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Puede que en el vino no esté la verdad, si es que sólo existe una,pero lo que es seguro es que está el placer y juntos vamos a encontrarlo

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Tampesta Rosado y Tinto, la esencia de la Prieto Picudo

Vuelvo a León desde mi voluntario exilio burgalés y lo hago otra vez con la uva Prieto Picudo como bandera.

Los vinos recomendados hoy son un rosado y un tinto, los dos con la marca Tampesta como señal de identidad.

La aventura de los hermanos Paz Tampesta, Juan Luis, Oscar y León, empieza en el año  2000 cuando plantan sus primeras cepas. La idea inicial era vender las uvas pero pronto se dieron cuenta de que eso no era rentable y en el año 2004 sacan al mercado su primer vino.

En la actualidad de la dirección de la empresa se encarga, con mano tan firme como agradable, Noelia de Paz hija de Juan Luis. A pesar de su juventud tiene las cosas muy claras y su apuesta por la calidad es clara. De la elaboración se encarga el enólogo leonés Luis Buitrón.

La bodega tiene 18 hectáreas de viñedo en propiedad, la mayor parte de ellas en el paraje de Las Lagunillas. Domina Prieto Picudo, aunque también tienen Tempranillo, por el que se apostó al principio pero que se va eliminando para dar paso a la tradicional uva leonesa.

La bodega está en Valdevimbre los Oteros, de cuya larga historia vinícola hablan las numerosas y viejas cuevas subterráneas donde se elaboraba y se guardaba el vino. Sus zarceras son visibles desde lejos.

No suelo recomendar rosados pues no son precisamente mi pasión, pero ahora que el calor aparece, por fin, después de un tan largo invierno este Tampesta Rosado 2009 es una opción divertida y fresca, una buena forma de empezar una comida o de tomarse un aperitivo al aire libre.

Elaborado sólo con Prieto Picudo destaca por sus poderosos aromas de fresas y su ligero amargor final que le da personalidad.

Pero después del rosado podemos pasar a beber algo más serio, el Tampesta Tinto 2009, con la Prieto Picudo como base, acompañado por un poco de Tempranillo. La crianza en barrica de entre 6 y 9 meses no oculta el poder de su fruta, sino que la madera se integra muy bien hasta casi desaparecer. Ligero, fresco y con personalidad. Un poco de aireación le viene muy bien.

El precio de los dos vinos ronda en una tienda los 6 euros, el rosado no los alcanza y el tinto los supera por poco. Una magnífica relación calidad/personalidad/precio.