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Puede que en el vino no esté la verdad, si es que sólo existe una,pero lo que es seguro es que está el placer y juntos vamos a encontrarlo

Archivo de febrero, 2011

Michel Lafarge: la Borgoña más auténtica

 Es una familia de viticultores auténticos, de los que viven la viña con pasión. Sus vinos son siempre finos, sin aderezos, sin modernidades, dejando hablar al terroir. Estoy hablando de Michel Lafarge.

Su vinculación con Volnay es tan intensa que tanto Michel como su padre y su abuelo han sido alcaldes del pueblo. La familia Lafarge estaba ya instalada en Volnay en el siglo XVIII. Su parcela de los Premier Cru Mitans y Clos des Chènes se adquieren a finales del siglo XIX y pocos años después compran su parte de Clos de Château des Chênes.

Michel aprende los secretos de la viña y el vino con su padre y él se los inculca a su hijo Frédéric. El Domaine empieza a vender sus vinos embotellados en 1934 y desde 1960 venden directamente toda su producción.

 

Parte del equipo de Alma con Michel Lafarge, Frédéric y su esposa Chantal

 

Cuenta con 12 hectáreas de viñedo y en 1997 empiezan con el cultivo biodinámico y a partir del año  2000 todo su viñedo se trabaja de esta forma.

Frédéric Lafarge dice

Tuve la suerte de nacer en Volnay, en medio de alguno de los mejores terroirs de Borgoña, en una familia de vignerons apasionados. Cuando era joven tuve la suerte de encontrarme con una cita del jefe indio Seattle que afirmaba que “no heredamos la tierra de nuestros padres, la tomamos prestada de nuestros hijos”. Esa frase me convenció de porqué y cómo quería ser enólogo

Michel Lafarge fue de los pocos que se negó en los años 60 a utilizar en sus viñedos toda esa colección de fertilizantes que se pusieron de moda y que tanto daño hicieron a las viñas borgoñonas. Para replantar viñas utiliza material vegetal propio, obtenido de sus mejores y más viejas cepas.

En palabras de Frédéric

La progresión que yo busco, con mi trabajo y mis experimentos, está siempre guiada por una palabra: armonía. Nuestro reto como vigneron borgoñón en las próximas décadas es ayudar a nuestro Pinot Noir y nuestro Chardonnay a adaptarse perfectamente a estas nuevas condiciones climáticas para que sean capaces de expresar los sutiles matices de los terroirs borgoñones

Y sus vinos ratifican sus palabras. Uno de los encantos de esta bodega es la diferencia que hay entre sus vinos, cada uno expresa perfectamente el sitio de donde proceden las uvas. Desde el más sencillo hasta sus vinos más destacados.

Por eso hoy voy a recomendar dos. Empezamos por el más básico, su Michel Lafarge Bourgogne Pinot Noir 2007. Procede de parcelas situadas en la parta más alta de la ladera y se trabaja con el mismo mimo que los vinos más caros. El resultado es un vino lleno de fruta, aparentemente sencillo pero que según se va abriendo marca sus tonos minerales y sus aromas a violetas. Su precio en tienda está sobre 21 euros y realmente merece la pena.

 

El otro vino es el Michel Lafarge Volnay Vendanges Sélectionnées 2007. Una selección de las mejores parcelas que la bodega tiene repartidas por el pueblo de Volnay. De precioso color, nada intenso y cerrado como se llevan ahora. Fruta en nariz no enmascarada por nada. Taninos marcados, pero suaves y elegantes, muy buena acidez, largo, intenso, sutil. Un gran vino. Su precio en tienda está sobre los 50 euros y, aunque no es barato, vale perfectamente lo que cuesta.

 

 

Pocas bodegas encontramos con el sensual encanto que los Lafarge consiguen en sus vinos.