De no haber sido por mi disfraz de taxista bien podría haber pasado por el nieto de aquella anciana: Al montarse (gracias a la ayuda de un espontáneo que abrió su puerta mientras le sujetaba el bastón) aquella octogenaria entrañable comenzó a hablarme como quien habla con un familiar cercano:
– Cómo estás, hijo…
– Muy bien, ¿y usted? – dije siguiendo su entrañable juego.
– Aquí andamos, ya ves, salgo ahora del médico… llévame al barrio de la Concepción, hazme el favor – su voz rápida y vital me ofreció un curioso contraste con aquel cuerpo arrugado y caduco.
– ¿Quiere que le ayude a ponerse el cinturón? – pregunté inclinándome hacia ella.
– Toma, ahí lo tienes… (click)… pues lo que te decía, que el doctor me ha visto estupenda. Me ha dado los resultados de una prueba que me hice hace dos semanas para ver si me funcionaba bien el corazón… y lo tengo estupendo, me ha dicho que tengo un corazón de hierro y, ¿sabes lo que le he dicho yo?
– ¿Qué le ha dicho?
– Que yo no entendía de informes llenos de números y de palabras raras, pero que seguro que no ponía nada ahí, en ese papel, de lo destrozaito que me dejó el corazón mi marido cuando falleció; porque mire si le echo de menos…
– Bueno, mujer: son dos corazones distintos… quédese con la buena noticia que acaba de darle su médico – dije con voz tierna.
– Y la semana pasada me miraron los pulmones, y dentro de quince días tengo cita con el ginecólogo y con el de los huesos, y una semana después con el del riñón… quiero que me lo miren todo, ¿sabes?. De todos modos creo que se me han olvidado unos cuantos órganos de esos… ¿cuales más tenemos dentro?
– Veamos… ¿los pulmones? – dije al azar.
– De esos sí que me acuerdo, claro… porque respiro y me acuerdo. Ya me los miraron también, y los tengo muy sanos. ¿Qué más?
– La vista, el oído…
– Ya, claro… pero esos están por fuera y me acuerdo porque me miro en el espejo… bueno, el oído no se ve con un espejo, pero las orejas sí, ya me entiendes; yo te pregunto por los de dentro, los que no se ven…
– Pues… los riñones, el hígado, el páncreas…
– Eso, eso. ¿Podrías apuntarlo en un papel, que luego se me olvidan?
– Claro – en el siguiente semáforo arranqué un papel de mi libreta y escribí tantos órganos como pude recordar con letra bien grande y en mayúsculas….
Reflexión simpulso: No necesitamos ponerle un nombre a todo lo que llevamos dentro.
Reflexión simpulso: No necesitamos ponerle un nombre a todo lo que llevamos dentro…. al menos, mientras todo funcione.Yo creo que así empezó el estudio de la anatomía en la historia de la medicina. Tenían que ponerle nombres a las cosas que no funcionaban dentro del cuerpo, para poder acordarse de ellas.
30 noviembre -0001 | 00:00
Los nombres sirven para adueñarnos de las cosas, todo existe aunque no sepamos como se llama, pero pierde poesía.
30 noviembre -0001 | 00:00
Vaya, Simpulso, debes de quedarte a cuadros viendo cómo tu blog se convierte en el foro existencialista número uno de España XD. A lo mejor te enlazan a partir de ahora en la Complutense como asignatura de estudio obligatorio en Sociología, Psicología, Filosofía y Biología.
30 noviembre -0001 | 00:00
Aquella anciana me mantuvo la mente ocupada durante todo el día…
27 junio 2007 | 02:32
Pero nos empeñamos en decir «alma» y «corazón»…Se han convertido en términos usuales y recurrentes.Saludos!
27 junio 2007 | 02:38
Ir al medico es como llevar el coche al mecánico… como lo tocan empiezan a salir todos los fallos.
27 junio 2007 | 02:53
Esa anciana… ¿no estaría pensando en poner sus órganos a la venta en e-bay?
27 junio 2007 | 02:55
Tu vas de listillo y de buena persona taxista, pero yo ya tecalao… si piensas que me la vas a pegar vas mas de culo que san patrás, seguro que le diste un buen palo al bolsillo de la ancianita y le cobraste hasta por apuntarle los cuatro organos que te sabes en la libretita. Pesetas tenías que ser.
27 junio 2007 | 03:35
jeje…my buen post…- la verdad es que me gustto bastante…..- espero que la anciana este bien….pobrecilla..jejechaoo
27 junio 2007 | 03:37
i anda qeste no mexplico dande a salio
27 junio 2007 | 06:18
Cuando uno se hace mayor tiene preocupaciones que afectan a tipos como Mr.Foreman o Mr. House.
27 junio 2007 | 07:30
me parece una historia super tierna, que poco te costo ese bonito gesto y dejaste a una persona feliz para todo el dia…:)
27 junio 2007 | 08:14
Joyce, curiosamente en chino Xin aúna los conceptos de corazón, alma y mente.
