Entradas etiquetadas como ‘presumido’

El curioso origen del término ‘chulo’

El término ‘chulo’ es uno de esos vocablos que, con el tiempo, hemos acabado adaptando en nuestro idioma para referirnos a múltiples y diferentes cosas y personas.

El curioso origen del término ‘chulo’

Por un lado están aquellos personajes que se comportan de un modo fanfarrón, arrogantemente, en plan valentón y desafiante e incluso graciosamente. Conocemos como ‘chulo’, ‘chulapón’, ‘chulapo’ (o chulapona) a los individuos originarios de algunos barrios castizos de Madrid. También se usa el término como sinónimo de proxeneta o rufián (el vulgar macarra).

Hay quien usa el vocablo ‘chulo’ para referirse a alguna cosa que le ha gustado (‘¡Qué chulo es esto!’, ¡Qué chulo ha sido venir aquí!’).

El hecho de que existan tantas acepciones y usos para este término proviene de muy atrás, debido a que antiguamente ya se le dio varios significados.

Etimológicamente llegó al castellano desde el italiano ‘ciullo’, utilizado para referirse a los niños. De hecho, esta voz italiana era apócope del término ‘fanciullo’, de exacto significado.

Existen constancias de que la forma ‘chulo’ ya se utilizaba en castellano en el siglo XVII, aunque no se incorporó al Diccionario de Autoridades hasta el año 1729; donde ya por entonces se le daba diferentes usos y acepciones:

Persona graciosa y con donaire; el que asiste en el matadero para encerrar y matar las reses; y, según la germanía (jerga utilizada por rufianes y malhechores) también se utilizaba para referirse a un muchacho o muchacha.

Y fue precisamente esa referencia a los jóvenes pícaros que solían delinquir y se las arreglaban para sobrevivir mediante el engaño, usando su ingenio, agudeza y gracia lo que dio su acepción más conocida.

 

Te puede interesar leer también:

El curioso y castizo origen de la expresión ‘Ser más chulo que un ocho’

 

 

Fuente de la imagen: pxhere

Es nuestro cerebro quien nos convierte en esnobs: el vino no sabe mejor solo porque sea más caro

Es nuestro cerebro quien nos convierte en esnobs: el vino no sabe mejor solo porque sea más caro

Muchos han sido los estudios que se han realizado en los que se ponía a prueba la capacidad de varios voluntarios para apreciar un buen vino o distinguir a éste entre otros de menor calidad. Una de las muchas pruebas consistía en hacerles probar varias copas conteniendo el mismo tipo de vino en todas pero indicándoles que se trataba de diferentes caldos y con calidades y precios distintos.

Evidentemente, la inmensa mayoría de voluntarios marcaba como el mejor de todos aquel al que se le había asignado un precio más elevado e incluso, para rizar más el rizo, a algunos participantes se les comentó que procedían de diferentes años de cosecha. Aquellos voluntarios que tenían algún pequeño conocimiento sobre el tema y sabían que una añada había sido mejor que otra rápidamente indicaban que ese era el mejor vino de todos.

Y es que se ha demostrado que es realmente nuestro cerebro quien nos hace convertirnos (inconscientemente) en esnobs, activándose en la corteza orbitofrontal el mecanismo de procesamiento del placer y la recompensa en el momento en el que creemos que estamos disfrutando de algo exclusivo, como por ejemplo beber un vino caro –aunque en realidad se trate de uno barato- o cuando nos damos un capricho caro (ir a degustar un menú con estrella Michelin, acudir a un evento exclusivo o que nos dejen entrar a un reservado o zona vip).

Esto también ocurre con frecuencia al adquirir y vestir ropa de marca. Si le quitásemos a una prenda exclusiva la etiqueta por la que se distingue, el hecho de vestirla no nos produciría esa placentera sensación de elitismo sobre los demás.

 

Otros posts que te puede interesar leer:

 

 

Fuentes de consulta y más info: nature / vinetur / ‘El ladrón de cerebros’ de Pere Estupinyà / medlineplus / readcube / ‘Economía 3D’ de Martín Lousteau
Fuente de la imagen: pixabay

¿De dónde surge decir que una persona es coqueta?

¿De dónde surge decir que una persona es coqueta?
Bien sabido es que una persona coqueta es aquella a la que le gusta acicalarse, suele presumir de sus encantos y cuida su imagen para gustar a los demás.

El origen etimológico del término es de lo más curioso ya que procede de la palabra francesa coquette de idéntico significado y esta a su vez de coq que es como se les llama a los gallos en el país vecino.

Y es debido a la manera que tienen los gallos de alardear frente a las gallinas que surgió esa definición para referirse a los hombre a los que les gustaba presumir e intentar seducir a las mujeres. De ahí que en un principio sólo se utilizase el término masculino coqueto y el verbo coquetear fuese usado inicialmente para definir a aquellos que trataban de agradar por simple vanidad y con el fin de iniciar un juego amoroso sin terminar de comprometerse, aunque en muchas ocasiones era el paso previo a algún tipo de relación.

Con el paso del tiempo el término se utilizó para referirse a los dos sexos y también sirvió para denominar de este modo a un tipo de mueble de tocador con espejo usado para peinarse y maquillarse.

 

 

Lee y descubre el curioso origen de otras conocidas palabras y expresiones

 

Sigue disfrutando de las curiosidades de este blog también en formato papel y no te pierdas la trilogía de libros: Ya está el listo que todo lo sabe, Vuelve el listo que todo lo sabey Ya está el listo que todo lo sabe de SEXO que pueden convertirse en un regalo ideal.

Cómpralos en Amazon: http://amzn.to/2E3cMXT

 

 

 

Fuente de la imagen: Wikimedia commons