Es otro de los jóvenes vignerons de Borgoña. Su nombre es Manuel Olivier. Su bodega está en un barrio de Nuits-Saint-Georges, el Hameau de Corboin, con sólo 35 habitantes. La familia de Manuel Olivier es agricultora desde siempre, pero se centraba más en los árboles frutales. Las primeras viñas las compra en 1990. Hoy tiene 10 hectáreas de viñedo, la mayor parte situadas en Hautes Côtes de Nuits, pero tiene también parcelas en otras partes de la Côte de Nuits y de la Côte de Beaune.
El vino escogido para esta ocasión es el Bourgogne-Hautes Côtes de Nuits Vieilles Vignes 2006.
Elaborado con cepas de Pinot Noir de más de 20 años, plantadas en una ladera de suave pendiente, a 1 kilómetro de Clos de Vougeot. Con una exposición este y sudeste, a 350 metros de altitud. Los suelos son arcillo calcáreos, muy pedregosos y poco profundos, apenas 20 centímetros.
Manuel Olivier es un viticultor de los de verdad, de los que trabaja la viña con sus manos. Suelos arados, sin productos químicos, lucha razonada y respeto al terroir.
Las uvas se despalillan totalmente, se hace una maceración en frío de 1 semana. Encubados largos de 5 a 6 semanas, con bazuqueos frecuentes. La crianza dura 15 meses en barricas de roble que no superan los 3 años.
Un vino lleno de fruta, auténtico, sin pretensiones, con una nobleza apabullante. Frutas rojas, taninos suaves, la madera que está pero no se nota, buena acidez, largo y todo a un precio en tienda que ronda los 18 euros. La demostración de que en Borgoña se puede beber muy bien sin tener que pagar tanto.
Pero si el precio todavía parece alto para algunos, se tiene la opción de escoger otro vino de esta bodega, el Bourgogne 2008. Su precio en tienda está sobre los 11 euros. Procede de la parte final de la ladera con suelos más profundos y de viñas más jóvenes, unos 10 años. La crianza se ha realizado en cubas de acero inoxidable. Pinot Noir en su estado más puro y fresco.