Diez y media de la noche. Calle desértica, como tu cuello. Me lanzas miradas en carne viva mientras hablas por teléfono. Yo conduzco y sólo escucho el carmín de tu boca, tus suaves grietas como anillos de árbol: sabes que podrías ser mi madre. Tus deseos son incestos para mí.
Cuelgas. Me hago el huérfano. Giras las piernas hacia el sur y escucho el sonido de tus medias como piedras de mechero.
– Cambio de planes. Mejor tu casa – me dices, confiada.
Apago el taxímetro sin decir nada. Sólo subo el volumen de la canción: Bette Davis eyes.
En el garaje llegan los besos que saben a sal. Me arrancas los botones del ascensor, abro la puerta con los dientes y en lo que dura el pasillo araño tu espalda que cicatriza al instante con mi propia saliva. Aparto de un manotazo a mi pato de goma Made in Hong Kong y nos lanzamos a la cama buscando el Tetris perfecto. Convierto tus medias en cuartas y luego en octavas. Abro el segundo cajón de la mesilla, meto mis prejuicios y saco los condones.
Traduces tu orgasmo en palabras. Gritas «Carlos», sin querer. En el cigarro me dices que Carlos es el nombre del hijo que siempre quisiste tener. Tienes cuatro hijas de dos maridos distintos. Cuatro. Y ya es tarde para más.
Apago el cigarro, me acerco a tu pecho, tomo tu pezón entre mis labios y comienzo a succionar.
– Buen chico – me dices.
Me quedo dormido en esa misma postura. Tú permaneces despierta durante toda la noche.
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Mañana, a las 12, encuentro digital en 20minutos.es. Os espero a TODOS.
Más que desafio es una mera provocacion
09 noviembre 2010 | 21:24
mierda, me perdí el encuentro!!
10 noviembre 2010 | 00:37
falsa alarma.. XDD
10 noviembre 2010 | 00:43
Parece un relato aséptico, desapasionado… contando un polvo en el que sólo uno de los dos quería gritar…
El otro parece que se conforma lamiendo maneras de saborear un (pezón) tabú.
10 noviembre 2010 | 23:32
Es la primera vez q comento tu blog aunque mucho que los leo. Es lo que hacemos a diario hace un tiempo un compañero de trabajo y yo. Me gustas por innovador, por ese toque romántico que se te escapa entre letras atrevidas, por tu imaginación. El de hoy, una pasada. Te seguimos leyendo desde… ejem, mejor no decir el nombre de la empresa, q la cosa está mu malita. Suerte.
11 noviembre 2010 | 18:48