27 junio 2007 | 09:09
¿Realmente crees que a esa mujer le importa de veras la diferencia entre «alma» y «corazón»?
27 junio 2007 | 09:16
Qué bien resume esta historia la simbiosis entre los taxistas y los ancianos. Qué hariamos sin ellos y ellos sin nosotros. A veces pienso que algunos nos cogen porque pueden hablar con nosotros mucho más que con el chofer del autobús.Seguro que contigo se portan muy bien, porque está clarísimo que nos prefieren jovenes.Ayer tuve(quise) que guardar cola en Hacienda, mientras una viejecita esperaba dentro del taxi,después de pagarme la carrera, me gratificó generosamente de palabra y obra.»Nadie es lo bastante viejo como para no poder vivir un dia más, ni tan joven como para no poder morir hoy» (Fernando de Rojas)Buen dia , Daniel.
27 junio 2007 | 09:29
Buenos días Dani:Lo único la mentable es hacernos viejos, más si no esta uno bien de salud.Digamos claramente que hacerse mayor sin buena salud es una mierda.Me alegro de que la abuelita al menos tuviera el corazón bien. Mi abuela acaba de cumplir 99 años y la otra 89. La de 89 esta peor que la mayor, y es una pena llegar a mayor sin poder apenas andar.Me alegro de que escucharas y siguieras el juego a la abuelita.Seguro que ella también pensaría en ti durante todo el día, tras al aayuda recibida.Besos
27 junio 2007 | 09:37
que bonito…me has alegrado el dia..no por lo bonita de la historia sino porque es hermoso ver la ternura de la gente..la tuya y la suya..ojala todos tuvieran la misma vegez.un abrazo sincerosura
27 junio 2007 | 09:57
Yo también tengo dos abuelitas que son muy riquinas, mi pasatiempo preferido toda mi vida es ir a estar con ellas y ver qué se cuentan (y que me hagan unos mimos y yo a ellas).En fin… pues yo también me quedo preocupada de si te sabías todos los órganos para decírselos y que no se olvide uno que es justo el que tiene un poquito pocho (lo mejor es llevarla al médico de cabecera y decirle que le hagan un chequeo completo, él sí que se sabe muy bien todos los órganos y extiende los volantes de cada médico).
27 junio 2007 | 10:03
que bonito¡¡ hay veces que las personas ancianas son tiernas como niños y a la vez un pozo de sabiduría.tuve la suerte de conocer a mi bisabuela, murió hace 6 añitos con lo cual la conocí durante bastante tiempo. a veces exasperaba un poquito con tanta pregunta, como los órganos, se les mete algo en la cabeza y sabes que le está dando vueltas y no cejan en su empeño de entenderlo. pero por otra parte cuando comparten contigo su experiencia y su vida,, esas historias de la guerra y las costumbres adquiridas por la misma,, la ropa tendida al lado del fogón (impensable ahora) para que se calentara,, esos refranes como «pinta oros, mañana toros» que todavía no los he cogido del todo,,, inolvidables¡awuela, sé que aunque te hayas ido lejos siempre estás conmigo.lo siento, me he puesto romántica. besos.pd. espero que mi sugerencia de ayer no la hayas considerado como ‘cabronada’, si es así sigo reclamando las fotos aunque no la pongas en práctica.
27 junio 2007 | 10:30
Olvidaste la procesión, Simpulso, que también va por dentrobesos sonoros
27 junio 2007 | 10:47
Sr taxista: su escrito de hoy me recuerda un pasaje de «Cien años de soledad» (espero no me traicione mi memoria) donde hay una amnesia (creo que colectiva) y en el pueblo tienen que ir poniendole papelitos con el nombre a todas las cosas :-)en ocaciones la realidad y la ficción se mezclan y ya no sabe uno donde empieza una y termina la otra.Feliz dia.
27 junio 2007 | 11:22
Es lo que pasa cuando las viejecitas se enganchan a Househttp://madreidiota.blogspot.com
27 junio 2007 | 11:28
Jota: El inicio de «Cien Años de Soledad» presagia un pueblo que empieza de cero, sin nombres para designar cada objeto (porque todavía no se habían inventado). Y el cabrón del Gabo lo narra con una ternura de pelos como escarpias…
27 junio 2007 | 11:40
«Se irán los hombres,quedarán los nombres.»Es un trocito de una poesía que ya no recuerdo bien (¿Machado?).
27 junio 2007 | 13:06
http://www.elnombredelascosas.com
27 junio 2007 | 13:08
Lo del sociologo taxista tiene merito.Estas en contacto con la sociedad siendo taxista x lo k tu trabajo m parece muxo mas realista que el que cualquira pueda hacer sobre la sociedad con cualquier estadistica.Un nombre no es mas que un concepto abstracto de algo o d alguien, es una forma de no complicarnos la vida
27 junio 2007 | 13:09
Necesitamos dar nombre a todo lo que conocemos. Si algo no tiene nombre, no existe para nosotros.
