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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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Una nueva realidad (y III)

…La publicidad tiende  exagerar los movimientos de la economía, por lo que se podría esperar para 2015 un crecimiento mayor de la inversión.

Si la nueva situación trajera pasos hacia una Cataluña independiente, el mercado publicitario se resentiría. Si en la nueva situación vemos el triunfo de Podemos en alguna circunscripción tendremos un ensayo de lo que podría ocurrir en un panorama político no ya nuevo sino novísimo. Está por ver cuál sería la actitud ante la publicidad y los medios de un partido que ha crecido básicamente apoyándose en algunos medios (Televisión e Internet, sobre todo).

Los anunciantes de Zenthinela esperan un crecimiento de la inversión que se situará en el entorno del 2%; los medios panelistas de Vigía, algo más optimistas, sitúan el incremento de la inversión algo por encima del 3%; la previsión que hemos enviado desde Zenith a nuestro grupo se sitúa algo por encima del 5%, con crecimientos superiores a esta cifra en Internet (incluido Móviles) y Televisión y ya sin caídas, o sólo caídas muy leves en algún caso, en el resto de los medios.

Hablamos mucho de que la Televisión lineal, la de siempre, la que se ve en el televisor y a la hora en que la cadena lo está emitiendo, está de capa caída, pero los datos de audiencia no lo reflejan más que en una medida mínima. Lo que sí parece extenderse es el fenómeno de la multipantalla, con lo que puede suponer de problemas en la atención, tan importante para la publicidad. Zenith ha realizado un estudio, que publicará en los primeros meses de este año, con el que analiza con rigor este fenómeno.

El lanzamiento por parte de Kantar Media de herramientas de medición de la Televisión Social es también una noticia muy interesante.

Por otra parte convivimos con una Televisión de audiencia cada vez más fragmentada, lo que dificulta la planificación de las campañas, aunque todavía permite alcanzar coberturas casi universales.

El panorama internacional

En el plano internacional las últimas previsiones del Grupo ZenithOptimedia sitúan el crecimiento de la inversión publicitaria a nivel global en el 4,9% (una cifra no muy diferente de las publicadas por otros grupos). Europa Occidental y Central crecerá un 2,4%. España y otros países de los que durante los últimos años nos han considerado periféricos tendrán ahora un crecimiento superior a la media de la región. Un efecto curioso del cambio de tendencia: dejamos de ser apestados (periféricos o PIGS) y volvemos a ser europeos.
El mal momento económico de Francia e Italia y un crecimiento menor de lo esperado en Alemania han tenido esa sorprendente consecuencia.
Internet es el medio de mayor crecimiento a nivel mundial: se espera un crecimiento anual medio del 15% hasta 2017 (la publicidad Móvil podría crecer a un ritmo del 38%). La Televisión sigue siendo el medio que concentra mayor inversión (el 39,6% del total en 2014) pero crece algo menos que la media del mercado y perderá algo de peso en los próximos años: en 2017 podría ser sólo del 37,4%.
El mayor crecimiento corresponderá a Latinoamérica (se espera un 13%) y Asia del Sur, región a la que ZOG llama Fast Track Asia, (China, India, Indonesia, Malasia, Pakistán, Filipinas, Taiwan, Tailandia y Vietnam) que crecería a un 10,1%.
China es ya el segundo mercado publicitario del Mundo, sólo por detrás de Estados Unidos.
Este año se ha frenado el crecimiento de Europa del Este, debido a la crisis de Ucrania, pero se espera que si se normaliza la situación vuelva a tener un peso importante en el crecimiento del sector a nivel mundial. Se produce aquí un efecto curioso: la generalización del fracking, que ha hecho bajar los precios del petróleo, pone en dificultades a la economía rusa, lo que le impedirá (o dificultará) presionar a Ucrania y a la UE con un gas que necesita vender para no desequilibrar aún más su balanza de pagos. En cualquier caso Ucrania, y sobre todo Rusia, no han contribuido este año al crecimiento de la inversión publicitaria mundial.
Todo parece indicar que el año 2015 será bueno para la publicidad, en España y a nivel internacional, y que la economía, dentro de esa nueva dimensión a la que se ha visto abocada, crecerá de nuevo, aunque lo más probable es que tarde más de quince años en recuperar el tamaño que tenía en 2007.

