El Blog sobre la Comunidad Latinoamericana en España

Archivo de octubre, 2008

Entre brujas, patriotas y muertos

Este día se celebra Halloween en la mayor parte del continente americano y pasa lo de siempre: los niños y otros menos niños se disfrazan y van por las puertas diciendo trato o truco o triki triki Halloween. Y mientras las brujas, duendes, fantasmas y supermanes se pasean por los portales, en Ecuador se celebra el Día del Escudo Nacional y hay toda una campaña para desterrar la fiesta (yanqui) de las brujas.

Pero más allá de brujas y patriotas, el 31 de octubre marca el regreso de muertos en México. Ya lo anticipamos en este blog, y ahora les recordamos que esta noche se levantan los altares mexicanos para llamar a sus muertos. En Madrid, podremos ver una muestra de estos altares de muertos en el Museo de América y en la Delegación del Principado de Asturias en Madrid. Pasa a visitarlos, porque como dicen los mexicanos «no hay que tenerlo miedo a la muerte».

Les dejo dos videos para entender la tradición mexicana del Día de Muertos; el segundo es una propaganda de la televisión azteca para que las familias no olviden de armar sus altares esta noche.

A desempolvar el Algebra por la inmigración

Los vecinos del barrio El Carmen están desempolvando sus lecciones del Algebra. Lo hacen para ayudar a los hijos de sus nuevos vecinos, que pasan la tarde en el Centro Hispano-Boliviano en Madrid.

Los niños llevan sus tareas escolares al centro y los tutores, españoles, voluntarios y jubilados, se sientan con ellos para despejar esas X, Y, y Z, que traen los problemas del Algebra. Es un buen intercambio, un buen ejemplo de cómo compartir. Los pequeños reciben apoyo escolar y los vecinos se sienten útiles. No hay dinero de por medio, sólo las ganas de ayudar. Un mundo ideal, ¿no? ¿Conoces más ejemplos?

Un otoño a lo ecuatoriano

En nuestro afán de mostrarles cómo encontrar el mundo a la vuelta de la esquina, es mi turno para hablarles de Ecuador, mejor dicho de la comida de mi país. Hay un par de restaurantes en Madrid muy recomendables para acercarse a la gastronomía ecuatoriana.

El primero se llama Salón de Otoño y está ubicado en la calle Murcia, número 5 (sector Atocha). La primera señal de que es un pedacito de territorio ecuatoriano en Madrid es la exposición permanente de las pinturas de los artistas ecuatorianos Guayasamín y Kigman, que decoran el salón. Y luego, por supuesto, la carta que incluye la famosa bandera, hornado, fritada, llapingacho, ceviche y un largo etcétera.

Si se pierde con estos nombres, no se preocupe que en el restaurante siempre va a encontrar a José Zumba (que aparece en la fotografía de arriba). Él es el dueño del lugar y quien mejor que nadie le podrá sugerir qué plato pedir. Yo sólo le advierto que poco hay para los paladares vegetarianos, y que los platos más apetitosos tienen al cerdo como protagonista.

El Salón de Otoño abre todos los días, y su cocina cierra a las 23:30 horas. Se ofrece un menú diario por 9 euros, y éste incluye siempre algún plato ecuatoriano y la comida española, para agradar a todos los visitantes.

Dentro de este circuito ecuatoriano también está el restaurante La Ronda, ubicado en la Calle de la Iglesia, número 4 (sector Marqués de Vadillo). En una próxima entrega les contaré más de este rincón ecuatoriano en Madrid, lo único que les adelanto es que hasta el presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha pasado por este lugar. En la foto que acompaña este texto, el mandatario ecuatoriano está acompañado del embajador de España en Ecuador, que degusta un delicioso ceviche de camarones o gambas. ¡Buen provecho!

Para entender lo que pasa en Argentina con las AFJP (capítulo I)

Sobre el gran asunto de la re-estatización de las pensiones en Argentina, que hoy comienzan a discutir los diputados, como inmigrante, quisiera agregar algunos apuntes que los medios aquí en España han olvidado contar, y que creo dejan ante los lectores una historia huérfana de contexto (lo contaré, si puedo, en dos capítulos porque esto me ha salido larguísimo).

Estos días, leyendo los periódicos que comparaban la posible estatización con el corralito de 2001-2002 me sorprendía extraordinariamente la comparación. Cuando escuché en las noticias que se avecinaba un conflicto de “la magnitud del corralito” llamé a mi casa desesperada porque ya me imaginaba a la gente reventando los bancos, corriendo a la Plaza de Mayo, y a Cristina Kirchner escapando en helicóptero de la Casa Rosada. Busqué en medios argentinos pero nada de esto ocurrió. Casi había más revuelo en España que en Argentina. Allí no hubo protestas por esto y la gente sigue su vida.

