Fuente: DermNet
El 99% de las consultas que empiezan con «Mi hijo tiene algo en la planta del pie que le molesta» acaban siempre con el mismo diagnóstico: un papiloma.
Este tipo de lesiones están provocadas por un virus y en la cultura popular se conocen como clavos, ya que hacen referencia a la clínica principal que padece el que los sufre: dolor en dicha zona cuando se palpan o camina, como tuvieran algo clavado.
En este post os enseñamos cómo reconocerlo y qué opciones de tratamiento existen.
¿Cuál es la causa de un papiloma plantar?
El virus del papiloma humano (VPH) son un grupo de virus que pueden infectar la piel y las mucosas del ser humano. Seguro que os suena, sobre todo a las mujeres, ya que algunos tipos pueden producir cáncer, sobre todo a nivel del cuello del útero, motivo por el que en la actualidad los adolescentes reciben una vacuna contra el papiloma.
La familia de los papiloma es muy amplia, hasta más de 100 diferentes, y cada tipo de virus tiene la capacidad de infectar una zona de la piel diferente, además de que solo algunos tienen ese potencial de provocar lesiones cancerígenas (como es el caso de los tipos 16 y 18, que son los VHP con mayor capacidad a la hora de producir cáncer). Sin embargo, el tipo de virus que causa los papilomas de la planta del pie es el tipo 1 y las lesiones que producen son benignas.
La forma de contagiarse de un papiloma es a través del contacto piel con piel o con algún objeto que contenga el virus, como pueden ser los zapatos y los calcetines de un paciente con papilomas o al caminar descalzo en piscinas, duchas o vestuarios de uso comunitario (de ahí la importancia de usar chanclas o calcetines de piscina en estos espacios).
Tras un periodo de incubación variable, aparece la verruga plantar que inicialmente tiene el aspecto de una dureza, como un callo, que, a nivel microscópico, afecta a la epidermis (parte más superficial de la piel) y del dermis (la parte media).
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¿Qué síntomas produce?
Cuando son pequeñas no suelen dar síntomas, pero a medida que pasa el tiempo y crecen el dolor al apretarlos o pellizcarlos es el síntoma más frecuente. De hecho, muchos pacientes piensan que lo que tienen es algo que se habían clavado (aunque no recuerdan cuando) y que les molesta al caminar.
Al observarlos en consulta podemos ver que esa zona de piel esta levemente engrosada y endurecida y si la raspáramos con un bisturí o con un cureta suelen aparecer unos puntos negros, que no son otra cosa que capilares sanguíneos que han quedado atrapados en el papiloma y se han trombosado. Lo más habitual es observar una única lesión, pero en ocasiones puede hacer varias.
En las siguientes fotos podéis ver algunos ejemplos de papilomas plantares típicos.
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- Fuente: DermNet
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¿Cuál es el tratamiento?
Como todas las infecciones por virus, los papilomas plantares tienden a curarse solos con el paso del tiempo (como también ocurre con los moluscos). Sin embargo, el tiempo que pueden tardar un papiloma en curarse sin intervención médica puede ser de varios meses (incluso años), por lo que en general se suelen tratar, sobre todo si provocan síntomas como dolor.
En la actualidad no existe ningún tratamiento que elimine el virus del papiloma de la piel, por lo que todos los tratamientos van dirigidos a eliminar la capa de piel en donde se encuentra la lesión para que, poco a poco, se eliminen todas las células que contienen el virus. Debido a que los papilomas son benignos se debe adecuar el tratamiento a los efectos esperados y sus efectos secundarios. Las opciones más habituales son las siguientes:
- Antiverrugas y raspado: este tipo de tratamiento se basan en aplicar un producto que provoca la abrasión de las capas más superficiales de la piel e ir raspando poco a poco cada día hasta eliminar por completo el papiloma. El producto más utilizado es el ácido salicílico y lo más habitual es aplicarlo por las noches en la zona afectada para después taparlo con un parche o un esparadrapo; al día siguiente, antes de acostarse, se debe limar la zona, ya sea con una lima de metal o con una cureta, para retirar la capa más superficial de la piel y, seguidamente, aplicar de nuevo el producto. Es un tratamiento muy efectivo y no genera dolor, aunque en la mayoría de los casos requiere de entre 4 y 6 semanas para eliminar por completo el papiloma.
- Crioterapia: en este caso se utiliza nitrógeno líquido para congelar la lesión. Está congelación provoca una quemadura por frío que destruye las células que contienen el papiloma. El problema que tiene es que es dolorosa (incluso puede salir una ampolla en la zona) y puede requerir más de una sesión.
Aunque se puede iniciar el tratamiento directamente con la crioterapia, al ser una técnica dolorosa, en nuestra opinión creemos que debe reservarse para aquellos en los que el papiloma no termina de solucionarse al cabo de 3-4 semanas aplicando el antiverrugas.
Por último, existen otros tratamientos como el laser, la cirugía o la aplicación de otros productos que, aunque efectivos, no suelen emplearse en atención primaria y se reservan para aquellos casos más graves y, en general, los aplica el especialista.
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En resumen, los papilomas plantares son una infección benigna provocada por un virus que da lugar a lesiones con aspecto de durezas y que suelen ser dolorosos. A pesar de que la evolución suele ser a la curación espontánea, debido a que son dolorosos, suelen tratarse para mejorar la sintomatología del paciente.
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NOTA: todas las imágenes de este post están extraídas de la página web DermNet bajo una licencia Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 (New Zealand)
los papilomas plantares son una infección benigna
09 febrero 2024 | 3:17 pm