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¿De dónde surge la expresión ‘Sin cuerpo no hay delito’?

A través de mi perfil @yaestaellistoquetodolosabe2 en la red social Instagram me preguntan de dónde surge la expresión ‘Sin cuerpo no hay delito’.

¿De dónde surge la expresión ‘Sin cuerpo no hay delito’?

La expresión ‘Sin cuerpo no hay delito’ (también en la forma ‘Sin cadáver no hay delito’) se utiliza comúnmente en referencia a los casos de homicidio y hace referencia a la necesidad de contar con pruebas físicas o evidencia material para demostrar que se ha cometido un delito.

En el contexto de un caso de homicidio, el cuerpo de la víctima es una de las pruebas más importantes para demostrar que se ha cometido el delito. La presencia del cuerpo y las pruebas que se puedan obtener del mismo pueden proporcionar información crucial sobre cómo se cometió el delito y quién lo cometió.

La frase suele utilizarse en referencia a los casos de homicidio o desaparición de personas, en los cuales es necesario contar con pruebas físicas para demostrar la existencia del delito y la culpabilidad del acusado. En ausencia de pruebas físicas, puede ser difícil o imposible probar que se ha cometido un delito, lo que podría llevar a la absolución del acusado.

Sin embargo, es importante destacar que la ausencia del cuerpo no impide necesariamente la investigación y el enjuiciamiento de un posible delito de homicidio. En algunos casos, pueden existir otras pruebas o evidencias que permitan demostrar la comisión del delito, como declaraciones de testigos, pruebas forenses, análisis de ADN, entre otras.

 

 

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Fuente de la imagen: freepik

¿Sabías que en la investigación de un crimen la expresión ‘cuerpo del delito’ no hace referencia al cadáver?

Es muy habitual ver en películas y series de televisión o leer en novelas negras, a la hora de investigar un crimen que se ha cometido, pronunciar la expresión ‘cuerpo del delito’,  siendo también ampliamente utilizada por un gran número de medios de comunicación y noticieros.

¿Sabías que en la investigación de un crimen la expresión ‘cuerpo del delito’ no hace referencia al cadáver?

Muchas son las personas que creen, erróneamente, que dicha alusión se hace como referencia al cadáver pero realmente no es así.

En realidad esa locución es la traducción literal de la antiquísima fórmula latina ‘corpus delicti’ utilizada ya por los juristas del Imperio Romano y que se usaba para referirse a todas aquellas pistas y elementos que existen alrededor de un crimen y que pueden determinar cómo se produjo y quién es el responsable.

Por poner un ejemplo, todos aquellos elementos probatorios que relacionan dicho delito con el principal sospechoso del mismo: objetos e instrumentos que podrían haberse utilizado, todo aquellos rastros dejados en la escena del crimen (huellas, pisadas, rastros biológicos…), además de testimonios e indicios que echan por tierra una posible coartada.

Incluso en un caso de desaparición y en el que no se ha podido hallar un cadáver, el ‘cuerpo del delito de una investigación‘ hace referencia a todas aquellas pruebas circunstanciales que son más que suficientes para demostrar que se ha cometido un crimen y señalar al posible culpable (que posteriormente sería juzgado).

Todo ello en su conjunto es lo que se conoce como ‘cuerpo del delito’, haciendo referencia el término cuerpo no a un ser humano sino a la suma de informaciones y evidencias que existen alrededor de un supuesto crimen.

Evidentemente también sirve para todo lo contrario… demostrar la inocencia o no culpabilidad de alguien en un delito del que se le acusa. Sin las suficientes pruebas e indicios recogidos por el ‘corpus delicti’ no puede ser acusado y, por tanto, sería declarado  como ‘no culpable’ (ojo, hay que diferenciar que no es lo mismo ser declarado ‘inocente’ que ‘no culpable’).

 

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Fuentes de consulta: guiasjuridicas / sjf.scjn (pdf) / confilegal / enciclopedia-juridica / criminal-mente
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¿Cuál es el origen de la expresión ‘Echar el muerto a otro’?

¿Cuál es el origen de la expresión ‘Echar el muerto a otro’?

