Entradas etiquetadas como ‘Victoria I’

La aristócrata rusa que puso de moda en España la costumbre de adornar el árbol de Navidad

La aristócrata rusa que puso de moda en España la costumbre de adornar el árbol de Navidad

Frente a la madrileña plaza de Cibeles, en la intersección de la calle de Alcalá y el paseo del Prado, se encontraba el palacio de Alcañices (actualmente desaparecido y en cuyo solar se levantó el edificio del Banco de España). Se trataba de la residencia de una de las familias más importantes de la sociedad aristocrática española y en la que se instaló a vivir, en 1870, José Osorio y Silva (marqués de Alcañices, duque de Sesto y grande de España), quien acababa de contraer matrimonio con Sofía Sergeïevna Troubetzkoy, una joven viuda de origen ruso (hija del príncipe Serguei Vassilievitch Troubetzkoy, aunque las malas lenguas indicaban que en realidad era hija ilegítima del zar Nicolás I).

Sofía Troubetzkoy, como otras mujeres de la alta sociedad europea de la época, era una reconocidísima celebridad, sirviendo de ejemplo para numerosas damas que copiaban todo aquello que hacía y ponía de moda (hoy en día sería denominada como ‘influencer’).

Tras instalarse en su nueva residencia, en el palacio de Alcañices, la nueva duquesa de Sesto se trajo la antiquísima tradición que llevaba varios siglos realizándose en muchos hogares del centro y norte de Europa: adornar un árbol en Navidad.

Se trataba de una costumbre heredada de la mezcla de diferentes tradiciones, entre ellas del pueblo celta y la trasformación a un rito católico por parte de Bonifacio de Maguncia -San Bonifacio-, el gran evangelizador de la mitad norte de continente europeo.

Para la época en la que  Sofía Troubetzkoy se instaló en Madrid, ya existía casos puntuales de personas de ascendencia germana, británica o rusa, que habían decorado sus hogares con un árbol navideño, pero se debe a esta aristócrata el hecho de popularizarlo entre el resto de familias de la alta sociedad española, que copiaron esta costumbre de la considerada como una de las grandes influenciadoras de su época en España.

Cabe destacar que lo sucedido con la duquesa de Sesto en España ya había ocurrido unas décadas antes en el Reino Unido (y otros lugares de Europa y el planeta), por parte de la reina Victoria I, quien adoptó la costumbre de instalar y adornar un árbol navideño en su palacio tras contraer matrimonio, en 1840, con el príncipe alemán, Alberto de Sajonia-Coburgo, trasladándose esa costumbre a aquellos lugares bajo la influencia y dominio británico.

 

 

Te puede interesar leer también los posts:

 

 

Fuente de la imagen: pexels

¿Sabías que el himno de la Champions fue compuesto para celebrar la coronación de reyes y está basado en textos bíblicos?

Poco después de trasladarse a vivir a Inglaterra en 1710, el compositor alemán Georg Friedrich Händel se convirtió en director y responsable de la música sacra de su nuevo país de acogida (cargo conocido como ‘maestro de capilla’), codeándose con la flor y nata británica y sobre todo con la realeza (le unió una estrecha amistad con Jorge I de Gran Bretaña, coronado en 1714 y que era oriundo de Alemania igual que él).

La fulgurante carrera musical de Händel lo llevó a dirigir la prestigiosa ‘Royal Academy of Music’ y recibir múltiples encargos por parte de la monarquía inglesa, entre ellos el componer un himno que sería utilizado en los actos de coronación del rey que relevara a Jorge I.

¿Sabías que el himno de la Champions fue compuesto para celebrar la coronación de reyes y está basado en textos bíblicos?

Dicha composición musical estaba compuesta por cuatro himnos (‘Zadok, the Priest’, ‘My heart is inditing’, The king shall rejoice y ‘Let thy hand be strengthened’) basados en textos bíblicos utilizados por la Iglesia anglicana (Biblia del Rey Jacobo de 1611) y llevaba por título genérico ‘Coronation Anthems’.

Tras el fallecimiento de Jorge I, el 11 de junio de 1727, le sucedió su primogénito, siendo coronado como Jorge II de Gran Bretaña e Irlanda en una fastuosa ceremonia celebrada en la abadía de Westminster el 4 de octubre de aquel mismo año.

