El Blog sobre la Comunidad Latinoamericana en España

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La excusa de la confusión

No es la primera vez que el PSOE se libera de las críticas sobre sus políticas cotidianas no declaradas públicamente diciendo que “todo ha sido un error de entendimiento”. Ayer el Ministerio del Interior emitió un comunicado en el que dice que eso de la detención de inmigrantes por cupos había sido un malentendido.

La noticia se había hecho pública el domingo. Según un documento interno de la policía obtenido por Europa Press cada comisaría tenía que detener a un cupo determinado de inmigrantes sin papeles por semana (en el caso de Vallecas, en Madrid, eran 35, y si no había suficientes, había que salir a buscar en otros distritos, y en lo posible marroquíes que eran más fáciles de trasladar a su país que los latinoamericanos).

Hasta que esto no salió a la luz pública, aunque el Ministerio del Interior había recibido muchas denuncias –incluso los mismos sindicatos de policía decían que habían denunciado esta política varias veces desde hacía tiempo- el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba, no hizo nada para detenerlo.

Ayer, después de un día de recibir críticas a troche y moche, desde la izquierda y desde la derecha, dijo que era un error pero todavía embadurnó más la olla, agregando que en realidad hablaba de inmigrantes delincuentes (¿no habría que detener delincuentes, no importa de dónde vengan?).

Cada semana sino cada día en éste blog recibimos denuncias por parte de organizaciones de Derechos Humanos que hablan de malos tratos, de malas prácticas, de serias irregularidades dentro de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs). No se ha hecho nada para cambiarlo y no parece que realmente se vaya a hacer algo en la práctica, por más que ahora Rubalcaba diga que tendrá que “explicar bien la Ley de Extranjería”.

Hace un tiempo, cuando se hicieron las primeras denuncias de discriminación sobre el famoso Cheque Bebé (que tiene validez si la madre es española y el padre es extranjero, pero no vale si la madre es extranjera y el padre es español) el PSOE se cubrió las espaldas en la radio diciendo que todo era una confusión en la interpretación de la Ley. No era un error. Las manifestaciones de las familias siguieron y siguen, y la Ley es muy clara. Nada ha cambiado desde entonces. Y parece que nada cambiará, o por lo menos no para bien.

Se busca Ayuntamiento y/o empresa para crear un “Camden Town” español

Hace un tiempo paseando por el parque de Moncloa, en Madrid, me encontré con un grupo de ecuatorianos haciendo una especie de “feria” informal, muy al estilo de las que se ven por las calles de América Latina. Vendían comida hecha en casa y había unos señores cantando y tocando música andina. Un poco más allá, con un grabador, subía el calor de la cumbia mientras las familias compraban de contrabando comida de su país y se iban a hacer un picnic al sol. Obviamente, todo era ilegal, y estaban todos preparados para irse a toda velocidad en cuanto los corriera la policía.

Los vecinos de la zona se quejan porque dicen que quienes están ahí hacen ruido y ensucian. Quienes venden comidas van igual, arriesgándose a que los pesque la policía o que los eche a patadas un vecino, porque es una manera más de obtener un dinerillo a fin de mes.

Claramente, esto debería cambiar. Y podría cambiar, de modo que beneficie a vecinos y a extranjeros. Sin intervención pública más que a fuerza de palos, lo único que se consigue es crear fricciones entre unos y otros: rechazo e incluso odio de los locales y temor, frustraciones y sentimientos de marginalidad entre los extranjeros.

Estos días que pasé en Londres, mientras disfrutaba de una bandeja con comida de Costa de Marfil en un chiringuito del mercado de Camden Town, se me venían a la cabeza los ecuatorianos en el parque de Moncloa. Una parte del Camden Town tiene casetas con comidas del mundo entero, además de artesanías y otras cosas. El lugar está repleto y hay que hacer fila en casi todos los chiringuitos.

Me pregunto porqué en Madrid el Ayuntamiento no aprovecha estos impulsos de “economía informal” para formalizar, legalizar, enseñar y hacer de algo aparentemente negativo algo positivo para todos.