¿Por qué? Hablaré en primer lugar de los principales perjudicados de todo este conflicto: los jubilados argentinos. Y contaré una historia que conozco de dos personas, una a punto de jubilarse y otra recién jubilada.

En los años 90, cuando se hicieron las privatizaciones, durante el gobierno de Carlos S. Menem -marcado y recordado por la corrupción, entre otras cosas, en las privatizaciones-, daban la posibilidad de irse a lo privado y poner el dinero en alguna de las ahora internacionalmente famosas AFJP, o seguir en el sistema público.

En las empresas los jefes te metían por todos lados que había que salirse del sistema público, que no funcionaba, y casi te obligaban a elegir el privado. Pero había trampa en el discurso. Los vendedores del sistema privado ocultaban que si te pasabas a su sistema ya no podrías de ninguna manera volver al público. Tampoco explicaban que una parte de ese dinero se destinaría a jugar en bolsa y que las jubilaciones dependerían del riesgo que tomaran sus jugadores. Sólo te decían que no confíes en el Estado.

En lo público y en lo privado

La primera persona que conozco proviene de una “familia bien”, es una alto cargo de una multinacional estadounidense y está a punto de jubilarse. Siempre quiso asegurarse una jubilación acorde con la buena vida de su salario como gerente. La otra persona es un pobre comerciante de baja alcurnia, sin estudios, que siempre pagó el mínimo de jubilación y nunca se preocupó por su vejez. Porque ni siquiera se interesó en hacer ningún trámite, jamás se pasó a la jubilación privada. La gerente sí, y pagó dinerales mes a mes a la AFJP.

El comerciante, naturalmente, cobra el mínimo y no le alcanza para vivir. Lo curioso es que ella cobrará prácticamente lo mismo que él, porque las AFJP se jugaron una parte importante de su dinero en bolsa, y lo perdieron.

“Al principio, cuando entré a trabajar en la multinacional me dijeron que tenía que pasarme a una AFJP. Yo confié en la empresa y me pasé. Luego, cuando me di cuenta de lo que hacía la AFJP ya era tarde, y no podía volver al sistema público”, me explicaba la gerente por teléfono.

El año pasado Cristina Kirchner dio por primera vez la opción a los argentinos que quisieran de que se pasaran al sistema público. El abogado de la gerente le recomendó que se pasara, y lo hizo. Dejó de perder, pero ya había perdido mucho. “En mi caso, si re estatizaran, no ganaría lo que invertí pero subiría bastante más que si lo dejan en manos privadas”, explicaba.

Me decían el otro día que el 80% de los argentinos sigue estando en el sistema privado, a pesar de que pueden pasarse al sistema público. ¿Por qué? No lo sé. Quizá porque ya les da lo mismo, están cansados y piensan que perderán de una u otra manera. ¿Perderán las empresas españolas? Tampoco lo sé, pero sé que los pobres jubilados argentinos ya han perdido.

En el próximo capítulo hablaré del contexto en que las empresas entraron a Argentina, un contexto de una peligrosidad jurídica por lo menos tan peligrosa como la actual.

¿A qué país emigrarías?

Desde que me fui por primera vez de mi país, cuando era apenas adolescente, me he convertido un poco en una apátrida. Cada vez que viajo a un lugar nuevo, sea donde sea, no puedo dejar de preguntarme: ¿viviría en este lugar? ¿A ustedes no les pasa? ¿Es una pregunta que nos planteamos los inmigrantes o les sucede también a los que nunca han vivido fuera de su casa natal, cuando visitan una nueva ciudad?

Estas preguntas se me pasaron por la cabeza cuando, esta semana, descubrí un artículo de inicios de este año de la revista Foreing Policy, en el que hacen un listado –un poco raro a mi gusto-, de “los mejores países para ser inmigrantes”.