En dicha coronación se interpretó la composición de Händel ‘Coronation Anthems’, siendo el primer himno (‘Zadok, the Priest’) uno de los que más admiración causó, hasta tal punto que se decidió que, a partir de aquel momento, en las sucesivas coronaciones de reyes británicos fuese interpretado dicho himno, algo que se ha realizado desde entonces en todas y cada una de las ocho ocasiones en las que se ha coronado un nuevo rey o reina (Jorge III, Jorge IV, Guillermo IV, Victoria I, Eduardo VII, Jorge V, Jorge VI e Isabel II. Hay que tener en cuenta que Eduardo VIII no llegó a ser coronado). La última vez que fue utilizado oficialmente este himno para una coronación fue en la de Isabel II, el 2 de junio de 1953.

¿Sabías que el himno de la Champions fue compuesto para celebrar la coronación de reyes y está basado en textos bíblicos?En 1992 la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA) quiso realizar algunas modificaciones en su competición más famosa: la ‘Copa de Europa’ (entre las que se encontraba el cambio de denominación a ‘Liga de Campeones’ o, como es más habitual llamarla ‘UEFA Champions League’).

Para ello encargó al compositor británico Tony Britten que realizara un himno para la competición y éste en lugar de realizar una composición original presentó una versión modificada y con varios arreglos del ‘Zadok, the Priest’ de Händel, el cual desde entonces se ha convertido en el emblema musical de la Champions League, sonando al inicio de cada encuentro y en los spots publicitarios que anuncian cada partido.

Cabe destacar que, a pesar de tratarse de una composición sacra y dedicada a la coronación de reyes, fue el propio Händel, en el siglo XVIII, quien permitió que su famosa obra Coronation Anthems fuese utilizada y tocada en cualquier tipo de evento o ceremonia, de ahí que no se pusiera ningún impedimento para poner en marcha la versión realizada por Tony Britten.

Aquí debajo os enlazo a dos vídeos en los que podréis escuchar la versión del himno ‘Zadok, the Priest’ compuesto por Georg Friedrich Händel y la versión de Tony Britten para la Champions League.


 

Te puede interesar leer:

 

Fuente de las imágenes: Wikimedia commons (1) / Wikimedia commons (2)

Un puñado de curiosas anécdotas de Reyes y Reinas

Siguiendo la serie de post que empecé a publicar hace unas semanas sobre curiosas anécdotas protagonizadas por diferentes colectivos de personajes  famosos (filósofos, matemáticos, pintores y físicos), hoy le toca el turno al gremio de la monarquía.

Espero que sean de vuestro gusto.

 

Fidelidad religiosa

Teodorico, octavo rey de los Godos, profesaba una gran devoción hacia la religión arriana. Su primer ministro y hombre de confianza, por el contrario, era católico, pero para agradar a su señor se convirtió al arrianismo.
Al enterarse de este acto, Teodorico, mandó ejecutarlo. Al ser preguntado del porqué, el monarca respondió:
– Si ha sido capaz de traicionar a su Dios, no tardará en traicionarme a mí

 

Fiel amigo

Alejandro Magno tenía una amistad fraternal con su médico personal Filipo de Acarnania, al que conocía desde niño.
En cierta ocasión, en la que el monarca había enfermado y requirió la presencia del galeno, fue advertido de que Filipo se había vendido al enemigo y que, muy probablemente, lo envenenaría.
De todos modos quiso que lo visitase y se bebió lo que le preparó el médico. Tras esto, Alejandro Magno dijo:
– Prefiero morir a desconfiar de mis amigos

 

Como niños pequeños

Carlos III emprendió numerosas obras en la capital de España para convertirla en una capital europeizada. Entre los múltiples proyectos estaba el construir un sistema de conductos de canalización de las aguas, cuyo propósito era el de limpiar la ciudad de residuos.
Dicha propuesta no fue del agrado de los madrileños, por lo que el monarca exclamó:
– Mis súbditos son como niños pequeños. Lloran cuando se les lava

 

