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¿Cuál es el origen de ‘cantar el alirón’?

Que una afición cante el alirón significa que su equipo acaba de ganar la liga o alguna competición importante. Actualmente se utiliza para prácticamente cualquier modalidad deportiva pero hasta hace unas décadas el alirón estaba reservado exclusivamente para el fútbol.

¿Cuál es el origen de ‘cantar el alirón'?

Pero así como es sumamente popular el término ‘alirón’ y la expresión ‘cantar el alirón’, no está del todo claro cuándo comenzó a utilizare, existiendo varias versiones muy diferentes sobre el posible origen.

Por un lado nos encontramos con el diccionario de la RAE cuyos académicos indican que es una etimología discutida, sin dar más detalles. Aunque cabe destacar que, uno de ellos (Federico Corriente Córdoba, fallecido recientemente y reconocido lexicógrafo y arabista) publicó en 1994 el ‘Diccionario de arabismos y voces afines en iberorromance’ en el que señalaba que el término ‘alirón’ provenía del árabe ‘al’il‘lān’ (proclamación), algo que incluyó la RAE en su edición de 2001 pero que en 2014 volvió a retirar del diccionario (dejando el mencionado ‘origen incierto’).

Pero hay un par de posibles orígenes y que, además, ambas lo sitúan en la provincia de Vizcaya.

El primero  señala a los trabajadores ingleses que llegaron hasta aquella provincia, durante el último cuarto del siglo XIX, y que fueron contratados para sacar hierro de las minas de Ortuella. Cada vez que los mineros encontraban una veta de hierro eran gratificados con una retribución extra, algo que les llenaba de alegría (sobre todo el en momento en el que el capataz colgaba el cartel con la inscripción ‘All Iron’ (todo hierro) que era gritado al unísono por todos los mineros (ingleses y españoles) no sabiendo estos últimos pronunciarlo correctamente y diciendo ‘Alirón’ en lugar de ‘All Iron’.

Esta es una de las versiones más extendidas del posible origen (hay otras en los que cambian algunos detalles), aunque son muchos quienes señalan que se trata de una historia apócrifa.

Otras fuentes indican que el término proviene de una canción que popularizó la cupletista Teresita Zazá en la primera década del siglo XX y titulada La Canción del Alirón’ (letra de Álvaro Retana y música de Gaspar Aquino). El hecho de se utilizase el término alirón en la composición era debido a que éste era una variación del vocablo ‘alón’, proveniente del francés ‘allons’, cuyo significado literal era la exclamación ‘¡vayamos!’, utilizada entre otros en el ejército para incitar o animar a la tropa. Posiblemente esta explicación es la que más cerca esté del verdadero origen.

En 1913 (o quizá en 1914, hay baile de fechas, según la fuente que se consulte) la artista viajó hasta Bilbao, donde actuó ante un entusiasmado y entregado público, dedicándole a los presentes el mencionada copla a la que cambió parte del estribillo (que decía ¡Alirón, alirón, pon pon pon!) por ‘¡Alirón, alirón, el Athletic campeón!’.

Parece ser que, a partir de entonces, los ‘leones’ (modo en el que se conoce seguidores del club bilbaíno) utilizaron dicha canción para entonarla cada vez que el equipo de sus amores ganaba algún  partido o competición y con el paso del tiempo esa costumbre se fue extendiendo hacia otros equipos ganadores.

 

 

 

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Fuentes de consulta: La Liga / RAE / Fundéu / etimologias.dechile / deia / zurigorri100x100athletic / miathletic
Fuente de la imagen: 20minutos

¿Sabías que el término ‘cerrojo’ no proviene del verbo ‘cerrar’?

Conocemos como ‘cerrojo’ al pasador colocado en puertas o ventanas y que sirve para mantenerlas atrancadas o cerradas.

¿Sabías que el término ‘cerrojo’ no proviene del verbo ‘cerrar’?

Pero, curiosamente, el término cerrojo en su origen etimológico nada tenía que ver con el verbo ‘cerrar’ (asegurar mediante una cerradura u otro método que algo no pueda ser abierto).

‘Cerrar’ proviene del latín vulgar ‘serrare’ y este del latín tardío ‘serāre’, significando exactamente lo mismo que en castellano y siendo utilizado para referirse al acto de atrancar, ocluir o sellar algo para que no quede abierto.

