Ni libre ni ocupado Ni libre ni ocupado

Elegido Mejor Blog 2006.Ya lo dijo Descartes: ¡Taxi!, luego existo...

Humedades

Algunos hombres tienen (¿se puede decir «tenemos»?) un particular sexto sentido para la lluvia. Sienten cada gota de fuera a dentro; o bien por dentro, desde el exterior.

Aquel usuario, sin duda, era uno de ellos: Tipo joven, disfraz de oficina, gafas redondas, finas… al montarse e indicarme su destino aflojó el nudo de su corbata, apoyó la barbilla en su puño derecho y así comenzó a admirar la lluvia (también llamada «el arte de mojar la gravedad»).

Caía fuerte, con ganas. Y su contraste lumínico con cada farola encendida de María de Molina invitaba a la introspección, al agustismo (término rescatado de la taxipedia), al mejor imposible…

Veinte minutos de intensa lluvia después, tras muchos atascos (por fuera) y muchos giros (por dentro), al llegar a su calle, a su portal, el tipo parecía continuar metido en su papel de observador de cielos llorosos.

– Disculpe, pero… ya hemos llegado… – dije volteando la cabeza.

– ¿Ah, si?. Bien, ehhh… ¿y ahora, qué…? – me dijo desde otra dimensión paralela.

– Que… son 5.45 €.

– Vale. Me parece bien…

Y entonces me tendió un billete de 10 €, y sin esperar a devolverle el cambio salió del taxi y comenzó a caminar despacio hacia su portal, pisando cada charco, o bien a sí mismo…

La lluvia de fuera se nota por dentro. Cuando llueve nos convertimos en algo ajeno que, por otra parte, nos hace sentir como en casa. Nos seduce, por ejemplo, el peculiar sonido de la lluvia al otro lado de la ventana, con esa banda sonora de gotas que bien podrían ser corcheas sobre un cristal convertido en pentagrama, con su clave de Sol oculta tras las nubes.

Cuando llueve somos otras personas porque, además de limpiar la atmósfera, de eliminar esa capa negra de contaminación que nos separa del cielo, también creemos que podrá con la contaminación de dentro, la de nuestro pasado turbio, o la de nuestros malos pensamientos. Como si el sonido o el olor a hierba fresca de esa lluvia se filtrara a través de los oídos, o de la nariz. O como si esas gotas pudieran entrar, al empaparnos, a través de nuestros poros hasta alcanzar y limpiar de una vez nuestra conciencia. Y lluvia tras lluvia seguimos insistiendo en su poder curativo, y no perdemos la esperanza aunque, algunos aguafiestas, nos digan que el agua es incolora, inodora e insípida

57 comentarios

  1. Dice ser Mariajo

    ¿5,45 euros, 20 minutos?. Mmmm, sólo de la Glorieta de Embajadores a la de Atocha, pasando por el túnel y sin mucho atasco, que son como mucho 5 minutos, ya pasa de los 3 euros fijo…Imagino habrás dado ese «dato» para estimular el debate, ¿no? 😉

    05 octubre 2007 | 04:14

  2. Dice ser princess

    Personalmente la lluvia me fascina, y aunque muchas veces molesta hay otras cosas que molestan pero no incluyen el binomio fascinante-molesto.Buenas lluvias y para las/los divorciados visitar mi blog:http://www.elcerdoylaidiota.blogspot.com/

    05 octubre 2007 | 11:43

  3. Dice ser Maite

    Libertad de expresión!…pues viva..está claro..pero lo que aqui se trata es la comunicación..y cuando uno habla en chino…y el otro en africano…no hay comunicación porque nada de lo que se dice se entiende….no me jodais..hombre..que éste tema está muy trillado ya…

    05 octubre 2007 | 16:39

  4. Dice ser carlos_inlaz

    Te felicito por tan buen post…desde hace un tiempo tu blog y creo q hasta ahora es de lo mas sublime q haz escrito…quede encantado muchas gracias…:)

    05 octubre 2007 | 21:05

  5. Dice ser gulliver

    ¿A quién has robao la foto del retro, taxista?

    07 octubre 2007 | 16:29

  6. Pues buscando y buscando he encontrado otra canción para decorarte esté post otoñal, Danielito.http://www.lacoctelera.com/tralaralaratralaralarita/post/2006/11/…Buenaaaaaaas

    09 octubre 2007 | 18:13

  7. Dice ser manuela

    ¡Impresionante! me gusta mucho tu forma de escribir, tan es así que volví por aquí dias después de leer otro pequeño relato tuyo.Mi hija estudia guitarra con el metrónomo en marcha… tic tac tic tac tic tac…. y te digo que tu escrito tiene el ritmo sonoro de la música, el de la lluvia

    02 marzo 2008 | 20:23

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