Este post es la tercera y última parte de un artículo que se ha publicado en la edición en papel de la revista IPMark.

Encadenaremos dos años buenos

El viernes estuve en Capital Radio, invitado por la revista IPMark a la tertulia La magia de la publicidad. Además de José Antonio Vizner, que dirigía el programa, estaba Juan Manuel Urraca, el Director de IPMark que ejercía de moderador, Francisco Javier Gallego, de Group M y Arturo Dopico de la agencia Hello Media.

El tema de la tertulia era la inversión publicitaria: ¿cómo ha sido 2014 y qué se espera para 2015?

Por quinto año consecutivo he escrito para IPMark un artículo sobre las previsiones para el año, que reproduciré aquí cuando ya se haya publicado en papel.

Aunque aún no se conocen los datos definitivos para 2014 todo parece indicar que el crecimiento se habrá situado en el entorno del 4% para el conjunto del mercado, con comportamientos muy desiguales por medios. Mientras la Televisión, que sigue siendo el medio que marca la pauta, puede haber crecido cerca del 10% y Móviles algo más (aunque con una cifra de partida mucho más pequeña), los medios Impresos siguen cayendo y para ellos ya es una buena noticia que se esté atenuando el ritmo de caída de la inversión.

Si las cosas no se tuercen (y siempre hay factores de riesgo: ahora Cataluña, Grecia, la deflación, la posibilidad de un brusco cambio político,…) el año 2015 terminará con un crecimiento aún mayor, del orden del 6%.

Me gustó ver que, pese a que Gallego, el representante de Group M, comentó que ellos hacen sus previsiones utilizando un modelo econométrico, Vigía y Zenthinela eran la referencia y el flamante modelo confirmaba una y otra vez como ha dicho Eduardo. Eduardo, o sea yo, lleva catorce años preguntando a los protagonistas del mercado, los medios y los anunciantes, para elaborar sus previsiones, las del mercado.

Si se cumplen las previsiones encadenaremos dos años con crecimientos apreciables. Muy lejanos de los que vivimos entre 2003 y 2007, pero apreciables. Pero no olvidemos que esos crecimientos se producirán sobre unas cifras reducidas a poco más de la mitad de las cifras de 2007, unas cifras que, a este ritmo, tardaremos catorce años en recuperar (hasta 2028 no volveríamos a las cifras de 2007). Eso si antes no nos sobreviene una nueva fase depresiva del ciclo.

En el plano personal me encantó reencontrarme con Luis Vicente Muñoz, toda una referencia en la información económica y ahora flamante CEO de Capital Radio, a quién conozco desde hace muchos años, pero hacía mucho que no veía.

El año en que perdí la memoria

¿Ya recuerdas lo que te ha pasado?

No. No recuerdo nada.

¿Recuerdas lo que te pasó ayer?

No. La verdad es que no. Tengo como un hueco en la memoria y no recuerdo nada de ese rato.

Cada vez que entraba un médico o un enfermero eran las mismas preguntas y la misma sensación de impotencia. Por momentos pensaba que si no lo recordaba, nunca me dejarían salir del hospital.

Creo que fue al día siguiente cuando llegó la doctora Escribano y me dijo: no hagas ningún esfuerzo; no te vas a acordar nunca…y no hace ninguna falta.

Pasé ocho días en el hospital y cuatro o cinco más de baja. Luego volví al trabajo. Lo concentré en menos horas para poder hacer una vida más saludable.

Ahora como sin sal (salvo cuando lo hago fuera de casa), procuro andar un buen rato (en torno a hora y media todos los días), hago fotos de mis paseos, intento escribir, aunque no siempre lo consigo…

Mi vida ha cambiado.

Cuando perdí la memoria mi nieto tenía dos meses; ahora tiene algo más de un año; casi anda y no para de chapurrear, aunque aún no se le entiende casi nada. Paso con él mis mejores ratos.

Cuando perdí la memoria mi hija tenía trabajo; ahora es toda una experta en conciliación: ha publicado #mamiconcilia y #papiconcilia y ha lanzado la iniciativa #SalPuntual. Ha salido un montón de veces en televisión y en otros medios y espera que todo eso sea un primer paso en su nueva vida profesional.

