Descorche Descorche

Puede que en el vino no esté la verdad, si es que sólo existe una,pero lo que es seguro es que está el placer y juntos vamos a encontrarlo

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Alain Graillot y Domaine de Trevallon: dos joyas del Ródano y de la Provenza

Esta semana van como recomendados dos de los vinos que más me gustan y más quiero. El primero nos viene de la parte norte del Ródano francés. Es el Alain Graillot Corzes-Hermitage 2007.

Alain Graillot es uno de los viticultores más interesantes que me he encontrado en estos años. Habla perfectamente español pues vivió varios años en Costa Rica y Guatemala. Era por entonces un ejecutivo de una multinacional, pero a los 40 años lo dejó para dedicarse enteramente al vino.

Sus 21,10 hectáreas de viñedo están situadas en Pont de l’Isère, a pocos kilómetros al sur de Tain l’Hermitage. Hay 2,7 hectáreas de blanco con viñas de unos 20 años, y 17, 3 hectáreas de Syrah, con una edad que va desde los 10 a los 50 años. Sólo hay una hectárea que no está en el entorno de la bodega, sino en una ladera cerca de Tain. También tiene 1 hectárea en Saint-Joseph y 0,10 en Hermitage.

Los métodos de cultivo son tradicionales, orientados hacia pequeños rendimientos, poda corta y abonados muy ligeros. No se utilizan herbicidas y los suelos se trabajan únicamente con arado, para conseguir que las raíces de las cepas profundicen en la tierra y que el agua pueda entrar. Las vendimias son manuales y normalmente no se despalilla la uva.

Cuando acaba la fermentación maloláctica, el vino pasa a criarse en barricas de roble. Aunque hay un pequeño porcentaje de barricas nuevas, un 10% cada año, la mayoría son de 1 y 2 años compradas en Borgoña. También se usan fudres de 600 litros. Después de 12 meses de crianza los vinos de las diferentes parcelas se mezclan en proporciones que dependen de cada añada y continúa su envejecimiento en tinas de más volumen.

Alain Graillot 2007 es la fiel representación del Syrah más puro, más auténtico. Todavía es una criatura a la que le quedan unos años para dar lo mejor de si mismo, pero se puede beber ahora gracias a su excelente materia, con fruta madura pero para nada confitada a sobremadura. Su precio en tienda sobrepasa por poco los 18 euros.

El segundo vino nos viene de la parte más sur del Ródano, de los Alpilles, entre Avignon y Arles, cerca de Saint Remy de Provence. Es el Domaine de Trevallon 1999.

El otro día hablaba de Eloi Dürrbach, como asesor de Château Gigognan. Hoy voy a hablar de su casa. La finca fue comprada en 1955 por René Dürrbach, pintor y escultor, gran amigo y colaborador de Picasso, que buscaba un rincón tranquilo para poder trabajar sin el agobio de la Costa Azul. Él jamás pensó que en el monte bajo de los alrededores se pudiese hacer un gran vino.

En 1973 su hijo Eloi Dürrbach, que tenía entonces 23 años y estudiaba Arquitectura, crea el viñedo y para realizarlo construye diversas terrazas en parte de las colinas que rodean la casa. El viñedo tiene 20 hectáreas y está formado por un gran número de pequeñas parcelas, situadas en un radio de unos 2 kilómetros alrededor de la bodega. Hay 200 metros de desnivel entre las parcelas y los terrenos son arcillo pedregosos, con arenas y gravas, sobre un fondo calcáreo duro. Todo el terreno está lleno de impresionantes barrancos. El cultivo se realiza de forma natural y tradicional, sin insecticidas, abonos o herbicidas químicos.

Los vinos tintos tienen un 50% de Cabernet Sauvignon y un 50% de Syrah. Las dos variedades se vinifican separadamente. Los racimos no se despalillan. La fermentación se realiza en pequeñas tinas donde se practica el bazuqueo con los pies, sin control de temperatura y sin utilizar levaduras. Cada parcela se vinifica por separado. Después el vino envejece 2 años en pequeños fudres de roble.

Soy consciente de que Domaine de Trevallon no es el vino más fácil, hay que dedicarle tiempo y dejarlo que exprese lo mucho que lleva dentro. La mejor forma de hacerlo es decantarlo bastante antes de que vayamos a beberlo. Pero cuando se abre aparece como uno de los vinos más personales de cuantos yo he bebido.

Su precio en tienda está sobre los 44 euros. No es barato pero es realmente bueno.

Distinción y elegancia en un blanco del Nahe y un tinto del Penedès

Los dos vinos de esta semana destacan por su distinción y su elegancia.

El primero nos llega del Nahe alemán. Siempre he dicho que la Riesling alemana es una de mis uvas favoritas. Me apasiona su gran complejidad envuelta en una apariencia de sencillez. El vino elegido es Dönnhoff Hermannshöle 2006.

