Nunca me ha decepcionado ningún usuario en mi taxi. Marcharse sin pagar, ensuciar el habitáculo, robarme o agredirme jamás ha supuesto ni supondrá una decepción por mi parte, sino más bien una putada. Y las putadas calan menos hondo que las decepciones.
Por eso elegí esta profesión: tolero mucho mejor las putadas que las decepciones. No soporto las decepciones. Duelen demasiado.
Las decepciones sólo pueden producirse cuando esperas algo de alguien. Y esperar algo de alguien no sólo implica conocerle, haber tratado con él (o con ella, claro) o haber mantenido una, varias o muchas conversaciones más o menos profundas (si te decepciona tu psiquiatra, tendrás dos problemas).
Esperas algo de quien mantiene contigo ciertos lazos, ya sean afectivos, empáticos, genitales (o anales), sanguíneos o sentimentales. Y también de alguien a quien admiras.
Luego está el amigo, familiar, amor, etc. que te ha decepcionado tantas veces que ya es imposible que vuelva a decepcionarte: Las costras son corazas. Que le sigues queriendo más por inercia que por sus nulos resultados.
Y por último está el decepcionarte a ti mismo. Eso sí que es jodido.
Imagina que decides cortar todos tus lazos (incluso el que te une a ti mismo). Que rompes con todos tus vínculos (familiares, sentimentales, amigos…). Imagina que contratas a un psiquiatra para soltarle lo más íntimo y que te haces taxista para no sentirte nunca solo. De este modo dejarías, sin duda, de tenerle tanto miedo a las decepciones pero, ¿merecería la pena?
Pues a mi me gustaron…
02 febrero 2009 | 16:42
Me siento igual.
02 febrero 2009 | 17:13
La realidad es decepción,sobre todo, porque es injusta.
02 febrero 2009 | 17:48
La realidad es muy puta, por eso nos mola tanto. A mi me fascina y nunca deja de sorprenderme.
02 febrero 2009 | 18:56
Imagina que contratas a un psiquiatra para soltarle lo más íntimo y que te haces taxista para no sentirte nunca solo. De este modo dejarías, sin duda, de tenerle tanto miedo a las decepciones pero, ¿merecería la pena?que precioso… realmente es muy muy chulo,me ha gustado!!la decepción es parte de la vida… cuídate!!feliz lunes!
02 febrero 2009 | 19:32
La decepción es la consecuencia de bailar el limbo con el palito a unos 5 metros por encima.Solución… mmm no se… ¿¿bailar la conga??
02 febrero 2009 | 20:48
La vida tiene efectos secundarios,como el ibuprofeno,que a la vez que te desinflama te da ardor de estómago.Decepcionarse es de esos efectos.Prefiero tener ardor y desinflamarme,decepcionarme pero ilusionarme de cada vez…ya sabéis la fórmula:los pies en el suelo y la vista en el cielo.En realidad me gustan los efectos secundarios de vivir porque son indisolubles de los primarios…Atreverse a preguntarse es valiente,lo practico en la dosis adecuada…porque el que no sabe a donde va es como si estuviese ciego…o eso dicen
02 febrero 2009 | 21:40
Pues yo pienso que si merece la pena, merece la pena sufrir por la decepción, ser decepcionado, puesto que si no sabemos lo que es la decepción ignoraremos cuando alguien cumple nuestras expectativas, y eso, no es justo.»Lo dulce no es tan dulce si no conoces el amargo»
02 febrero 2009 | 22:12
leerte hoy ha sido leer mi propio pensamiento…hay veces que uno solo necesita eso para comprenderlo todo..
02 febrero 2009 | 22:15
Simpulso, te lo permito y te doy las gracias por la vuelta de tuerca a la frase, asi queda mucho mejor, y me da que pensar…… por el miedo… a que te decepcionen? … la pescadilla que se muerde la cola.Un beso
02 febrero 2009 | 23:53
Si uno tiene el alma cosida a zarpazos, es normal no dar una oportunidad…me temo que hoy es el día de las decepciones…
03 febrero 2009 | 12:50
Cansada de que sea mi único alimento, de toparme de bruces a esa perra en cada esquina, en cada latido, en resultados de TAC y marcadores, me asomo cada día a un espejo que escupe el título de un disco de Extremo: «Iros todos a tomar por culo».
03 febrero 2009 | 23:49
…a mí me decepcionó ( un poco ) tu respuesta del mail de ayer…Feliz Siestuki!
06 marzo 2009 | 15:09
La psiquiatría/psicología es el único negocio donde el cliente nunca tiene la razón.
06 marzo 2009 | 15:17
Esperar mucho o poco de alguien y no lo recibirlo es fatal….. ya hace poco deje de creer en la gran mayoría de personas…. Por eso quiero más a mi perro caracho.. me da amor por querer y no por poder darlo… chekeen mi blog si desean http://WWW.ALEGRIASYDECEPCIONES.BLOGSPOT.COM (todo en minúscula) bye 🙂
08 abril 2009 | 06:12
Me siento, en parte identificada con lo que dices. Yo intento no utilizar la palabra «decepción» ni tampoco sentirla….eso sería tener muchas expectativas sobre algo o alguien, y no hay que darle tanta importancia a las personas que pasan o están en nuestras vidas, porque lo primero debemos ser nosotros y querernos por encima de todo.Por tanto, cuando alguien dice algo sobre una decepción y crucifica a esa persona, deberíamos ponernos en su piel y pensar que nosotros también hemos podido «sorprender» a alguien con nuestra actitud, pero nunca decepcionar. Todos somos un compendio de cosas buenas y no tan buenas y en cualquier momento podemos pasar de ser víctima a ser verdugo…por tanto, deberíamos esperar menos de los demás y más de nosotros mismos.Me ha encatado tu post y haberte encontrado.Saludos.
07 mayo 2010 | 13:50