Cuando perdí la memoria creo que aún no se había convocado el concurso de Telefónica, un concurso que ganamos, pero que luego nos quitaron y nos dejó con un palmo de narices. Volvimos a ver que hacer el mejor trabajo no es lo más importante cuando otros manejan los hilos de más arriba.

Cuando perdí la memoria quería hacer un homenaje a los panelistas de Vigía y Zenthinela, los dos estudios que diseñé y coordino y que iban a cumplir sus primeras cien previsiones. Aunque al principio parecía que iba a ser casi imposible, ese homenaje se hizo el 26 de noviembre, cuando las previsiones llegaban a 105 y fue todo un éxito.

Cuando perdí la memoria me llegaron cientos de mensajes por Whatsapp, que ya era la aplicación por la que todos nos comunicábamos. Aún no sabíamos que valía 14.000 millones de euros, los que pagó Facebook poco después.

Cuando perdí la memoria España ya era un pozo de corrupción; luego hemos conocido más casos. Entonces aún no habíamos oído hablar de Podemos (yo al menos). Ahora parece que es una alternativa de poder y una esperanza o un revulsivo que hará cambiar las cosas.

Cuando perdí la memoria el Rey se llamaba Juan Carlos y en el PSOE mandaba Rubalcaba. Ahora el Rey es Felipe y el PSOE lo dirige Pedro Sánchez del que yo, ¡seré inculto! no había oído hablar cuando aún no había perdido la memoria.

Cuando perdí la memoria la amenaza terrorista se llamaba Al Quaeda y parecía haberse debilitado. Creo que nadie había oído hablar del Estado Islámico (yo al menos no); los malos en Siria parecían ser los que apoyaban a Al Assad, ahora ya no se sabe si hay buenos…

El año en que perdí la memoria pasaron estas y muchas otras cosas, en el plano personal, en el empresarial, en el nacional, en el internacional… espero que en el año siguiente a mi pérdida de memoria vuelvan a ocurrir muchas cosas que merezcan un hueco en mi deteriorada memoria. Espero, sobre todo, que predominen las buenas.

Eso deseo. ¡Feliz 2015!

Gestores del corto plazo (0)

No han pasado mucho más de diez años desde que nos hablaron del fin de la historia y de los ciclos, algo así como que el crecimiento sería ya continuo, cuando nos hemos visto sumidos en la crisis más profunda en casi cien años.

¿Qué ha pasado para que todo cambie de una manera tan radical?

En una sociedad que ya tendía hacia el corto plazo (el directivo sólo piensa en su bonus de este año; lo que le pase a su empresa a medio plazo no le importa porque muy probablemente dentro de dos años trabaje para la competencia) la globalización y la digitalización han hecho posible acortar aún más ese plazo. Las decisiones se toman ahora pensando en la evolución de la cotización de Bolsa hoy mismo y sabiendo que esa cotización puede verse influida por lo que ahora mismo esté decidiendo alguien en Tokio, en Sidney o en San Francisco.

La Bolsa, además, penaliza la contratación de personas y premia la reducción del equipo humano, sin ningún tipo de matices. Expulsar capital humano, sea del tipo que sea, incluso cuando se trata del talento que hace progresar a la empresa, tiene una prima en la cotización bursátil. Todo esto ha traído una generación de directivos que no piensan en el futuro, mucho más allá del mes, justo en el momento en el que las transformaciones que se están produciendo, debidas precisamente a las mismas causas, exigirían una mirada mucho más estratégica y a largo plazo. ¿Qué debería ser mi empresa dentro de diez años en el nuevo panorama que nos abre un mundo interconectado, digitalizado, globalizado?

Tenemos un buen ejemplo en nuestro pequeño mundo de publicidad y medios de comunicación en España en los últimos años. Sólo hay que remontarse dos años, hasta 2007, para encontrarse a las dos empresas más rentables entre todas las cotizadas en Bolsa en Europa. Por supuesto, esos beneficios se repartieron entre los accionistas. ¿El futuro? ¿Eso qué es? ¿Alguien conoce el significado de la palabra invertir?