Los vinos alemanes han tenido la suerte de entrar en el mercado español de la mano de Michael Wöhr, un hombre tan lleno de pasión como de conocimiento. Michael cuando habla de la Riesling la llama la diva y consigue al hacerlo una perfecta definición.

De todos los viticultores alemanes sin duda Helmunt Dönnhoff es uno de los más destacados. Su familia es viticultora desde el año 1750 y él se hace cargo de la bodega familiar en 1971, cuando todavía era muy joven. Su rigurosidad en el viñedo, su habilidad y su personalidad hacen que pronto destaquen sus vinos.

En la actualidad tiene 16 hectáreas de viñedo, de las que 12 son de Riesling. Cualquiera de los vinos de su gama merece la pena, desde el más sencillo al pago más destacado.

Para esta semana hemos escogido uno de sus mejores pagos, Hermannshöle. Situado en el pueblo de Niederhausen, en la ribera del Nahe, destaca por su magnífica exposición sur y por sus viejas cepas de más de 60 años. En su suelo destaca la pizarra gris y la vulcanita, de origen volcánico.

Es un viñedo calificado como Grosses Gewächs, el equivalente al Grand Cru de Borgoña, la máxima calificación posible.

Dönnhoff Hermannshöle 2006 es un vino que destaca por su frescura, con una alta acidez perfectamente integrada. De una atractiva mineralidad que enamora en la boca, tan ligero como concentrado, tan intenso como sutil. No hay palabras para describirlo, por eso lo mejor que se puede hacer es beberlo.

Su precio en tienda ronda los 58 euros, puede que parezca caro pero estamos ante uno de los grandes vinos blancos del mundo.

El segundo vino nos viene de una bodega conocida, de la que ya hemos hablado. Es el Gran Caus 2002.

Si Can Ràfols dels Caus elabora alguno de los mejores vinos blancos de España, también lo hace con los tintos.

Gran Caus 2002 es una mezcla de las tres variedades destacadas de Burdeos, perfectamente aclimatadas a esta finca del Garraf.

Merlot es la variedad mayoritaria, con un 42%. Procede de la viña Pals de Fusta, de orientación sur y plantada en 1984. La siguiente variedad es Cabernet Franc, con un 38%, de las Viñas La Creu y La Pujada, de orientación sureste y plantadas en 1984. El resto es Cabernet Sauvignon de la viña La Corbata, de orientación sur y plantada en 1982.

Carlos Esteva, propietario de la bodega, odia que la madera se imponga en sus vinos, prefiere que se exprese su peculiar terroir. El vino ha tenido una crianza en barricas de roble francés, con muy bajo porcentaje de roble nuevo, de 12 meses. Se embotellaron poco más de treinta mil botellas en julio de 2004.

Gran Caus 2002 no es un vino de esos que podíamos definir como modernos, de esos llenos de concentración y fruta sobremadura. Aquí nos encontramos frescura, acidez, complejidad, buena fruta, elegancia y profundidad.

Su precio en tienda está sobre los 19 euros.

Como muchos de vosotros os habréis dado cuenta el orden en el que Can Ràfols dels Caus saca sus vinos no es el habitual orden cronológico, sino que cada año saca al mercado la añada que considera que está mejor para beber en ese momento. Por esa razón sacó antes el 2000 que el 1999 y ahora saca antes el 2002 que el 2001

Un tinto goloso de Extremadura y otro fresco del Jura

Nuestra primera recomendación de esta semana viene de Extremadura. Para mi un reciente descubrimiento. Es el Mirabel 2006.

La ligazón al mundo del vino le viene a Anders Vinding-Diers por todos sus poros. Su padre es Peter Vinding-Diers, antiguo propietario del Château de Landiras y del Domaine La Grave en Burdeos y después elaborador de vinos en medio mundo, desde Sicilia a Sudáfrica, pasando por Hungría donde elabora el Tokaji Stanza.

Su hermano Hans es asesor en Argentina de vinos como Noemía o Humberto Canale y en Italia de Argiano. Su primo es Peter Sisseck, el creador de Pingus.

Anders, nacido en Sudáfrica, siguió los pasos familiares y ha trabajado en Chile, Argentina, Italia y Francia. Se casa con la española Andrea Sánchez y, tras una temporada en la Toscana, se instalan en Cañamero, donde compran una pequeña finca que plantan de viñedo, siguiendo todas las normas de la agricultura biodinámica. Su trabajo en Extremadura empieza asesorando a Bodegas Ortiz en Almendralejo.

Este Mirabel 2006 es su primer y sorprendente vino. Las uvas no proceden de su finca sino que las ha comprado, seleccionando a fondo. Tiene un 70% de Tempranillo, siendo el resto Cabernet Sauvignon. La crianza ha sido de 6 meses en barricas de roble francés.

Un vino goloso, pero para nada empalagoso, bien equilibrado y en el que se ve un trabajo bien hecho, sin excesos, buscando la elegancia.

