Descorche Descorche

Puede que en el vino no esté la verdad, si es que sólo existe una,pero lo que es seguro es que está el placer y juntos vamos a encontrarlo

Entradas etiquetadas como ‘borgona’

Una escuela de vino con grandes profesores

Ha nacido, como no, en Borgoña y su nombre ya la define Ecole du Vin et des Terroirs, Escuela del vino y del terroir.

Terroir es una palabra francesa que se podría traducir como terruño, pero que es mucho más que eso. Es la mezcla del suelo, la situación del viñedo, la orientación, la capacidad de drenaje del suelo, las prácticas de cultivo que se han hecho a lo largo de los años, en resumen, es lo que determina la calidad de unas uvas y, por lo tanto, de un vino.

Las actividades se pueden dividir en dos partes. Por un lado está La Escuela del Vino, dirigida a profesionales y a grandes aficionados y por otro, La Mesa Redonda de Puligny, dirigida específicamente a vignerons y enólogos.

Vigneron es otra palabra francesa que tenemos que explicar. Es la persona que cuida la viña, elabora y vende su vino. Lo que en español tendríamos que traducir con lo horrorosa palabra de vitivinicultor.

La idea surge de 7 personas con reconocido prestigio. Michel Boss, antiguo secretario del sindicato de negociantes de Borgoña, Pierre-Henry Gagey, de la Maison Louis Jadot, Dominique Lafon, gerente del Domaine des Comtes Lafon y del Domaine des Héritiers des ComtesLafon, Anne-Claude Leflaive, gerente del Domaine Leflaive y presidenta de esta Escuela del Vino y el terroir, Antoine Lepetit, que trabaja ahora con Anne-Claude después de haber estado en el Domaine alsaciano Zind-Humbrecht, Jean-Marc Roulot, del Domaine Roulot, y Aubert de Villaine, cogerente del Domaine de la Romanée Conti y propietario, junto con su mujer, del Domaine Aubert et Pamela de Villaine.

Entre los profesores destacan Claude Bourguignon, una de los mayores expertos en terroir, Anne-Laure Rigouzzo-Weiller, que estoy seguro que trasmitirá su pasión por las plantas y su personal forma de verlas, Bruno Queniox, catador y autor de 101 bouteilles Inoubliables y William Berton, experto en el lenguaje de los colores.

La primera clase, para un máximo de 12 personas, será el 5 de mayo, la dará Jacques Mell, experto en agricultura biodinámica, y tratará sobre Biodinámica: impacto sobre la calidad de los vinos y la expresión del terroir. Durará desde las 9 de la mañana hasta las 6 de la tarde y su precio, con comida incluida, es de 210 euros.

De momento se dará sólo en francés, pero están abiertos a darlas en otros idiomas si se junta el grupo adecuado.

Para contactar con ellos pulsa aquí.

Sería algo difícil imaginar algo sí en España, pero deberíamos hacer un esfuerzo entre varios para poder conseguirlo. Yo desde aquí me apunto.

El estilo de vinos que me gusta

Tendría que haber sido el primer tema pero lo ha ido dejando por lo complejo de la explicación. Y es que definir que tipo de vino es el que más me gusta es complicado. Empezaré por definir lo que no me gusta y de la negación saldrá algo positivo.

No me gustan los vinos elaborado con uvas sobremaduradas, aquellos en los que la fruta se expresa confitada.

No me gustan los vinos con sobre extracción. No me gusta que la madera se note en el vino, ni aunque esté enmascarada por los toques de torrefacto que aporta un buen, y excesivo, tostado de las barricas.

No me gustan los taninos secos, ni que haya gente, incluida especialistas, que digan que con el paso del tiempo se van a limar: un tanino seco es seco hasta que el vino muere.

Resultado de todo esto no me gustan los vinos concentrados y pastosos, de entrada rotunda y que se mueren a mitad de la boca.

No me gusta que los vinos de una zona sean tan iguales a los de otra, que las técnicas de elaboración se impongan hasta el punto de que es imposible saber la procedencia de los vinos, el lugar donde han nacido las uvas.

Algunos amigos cuando les cuento esto me dicen que acabo de eliminar a la mayor parte de los vinos top que se elaboran en España y es posible que sea así, pero la moda de la concentración, la búsqueda del estilo que supuestamente gusta a Parker no me interesa. Este tipo de vino me aburre.

Me gustan los vinos en los que el hombre interviene poco en la elaboración, aunque haya trabajado a fondo el viñedo.

Mi trabajo acaba cuando la uva llega a la bodega

decía el gran Denis Mortet, del que otro día hablaré más.

Me gustan los vinos que expresan su terroir, que son diferentes, únicos, aunque tengan defectos. Me gustan los vinos frescos, con acidez y buena fruta.

Adoro Borgoña, me gustan los buenos mencías leoneses o gallegos, la expresión elegante del Duero, el equilibrio y la finura de los buenos riojas, la Cabernet Franc y la Chenin Blanc del Loira, el Riesling de Alemania, la Grüner Veltliner austriaca, los grandes y olvidados vinos de Jerez, la frescura del moscatel de la Axarquía de Málaga, la intensidad auténtica de los buenos douros, la cariñena del Priorat, el Champagne de los buenos viticultores, la sutileza de una bodega del Penedès como Can Ràfols, los viejos oportos, las garnachas llenas de sutileza procedentes de viejas cepas…

De esos vinos voy a ir hablando en este blog para que juntos podamos disfrutarlos.