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La curiosa etimología del término ‘alcohol’

El término ‘alcohol’, con el que denominamos comúnmente a las bebidas con graduación y que se ha obtenido de la destilación (además de ser uno de los compuestos orgánicos que contienen el grupo hidroxilo unido a un radical alifático o a alguno de sus derivados, tal y como se describe en el diccionario de la RAE), tiene una curiosa etimología, debido a que originalmente este vocablo nada tenía que ver con la acepción que le damos actualmente.

La curiosa etimología del término ‘alcohol’

Etimológicamente la palabra alcohol proviene del árabe andalusí ‘al-kuhúl’ y éste del árabe clásico ‘kuḥl’, cuyo significado literal era ‘(el) sutil’ y hacía referencia al ‘antimonio’, un elemento químico de cuya disolución se obtenía antiguamente el cosmético utilizado por las mujeres para pintarse los ojos.

Con el paso del tiempo el término acabó siendo utilizado por los alquimistas medievales para hacer referencia a cualquier elemento que se sometía a algún tipo de disolución o destilación y, finalmente, acabaría refiriéndose al líquido que hoy conocemos como alcohol gracias a la popularización que le dio a este vocablo el alquimista suizo Teofrasto Paracelso a partir del siglo XVI cuando se refirió al etanol (C2H5OH) que se extraía del vino por destilación y que se denominaba ‘espíritu de vino’ y de ahí que algunos tipos de licores de alta graduación se les llamé ‘bebidas espirituosas’.

El término del árabe andalusí ‘al-kuhúl’, con el que se denominaba al antimonio utilizado para obtener maquillaje de ojos regresó a la Península Ibérica evolucionado en ‘alcohol’, siendo recogido en el diccionario de Autoridades de 1726 con las siguientes acepciones:

[…]Se llama assi entre Chymicos y Boticários el espiritu sumamente rectificado del liquór que sacan de esta piedra, ò el polvo sutilissimo, è impalpable que hacen de la misma piedra […]

[…] Piedra minerál, metálica, de colór negro, que tira algo à azul, resplandeciente: y quebrada se deshace en unas como hojas ò escámas. Se cría en minas de plata […]

 

 

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Fuente de la imagen: pixabay

¿Por qué si metes en el congelador una botella de una bebida alcohólica el contenido no se congela?

Muchas son las personas que tienen por costumbre guardar las botellas de algún tipo de licor alcohólico (también llamadas ‘bebidas espirituosas’) en el congelador con el fin de que estén bien frías a la hora de servir, sin tener así que utilizar cubitos de hielo que aguaría la bebida.

¿Por qué si metes en el congelador una botella de una bebida alcohólica el contenido no se congela?

Pero es curioso comprobar que, por mucho tiempo que una botella de whisky, ron, ginebra o vodka e tire dentro de un congelador nunca llegará a congelarse (al igual que si rellenamos las cubiteras con el propósito de hacer cubitos de hielo con esas bebidas, nunca lo conseguiremos.

Y es que para que uno de eso licores pudiera llegar a congelarse necesitaríamos una temperatura mínima de -45º y nuestro congelador suele tener (por norma) una temperatura que no baja de los 18º o 20º, motivo por el que es prácticamente imposible conseguir congelar una bebida alcohólica.

Además, mucho más complicado lo tendríamos si lo que queremos es congelar una botella de alcohol de 96º (el típico que tenemos en casa para desinfectar las heridas), ya que en ese estado, prácticamente puro, el etanol (o alcohol etílico) tiene su punto de fusión (o congelación) en los -114º.

 

 

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Fuente de la imagen: anokarina (Flickr)

¿Por qué según vamos cumpliendo años la ingesta de alcohol nos sienta peor?

¿Por qué según vamos cumpliendo años la ingesta de alcohol nos sienta peor?

Aquellos que ya hemos pasado del medio siglo de vida debemos reconocerlo: cada vez que se propicia una celebración y nos tomamos alguna copa de más (evidentemente por encima de las que estamos habituados) notamos cómo, posteriormente, esa ingesta de alcohol nos va sentando cada vez peor, siendo cada vez más molestas y largas las resacas y, sobre todo, tolerándolo mucho peor.

Y es que el hecho de cumplir años tiene mucho que ver y nuestro organismo ya no asimila según qué excesos tan bien como cuando éramos unos jovenzuelos. A pesar de que somos conscientes de ello y que incluso podemos llegar a beber muy por debajo de cómo lo hacíamos tiempo atrás (la típica copita de menos) vemos que gradualmente va sentándonos peor. Evidentemente todo esto es una explicación muy genérica y depende de cada persona,  su constitución y el tipo de bebida que tome (no es lo mismo mezclar el alcohol en un combinado junto a un refresco azucarado que tomar un lingotazo de una bebida oscura –tipo wiski- o copas de un licor de los llamados ‘espirituosos’).

El cumplir años hace que nuestro metabolismo se ralentice, motivo por el que la resaca dura más e incluso se convierta en más molesta.  Nuestro hígado, encargado de depurar el alcohol que llega a nuestra sangre, con los años ya no rinde con la misma efectividad que tiempo atrás (de ahí que se den frecuentemente casos de cirrosis hepáticas en personas de mayor edad o que abusan reiteradamente del alcohol).

Otro factor importante por el que con los años la ingesta de alcohol nos sienta peor es la pérdida de agua corporal. De manera natural con el paso del tiempo vamos perdiendo parte del líquido elemento del que está compuesto nuestro organismo.

Esa deshidratación natural y progresiva es la que hace que el alcohol que hemos bebido pase de nuestro estómago a la sangre y que apenas quede diluido en nuestra agua corporal (que hemos ido perdiendo con el tiempo).

 

 

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Post realizado a raíz de la consulta formulada por Esperanza Roig a través de la página en Facebook de este blog
Fuente de la imagen: kboneva (Flickr)