Dos años después, en plena crisis económica, la rentabilidad ha bajado mucho, aunque sigue siendo positiva, no como en otros sectores. Hay que poner en marcha el lobby, presionar al Gobierno y conseguir que suprima la publicidad de la televisión pública. Sorprendentemente, la cosa funciona. Sería la ocasión de reducir el tamaño de los bloques y vender a los anunciantes mayor eficacia y a los espectadores respeto (ya llegará el momento de volver a venderlo todo cuando vuelva a haber dinero), pero ¿para qué? Sigamos vendiendo bloques largos a cualquier precio, aunque ingresemos menos. El accionista estará contento, sobre todo si volvemos a repartir todos los beneficios en forma de dividendos. Invertir ¿para qué?

Cuando llegue el momento, ya sin televisión pública, subiremos los precios, con la misma saturación, con menor eficacia, pero a los anunciantes no les quedará más remedio que venir a nosotros. Tenemos la sartén por el mango y, si hace falta, volveremos a presionar a papá Gobierno, que está débil y seguro que se deja.

No están los tiempos para bromas. Haría falta conseguir nuevos consensos en medición, como los que hace más de cuarenta años dieron origen a un EGM aún vigente, o los que hace veinte hicieron posible una audimetría de televisión que hasta ahora nos ha servido para regular un mercado complejo.

Pero ahora hay una nueva televisión, cada vez es mayor la parte de televisión mal medida por la audimetría y tenemos Internet, con múltiples medidas pero ninguna consensuada, ninguna que se adapte a las necesidades de los anunciantes. Necesitaríamos líderes del mercado con amplitud de miras, capaces de pensar en las necesidades comunes y en mirar hacia los próximos ¿diez? ¿quince? años. Capaces de poner en marcha la medición consensuada de Internet y de la nueva televisión que el mercado necesita. Pero yo no los veo por ninguna parte. Todo lo contrario, si algún técnico se atreve a pedir que se tomen decisiones en la dirección adecuada, seguro que veremos a su jefe llamando a la Reina de Corazones: ¡que le corten la cabeza!

Mientras tanto seguimos viendo como el mercado publicitario reduce su tamaño cada año: ¡un 11%! ¡un 21%! Se multiplica por 5 o por 6 la caída de la economía. Y se vuelve a las cifras de 1999.

Vemos cómo van cerrando unos medios detrás de otros, cómo desfilan multitud de personas hacia el exterior de sus agencias.

Pero quienes tomaron las decisiones que han llevado a este caos cobrarán sus bonus este año.

¡Y todos tan contentos!

Este artículo se publicó en I&M (Investigación y Marketing) la revista de AEDEMO a comienzos de 2010 y aunque en gran parte mantiene su vigencia lo he actualizado en el publicado ayer en este mismo espacio.

Una semana de locos

Últimamente no escribo mucho por aquí.

Y es que no paro. Entre otras cosas de escribir; en otros sitios.

La semana empezó el sábado 22 con la comida de ex colegiales del Aquinas, el colegio mayor en el que viví durante gran parte de mi carrera. Hace unos años se nos ocurrió ampliar hacia otros grupos que hubieran vivido allí por la misma época la reunión que ya hacíamos el grupo de amigos más cercanos. Este año entre la comida y las copas posteriores nos hemos reunido sesenta personas. No es excesivamente complicado, pero la coordinación de toda esa gente, que hago junto con Emilio, otro amigo del grupo más próximo, se lleva su tiempo.

Me había comprometido con Juanjo Ibáñez a enviarle dos artículos (uno largo sobre la evolución de la publicidad y otro corto sobre la aportación de Zenith en investigación) para la revista Investigación y Marketing, que va a publicar el número conmemorativo de sus primeros 35 años. Tenían que estar para el día 25. El corto pude enviarlo a tiempo. Con el largo me cogió el toro y acabé enviándolo el viernes por la noche, con tres días de retraso.

Cuando acometía la redacción de la última parte del artículo largo me entró un mensaje de Pedro Urquidi recordándome mi columna mensual en IPMark; tenía que enviársela ese día, así que me puse con ella y la envié. Una columna es corta y no me llevó demasiado tiempo.

Pero lo mejor de la semana fueron los eventos del miércoles.