El final del culebrón

La reina Isabel II era una fiel seguidora de una novela que se publicaba por entregas en el diario ‘La Nación’.
Antonio Flores, el autor, recibió en cierta ocasión una nota de la monarca en el que le exigía que le entregará un manuscrito de la obra, para así ser la primera en conocer el final.
Muy cortesmente, éste le contestó:
-Majestad, lamento no poder complaceros, pero ni siquiera yo tengo idea de cómo voy a salir del enredo que he tramado. Eso sí, en cuanto lo averigüe os lo comunicaré de inmediato

 

El tamaño sí importa

Durante el proceso que emprendió Enrique VIII contra su esposa Ana Bolena, acusó a ésta de “traición y adulterio” y le recliminó las palabras usadas por ella para referirse al miembro viril del monarca:
– La espada del Rey no pasa de ser una simple navaja

 

 

Incendio en el Palacio Real

En 1604 un incendio asoló el Palacio Real de El Pardo, en Madrid. Quedó destruida la mayor parte de las obras pictóricas que había atesorado allí la Casa de Austria.
Felipe III era un gran admirador de Tiziano y al enterarse del incendio preguntó:
– ¿Se ha quemado la Venus de Tiziano?
Le respondieron que afortunadamente no había quedado dañada. El monarca añadió:
– Pues lo demás no importa, ya se volverá a hacer

 

Escepticismo médico

Se cuenta que en el año 1780 el Rey Federico II “el Grande” de Prusia, era un gran escéptico respecto a los avances de la medicina y que, en una ocasión, preguntó a su médico personal el Dr. Johann Georg Zimmermann:
-Decidme, sinceramente, doctor ¿de cuántos pacientes lleva su muerte en la conciencia?
A lo que el galeno respondió:
-De unos trescientos mil menos que Vos, Majestad

 

Nota real

Aprovechando una visita a Londres, la reina Luisa de Suecia decidió hacer una escapadita por la ciudad para visitarla. Salió de ”excursión” sin escolta ni documentación y durante su visita un autobús estuvo a punto de atropellarla.
Así que se colgó una nota en el bolso, por si le pasaba algo, que decía:
«Soy la reina de Suecia»

 

Grande como los hoyos

Al rey Felipe IV le gustaba que le llamasen “el Grande”.
Tras la pérdida de Portugal, el siempre ingenioso Duque de Medinaceli dijo en cierta ocasión:
-A Su Majestad le pasa como a los hoyos, que cuanta más tierra pierden, más grandes son

 

La Reina María y la galleta para perros

La Reina María tenía un miedo atroz a los perros, todo lo contrario que su nieta, la futura Isabel II.
En una fiesta celebrada en los jardines del Palacio de Buckingham, la princesa Isabel le entregó a su abuela una galleta para perros para que ésta se la diese a uno de los Corgi Galeses que tenía la niña. Eso puso de mal humor a la Reina María, que no pensaba darle la galleta al can y no sabía como deshacerse de ella.
Junto a ella se encontraba el arzobispo de Canterbury y se la dio a él para que éste se la entregase al perro.
El arzobispo cogió la galleta para perros, sonrió con gratitud a su majestad y, creyendo que era una pastita de té, se la introdujo en la boca.

 

Decreto efectivo

Durante el reinado de Luis XV de Francia se puso de moda el que las damas condujesen una pequeña carroza por las calles más frecuentadas de París, y carentes como estaban de experiencia atropellaban a muchas personas. El rey se preocupó por ello y llamo al Conde de D’Argenson, Teniente General de la policía, para que tomase las medidas necesarias para evitarlo.
-Señor, dejadme hacer a mí
Al día siguiente publicó un decreto que prohibía a las mujeres guiar caballos a no ser que su edad fuese superior a treinta años. El éxito fue milagroso, ninguna mujer quiso confesar que tenía más de treinta años y la moda desapareció.

 

El precio de un jardín privado

El célebre político inglés Philip Dormer Stanhope, 4º Conde de Chesterfield, supo que el rey Jorge II pensaba cerrar el parque londinense de Saint James y transformarlo en un jardín privado del monarca, lo que habría causado gran descontento entre la gente del pueblo. El rey le preguntó cuánto podrían costar las obras y él respondió simplemente, con concisión británica:
-Señor, sólo una corona
El rey comprendió la indirecta y el proyecto no pasó de ahí.