El primero de la lista de FP es Irlanda, que tiene un porcentaje de población del 14%. Según ellos, entre otras bondades, “es un caso único en lo referente a los derechos que concede a los extranjeros, entre ellos el voto y la posibilidad de ingresar en el cuerpo de policía y presentarse a las elecciones locales. El pasado verano, en el suburbio dublinés de Portlaoise, el nigeriano Rotimi Adebari se convirtió en el primer alcalde negro del país”… Pienso en ir ahí y pienso que el clima podría matarme de angustia

Otro en el listado de FP es Canadá, con el 19% de la población inmigrante (en ciudades como Toronto es del 50%). Allí necesitan trabajadores, porque la gente no tiene hijos y la población envejece. El país ha acogido a unos 200.000 inmigrantes anuales durante los últimos diez años, y necesita más. Yo viví un tiempo en Canadá y tengo que decir que es un país muy bonito, con gente amabilísima, si una quisiera la tranquilidad absoluta, aunque me resultó un pelín aburrido comparado con Madrid o Barcelona… El frío no lo sufrí tanto, en Toronto, porque todo está muy preparado. Lo considero un buen lugar para ser inmigrante.

Para mi sorpresa, otro de los países que incluye en la lista FP es Israel, con su 40% de población inmigrante. A mí me daban la nacionalidad inmediatamente, si quería. Podría vivir allí. Pero la verdad es que nunca me interesó ir a un país que ocupa y maltrata a la gente de esas mismas tierras. No lo recomiendo. Me da mucha tristeza y me avergüenza. Creo que cualquier persona que aplique a ese país, como si nada pasara, se hace cómplice de la opresión. Sin embargo, en la experiencia de la acogida en sí, sí creo que se podrían extraer mecánicas positivas, que podrían aplicarse con voluntad, en cualquier lugar del mundo, sin violar los derechos humanos.

Otro de los países de la lista de FP es Nueva Zelanda. “Estamos en una competición mundial por el talento y debemos conseguir nuestra parte”, había dicho el ministro neozelandés de Inmigración en 2005. Se entra allí por un sistema de puntos. Conozco gente viviendo allí y por ahora me hablan muy bien. Pero la situación económica está cambiando y están endureciendo los requisitos de entrada. Yo, la verdad es que cuando pienso en lo lejos que queda y lo caro que es ir y venir, me da un poco de pereza.

Y también, claro, el listado incluye a España, que ya tiene al 11% de la población inmigrante. Lo incluye por lo fácil que era hasta ahora encontrar trabajo en la construcción y el agro; pero advierte sobre una denuncia de Human Rights Watch sobre los centros de internamiento y el endurecimiento de los últimos tiempos.

Aunque el mundo es grande y el destino inmenso, por ahora me quedo en España… ¿Y tú, ya seas español o inmigrante, has pensado en qué países del mundo vivirías?

Madrid se tiñe de morado

La historia dice que un esclavo angoleño pintó un Cristo sobre un muro y que la imagen, y el muro de adobe, adquirieron fama tras resistir a un terremoto que devastó Lima, allá por el siglo XVII. Luego ocurrieron los milagros de fe y los creyentes empezaron a congregarse en torno al muro. Esto provocó la ira de las autoridades, que dieron la orden de borrar la imagen.

Tres hombres lo intentaron y todos ellos dijeron que sintieron que las piernas les temblaban cada vez que se subían en un taburete para cumplir con la orden; el último incluso dijo que cada vez que trataba de borrar la imagen, ésta acentuaba sus trazos mágicamente.

En conclusión nadie pudo eliminar la imagen que pintó aquel anónimo esclavo, a quien la historia no le hizo justicia y le hizo morir en el olvido. La historia sólo nos dice que más tarde y después de que el muro sobreviviera a otro terremoto se hizo una réplica del Cristo y se construyó un templo para venerar al que bautizaron como el Señor de los Milagros.

Cada 18 de noviembre, la Lima religiosa revive la historia y se entrega a la veneración del también llamado ‘Cristo morado’, nombre que adquirió por el color del hábito de las religiosas que se ocupan del cuidado del templo, las hermanas nazarenas.

Y es ese color es lo que más se ve en los actos religiosos que se celebran tanto en Lima como en el mundo. Hemos encontrado esa devoción hasta en Japón (ver video en la parte inferior). España no podía ser la excepción y sólo en Madrid, los peruanos organizan cuatro procesiones encabezadas por el Cristo y sus devotos que visten el eterno hábito morado, detrás van las sahumadoras y una banda anima el paso de todos.

Esta es otra tradición que queríamos compartir con nuestros lectores. Para todos los que quieren ser testigos de la devoción del pueblo peruano pueden seguir el rastro de las procesiones este domingo 26 de octubre, en Madrid. Enumero las parroquias que acogerán a los peruanos y, por supuesto, al Cristo que pintó el esclavo angoleño: Parroquia Nuestra Señora del Henar, Iglesia de María Inmaculada y la Parroquia San Romualdo. ¿Tienes noticias de actos similares en otras ciudades?

¡Adiós mi España querida!