Por la mañana teníamos lo que yo llamaba homenaje a los panelistas de Atalaya (los estudios Vigía y Zenthinela con los que hago previsiones de inversión publicitaria desde hace catorce años) y que acabamos denominando El arte de fallar en las previsiones. Tras una introducción de Candi Rodríguez, mi jefa, hablaba yo (conté cómo surgió el proyecto y cómo se ha convertido en una referencia en el mercado. Es un caso de generación colaborativa de conocimiento). El resto del acto miraba hacia el futuro: una impresionante Antonella Broglia expuso como un verdadero tsunami las novedades en tecnología; Nacho Villoch nos contó los obstáculos que se encuentra quien quiere innovar y cómo debemos actuar para sobrevivir a ellos y Pablo Foncillas las propiedades formativas del fracaso, cómo no hay que tenerle miedo: fracasar es la demostración de haberlo intentado. Resultó un acto tremendamente interesante; al menos eso me han dicho muchas de las 160 personas que me arroparon ese día.

Mi intervención era breve y sobre un tema que conozco bien, pero aun así había que prepararla y ensayarla.

Ese mismo día por la tarde mi hija Usúe presentaba un nuevo e.book colaborativo: #papiconcilia en el Centro de Innovación del BBVA. Ahí yo sólo participaba como público orgulloso.

Y este fin de semana, además de terminar y enviar los artículos que ya he mencionado, tenía que escribir el informe sobre el estudio Vigía de noviembre y el resumen que elaboro para la prensa. Al menos esta vez los resultados son buenos y he podido escribir textos optimistas algo que, cuando se escribe sobre la realidad, siempre es más agradable. Esta mañana ya he podido terminarlos.

Para completar la semana de eventos ayer tuvimos la comida de los Herrera, los hermanos de mi mujer y algunos sobrinos, en total diecisiete, nos reunimos para pasar nuestro agradable rato anual prenavideño.

Y, claro, todo eso sin dejar el trabajo normal de cada día.

¿Ha sido o no una semana de locos?

Los límites de lo admisible

Ayer leí en Mediamundi un editorial que con el título ¿Quo vadis, Telefónica? recoge lo que me habría gustado escribir a mí la semana pasada si no nos hubieran prohibido hablar (y mucho menos escribir, una advertencia que me tomé como algo casi personal; en mi entorno no hay mucha más gente que escriba) sobre este tema.

Así que, como ya está escrito, y no lo he escrito yo, lo reproduzco aquí literalmente. Pido disculpas por ello (a la vez que le agradezco haberlo escrito) al editorialista de Mediamundi on line.

Este es el texto:

El día 16 de octubre Anuncios Live se hizo eco de la noticia de la revocación del concurso mundial de Medios que Telefónica había adjudicado tras un largo y duro proceso para todos los contendientes a principios de julio pasado. Unas horas más tarde lo publicaba también El Programa de la Publicidad. Al día siguiente también  Marketing Directo e IP Mark se hacían eco de la noticia y, fuera del sector, también lo hacían El Confidencial, Bolsamanía y Negocios.com.

El mismo día 17, El programa de la Publicidad volvió a la carga, sorprendido: “Ningún medio internacional publicitario se hace cargo del cambio de la cuenta global de Medios de Telefónica de Publicis Group a Havas Media”. Efectivamente, no deja de ser sorprendente, como señalaba El programa de la Publicidad, que “Ningún medio internacional del sector , ni siquiera en las ediciones digitales, se hace cargo del cambio de Publicis Group a Havas Media de la cuenta global de Medios de Telefónica. Un cambio que afecta a la publicidad de Telefónica en 19 países, no ha suscitado ni un breve, casi 24h después, en los medios del sector internacionales, al cierre de esta información”.

Más sorprendente parece que en ese mismo plazo no se hubieran hecho ya eco de la noticia todos los medios del sector y una buena parte de las ediciones de los diarios de información general y económicos, que sí se habían hecho eco de la asignación original. Y también parece sorprendente que se haya revocado una adjudicación y hecho una nueva sin explicar las causas de una y de otra.

Por coincidencia o no, el mismo día 17 de octubre se publica también la noticia de que el Grupo Bolloré ofrece tomar una posición de control en Havas, pasando del actual 36,2% a una posición mayoritaria, con una prima del 19,5% sobre el precio de las acciones de Havas antes de suspenderse su cotización. La oferta consistiría en un canje de 9 acciones de Grupo Bolloré por cada 5 de Havas. Aunque el portavoz de Havas se apresuró a desmentirlo, el anuncio multiplicó los rumores de una inmediata venta de Havas. Hay quien sugiere que a Vivendi.