 

La opinión de la reina Victoria

Le llegaron rumores a la reina Victoria I del Reino Unido de que cierto ministro iba hablando mal de ella por los salones y tertulias. En vez de enojarse, le quitó importancia al asunto diciendo:
-No pienso ocuparme de lo que el ministro opine de mí; lo que debe importarle es lo que opine yo de él

 

Mejor con el enemigo

Carlos I de Inglaterra, perseguido por las tropas de Cromwell, se refugió en Escocia, pero los escoceses le vendieron al enemigo por dos millones.
Cuando lo supo el rey prisionero, exclamó:
-Es mejor estar con los que me han comprado que con aquellos que me han vendido

 

Plantando cara

El emperador Enrique V del Sacro Imperio Romano Germánico declaró la guerra al rey de Polonia, Boleslao III el Bocatorcida , y queriendo asustarle le mandó embajadores para decirle que si no cedía por las buenas enviaría contra él tantos soldados que no cabrían todos juntos en Polonia.
El rey polaco respondió simplemente:
-Mandad los soldados que queráis, encontraremos tierra para enterrarlos a todos

 

El vino de Luis XIV

Cada vez que salía de caza, el rey Luis XIV mandaba llevar consigo 40 botellas de vino, las cuales no solía beberse y que acababan siendo consumidas por sus criados.
Un día tuvo sed y pidió un vaso de vino.
-Se acabó, majestad- le contestó su ayudante
-¿Pues no se traen las 40 botellas que he mandado?
-Sí, señor, pero…
-En lo sucesivo- concluyó el rey -que se traigan 41, para que haya una para mí

 

 

 

Fuentes y más anécdotas

El motivo original por el que el vestido de las novias sea blanco nada tiene que ver con su pureza o virginidad

El curioso e histórico motivo que dio origen a que el vestido de las novias sea blanco

La persona que puso de moda el vestido de novia blanco fue la Reina Victoria I del Reino Unido el 10 de febrero de 1840, fecha en la que contrajo matrimonio con Alberto de Sajonia Coburgo-Gotha.

Hasta entonces, era costumbre utilizar vestidos de novia de diferentes colores, más que nada porque estos eran reutilizados para otras ocasiones. El color plateado solía ser el elegido y reservado para reinas y grandes damas.

Pero la Reina Victoria tuvo el capricho y gran idea de elegir el color blanco para su vestido de novia. La fotografía oficial del retrato de boda fue extensamente difundida y, a raíz de ahí, muchas novias fueron optando por escoger un vestido similar en honor a esa elección.

Fue ya entrados en el siglo XX, cuando algunas corrientes más conservadoras quisieron vincular el blanco del vestido de novia a la pureza, inocencia y virginidad, surgiendo desde entonces la creencia de que ese el motivo por el que vestían de ese color.

 

 

Te puede interesar leer también:

 

 

Portada 6ª edición Ya está el listo que todo lo sabe

 

Curiosidad que forma parte del libro “Ya está el listo que todo lo sabe” (Una curiosidad para cada día del año) de Alfred López
Compra el libro a través de los siguientes enlaces: https://www.amazon.es/dp/841558914X (para España) | https://www.amazon.com/dp/841558914X/ o https://www.createspace.com/7085947 (desde fuera de España)

 

 

Fuente de la imagen: maxpixel

¿Por qué tienen un ojal las solapas de las americanas?

De sobras es conocida la fama que tenía Alberto de Sajonia , consorte de la reina Victoria I del Reino Unido, de ser un hombre muy presumido, quien destacaba por su elegancia e ir impecablemente vestido.

¿Por qué tienen un ojal las solapas de las americanas?Antes de contraer matrimonio, en cierta ocasión su prometida le regaló una rosa y él, haciendo gala de su galantería, agujeró la solapa de la chaqueta que llevaba puesta para así poder ponerse la flor y lucirla.

A partir de entonces hizo colocar un ojal en todas sus americanas.

Los sastres de la época enseguida pusieron de moda la idea del ojal para llevar una flor en él.

Con el tiempo ese ojal ha servido no solo para las flores sino que para llevar todo tipo de insignias o pins.

 

Fuente de la imagen: vestirseporlospies