Si bien es cierto que en ciudades ya muy multiculturales como Madrid y Barcelona, una vez o dos por año hay un gran acontecimiento que podría parecerse a esto, me parece raro que a ningún político se le haya ocurrido aun crear, al aire libre, un “Camden Town” a lo español (igual lo hicieron y lo desconozco… yo aun no lo he encontrado).

Se me ocurren muchos lugares de Madrid donde se podría formalizar ese “Camden Town” multicultural español, donde pudiera elegirse y probarse, el mismo día y en el mismo lugar, comida casera y barata de Marruecos, Mauritania, Costa de Marfil, India, Paquistán, Rumania, Ucrania, Ecuador, Argentina, Colombia, México, Chile, Cuba, República Dominicana, Perú, etc, etc… e incluso disfrutar de músicas del mundo.

Tendría que ser un espacio, claro está, bien enmarcado, donde no se moleste a los vecinos, con revisiones y permisos de Sanidad, pagando un alquiler de casetas con limpieza posterior de la zona, un compromiso de participación de quienes están allí en el cuidado del lugar, y con apoyo logístico al microemprendimiento. Y quien dice diversidad del mundo también dice diversidad de España, por supuesto. Es decir que también podría incluirse comida asturiana, catalana, gallega, andaluza, etc, etc…

Imagino que podría ser rentable no sólo para el Estado sino también para algún empresario/a que tenga un espacio para alquilar. Por soñar, se me ocurre que las pequeñas casetas podrían financiarse con microcréditos… ¿Seré demasiado ilusa? ¿Porqué no? Yo, desde luego, sería la primer clienta.

¿Alguien se anima a comenzar?

“No nos conviene que los inmigrantes voten porque votarán a la derecha”

Hace unos días el nuevo ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho (en la foto), había dicho que quería que los inmigrantes votaramos en las elecciones municipales. Nos sorprendió gratamente. E inmediatamente surgieron las preguntas ¿Cómo lo hará?

“Que lo hagan, no que lo digan”, me decía Joan Herrera, de IU-ICV. El mismo había presentado en 2006 una propuesta no de ley para que los inmigrantes pudieran votar en las elecciones municipales. Habían llegado a un acuerdo con el PSOE para impulsar el cambio de la ley, pero luego el trámite no prosperó gracias a la negativa del líder del PSOE catalán, José Montilla. En Cataluña era plena campaña autonómica.

“No nos conviene que voten porque luego votarán a la derecha”, comentan entre bambalinas fuentes socialistas. Pepe Blanco salió ahora a rebatir las palabras de Corbacho y hace tiempo la misma María Teresa Fernández de la Vega había dicho que este tema no estaba en el horizonte de su gobierno.

¿De qué manera sería posible que votemos?

Habría dos formas: la primera, cambiando el artículo 13.2 de la constitución, que es el artículo que nos impide votar. Esto no se ve muy cercano. Aun y cuando lo propusiera el PSOE no tendría votos suficientes en el Congreso, porque ni lo votaría el PP ni lo votarían los nacionalistas, y no llegarían a tener mayoría.

Y otra, mediante los acuerdos de reciprocidad con nuestros países. Esto es factible. Sucede en Europa. Cualquier ciudadano de la Unión Europea (UE) puede votar en las municipales españolas, y viceversa. Los acuerdos de reciprocidad, de hecho, existen con países como Colombia o Chile y está cerca la firma del acuerdo con Argentina. Pero falta un paso importante: hay que ratificarlos. La vía de los acuerdos de reciprocidad tienen el problema de que, según con quién se hayan firmado, habrá “inmigrantes de primera e inmigrantes de segunda”. Esto ya sucede: los inmigrantes de la UE son inmigrantes de primera. Pero si se ratifican más acuerdos es una manera de hacer camino, mientras se prepara el espacio para, algún día, cambiar la constitución.

Quedan algunas preguntas pendientes ¿Por qué Corbacho contradijo a su propio partido? ¿Queda bien decirlo? Y si queda bien ¿Por qué no lo hace de una vez? ¿Tendrán de verdad miedo de perder votos?

Volver con la frente marchita…

Cuando he escuchado el anuncio de Zapatero, sobre promover el retorno de los inmigrantes desempleados, he pensado: «es así como el presidente quiere reducir el índice de paro de este país». Y luego me he preguntado quién se apuntará a ese plan.