Algún medio sugiere que Bolloré podría haber sido también protagonista en la decisión de Telefónica de revocar la adjudicación de su cuenta de Medios. Vincent Bolloré, CEO y accionista con un 5% de Vivendi, habría negociado la venta de GVT en Brasil, mercado clave para Telefónica, por 4.663 millones de euros en efectivo más un 12% en acciones de Telefónica Brasil y en la posterior alianza entre Telefónica y Vivendi para la gestión de contenidos de TV. En un acuerdo tan vital para Telefónica, podría haber entrado como moneda de cambio la gestión de la cuenta de Medios de Telefónica, que pasaría de Publicis a Havas, en donde Grupo Bolloré controla el 36,2% y donde el hijo de Vincent Bolloré, Yannick Bolloré, ejerce de CEO.

Si así hubiera sido, no solo hay dudas sobre la ética empresarial de una decisión, la de Telefónica, que puede acarrear graves perjuicios económicos y de imagen a una entidad mercantil y a sus ejecutivos y empleados sino, sobre todo, sobre la actuación de la otra parte del negocio. Cabe preguntar si esa negociación respondió a los intereses de los accionistas de Vivendi y si estos obtuvieron todos los beneficios posibles o si, por el contrario, se atendió a beneficios personales y empresariales propios y si, a su vez, se hizo favoreciendo a los accionistas de Havas o también en detrimento de sus intereses.

¿Por qué lo hacen unos?, ¿por qué se les admite a otros?, ¿por qué no informan muchos?, ¿por qué lo consentimos todos? El tiempo dará respuestas a estas y otras cuestiones pero, por el momento, se ha escrito uno de los capítulos más tristes de la historia de nuestro negocio. Un capítulo que no se merece el propio negocio ni los profesionales de Telefónica que decidieron la adjudicación de la cuenta de Medios ni ninguna de las agencias que participaron en las diferentes fases ni, sobre todo, la agencia adjudicataria y sus profesionales.

Había algunos antecedentes, uno implicando a los mismos protagonistas de la última adjudicación, pero la dimensión y las circunstancias hacen saltar todas las alarmas en un negocio que ya no estaba demasiado sano pero que ha visto sobrepasados los límites de lo admisible.

Ya que yo no lo podía contar, reproduzco aquí este relato, muy bien contado. Además estoy de acuerdo con las conclusiones. Por eso las he resaltado.

Algo se mueve en la medición de televisión

Esta semana se han producido varias noticias de esas que no llegan a la portada de los periódicos pero que tienen una gran trascendencia para un sector, en este caso el publicitario y de los medios.

Tres de ellas contemplan hechos que pueden cambiar el panorama de la medición de televisión. En Estados Unidos, pero con posible repercusión mundial y, en concreto, en España.

La semana comenzaba con la noticia del acuerdo de Zenith (la agencia de medios en la que trabajo) para utilizar los datos de Rentrak (que sustituirán poco a poco a los de Nielsen) como medida en los mercados locales de televisión. Era importante. Yo lo tuiteé y lo comenté internamente: la sustitución de datos muestrales de personas por datos censales de dispositivos tiene sentido para la medición de audiencias relativamente pequeñas pero supone un cambio de paradigma Bueno, sólo afectaba a mercados locales y Zenith en Estados Unidos no es la agencia más grande.

Los primeros audímetros de televisión daban audiencia de aparatos, una información que luego se complementaba mediante diarios de escucha para tener los datos de personas y sus perfiles. Así que esto sería, en cierto modo, una vuelta atrás.

Pero a mediados de semana saltaba otra noticia. En la misma línea pero a una escala mucho mayor: Group M (el mayor grupo de agencias de medios del mundo, perteneciente a WPP) llegaba a un acuerdo, de nuevo con Rentrak, pero en este caso ya para sustituir las mediciones de Nielsen en todo Estados Unidos, incluida la medición de las networks, las grandes cadenas nacionales. El movimiento empezaba a cobrar una fuerza insospechada.

El jueves saltaba la bomba: Rentrak compra Kantar Media USA y WPP entra en el accionariado de Rentrak.

