En esta fotografía aparece la calle más antigua de Quito. Se llama La Ronda, nombre que le fue dado tras la fundación española de la ciudad. Sin embargo, la estrecha callecita tuvo un par de nombres indígenas antes; uno de ellos fue El Chaquiñan, palabra quichua que se traduce como sendero o camino.

La estrecha callecita era clave en la ciudad aborigen porque estaba al borde de un riachuelo que bajaba del volcán Pichincha cuyas aguas servían para los usos domésticos, como lavar la ropa. Hoy La Ronda es parte de los recorridos turísticos de Quito, y ha dado el nombre a un restaurante famoso en Quito y a otro en Madrid. Ambos muy recomendados.

El dueño de La Ronda en Madrid se llama Henry Salazar y él cuenta que le puso este nombre porque él vivía en esta calle quiteña antes de emigrar a España y que no tiene nada que ver con el restaurante quiteño.

Henry abrió el restaurante en el verano del 2005 y desde entonces el lugar se ha convertido en un referente de la comida ecuatoriana en Madrid. En otro post ya les adelantamos que entre sus comensales ha estado el presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien ha escogido este lugar para encontrarse con sus compatriotas. Pero este restaurante no tiene precios para presidentes; por el contrario, los precios son muy asequibles y créanme que de un plato de comida pueden comer dos personas.

Si se da una vuelta por La Ronda de Madrid (calle de la Iglesia, 4. Metro Marqués de Vadillo), le aconsejo que comience con unas empanaditas de verde o de morocho, estos aperitivos están hechos de plátano verde y de maíz. Luego pida un plato fuerte que puede ser fritada o seco de chivo, es decir, carne de cerdo o de borrego. Si le queda un huequito en el estómago intente un ceviche de cualquier marisco y después olvídese de cenar. Y si de casualidad pasa por la calle La Ronda, en Quito, tómese un canelazo para espantar el frío. Sólo me queda decir ¡buen provecho! para unos y ¡buen viaje! para otros.

(Fotografía del restaurante La Ronda, Gary Manrique)