La promesa gubernamental es pagar de una sola vez todas las prestaciones por desempleo y conceder microcréditos, pero para volver se necesita más.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, en sus dos viajes a España, ha reiterado a los ecuatorianos la invitación a volver, pero hubo una vez que un hombre se paró y le dijo:

«díganos cómo está esa casa a la que nos está invitando a volver».

Esa es la cuestión, cómo está la economía y las oportunidades de emprender pequeños negocios en los países de origen de la inmigración que está asentada en España.

Sólo una buena economía atrae a la gente que antes expulsa, como ocurrió con España, los españoles volvieron cuando este país creció de la mano de la Unión Europea. Les pasó a los polacos también y seguramente ocurrirá lo mismo con los inmigrantes rumanos.

La tendencia de los latinoamericanos, sin embargo, y según algunas estimaciones -publicadas, por ejemplo, en el 2º Anuario de la Comunicación de la Inmigración en España-, es establecerse definitivamente.

La demanda de retorno es mínima y siempre está ligada al fracasos de los proyectos migratorios. La persona que está bien, se queda dónde está, y el resto aplican el refrán «al mal paso, darle prisa». Y se quedan a luchar.

La campaña presidencial paraguaya, en España

El próximo 20 de abril casi tres millones de paraguayos elegirán al partido que presidirá su país para los cuatro años siguientes. Así como los candidatos de los principales partidos políticos, o sus delegados, hicieron campaña en América Latina para atraer el voto de los emigrantes españoles el pasado 9 de marzo, ahora también los representantes de los candidatos paraguayos hacen campaña aquí. Por eso, harán un debate, mañana sábado, en la Casa de América de Madrid, con la colaboración del Centro Hispano Paraguayo de la Comunidad. En España hay unos 100 mil paraguayos residentes.

En el debate estarán Aníbal Saucedo, asesor de la candidata a la Presidencia por el Partido Colorado; Rafael Filizzola, diputado y candidato a senador por la Alianza Patriótica para el Cambio; y Ronald Dietze, candidato a vicepresidente por el Partido Patria Querida.

¿Qué opinan de estos candidatos? ¿Quién ganará las elecciones? Para saber más sobre las elecciones paraguayas, pincha aquí.

Cuando el maltrato llega a la diplomacia

El presidente de Brasil, Luis Ignacio Lula da Silva, llamará estos días al presidente de España, José Luís Rodríguez Zapatero, para felicitarlo por haber ganado las elecciones. Pero en su felicitación agregará un tema. Le hablará de los tratos vejatorios a sus ciudadanos por parte de la policía del aeropuerto de Barajas y de las repatriaciones indebidas.

Esta semana dos politólogos brasileños que pasaban por Madrid para terminar en Portugal, donde debían acudir por razones académicas, fueron detenidos y retenidos en el aeropuerto madrileño, maltratados por la policía y devueltos a su país.

“¿Porqué nos tratan como perros?”, le había dicho uno de los académicos al policía en Barajas. “Porque son como perros”, le había respondido el policía.

La noticia trascendió, a través de la universidad, a los medios brasileños y llegó al despacho del presidente Lula.

Gracias a esto saltó a la luz una realidad: estos eran sólo dos casos, pero había muchísimos más. Una licenciada en Física se quejó porque la retuvieron tres días en Barajas sin poder ni bañarse, y se supo que era una práctica cotidiana, no fortuita. España había deportado el año pasado a un promedio de 20 brasileños por día, según la embajada de Brasil.

Lula aplica ahora la misma táctica con España que había aplicado hace unos años cuando Estados Unidos rechazaba a los ciudadanos brasileños. El país sudamericano deportó recientemente a 13 turistas españoles, por no llevar dinero suficiente. ¿Es esto justo? Probablemente no, ni una cosa ni la otra (aunque no tiene comparación con las fronteras españolas).

Es la forma que tiene el presidente Lula de llamar la atención momentáneamente. Lo que les pasó a los brasileños les pasa también a otros ciudadanos del mundo que son retenidos por días en el aeropuerto de Barajas. Esto ya había sido denunciado por organizaciones de defensa de los derechos humanos en España, pero no trascendía. Actualmente se habla de esos y otros temas en las jornadas Antirracistas que está haciendo estos días la ONG SOS Racismo.