Cuando alguien es acusado de algo y quiere evadir su responsabilidad echándole la culpa a otra persona suele utilizarse la expresión «echar el muerto a otro».

El origen de la expresión proviene de la Edad Media, una época en la que era muy habitual las reyertas y asesinatos sin ningún tipo de justificación. En infinidad de ocasiones, tras hallarse un cadáver abandonado en medio de una población, no se lograba averiguar cuál había sido la causa por la que esa persona había sido asesinada ni quién era el responsable.

Por tal motivo, las autoridades decidieron que en aquellas localidades donde apareciese un muerto, y no se pudiera determinar las causas ni culpables, el pueblo en su totalidad sería el responsable, pagando una multa económica al rey.

Esto llevó a que, algunos picaros vecinos, cuando aparecía en las calles algún muerto con evidentes muestras de violencia, lo trasladasen sigilosamente a la población más cercana y allí era abandonado, cargándoles el muerto y la culpa a sus vecinos y, por lo tanto, librándose de la multa real.

 

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¿Qué diferencia hay entre cometer un asesinato y un homicidio?

¿Qué diferencia hay entre un asesinato y un homicidio?

Estoy seguro que en infinidad de ocasiones habréis escuchado, leído o visto en algún programa de televisión o una película que están juzgando o acusan a alguien de cometer un ‘homicidio’  e incluso en otras ocasiones se utiliza el término ‘asesinato’, pero aunque el resultado final es el mismo (una persona muerta) entre uno y otro término hay diferencias que a la hora de juzgar el caso determinará una pena mayor o menor.

Se considera asesinato cuando una persona causa la muerte de otra y lo lleva a cabo con alguno de los tres supuestos (o los tres juntos) de ‘alevosía’ (se realiza a traición y/o cuando se sabe que la víctima no va a poder defenderse), ‘ensañamiento’ (aumentando deliberada e inhumanamente el sufrimiento de la víctima) o ‘concurrencia de precio’ (cometiendo el crimen a cambio de una retribución económica o material).

Cometer un asesinato está castigado con una pena que va desde los 15 a los 20 años de prisión, elevándose hasta los 25 años si concurren dos o más circunstancias específicas del delito: se cometió con ensañamiento y alevosía, con concurrencia de precio y alevosía, con cualquier combinación de las tres  o con los tres supuestos al mismo tiempo.

Se considera homicidio cuando una persona causa la muerte a otra, pero en el crimen no se contempla ninguno de los tres supuestos citados en el apartado referente al asesinato. Se puede tener la intención de matar a alguien pero no ensañarse, ni realizarlo alevosamente o bajo recompensa, por lo que se diría que se ha cometido un ‘homicidio doloso’, aunque habitualmente no solemos verlo acompañado del término ‘doloso’.

El delito de homicidio también contempla el supuesto en el que alguien mata a otra persona pero ha sido sin intención, conocido como ‘homicidio involuntario’ (accidente de tráfico, atropello, etc…  por poner un par de ejemplos) y/o a causa de un fallo o negligencia ‘homicidio negligente’ (por ejemplo, un fallo por parte del médico durante una operación quirúrgica, muerte por un accidente de trabajo por falta de la seguridad correspondiente por parte del empresario, encargado, etc…).  Estos dos tipos de homicidio también pueden ser llamados ‘homicidio culposo’.

Dentro de la categoría del homicidio podemos encontrar si se ha cometido a causa de una imprudencia, pudiendo calificarse ésta como grave o leve.

El apartado de penas con las que se castiga el homicidio es un abanico muy amplio, encontrándonos que el homicidio imprudente está castigado con penas de entre 1 y 4 años y para cuando es un homicidio doloso, va desde los 10 hasta los 15 años de prisión.

Cabe destacar que en España no se utilizan los términos ‘homicidio en primer grado’ ni ‘homicidio en segundo grado’ que tan habituados estamos en escucharlo en infinidad de películas o series de televisión, sobre todo norteamericanas.

 

Lee y descubre el curioso origen de otras conocidas palabras y expresiones

 

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Fuentes de consulta: Consejo General el Poder Judicial (CGPJ) / noticias.juridicas.com
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