, pero engancha. No querer caer en el olvido. Resistirse a morir en la memoria.
En aquel trayecto no sucedió nada, muy a su pesar. Salió del taxi como enfadada tal vez por no abrir yo la boca para adularla. Más bien sentí cierta lástima por ella.
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Nota: Como viene siendo habitual en este blog, no diré el nombre de la actriz. Tampoco es la actriz de la foto (Gina Lollobrigida).
Yo las vi en todo su esplendor,
eran verdaderos monumentos
todas, mujeres de bandera,
más que ídolos, diosas eran.
A voz de pronto: la francesita, BB
La americana Rubia Platino, MM
La bellísima italiana, CC,
La española Sarita Montiel
La suiza Úrsula Andrés
Y repitiendo nación
la Lollobrigida y la Loren.
Era tan larga la lista
que sería casi imposible,
el poder reproducirla.
Las he visto envejecer,
menos la que se marcharon,
con dignidad y valentía
mostrando kilos y arrugas
sin ningún trauma ni angustias,
Algunas quisieron prolongar
juventud y lozanía,
Algo pudieron lograr
aunque el tiempo no perdona,
y al final llega a igualar
la edad aparente y la real.
Pero todas para mí
siguen siendo esas diosas.
Que el tiempo como al buen vino
Las ha hecho más sabrosas,
con más cuerpo y más aroma.
Si yo me encontrara a una
a mis espalda en mi coche.
Le hablaría de aquellos sueños,
que acompañaron mis noches.
Y de aquellos sueños despiertos,
cuando miraba sus rostros,
en papel o en el celuloide.
30 diciembre 2010 | 17:33
… de Simpulso es que de vez en cuando le sale la vena quisquillosa y retorcida, como es el caso de la «pobre diva» usuaria.
El, Simpulso, piensa que a la diva le da «pesar» que el taxista no reconozca lo bella, admirada, querida y popular que fué… y yo pienso : Porqué » muy a su pesar» habiendo gozado de piropos y demás adulaciones por parte de los mejores galanes del momento?… Quizá la diva busca » la normalidad», su meridiana cotidianidad en la cual un hombre no divo reconoce su persona y punto. Quien sabe pero de cualquier forma me saca de quicio tu malintencionado lado triquismiquis, Simpulso… aunque empieces a ser un escritor «famoso» y cuando es así estas cosas nadie te las diga.
30 diciembre 2010 | 17:34
«Salió del taxi como enfadada tal vez por no abrir yo la boca para adularla».
…mira k llegas a ser ególatra…igual se bajó pensando:
-Joder vaya put- taxista de alvanokosovar me ha tocao en la carrera hoy k ni sabe hablar español 🙂 🙂 🙂 ( Nunca te han dicho k tienes pinta de tio de Europa del Este, Rumano o Bosniano o si me apuras ucraniano…)
P.D.: No le déis a mi nick a menos k tengáis una Nancy de Famosa antigua…podemos negociar su precio 😉
30 diciembre 2010 | 17:36
No es k le salga la vena, es así…aunque otras veces las camufla con metáforas…
30 diciembre 2010 | 17:38
Estoy bastante conforme con las palabras de «lo que me toca las narices». Una diva que con un solo chasquido de dedos ha tenido a los más guapos, inteligentes y ricos hombres del planeta, emparanollada porque un chico del montón no le reconoce lo hermosa que fué?… mmmmsí: por esos datos yo diría que la paranoia le viene ya de tiempo, que en el caso de ser cierto no ha sido un asunto particular… y ahora es cuando llego a la única conclusión : seamos «div@s» o no, lo hayamos sido o no, la vejez sin gente amable a tu alrededor es, efectivamente triste. Yo esque hasta a la Carmen mairena que un día me cruzé por Barna le dije «guapa!» y le cambió la caraza… ella me observaba detenidamente en el semáforo de la entrada del corte inglés de Plz cataluña… me dí cuenta de que era ella porque a través del rabillo de mi ojo adivinaba una silueta y una mirada fija de alguien, giré mi vista y era ella que junto a su viejo acompañante no paraban de mirarme, yo dentro de mi coche, bajé la ventanilla y saludé a la frikaza con un «guapa!», sabéis qué? : me agradeció el gesto sonriendo sin parar de mirarme hasta que desaparecí entre el espeso tráfico. Estoy segura de que se sintió estupendamente y a mí no me costó nada su sonrisaza torpe.
El mismo sentido de la amabilidad suelo aplicar a la gente mayor que me habla de añoranzas » vamos!… si usté está estupendo señor menganito. Seguro que en su juventú rompió!»