Sería bueno que otros presidentes latinoamericanos, africanos, asiáticos… sigan el ejemplo de Lula y se movilicen. No es justo tratar “como perro” a ningún ciudadano, de ningún país del mundo, sea quien sea, bajo ninguna circunstancia. Obviamente tampoco debería ser ese el trato si no vinieran por asuntos académicos sino porque existe la pobreza y buscan un futuro mejor.

¿Y ahora qué pasará?

Se ha terminado el grito de las campañas. Los debates, las peleas, los carteles y el ajetreo mediático que se inclina por uno u otro partido ya han pasado. Y ahora tocan cuatro años más de Zapatero en el gobierno. Más allá de las deliberaciones sobre quién sigue y quién renuncia en los partidos, quién ha ganado votos y quién ha perdido, lo que quedan son ahora también preguntas sobre las acciones concretas: ¿Qué pasará en el accionar político? ¿Cumplirá Zapatero con la batería de propuestas que había lanzado en el segundo debate? ¿Serán más económicas las viviendas? ¿Subirá el paro? ¿Seguirán subiendo los precios? ¿Habrá realmente más plazas en las escuelas públicas?

¿Y en temas tan candentes como la inmigración? Claramente, los inmigrantes no firmaremos ningún contrato. Pero ¿Qué hará el PSOE exactamente con esos 800 millones de euros que dijo que destinaría a la integración? ¿Destinará esa cantidad realmente? ¿Se invertirá en clases de adaptación para los recién llegados? ¿Habrá menos colas en las oficinas de trámites? ¿Tratarán mejor los funcionarios? ¿Estará más claro qué papeles hay que presentar? ¿Será más ordenado y menos arbitrario el proceso para tramitar la nacionalidad? ¿Se educará a españoles y extranjeros para la convivencia?… Las preguntas continúan…

Nos queda pensar que ojala todo mejore para todos. Por ahora sólo podemos devolverle a Zapatero su saludo. Buenos días y buena suerte.

El miedo, los inmigrantes y los debates

Cuestión de votos. El tema de la inmigración parece haberse jugado para un lado y para otro en el debate de ayer y en el de la semana pasada según lo que dicen las encuestas y los asesores.

Ayer la inmigración fue, como se esperaba, uno de los temas calientes. “No iba a votar, pero como está de xenófobo el PP, iré”, había dicho después del primer debate Rafael, un periodista madrileño que escribe temas científicos.

La estrategia de Rajoy parece caminar con un poquito más de cuidado ahora que hace una semana. En los últimos días se sacó varias fotos con inmigrantes en la primera fila de sus mítines. Y en el debate de ayer, si bien habló de inmigrantes que vienen a quitar grados de derechos a los nacionales, parece haberse moderado mínimamente al menos al no mezclar, en el capítulo sobre seguridad, delincuencia con inmigración. También dijo que crearía una agencia de inmigración y que invertiría en integración.

Mientras Zapatero le interrumpía varias veces, Rajoy le acusó de haber dicho en la cámara palabras parecidas a las de él cuando habla de los derechos de los españoles. “A mí me dicen xenófobo y usted ha dicho esto mismo”, insistía Rajoy, y agregaba que él haría cooperación al desarrollo para prevenir la inmigración, mientras Zapatero le recordaba que eso ya lo había dicho él en el debate anterior y que estaba en sus papeles.

Tal vez el voto de los inmigrantes no sea todavía importante, pero sí lo es el voto de españoles que tienen su visión sobre la inmigración, y que aun no saben si votarán o no.

“Me molestó que Zapatero no diera datos sobre lo bien que han hecho los inmigrantes a la economía española”, había comentado Blanca, una española que trabaja en el Ministerio de Economía. Y ahí estuvieron servidos los datos ayer. Zapatero dijo: “la mitad del crecimiento económico es como consecuencia de la inmigración, y lo que cotizan equivale al pago de casi un millón de pensionistas”. Zapatero agregó que nunca se había invertido en integración lo que había invertido el PSOE.