Kantar Media no es la operación de medición de audiencia más importante de Estados Unidos, pero…

Rentrak está presente en España desde hace varios años: mide la audiencia del Cine en salas y las descargas de Vídeo on Demand (VOD) de algunas de las principales operaciones de Televisión de Pago.

Kantar Media es la empresa responsable de la medición de audiencia de Televisión en España. Pertenece al grupo WPP, que dirige Sir Martin Sorrell, que nunca da un paso en falso. En España Kantar es mucho más grande que Rentrak.

Se me quedó muy grabado un dibujo de El Perich de hace muchos años. Parodiando a una campaña contra incendios, el mayordomo entraba al despacho del conde y decía :

Cuando un bosque se quema, algo suyo se quema, señor Conde.

Creo que ahora se puede decir:

Cuando la medición de audiencia se mueve, algo suyo se mueve, señor Kantar.

¿La medición de audiencia beneficia a los canales grandes?

Yo he ido pocas veces a un juzgado.

Hace ya unos cuantos años, a mediados de los noventa, me llamaron para declarar como testigo en un juicio contra Sofres. Un pequeño canal de televisión local les había denunciado porque los datos del medidor de audiencias les perjudicaban.

Como suele ocurrir, el juez no entendía nada sobre el tema, seguramente muy técnico para él. Me hizo unas pocas preguntas, alguna de ellas bastante desconcertante, y me dejó marchar.

Por supuesto, Sofres ganó el juicio y unos años después el pequeño canal local desapareció, como la mayoría de los canales locales de los años noventa.

Leo ahora que la cadena 13TV está preparando una denuncia contra Kantar Media (el actual nombre del medidor, el antiguo Sofres) por favorecer a Mediaset y Antena 3.

Algunos de los argumentos que leo son bastante peregrinos:  partidos de fútbol similares de la Liga Adelante tiene más audiencia en La Sexta que en 13TV. Programas que llegan a ser trending topic luego no tienen grandes audiencias…

¿Por qué creo que son peregrinos?

Una cadena tiene un plus simplemente por tener un número más bajo (6 es menor que 13) porque se llega antes en el habitual zapping secuencial.

Una cadena tiene un plus por llevar más tiempo en el mercado: estará sintonizada en muchos más televisores de muchos más hogares.

Ser trending topic en Twitter tiene poco que ver con la audiencia. Miden dos cosas diferentes.

Ahora, si me preguntan si 13 TV se mide igual de bien que Tele 5 o Antena 3, mi respuesta es no. El grado de precisión con que se miden las audiencias es mayor para las audiencias grandes que para las pequeñas. Un error de muestreo de la misma magnitud (y no nos olvidemos de que se utilizan muestras para medir) afecta más a una audiencia pequeña que a una grande. Pero esto sirve también para programas dentro de una misma cadena: un programa de Tele 5 de las tres de la madrugada se mide con menor precisión que uno de las diez y media de la noche.

Para conseguir una mayor precisión habría que utilizar muestras mucho más grandes. Pero una mayor precisión no daría (o no siempre) audiencias mayores. Simplemente estarían mejor medidas (las de 13TV y las de las grandes cadenas) y sería mucho más caro. En estos tiempos nadie está dispuesto a pagar más simplemente para medir mejor.

El problema por el que 13TV tiene menos participacion en el mercado publicitario que la que cree que le corresponde, no es ese: en un momento de creciente fragmentación, los anunciantes y sus agentes tienden a concentrar su publicidad en un número relativamente pequeño de soportes. Estar en todos sería muy complicado, casi imposible, de gestionar. Esto perjudica a 13TV y a todos los pequeños.

Espero que 13TV finalmente no vaya a juicio: lo perdería.

¡Ah! y si va a juicio espero que no me llamen como testigo.

La inversión publicitaria crecerá entre un 5 y un 6%

Hoy se han publicado las previsiones sobre inversión publicitaria en el mundo que cada trimestre hace ZenithOptimedia, el grupo al que pertenece la empresa en la que trabajo.

Aunque no todo son buenas noticias (la crisis entre Rusia y Ucrania ha hecho que las previsiones sean ahora peores que en junio) el informe respira cierto optimismo.

La creciente digitalización tira de la inversión publicitaria que, si se cumplen las previsiones crecerá este año un 5,3% (una décima menos que la previsión anterior). La inversión volverá a crecer un 5,3% en 2015 y algo más, un 5,9% en 2016.

