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¿De dónde proviene la expresión ‘Hablar por boca de ganso’?

La expresión ‘Hablar por boca de ganso’ hace referencia a aquellas personas que hablan utilizando argumentos o explicaciones de otros como si fuesen propias.

¿De dónde proviene la expresión ‘Hablar por boca de ganso’?

Encontramos que en el Siglo de Oro español (siglo XVII) ya fue utilizada ampliamente, entre otros por literatos como Francisco de Quevedo. Además, aparece documentada en el Diccionario de autoridades en 1726.

El origen del modismo es algo discutido, pudiendo encontrar que el etimólogo Sebastián de Covarrubias sugería que, antiguamente, los enseñante (que solían por escribir con plumas de ganso) hacían repetir a los  niños a impartían sus enseñanzas la lecciones al pie de la letra y estos repetían lo que el profesor les había enseñado palabra por palabra, siguiendo sus instrucciones como hacen las crías de ganso cuando caminan e imitan a su madre o padre.

El lexicógrafo, José María Iribarren proponía que la expresión hace referencia a aquellos jóvenes que repiten mecánicamente las opiniones de sus preceptores.

Una tercera hipótesis, esta vez del filólogo Julio Cejador, sugiere que, al igual que los gansos repiten sonidos, la gente repite aquello que escucha sin pensar.

En cualquier caso, la expresión revela una crítica a la falta de originalidad al hablar por influencia de otros.

 

 

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¿De dónde proviene la expresión ‘Estar a dos velas’?

Cuando alguien está falto o justo de recursos económicos (o sea, que no tiene ni un céntimo) suele decirse que está ‘a dos velas’ y de unos cuantos años a esta parte se le ha dado una nueva acepción para referirse a aquella persona que lleva tiempo sin tener una relación sentimental/sexual.

¿De dónde proviene la expresión ‘Estar a dos velas’?

El origen del modismo está más que discutido, no poniéndose de acuerdo los expertos en etimología sobre cuál es la verdadera procedencia de la locución.

Por una parte encontramos a quienes defienden el origen de la expresión ofrecido por el filólogo gaditano José María Sbarbi (1834-1910) quien además también era sacerdote e indicó en su famoso diccionario de locuciones que ‘estar a dos velas’ provenía del acto de dejar la iglesia a oscuras tras finalizar la celebración de la misa, quedando únicamente iluminado el altar mayor por dos velas, lo que hacía que aquel templo quedara con un aspecto desangelado  y de pobreza.

En la red se puede encontrar numerosas páginas que dan como origen a la expresión una hipótesis defendida por el lexicógrafo navarro José María Iribarren (1906-1971) que situaba la procedencia del modismo en las timbas de cartas. Según Iribarren, antiguamente quien tenía la banca en la partida solía iluminarse con una vela a cada lado. En el momento en que un jugador tenía una buena racha, comenzaba a ganar y, por tanto, las monedas de esa banca a disminuir, ésta se quedaba sin dinero entre las dos velas. Una explicación que parece algo pilada por los pelos y que un gran número de etimólogos no defienden.

También hay quien indica que, probablemente, provenga del mundo náutico, de aquellas embarcaciones pequeñas y modestas (de personas con pocos recursos económicos) que tan solo tenían un par de velas.

Por último, encontramos una de las posibles explicaciones que puedan estar más cerca del verdadero origen (y muy próximo al supuesto defendido por José María Sbarbi) y es el que lo sitúa en los velatorios. Dependiendo del poder adquisitivo del fallecido la capilla ardiente tiene más pomposidad y el cadáver es rodeado por un mayor número de velas. El hecho de que un fallecido tan solo tuviera una vela a cada lado del féretro era un claro síntoma de la pobreza o ruina de éste.

 

 

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Post realizado a raíz de la consulta que me formuló a través de Twitter @EnsaladaPalabra
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¿Cuál es el origen de la expresión ‘ser un vivalavirgen’?

¿Cuál es el origen de la expresión ‘ser un vivalavirgen’?

Se conoce como ‘vivalavirgen’ a aquella persona que se comporta de manera despreocupada e informal. El término es un vocablo formado a partir de la locución ‘Viva la Virgen’ y se escribe todo junto cuando es utilizado para referirse coloquialmente a quienes he descrito al inicio del post (tal y como recoge el Diccionario de la RAE).

El origen de la expresión ‘ser un vivalavirgen’ procede de los ambientes marinos y tal y como apuntan la mayoría de fuentes, proviene del momento en el que los marineros de un barco estaban en formación y debían ir indicando que allí se encontraban en el momento del recuento. Era una norma establecida que el marinero que cerraba dicha formación tenía como encargo gritar ‘¡Viva la Virgen!’ en lugar de decir su nombre o número y esa mención a la madre de Jesús se hacía con el propósito de reclamar la protección divina para toda la tripulación.

Al ser el último quien debía hacerlo, todo apunta a que siempre recaía en el más despistado, holgazán o despreocupado (algunos indican incluso que torpe) que se incorporaba al grupo, de ahí que con el tiempo se utilizase el término ‘vivalavirgen’ como sinónimo de ese tipo de personas.