Esta canción dedicada a los emigrantes españoles ya la colocamos antes en este blog, pero la volvemos a incluir porque hace poco leí un artículo en el cual el autor de la melodía, Juanito Valderrama, decía que acabó de escribir está canción después de haber cantado una noche en Tánger, ante los exiliados españoles que se refugiaron allí. Copio a continuación las declaraciones de Valderrama:

«Y allí a Tánger, buscando esta libertad y esta prosperidad, se fueron muchos españoles después de la guerra, huyendo de Franco, de la cárcel o del fusilamiento, y allí se buscaron la vida y se establecieron. Y éstos eran los que iban a verme al teatro {…} El teatro se llenaba tarde y noche, el teatro Cervantes. Y mientras, los discos míos sonando todo el día en Radio Tánger, con Madre hermosa, y la foto mía puesta en el España de Tánger, que era el diario en Español que había allí {…} Y a mí me llegó muy hondo saber que allí en el teatro Cervantes donde íbamos a actuar se había acabado el papel porque Tánger estaba atestado de españoles que se habían tenido que ir después de la guerra. Yo los vi llorar allí en la puerta del teatro, agarrados a mí, rodeándome cuando entraba para los camerinos por la puerta de artistas: «Juanito, que yo soy de Málaga, a ver si me dedicas un cante… «

Después de ese concierto, Juanito Valderrama escribió la canción para los emigrantes españoles, que en ese momento eran los exiliados del franquismo y que años más tarde fueron los cientos de personas que salieron por el mundo para labrarse un futuro mejor.

¿De qué me sirvió ser poeta?


¿De qué me sirvió ser poeta?

si igual, tuve que venir a España,

a Madrid, a forjarme como inmigrante.

En un lecho vacío y solo

sin el abrazo indecible de mi mujer

sin el desarrollo vital de mis dos hijos

sin la humedad salubre de mi tierra

Heber Ocaña Granados

Allí fue poeta y profesor. ¿Y su ocupación en España? «Obrero de cualquier trabajo», responde Heber Ocaña Granados, un peruano que emigró de su natal Huarmey y que un día empezó a escribir sus Cartas desde Madrid -nombre del libro de poemas que narra la vida del autor como inmigrante-.

¿Cómo surge el libro? «Quería retratar a través de los versos todo mi sentimiento, la lejanía de mis seres queridos, de mi tierra, de mis costumbres y contar a través de los poemas la impresión que tenía en ese momento de nostalgia, cómo veía a Madrid. Una ciudad desolada sin mis hijos, sin mi esposa, sin nada que era mío».

Los poemas fueron escritos entre el 2005 y el 2006 y se publicaron en Lima-Perú, en junio del 2007. Heber repartió los ejemplares entre sus familiares y amigos más cercanos, quienes tras leer su prosa le pidieron volver. «Un dia llamé a mi padre y mientras conversábamos me dijo: vente ya hijo, ya es mucho tiempo que estas lejos de tus hijos… nosotros también te necesitamos, ¿cuándo te vas a venir?». Heber no supo qué decir, porque uno nunca sabe cómo responder a esa pregunta, pero más tarde se enteró de que todo surgió porque una profesora del pueblo, que había leído el libro de poemas, había pasado por su casa y le había comentado a su padre de que es una pena que Heber se haya tenido que ir tan lejos para sufrir.

Y es que la soledad que siente el inmigrante no se cura fácilmente, aunque la poesía puede ayudar. » La poesía me sirve como desfogue en mi soledad, es mi forma de deshacerme de muchos sentimientos encontrados», dice Heber y se siente feliz de haber fijado una fecha para finalmente volver. Lo hará en enero o febrero del próximo año, cuando haya cumplido su meta de juntar el dinero que necesitaba, solo entonces volverá a Huarmey, volverá a ser profesor y poeta y le dedicará sus versos a su «bella warmy», que en correcto castellano significa bella mujer.

Si quieren escuchar el resto del poema con el que empezamos este post, les recomiendo ver el siguiente video.

Cómete un verdadero helado argentino en España

Una de las buenas noticias que ha traído la inmigración es que nos ha acercado sabores y colores del mundo a la vuelta de casa. Hemos pensado que en este blog sería interesante comenzar a poner una serie de recomendaciones de los propios inmigrantes sobre los lugares donde está lo mejor de su país aquí.

Nosotras intentaremos dar el punto de partida y les pedimos que si pasan por este blog y conocen más lugares, nos lo hagan saber.

