Conocer a alguien en el taxi, alternar, ablandar las palabras y los gestos con unas cervezas, buscar caricias y encontrar besos con lengua.
Que ella pase del asiento trasero de tu taxi, pagando, al delantero. Gratis.
Llegar a casa a empujones, con la llave y el pomo temblando, aliento sobre aliento. Hambre de sed. Y tirarnos sobre la cama, barra libre de salivas, y luego buscar ranuras (como en los cajeros automáticos), y meter el dedo en la llaga para después clavar tu aguijón en su herida que supura: El puzzle dinámico más simple que ha dado la naturaleza. Y descargar lo acumulado. Y prolongar el último gemido que demuestra el fin de una función sin aplausos, ni bises.
Lavarte los dientes y dormir con los ojos entornados junto al otro trozo de carne, desprovisto de fluidos, y de rabia, y de instinto animal, caliente por fuera pero gélido por dentro. Como una croqueta congelada a medio freír.
Y a la mañana siguiente, subes una persiana que nunca cerraste del todo y te encuentras al otro cuerpo inerte, dormido, desnudo, y en sus mesetas descubres un desierto sin mapa, ni tesoro. Huérfano de oasis. Te abrazas a ella sin siquiera recordar su nombre. Tampoco recuerdas haberlo preguntado. Acaricias por inercia una piel que se encuentra a millones de kilómetros.
Te marchas. Vuelves a coger tu taxi y rezas todo lo rezable para que, al volver, ese mismo cuerpo ya no se encuentre en tu misma cama. O para que sea reemplazado por otro cuerpo cuyo nuevo nombre tampoco conseguirás aprenderte en la puta vida.
Joder…me leo a mísma… Y lo curioso es que, aunque con asco, sólo quiero dar números de telefonos inventados.Como ya te dije una vez: magistral.Pd: Después del abigarrado Millás…pásate un rato por Carver.
20 agosto 2008 | 16:44
Pues qué quieres que te diga, me parece tan típico lo de hoy. Números de teléfono inexistentes o inventados, nombres que no se saben, orgasmo de una noche y a volar…esto ya lo he leído antes, cambiando taxista por funcionario o por cualquier otra profesión. Me gusta este blog muy mucho, pero hoy…pse.
20 agosto 2008 | 17:00
como dijo alguien..»sexo sin amor no es mas que un calambre»
20 agosto 2008 | 18:26
Lo mejor que he leído en muchísimo tiempo. Felicidades.
20 agosto 2008 | 18:55
La verdad es una sensación bastante ambigua, despertar desonocido, reconocerte de nuevo, me mola como describes la pasión, el empujones, pomo tembloroso, muy guapo el post.
20 agosto 2008 | 18:55
me ha gustado mucho. muy bueno! ¿despues de la tempestad llega la calma?
20 agosto 2008 | 19:06
Ella : ¿ Ya te vas ?El : SiElla : ¿ Por ?El : Tengo…cosas que hacer.Ella : YaEl : Quieres que te acerque a algún sitio ?Ella : No…. llámame un taxi.El : ! Un taxi !… yo soy taxista… te llevo yo.Ella : No, mejor no… llámame un taxi, por favor.El : Joer… no entiendo nada.Ella : Es una pena que no entiendas nada cariño…. llama al taxi, anda.
20 agosto 2008 | 21:56
menos lobos caperucita
22 agosto 2008 | 08:20
Como me gusta todo lo que escribes y más aún si es de folleteo salvaje o como dirían los más tiernos o románticos: HACER EL AMOR…Me encantan tus metaforas llenas de todo: sexo, caricias, sexo, caricias…de eso que nos gusta a todos los seres humanos y a los que no son tan humanos; siendo el único juego al que no decimos que no, al que no nos importaría repetir otra y otra vez, el que nos hace medicarnos para subir la bandera y no nos importa tomarnos la pildorita sin haber leido antes el prospecto, bendito juego que hace que nos volvamos lujuriosos y locos por el deseo carnal más profundo…Me encanta todo lo que escribes y lo absorvo como una esponja… Gracias y espero verte algún día por Madrid.Una gata colgada de Córdoba…
28 agosto 2008 | 13:54
¿y?
30 agosto 2008 | 23:34