Sea como fuere, en los bares y las casas donde los inmigrantes veían atentamente el debate aunque no pudieran votar, lo que reinaba era el miedo. Ambos candidatos hacían hincapié en la expulsión, y afilaban la punta de los lápices para que luego quedara bien claro quién había expulsado a más personas.

El Estado español versión PP

¿Cómo sería el Estado español versión PP, de cara a las personas que venimos de fuera? Por las declaraciones de su líder, Mariano Rajoy, nos podemos hacer una idea bastante aproximada. Lo primero que tenemos claro es que tendremos que hacer una nueva fila de extranjería: esta vez para firmar el famoso “contrato de integración”.

¿Y a qué nos tenemos que comprometer los inmigrantes? Rajoy dice que a cumplir las leyes, pagar impuestos, aprender la lengua y, sobre todo, respetar las costumbres. Me imagino entonces que en ese Estado, versión PP, se nos entregará un manual de conducta, algo así como el Manual de Urbanidad y Buenas Costumbres de Manuel Carreño, que muchos latinoamericanos lo tuvimos que estudiar en las clases de Urbanidad, Ética, o Civismo (el nombre de la asignatura variaba de un país a otro).

Para quien no lo sepa, el libro traía una colección de hábitos de mal gusto, como los que enumero a continuación para el deleite de quienes tuvimos que memorizar esto en nuestras lecciones escolares:

– Masticar chicle mientras habla o con la boca abierta

– Chuparse o morderse un mechón de pelo

– Llevar esmalte de uñas descascarado, uñas partidas o peor aún sucias

– Introducir pedazos de comida demasiado grandes a la boca

Cometer la indiscreción de hacerle alguna pregunta íntima a alguien en voz alta: ¿Es eso una peluca?

Fumar en la calle o hacerlo sin haber pedido permiso a los presentes, especialmente a sabiendas de que el olor a cigarro puede ofender o incomodar a alguien

El manual de Carreño es totalmente obsoleto, pero quizás se convierta en uno de los libros de consulta en la idea de Estado que propone el señor Rajoy, pero de ser así incluso los españoles tendrían que echarle un repaso, como queda demostrado en un blog de RTVE, que, a propósito de la propuesta de Rajoy, elaboró un listado de las costumbres en España.

Yo lo único que puedo decir es que la integración no es cuestión de tener o no buenas costumbres. En todo caso, me pregunto, si haber aprobado esa clase de Ética, Civismo o Urbanidad en nuestros países de origen nos dará un plus a la hora de firmar el contrato de integración con el Estado versión PP.

CQC, un «inmigrante» argentino en España

Hace unos años que en España un grupo de intrépidos periodistas muy bien vestidos de traje negro van persiguiendo a personajes de la vida política española y burlándose de algunas ridiculeces que son, efectivamente, motivo de burla. Para los que no lo sabían, CQC (Telecinco), es un “producto de importación”, un inmigrante que consiguió los papeles muy rápidamente a pesar de que venía sólo para molestar.

La versión argentina de CQC, que lleva muchos más años en TV, tiene un poco más de acidez que su segunda parte española (¿tal vez porque la situación es mucho más ridícula y por tanto más fácil de ridiculizar?). El grupo viene persiguiendo al famoseo (sobre todo a los políticos) argentinos -y de donde sean si vale la pena-, desde 1995. Ese año, el productor y presentador Mario Pergolini, de la productora argentina Cuatro Cabezas se reunió con un grupo de amigos en una finca de Buenos Aires y comenzaron a idear un noticiario «maldito» que terminó siendo CQC, y que luego, como otras tantas cosas de nuestros países, se exportó a España.

Nos pareció muy divertida, y por eso los invitamos a que vean la versión original de CQC, que no deja títere con cabeza, durante la presentación del libro de José María Aznar en Argentina.

(Guía de personajes: El periodista Mariano Grondona apoyó a la dictadura militar entre 1976 y 1983. Ahora hizo un “mea culpa”. Eduardo Menem es el hermano del antiguo presidente argentino, Carlos Menem. Mauricio Macri es el actual Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y Valeria Mazza, modelo, tiene una columna en el diario argentino Clarín, sobre Moda).