27 junio 2007 | 13:39
Es verdad que los ancianos son tiernos, en muchas ocasiones, pero no hay que olvidar que también a veces es muy duro vivir con ellos.No suelo escribir cosas personales, pero quiero escribir otro punto de vista.Mi abuelo se murió en enero y mi abuela ha venido a vivir con nosotros.Tiene alzheimer y en ocasiones es realmente duro.Es como una niña pero a la vez tiene la sabiduría que le han dado los años.Como está en el principio de la enfermedad, unos días está muy lúcida y otros no recuerda ni quien eres.¡Olvidar toda una vida y ser consciente de ello!Sólo eso.un besazoGracias por la página
27 junio 2007 | 14:13
Hay jovenes y viejos de todas las edades.
27 junio 2007 | 14:37
Cuanto mas vienj@ mas pellej@.
27 junio 2007 | 14:39
vienj@ sin n
27 junio 2007 | 14:40
Vivir muchos años pero vivirlos bien, llegar a la vejez hecho/a polvo y tener que depender de los demás tiene que ser terrible.
27 junio 2007 | 14:43
Hay cosas que no tienen nombre. Por ejemplo los olores.
27 junio 2007 | 14:45
La abuela de unos amigos tenía alzeimer y los volvia locos a todos, porque además habia sido siempre una persona con mucho «caracter» o mala leche y entre eso y la enfermedad tenia a toda la familia en vilo. Tenían que cerrar con llave las puertas de los muebles, los cartelitos no servian de nada porque los quitaba, a veces se enfadaba y los echaba a todos de la casa, o no les dejaba entrar. Yo sinceramente si me tengo que morir, prefiero hacerlo sin dar por saco a nadie.
27 junio 2007 | 14:52
Digo yo que eso de «pinta en oros, mañana toros» que la verdad es que no había escuchado nunca, vendrá a decir que si hoy parece todo brillante y explendoroso mañana vendrá la corná.
27 junio 2007 | 15:07
Hay cosas que no tienen nombre. Por ejemplo los olores.lo dijo del pozo · 27 Junio 2007 | 02:45 PMY cosas que tienen nombre, pero ni siquiera existen…. por ejemplo el alma.
27 junio 2007 | 15:39
A mí me da que a esa mujer le dolía algo por dentro y quería convencer a todo el mundo que no era algo físico, porque ella ya lo sabe de sobra.Simpulso, esta entrada me ha recordado a las de la etapa anterior. Ni mejor ni peor que las de ahora, pero me lo ha recordado.
27 junio 2007 | 16:06
bueno… los olores si que tienen nombre no?no son esencia de algo? son por ello ese mismo algo, la sublimación de una cosa solida.
27 junio 2007 | 16:23
El blog que salvará el mundo: http://elblogmascomentado.blogspot.com/
27 junio 2007 | 16:37
Esencia de limon, olora a sudor, peste a mierda…
27 junio 2007 | 16:39
Esa mujer después de la perdida de su marido, yo creo que iba a los médicos a ver si alguno le decía porq seguía estando aquí.bessos
27 junio 2007 | 16:41
Stu: No estoy de acuerdo. ¿Cómo se llama la parte de atrás de la rodilla?. Pues creo que no tiene nombre, y ahora mismo me pica, lo cual significa que EXISTE. Y nno me digas que lo que me pica se llama «la parte de atrás de la rodilla», porque no cuela…
27 junio 2007 | 16:49
Soy capaz de distinguir muchos diferentes matices de olores de alcantarillado y deducir según a lo que huela lo que esta pasando en el interior del mismo, pero no puedo ni definirlos ni nombrarlos, ni medirlos,ni definirlos, ni demostrarlos a los que no los captan.
27 junio 2007 | 16:51
Corva: Parte de la pierna, opuesta a la rodilla, por donde se dobla y encorva. (RAE)
27 junio 2007 | 16:51
la parte de atrás de la rodila es la corcova o ba, me parece. Habría que buscarlo ya sabemos donde a ver si alguien se presta voluntario, es por un buen y caritativo fin.
27 junio 2007 | 16:53
eso mencho
27 junio 2007 | 16:54
u (aunque soy nuevo me parece que segun he visto por aquí cuando uno se equivoca tiene que rectificar)
27 junio 2007 | 16:55
los enólogos son capaces de identificar los olores del vino y ponerle nombre.los psicologos le ponen nombre a los dolores del almalos medicos a los dolores del cuerpoLos esencialistas a las esencias y a las cosas esenciales y los existencialistas a la existencia (je je esto es una broma)quizá no nos falten palabras sino conocimiento de las mismas
27 junio 2007 | 16:57
también falta una l:(
27 junio 2007 | 16:59
Pues no sé los enólogos si habran conseguido ponerse de acuerdo para denominar los aromas del vino, pero lo cierto que no hay olores rojos intenso o azul pálido, y es muy dificil explicarlos para que otros los entiendan o poner limites al olor soportable como se le puede poner al ruido. Supongo que es como intentar explicar a un ciego un color.
27 junio 2007 | 17:07