Todavía no ha llegado el mejor vino de Anders pero su primer fruto es esperanzador. Estoy seguro de que vamos a disfrutar mucho con él. Su precio está sobre los 20 euros.

El segundo vino nos viene de más lejos, del Jura. Es el Tissot Trousseau Singulier 2005.

El viñedo de Jura es desconocido, incluso en Francia. Ocupa de manera discontinua las laderas mejor expuestas de la cara oeste del macizo de Jura, formando una franja de 80 kilómetros de longitud y entre 2 y 4 de ancho. Situado al este de Francia, limita al Este con Suiza y al Norte con la Côte d’Or de Borgoña.

El clima es semicontinental, marcado por estaciones muy contrastadas. Las horas de sol anuales son pocas y la pluviometría varía entre 1.100 y 1.500 mm/año. La naturaleza geológica del subsuelo está formada en un 90% de margas. Los suelos son sueltos y poco espesos.

Está bodega fue creada por André y Mireille Tissot en 1962. En la actualidad la dirigen Stéphane Tissot y su mujer, Bénédicte. Tienen 35,15 hectáreas de viñedo

Stéphane, calificado por Le Monde como

el vinificador más imaginativo y mejor dotado de Jura desde hace 50 años

hizo su primera vendimia en 1989, cuando únicamente tenía 19 años. Siempre dice que no le costó mucho pues desde pequeño había visto como lo hacía su padre.

Cuando convirtió todo el viñedo en biodinámico todos le tomaron por loco. Sus padres le decían

así no vas a llenar las cubas

Incluso el Comité Técnico de Vinos de Jura le dijo

no es posible tener 30 hectáreas en biodinámica y el tiempo nos dará la razón

Este sistema de trabajo conlleva muchos esfuerzos y tiene un equipo de 15 personas trabajando durante todo el año, que en época de vendimias aumenta hasta 50.

Trousseau es una variedad tardía, lo que facilita que evite las heladas primaverales tan peligrosas en la zona, que necesita de terrenos calcáreos, muy bien expuestos para poder llegar a la maduración. Apenas hay 100 hectáreas de esta variedad.

Trousseau Singulier 2005 procede de las mejores cepas de Troisseau de la bodega. Los rendimientos son muy bajos, en torno a los 25 hectolitros por hectárea y se elaboran unas 8.000 botellas. Después el vino se cría en la cava subterránea durante 1 año en demi-muits, fudres de 600 litros, con sólo un 20% de roble nuevo.

Un vino fresco, original, de marcada acidez y personalidad única. Su precio en tienda, y ya se que no es fácil de conseguir, también está en torno a los 20 euros.

4 kilos, la nueva gran bodega de Mallorca

Una nueva bodega acaba de nacer en las Islas Baleares y viene dispuesta a decir muchas cosas.

El nombre de la bodega es 4 kilos, porque ese ha sido el dinero, en pesetas, que han puesto los dos socios para montarla.

Los socios son Françes Grimalt y Sergio Caballero. Éste último sin ninguna ligazón con el mundo del vino hasta ahora, es uno de tres los fundadores del festival Sónar.

Por su parte, Françes Grimalt fue el hombre clave en la aparición de Ánima Negra, el primer gran vino tinto balear. Acabó enología en 1993 y un año más tarde ya estaba elaborando su primer vino, cuyo éxito les sorprendió hasta a ellos.

Dispuesto a dar un paso adelante abandona el proyecto de Ánima Negra y se junta con Sergio para crear un nuevo vino.

Françes es un enamorado de los viejos viñedos de Callet, Manto Negro o Fogoneu, pero sin renunciar por ello al Cabernet Sauvignon.

Mucho más cuando cuentan con una finca como Son Roig, de 1,2 hectáreas, situada en la zona de Binissalem. Cepas de más de 21 años plantadas en suelo arcillo calcáreo con abundantes piedras en la superficie.

Pero sus esfuerzos se centran en la zona conocida como Call Vermell, por el color rojo de sus suelos producido por el abundante óxido férrico. Viñedos viejos de la zona de Felanitx, viñedos a los que hay que exigir, viñedos excepcionales.

Su filosofía es el máximo trabajo en la viña, sin utilizar ningún tratamiento químico, respetuosos con el terroir, poco intervencionismo en la elaboración para buscar vinos auténticos.

De momento sólo tienen en el mercado 4 Kilos 2006, pero en los primeros meses del año que viene saldrá 12 voltios 2007. Cuando le preguntas a Sergio la razón de este nombre sonríe y dice

es que es el vino más corriente de la bodega.

Corriente pero también muy interesante. No les falta sentido del humor

queremos hacer un vino gamberro

Pero tampoco les faltan sentido común, pasión por el viñedo y conocimiento de la zona.

Por eso, no es arriesgado decir que un grande acaba de nacer.