Internet es el medio que crece más rápido. Se espera un 17,1% este año. Aún crecerá más la publicidad convencional (display) en Redes Sociales (un 29,9% de promedio anual entre 2013 y 2016).

La publicidad en Buscadores crecerá un 14% de promedio anual en los próximos tres años.

En palabras de Steve King, CEO Mundial ZenithOptimedia

la publicidad en internet se está expandiendo de manera rápida gracias a que las nuevas tecnologías facilitan a los anunciantes llegar al público objetivo, en el momento correcto, con el mensaje adecuado y a un precio competitivo. La proliferación de dispositivos móviles cada vez más sofisticados ayudará a que esta expansión continúe, con un crecimiento constante de la inversión publicitaria durante los próximos años.

Aunque donde más crece la inversión es en Móviles. Se espera un crecimiento del 67% para este año, empujada por la proliferación de smartphones y tabletas y la mejora en formatos que no interrumpen la navegación.

El ritmo de crecimiento en la Eurozona es mucho más limitado. Se espera un 0,9%, si bien en alguno de los países más afectados por la crisis y que ahora empiezan a recuperarse puede ser algo mayor. Para España se espera ahora un 2,9% de crecimiento en 2014.

Perfil en LinkedIn

El mundo de las redes sociales es sumamente complejo y curioso en sus múltiples facetas. Además cambia continuamente.

En Facebook se trata de tener amigos; la amistad es una cuestión recíproca, así que uno acepta a amigos que, a su vez le aceptan a uno. Claro que el concepto de amistad es muy laxo: veo que ahora mismo tengo 579 amigos en Facebook; a muchos de ellos no les he visto nunca y con la mayor parte nunca he cruzado una palabra.

En Twitter se trata de seguir y de que te sigan. Conseguir que te sigan por lo que dices en frases de menos de 140 caracteres tiene su aquel. Además no tienes por qué interesar a las personas que te interesan a ti. Puedes tener muchos más seguidores que el número de personas que te siguen a ti (algo que se puede ver nada más entrar a un perfil). De hecho si el número de seguidores y el de seguidos es muy similar causa mala impresión; especialmente si ese número es muy alto suena a una especie de coleccionismo: te sigo para que me sigas y si no me sigues, dejo de seguirte. Veo que en este momento tengo 1381 seguidores y sigo a 678 perfiles (no sé si me siento capaz de saber qué me interesa desde 678 puntos de vista, pero al menos no parezco un coleccionista de seguidores).

LinkedIn es otra cosa. Dicen que es la red de los contactos profesionales, la que se utiliza para buscar trabajo o para conocer mejor a los candidatos al puesto que ofreces. Los contactos también son recíprocos: si estás en contacto con alguien, él está en contacto contigo. A veces se nota que alguien se ha quedado sin trabajo cuando, tras mucho tiempo sin dar señales de vida, contacta contigo en LinkedIn o te pide una recomendación.

En los últimos tiempos LinkedIn ofrece la posibilidad de validar las aptitudes de las personas con las que estás en contacto. Un buen día te llega un mensaje: fulano ha validado dos de tus aptitudes. Así se va enriqueciendo tu perfil. O no.

Si alguien mira hoy en mi perfil las aptitudes que han valorado mis contactos sabrá que soy un especialista en Marketing Digital y en Publicidad On line, en Planificación de Medios y en Estrategia Digital. No digo que no lo sea: durante varios años dirigí un departamento de Planificación y las primeras campañas digitales en las que participé se remontan a hace diecisiete años (cuando muchos de los actuales gurús digitales aún no habían empezado a trabajar).

Pero mirando ese mismo perfil nadie pensaría que a lo que más tiempo he dedicado, de lo que más sé, es de Investigación de Medios, o que llevo casi catorce años haciendo previsiones sobre Inversión Publicitaria, en lo que creo que soy una referencia en el mercado, o que, con mucha frecuencia, escribo artículos o doy charlas y cursos sobre los temas en los que he trabajado toda mi vida.

Seguro que hay algo que estoy haciendo mal. Menos mal que a estas alturas no tengo que buscar trabajo. Si no, debería dedicar más atención a mi perfil en LinkedIn.