Juguemos a que hoy se acaba el mundo. Imagina que de repente cae una inmensa bola de fuego y a ti te pilla limpiando los azulejos de la cocina, a ti en la sala de fotocopias, a ti en la cola del INEM, a ti seduciendo a la profe de tu hijo, a ti comprando dos kilos de mandarinas, a ti rezando el Rosario, a ti leyendo Cincuenta sombras de Grey, a ti en el sillón del dentista, a ti pintándote las uñas de los pies, a ti leyendo este blog o a mi al volante de mi taxi, hablando de Rodrigo Rato con un usuario. Imagina que, de repente, ¡PLOP! A tomar por culo todo.
Imagina que primero aparece un inmenso destello y ahí nos damos cuenta de que los Mayas tenían razón. Y desde ahí, un intervalo de apenas cinco segundos antes del GAME OVER. Cinco segundos de reacciones absurdas, de inverosímiles actos reflejos.
Imagina que de repente sabes que te restan cinco segundos de vida. Tú que limpias azulejos te daría por repasar el último y dejarlo perfecto. El de las fotocopias rompería el cristal de la máquina. El de la cola del INEM abrazaría a la ecuatoriana que tiene justo delante. El que seduce a la profe de su hijo la besaría (sin lengua). La que compra mandarinas volvería a guardar el monedero en el bolso. La que reza el Rosario soltaría un cagoendiós. La de Cincuenta sombras de Grey iría deprisa a la última página y leería el final. El del sillón del dentista se tocaría el hueco de la extracción con la lengua. La que se pinta las uñas soplaría fuerte. Tú que lees mi blog pulsarías F5 por si alguien comentó en el último momento. Y yo en mi taxi, qué se yo, detendría el taxímetro, o le daría un puñetazo al usuario. El primer puñetazo de mi vida.
O pensaría en los años que me quedan de hipoteca (¡JUAS!), o estrellaría el taxi adrede para ser el primero, o apagaría la radio, o sacaría la cabeza por la ventanilla, o cantaría el Song to the Siren, o pensaría en nada, sólo en disfrutar el momento.
En definitiva, que tenemos muchas ganas de vivir y nos alegramos muchísimo que no se acabe el rollo. Los humanos tenemos eso. Y si supiéramos como se lo montan los animales organizados ya meándonos de risa.
Muy bien. El próximo fin del mundo si no tiene base científica fundamentada y nos avisan con x días de antelación, no vale. Ya hemos aprendido algo.
22 diciembre 2012 | 12:59
El mundo no terminó
como era de esperar
el continuar es una opción
que ha de tomar cada cual.
Lo que si hay que hacer
es tratar de esto cambiar
y hacer de todo el año
que sea una Navidad.
Paz amor y felicidad,
para todos, sin excepción
23 diciembre 2012 | 08:13
¿Sólo 5 segundos, Simp?: encendería un cigarro y me metería debajo de la cama con el Interviú y la llave del mueble-bar (todo muy rápido, eso sí).
23 diciembre 2012 | 21:13