También podemos encontrarnos con quien defiende que el origen de la locución es otra, situando la acción en tiempos en los que las costas del Nuevo Mundo (bajo control español) eran atacadas por piratas ingleses y en la defensa de la misma los soldados e indígenas armados gritaban ese ¡Viva la Virgen!. Evidentemente, muy pocos son los que defienden esta hipótesis y apenas existen fuentes que así lo confirmen. El propio José María Iribarren en ‘El porqué de los dichos’ no le otorga demasiada fiabilidad a esta explicación.

 

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Post realizado a raíz de la consulta realizada por Ana Rosa Lorite a través del apartado de contacto de este blog

Fuentes de consulta: fundacionlengua / El porqué de los dichos de José María Iribarren / Viaje de circunnavegacion de la corbeta Nautilus de Fernando VillaamilyorokobuRAE
Fuente de la imagen: pixabay

¿Sabías que decimos incorrectamente la expresión ‘quedar en aguas de borrajas’?

¿Sabías que decimos incorrectamente la expresión ‘quedar en aguas de borrajas’?

Quién no ha escuchado o dicho en alguna ocasión una frase del tipo: ‘Estaba esperanzado en conseguirlo pero al final todo ha quedado en agua de borrajas’. Estas expresiones suelen utilizarse para referirse a aquello que finalmente no ha salido como uno esperaba y a un desenlace que ha resultado ser decepcionante (cuando las expectativas eran buenas).

Se dice que su significado se debe a lo insípida que resulta la infusión de la planta de la borraja, la cual se utilizaba desde la antigüedad como remedio para hacer sudar (sudorífica). También se tenía la vieja creencia (y superstición) de que si se una mujer pisaba una hoja de borraja quedaría embarazada.

Pero en realidad, por muchas veces y tiempo que llevemos escuchando la frase ‘quedar en aguas de borrajas’, ésta no es del todo correcta y con los años ha variado de como realmente se decía en sus orígenes.

Inicialmente  la hierba utilizada para esta expresión era la ‘cerraja’, una planta semejante a una lechuga silvestre (así la definía el Diccionario de Autoridades de 1729) cuyas propiedades de las hojas, flores o jugo lechoso se aplicaba como estimulante del apetito, el tratamiento de la ascitis o para trastornos hepáticos (entre otros). Pero sin embargo su agua infusionada resultaba insulsa y sin propiedades, de ahí que, originalmente, la expresión fuese ‘quedar en agua de cerrajas’: esta agua en comparación a los atributos del resto de la planta se quedaba en nada.

Sebastián de Covarrubias en su ‘Tesoro de la lengua castellana o española’, de 1611, ya menciona el ‘agua de cerrajas’ como sinónimo de algo que no llega a buen término.

Muchos son los lexicógrafos que culpan a una corrupción de la expresión cuando ésta pasó de ser utilizada en los ambientes rurales a las poblaciones más grandes e importantes, siendo prácticamente desconocida la cerraja y mucho más común la borraja, por lo que se adoptó este término para aplicárselo a la frase. El propio José María Iribarren en ‘El porqué de los dichos’ alude al provincialismo a la hora de haber modificado el modismo para que les resultase mucho más fácil fonéticamente a la hora de decir y recordar.

Para finalizar, cabe destacar que la propia web del Diccionario de la Rae redirige a ‘agua de cerrajas’ cuando se realiza la búsqueda ‘agua de borrajas’.

 

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Fuentes de consulta: Tesoro de la lengua castellana o española de Sebastián de Covarrubias / ‘El porqué de los dichos de José María Iribarren / Diccionario de Autoridades de 1729 / cvc.cervantes / Diccionario de la Rae
Fuente de la imagen: Wikimedia commons

¿De dónde proviene la expresión ‘sacar a alguien de sus casillas’?

Seguro que en más de una ocasión habéis utilizado la expresión ‘sacar a alguien de sus casillas’ para referidos al hecho de hacer perder la paciencia a alguien, irritarla, encolerizarla o hacer que se enfade…

Aunque algunas fuentes atribuyen el origen del dicho a la relación que existe con las casillas de un tablero de ajedrez, parece ser que realmente proviene de otro popular juego de mesa.

Según el libro El porqué de los dichos’ de José María Iribarren, ilustre lexicógrafo y escritor (entre otras muchas cosas), ésta es una expresión cuya procedencia la debemos buscar en el Backgammon (en España conocido popularmente como “Tablas Reales” o “Chaquete”) un milenario juego de tablero y fichas al que eran muy aficionados en la antigüedad, siendo jugado, sobre todo, por personas de las altas esferas (reyes, gobernantes, eclesiásticos…). Éstos solían disputar sus partidas enfrentándose a algún lacayo, sirviente o persona de menor rango y aunque los adversarios procuraban dejarles ganar, no siempre se conseguía, ya que los dados tenían mucho que ver en el devenir de la partida.

De ahí que en un momento del juego, cuando una de las fichas caía en una de

las casillas que ocupaba otra del adversario ésta era echada fuera (se sacaba de la casilla) y debía volver a entrar por el principio. De ahí que muchos oponentes se irritasen y/o enfadasen porque ‘les habían sacado de sus casillas’.

 

 

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Fuentes de consulta: El porqué de los dichos’ de José María Iribarren / hispanoteca / RAE