Fuente: DermNet
Durante las primeras semanas de vida es frecuente que en las revisiones del recién nacido veamos niños que tienen lesiones blanquecinas en la boca. En mucho de estos casos es debido a una infección por cándida que no reviste gravedad y que tienen un tratamiento muy sencillo, pero que si no se detecta a tiempo puede dar lugar a molestias y dificultades para la alimentación.
En el post de hoy os explicamos en qué consiste el muguet oral y cuándo sospecharlo.
¿Qué es el muguet?
El muguet es el nombre médico que damos a la infección por el hongo cándida en la boca.
Este hongo está presente como comensal en la piel y la mucosa de todas las personas, pero nuestro sistema inmunológico lo mantiene a raya para que no exista un sobrecrecimiento que de lugar a la infección propiamente dicha. Por ello, lo habitual es verlo en niños de muy corta edad, sobre todo por debajo de los 3 meses de vida, cuando su sistema inmunológico todavía es muy inmaduro.
¿Cómo se contagia un recién nacido?
Lo más habitual es que los recién nacidos tengan su primer contacto con la cándida a través del canal del parto, ya que este hongo es un comensal que está presente en diferentes partes de nuestro organismo, como en el intestino o en la vagina de la madre.
Pasados unos días, debido a ese sistema inmunológico inmaduro que comentábamos, puede producirse un sobrecrecimiento que acabe dando lugar a las lesiones que ahora veremos.
El contagio también es posible si la madre tiene cándida en el pecho (aunque esté asintomática) o a través de chupetes o biberones contaminados. Esto último tiene importancia en el caso de que el muguet no se controle con tratamiento, ya que puede ser una fuente de contagio a tener en cuenta en el caso de que no se controle.
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¿Qué síntomas produce?
Las lesiones típicas del muguet oral son placas de color blanquecina en el interior de los carrillos y la lengua. Son lesiones que al raspado con un depresor se deprenden, pudiendo dejar en la lengua o las mejillas un leve eritema. En el caso de que solo se vean en la lengua y no en las mejillas suele corresponder a restos de leche.
En la mayoría de los casos no dan otros síntomas, aunque sí las lesiones son muy extensas podrían dar lugar a babeo o molestias durante la alimentación.
En algunos casos puede coincidir con una dermatitis del pañal por hongos, aunque este cuadro clínico suele aparecer más en el contexto de una dermatitis del pañal que coincidiendo con un muguet oral.
En las fotos de abajo podéis ver las lesiones típicas de un niño con muguet oral y con una candidiasis del pañal.
Fuente: DermNet
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento es muy sencillo aplicando un antifúngico típico en las zonas de las lesiones bajo prescripción del pediatra. Para ello, con las manos limpias, se puede extender el medicamento con los dedos por las mejillas. En le caso de que esto sea imposible, la propia lengua del niño suele distribuir la medicación por toda la boca, aunque luego se trague una pequeña cantidad. Normalmente el tratamiento se aplica por la mañana y por la noche durante 7-14 días.
Es conveniente desinfectar chupetes o tetinas que utilice el niño para evitar que se vuelvan a reinfectar.
En algunas ocasiones, la cándida proviene del pezón de la madre y el niño se contagia durante las tomas. En estos casos la madre suele contar que tiene los pezones eritematosos, con alguna grieta y que las tomas son dolorosas (a veces como pinchazos a la succión). Si se sospecha, suele ser suficiente con que la madre se aplique el antifúngico en crema en la zona.
¿Y puede ocurrir en niños mayores?
Es poco frecuente que pasados los primeros meses de vida un niño tenga hongos en la boca, sobre todo porque su sistema inmunológico habrá madurado y es capaz de controlar a las cándidas sin que estas lleguen a provocar una infección.
Sin embargo, hay un par de situaciones en las que podemos ver muguet en niños mayores.
La primera de ellas es en aquellos niños que usan corticoides inhalados como parte de su tratamiento para prevenir las bronquitis o el asma. Al inhalar los corticoides, parte ellos queda depositados en la boca, lo que puede provocar una disminución de la inmunidad local y que se produzca un sobrecrecimiento de cándidas. Por ello, tras la inhalación de corticoides se recomienda que los niños se cepillen los dientes o se enjuaguen la boca. En el caso de que se desarrollara muguet oral el tratamiento sería el mismo que en niños pequeños.
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El otro caso en el que podemos ver muguet (o cándidas en la zona del pañal) es en aquellos niños que están tomando antibiótico por algún motivo. Como sabréis, los antibióticos eliminan las bacterias que nos causan una infección, pero en muchos casos también eliminan «bacterias buenas» que tenemos en el tubo digestivo o la piel. Esto haría que, por decirlo de alguna manera, las cándidas tuvieran más espacio para crecer y produjeran la consabida sobreinfección. En estos casos la situación suele mejorar cuando acaba el tratamiento con antibiótico, aunque a veces se requiere el empleo de un probiótico para proteger a la microbiota.
Para finalizar, la infección por cándida en pediatría fuera de estas situaciones es excepcional, de hecho, el contagio persona a persona (o niño a niño) es muy improbable porque nuestro sistema inmunológico es suficientemente fuerte para controlarla salvo en los casos que os hemos comentados. Por ello, fuera de estas situaciones, sobre todo si observamos un muguet o una candidiasis del pañal que no nos cuadra podríamos solicitar una analítica pensando en una inmunodeficiencia.
En resumen, el muguet oral es una infección por el hongo cándida, muy frecuente en recién nacidos y que da un aspecto blanquecino en la parte interior de los carrillos y la lengua. El tratamiento es muy sencillo con un antifúngico tópico aplicado directamente en la boca durante unos días.
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