No conocía el número exacto, así que la mujer de 30 (buen porte, pelo largo, pálida, delgada) me indicó una famosa pastelería de la calle Santa Engracia como referencia aproximada a su destino:
– ¿Sabes a cuál me refiero?
– Claro… en esa pastelería hacen unas tartas realmente buenas… las de frambuesa… las mejores son las de frambuesa…
– No me digas eso… me gustan mucho los dulces pero, ya sabes… no me los puedo permitir…
– ¿Eres diabética? – pregunté antes de reparar en la indiscreción cometida.
– No, no es eso… los pasteles y las tartas engordan demasiado…
Giré la cabeza hacia ella. No me lo podía creer…
– Disculpa, pero… yo te veo muy bien – mentí. En realidad me pareció que estaba demasiado delgada: al menos sus brazos parecían alambres.
– No te creas… las apariencias engañan… me gustan los dulces en general, pero, ya sabes… a los hombres también os gusta que luzcamos un tipito ideal… y las dos cosas no son compatibles…
– A los hombres, por encima de todo, nos gusta que las mujeres coman, ¡que se alimenten bien! – dije elevando el tono.
– ¿Te has fijado en el cuerpazo que tienen esas niñitas de 18, o de 20 años?… con sus curvas… su vientre plano… su culito pequeño y perfecto… no sé… creo que hay demasiada competencia…
– ¿Estás casada?, ¿tienes novio? – pregunté.
– Mi última relación duró 7 años. Lo dejamos hace un par de meses…
– ¿Y qué opinaba él de tu aspecto?
– Le gustaba mi cuerpo… incluso me decía que debería comer un poco más; pero yo sabía que me lo decía para agradarme. Los hombres te pueden engañar, pero los espejos, nunca. Lo importante es gustarte a ti misma, ya sabes…
Al salir aquella mujer del taxi, confirmé mis sospechas: La chica parecía un saco de huesos. Su espalda al aire demostraba una columna vertebral bien marcada, omóplatos y caderas salientes, andares débiles, endebles…
Reflexión simpulso: El aspecto físico es importante. Sin embargo, el aspecto físico no es lo más importante.
Los visitantes duermen, menos yo… y una de cada 300 chicas de mi alrededor, que irá de la báscula al espejo con el firme empeño de arañar mañana más gramos a su tristeza.Para ella, un beso y una caricia en el codo.Lo mismo para la obesa mórbida.»Obesa mórbida», ¡qué crueles pueden ser las palabras!¡Cuánto tiene que doler oír esas dos bes!
19 septiembre 2007 | 02:45
os podeis tirar hablando en el chat este todo el dia?nadie trabaja aqui?
20 septiembre 2007 | 18:25
Si, el 100% de las mujeres están locas, y si las aguantas y haces caso de todas sus dudas, complejos, etc… Acabarás de inquilino de psiquiatrico con la camisa blanca puesta
24 septiembre 2007 | 12:14
Me dan mucha lástimas las chicas que sufren esta enfermedad. Y además, me da rabia su actitud (debida a su enfermeda, claro) eso de estar super delgada y creerse gorda,querer seguir adelgazando cuando ya estas en los huesos… a mi me pasa todo lo contrario, soy muy delgada y quiero engordar. Desde pequeña he tenido mucha tendencia a adelgazar, siempre he sido muy delgada y he estado ( y aún estoy) muy acomplejada por ello. Bueno tampoco estoy tan delgada como la de la foto, además no soy alta asique soy chiquitita en general, y por mucho que intento engordar, no lo consigo. Creo que aunque llevara la dieta mas llena de grasas y porquerias, no lograria demasiado(lo cual es frustrante) y tampoco es cuestión d ponerse a comer como una loca. Me gusta comer sano.Por eso me pregunto como es posible que halla gente asi, capaz de verse gordas siendo como palillos…y ver la belleza ideal en eso. Opino que la delgadez puede ser hermosa, pero no en esos extremos. Yo al menos soy delgada natural, y nada puedo hacerle…por lo menos se que este es mi cuerpo y esta sano aún siendo tan delgado, porque soy asi. Pero estas chicas no pueden decir lo mismo me temo..
26 septiembre 2009 | 22:03
Víctimas de diseñadores gays cuyos gustos andróginos deforman la belleza real y femenina de una mujer dejando de lado sus curvas para convertirlas en un saco de huesos sin esencia propia….
19 marzo 2010 | 22:44