Comenzaremos con nuestros países. Soraya contará cuales son, según ella, los mejores restaurantes ecuatorianos en Madrid y averiguará con amigos en otros lugares. Y yo comenzaré con un producto argentino. Les hablaré del helado ¿Por qué? Además del típico asado, después de tantos inmigrantes italianos, nos lo hemos hecho un poco nuestro, le hemos puesto nuestros gustos y muchos argentinos podrán decir que no hay como el helado de allí.

Soy una fanática del helado. De hecho, muchas veces, cuando visito mi país no voy directo a casa. Paso primero por Freddo… o por Pérsicco. El helado argentino tiene un gusto especial. No tengo idea de lo que es, pero es distinto y no se encuentra en cualquier lugar (ojo: no me pondré a discutir aquí si es mejor o peor que otros, sólo diré que es distinto, y claro, que vale la pena probarlo).

Los mejores helados argentinos los encontré, por ahora, en Barcelona, exactamente en el paseo Joan de Borbó 15, en la Barceloneta. Es una pequeña heladería que tiene el típico helado de dulce de leche granizado o chocolate con almendras enteras. Muy buena. Además tienen revistas de argentina que una se puede sentar a mirar mientras come. Antes había otra, Arlequín, en el mismo paseo, pero la última vez que fui lo encontré cerrado.

Hay una gran cadena de heladerías, llamadas Giangrossi, cuyo dueño es argentino, y que ha intentado traer el modelo… sin embargo, por lo menos en mi opinión, están muy lejos de ser buenos (va por gustos).

En Madrid todavía no pude encontrar nada que se le parezca… ni el Giangrossi ni otra cadena que se llama prácticamente igual que la de allí “Freddo, Freddo”, pero que no tiene absolutamente nada que ver. Dicen que también son argentinos los de la cadena Giussepe Ricci, pero tampoco se parecen a los nuestros. Me comentaron que hay una apenas saliendo del metro Ibiza, y otra llamada Mazzana (C/ Costa Rica, 28) espero tener un rato para acercarme prontito. Si lo hago, ya les comentaré qué me parece, y en el próximo post sobre Argentina en España les daré mis recomendaciones para los mejores asaditos…

Y ahora no me queda más que preguntar: ¿Conocen ustedes alguna otra heladería argentina recomendable en España?

¿Buscas empleo?

Los momentos de crisis son momentos obviamente difíciles, pero a su vez, si se aprovechan bien, pueden convertirse en oportunidades.

Cuando se está en paro lo mejor que se puede hacer es aprovechar el tiempo e intentar aumentar los conocimientos y buscar un futuro que puede ser incluso mejor que el anterior.

En España el Servicio Público de Empleo ofrece una serie de servicios para la búsqueda de trabajo. Además brindan la posibilidad de realizar algún curso que luego pueda derivar en un empleo o incluso en la creación de una empresa propia.

Son interesantes también las “escuelas taller”, lugares donde aprendes un oficio o un arte mientras trabajas. Casi seguro encontrarás una escuela taller cerca de tu localidad.

Hacer estos cursos y juntarse con gente que está en la misma situación puede ser muy bueno para sacar adelante proyectos. Conozco empresas que actualmente son muy rentables y que están integradas por personas que se conocieron haciendo estos cursos. Aunque tengas estudios universitarios, aunque creas que lo sabes todo, vale la pena apuntarse.

Pregunta también en tu Ayuntamiento. Por lo general, existe lo que suelen llamar “Instituto Municipal de Formación y Empleo”. Allí, ofrecen una serie de talleres específicos para la búsqueda de empleo que te pueden servir. Aunque creas que sabes hacer tu currículum, alguien especializado podrá por ejemplo decirte si aquí en España el estilo es ese u otro. Alguno de los técnicos podrá corregirte palabras que, por ejemplo, aquí no se utilizan. Algún especialista podrá indicarte cuál es tu mejor fortaleza y qué es lo que debes resaltar. La gente que ha hecho estos cursos ha aprendido no sólo a presentarse para una entrevista laboral sino a presentar cualquier tipo de escrito en el ámbito laboral.

En estos Institutos de Empleo pueden tener cursos que te pueden servir según tu situación personal (para mujeres, para jóvenes, etc). En el caso de los inmigrantes, algunos ayuntamientos tienen programas específicos para la integración, que te pueden interesar porque pueden contarte cosas concretas de España que desconoces, y que pueden ayudarte a relacionarte con tus jefes y con tus vecinos.

Para más información, este mismo diario tiene una sección dedicada exclusivamente al empleo.

De verdad vale la pena. Aprovecha este tiempo. Aprovecha, que la crisis siempre puede ser una oportunidad.