Por su parte el término ‘cerrojo’ procede también del latín, pero en este caso del vocablo ‘verucŭlum’ el cual significa ‘barra pequeña de hierro’ (o barrita de hierro), haciendo referencia al pasador de ese material que era colocado en puertas y ventanas para mantenerlas cerradas.

Pero ‘verucŭlum’ llegó al castellano en la forma ‘verrojo’ y así se estuvo utilizando durante muchísimo tiempo, aunque a través del habla popular de pueblo se produjo una curiosa parónima (buscar relación a una cosa con otra por su semejanza) y como un verrojo servía para cerrar las puertas y ventanas acabó siendo nombrado como cerrojo por su similitud con el verbo y aunque etimológicamente nada tuviesen que ver entre si.

Cabe destacar que durante varios siglos, en muchas zonas de España, se estuvo llamando a ese pasador con el nombre de ‘ferrojo’ y después ‘herrojo’ (en lugar de verrojo o el posterior cerrojo) y el motivo era porque dicho espetón estaba hecho de hierro (ferro).

 

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Fuente de la imagen: pixabay

¿Cuál fue el primer trasatlántico hecho de hierro?

¿Cuál fue el primer trasatlántico hecho de hierro?

El SS Great Britain consta como el primer trasatlántico que tenía el casco de hierro y cuya botadura tuvo lugar en el puerto de Bristol (suroeste de Inglaterra) el 19 de julio de 1843. Hasta entonces los barcos se construían principalmente con madera, pero tras la finalización de la Revolución Industrial se había modernizado la producción y forma de trabajar en el Reino Unido y gran parte de Europa.

Además de poseer el honroso mérito de ser el primer trasatlántico con el casco totalmente de hierro, también era el primer barco de pasajeros a vapor que era propulsado por una hélice. Además otro récord se sumaba a este gran buque, ya que en aquellos momentos se convertía en el barco más grande del mundo y que mayor número de pasajeros podía transportar.

Su viaje inaugural no se realizó hasta dos años después, saliendo el 26 de julio de 1845 desde Liverpool en dirección a Nueva York, en una travesía que duró dos semanas exactas.

Pero en la historia del SS Great Britain no todo fueron hechos positivos debido a que también tuvo sus problemas. Entre ellos el quedarse encallado nueve largos meses (entre noviembre de 1846 y agosto de 1847) en las arenas de la bahía de Dundrum (Irlanda). Algunas fuentes apuntan que muchos de esos problemas que surgieron fueron a causa de tener el casco de hierro, algo que provocaba con frecuencia que la brújula del capitán fallase.

Durante la Primera Guerra Mundial fue utilizado como barco carbonero para abastecer a los barcos de la Marina Británica, pero sus años de gloria ya habían pasado, quedando este barco en el semiolvido durante las siguientes décadas hasta ser dado de baja en 1937. Parte de su hierro todavía fue de utilidad durante la Segunda Guerra Mundial cuando se empleó en la reparación de otros barcos.

 

 

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¿Realmente las espinacas tienen tanto hierro como se cree?

Desde pequeños nos han dicho que comiésemos muchas espinacas porque contenían mucho hierro. Incluso, en las aventuras en dibujos animados de Popeye, éste cogía toda su fuerza a base de zamparse unas buenas dosis de espinacas.

Pero, ¿realmente las espinacas tienen tanto hierro?

Pues no. Las espinacas tienen hierro, pero diez veces menos de lo que se ha creído durante muchísimos años. Eso es debido al error que cometió, a finales del siglo XIX, la secretaria del científico J. Alexander que “corrió” hacia la derecha la coma en los decimales, dándole un valor multiplicado por diez del real.
Realmente, las espinacas tienen 3 mg de metal por cada 100 gramos de espinacas, en lugar de los 30 mg que durante todo este tiempo nos han hecho creer.
En 1930 un grupo de científicos alemanes desmintió formalmente el error. Pero como sucede a menudo, este hallazgo no tuvo la misma repercusión que el casi sensacionalista descubrimiento anterior. Pasar de 30mg de metal por cada 100g de verdura a apenas 3mg implicaba dejar de ser posiblemente uno de los alimentos más férreos conocidos y situarse modestamente entre el resto de los comestibles.
Alimentos como los huevos, las lentejas o incluso el azúcar tienen más hierro que las espinacas.
Pero como curiosidad de ese error hay que destacar que el consumo de espinacas se disparó y creció por encima del 33%. La ciudad de Crystal City (Texas), una de las mayores productoras de espinacas de EE. UU. levantó una estatua en honor de Popeye el marino.