30 diciembre 2010 | 17:54
Buena entrada. Seguid a lo vuestro.
Buenas tardes.
30 diciembre 2010 | 17:56
La fama no es apta para cualquiera, o te cae como un guante o acabas como simpulso y frateli, un par de ególatras renegados, en el fondo adoran la fama y pelean en el barro por la fama. Realmente desdeñar la fama es buscarla, es una acción oculta en una inacción, algo propio de personas pusilanimes.
Otra cosa bien distinta es ser indiferente a la fama propia y ajena. Pero no es el caso de los personajes que menciono en este post, bien pelean en el barro por crearse una fama, tan solo para acabar mordiendo el polvo.
30 diciembre 2010 | 18:38
Oiga usté señor/a » NO ME CREO NADA» : Yo no «peleo» con Simpulso porque no puedo : es infinitamente mejor escritor que yo, és escritor , y bueno además : yo no.
Entonces… no acabo de pillarle una «doble lectura» a su argumento : debe de haberla no obstante : usted no remarcaría lo irremarcable de no ser así.
30 diciembre 2010 | 19:38
Tu no tienes ni puta idea de lo que es el arte ni la musica, de hecho la mierda que tienes de blog da fe de ello. Callate esquizofrenica, total del culo.
30 diciembre 2010 | 20:44
Seguramente llevaste en tu taxi algún sucedáneo, Simp; las autenticas divas residen en Sunset Boulevard ( Los Angeles ).
30 diciembre 2010 | 21:11
No entiendo la mitad de las contestaciones al post, algunos ofendidos, otros peyorativos, o ambas cosas.
Las personas somos personas, independientemente de nuestro estatus social, por eso mismo, ni los demás están obligados a darnos animo por el paso de los años ni tampoco por una vida pasada que, además, en el caso de muchos divas, es hasta mentira.
Tampoco veo porqué tiene que ser mentira una historia tan normal como encontrarse a fulanito que vive en el tercero por la calle, ya que, como he dicho antes, diva o no, seria persona y andar teniendo dinero para un taxi… o placer de la brisa o en cuatro ruedas.
Respecto a aferrarse a la fama…es como cuando te cortas el pelo y todo el mundo te dice que te queda bien, realmente, aunque no lo necesites, eso te satisface y cuando te dan dulces toda la vida supongo que es demasiado fácil extrañarlos. Lo importante es el camino que toma cada cual para mantener esos halagos, y lo que demostrará que clase de persona eres.
Un placer ^^ y felices fiestas.
30 diciembre 2010 | 21:27
Cada un@ con sus manías. Desde luego que no es obligatorio ser amable y empatizar con respeto con la gente pero si se da el caso mucho mejor, verdad «@ Frateli» : relájese que por lo menos a mi me gusta leer éste tipo de blogs sin intervenciones como la suya, no es que quiera meterme en lo que no me llaman pero sincera y honestamente me molesta que a mi alrededor se insulte por la cara, que pulule gente que no sepa comportarse y no tenga un mínimo de respeto por el resto.
30 diciembre 2010 | 21:42
Lo de k menciones el mismo término k he usado yo hoy ( y en otras ocasiones ) de Simpulso vale…lo ha demostrado con este post y, en muchas otras ocasiones, pero k metas en el mismo saco a Frateli cuando precisamente ahora la mujer es cuando + se limita a comentar los posts sin sus entrañables «idas de olla» ( por llamarlas de alguna manera k a much@s de por akí nos gustan y no hace otra cosa k dar su opinión sincera ) me parece k sólo es por PROVOCARLA…y de muy mal gusto…Y k curioso k para ello uses un nick «anónimo», no?
P.D.: Frateli ni caso…y no he puesto esta parrafada para k me mandes foto de tu tattoo, eh!
30 diciembre 2010 | 21:46
Sí, pero que le quiten lo bailao…
jajjaja..
30 diciembre 2010 | 22:01
Ayer rivisioné trapecio…
Aún sigo buscando información sobre anatomía para poder entender la cintura de Gina.
31 diciembre 2010 | 00:29
Era mi abuela Daniel….. iba pensando en otras cosas, no le gusta hablar con los conductores.
31 diciembre 2010 | 01:50
Echo de menos los tiempos de divas y divos que lo eran de verdad, no como los mariconcetes de ahora que esos si que son efímeros, engreídos y lastimosos, esas divas intemporales, grandes señoras que lo seguiran siendo por siempre le pese a quien le pese.
01 enero 2011 | 03:30