Descorche Descorche

Puede que en el vino no esté la verdad, si es que sólo existe una,pero lo que es seguro es que está el placer y juntos vamos a encontrarlo

Entradas etiquetadas como ‘garnacha tintorera’

De La Manchuela y la Ribeira Sacra

Varias veces se me ha acusado de recomendar siempre un tipo determinado de vinos olvidándome de los vinos más potentes. Es una acusación cierta, pues responde a mis gustos. Pero reconozco que hay gente a la que le gustan los vinos más potentes y entre ellos hay cosas de muy buena calidad.

El primer vino que hoy recomiendo va en esa línea. Se trata de Salia 2006. Un vino elaborado por Víctor de la Serna. Personaje controvertido nadie puede negarle a Víctor de la Serna su pasión por la gastronomía y el vino, que le viene desde la cuna. Periodista de El Mundo y tertuliano de la Cope, crítico gastronómico, especialista en baloncesto, director de elmundovino.com, en 1988 decide pasar al otro lado y para hacerlo se centra en La Manchuela conquense.

Parte inicialmente de 10,5 hectáreas de Syrah, a una altitud de 770 metros. Para escoger las plantas se busca un vivero francés asociado al magnífico Château de Beaucastel, de donde proceden las plantas.

Pero elabora además varios majuelos de viejas cepas de la zona, en especial una viña de 2,4 hectáreas de Garnacha y Bobal de más de 60 años, plantada a 1.050 metros de altitud.

Elabora esencialmente dos vinos, Finca Sandoval y Salia. Las fermentaciones las hace en depósitos abiertos de 5.000 litros, realiza largas maceraciones en frío y la maloláctica en barrica.

Salia 2006 está elaborado con Syrah, Garnacha y Bobal. Es un vino poderoso, tánico, todavía muy joven, pero con marcada presencia de fruta roja madura. Le viene fenomenal jarrearlo antes de beberlo. Su precio en tienda está sobre los 14 euros.

El segundo vino viene, otra vez, de Galicia y es que la cabra siempre acaba tirando al monte. Es Lalama 2005 de Dominio do Bibei, un magnífico exponente del gran potencial de la Ribeira Sacra.

Javier Domínguez saca al mercado su primer vino en 2002 y con auténtica pasión ha conseguido situar sus marcas en los mejores restaurantes. Sus viñedos están entre los 300 y los 700 metros, en suelos ácidos y con poca materia orgánica, con un subsuelo de granito y pizarra.

Las cepas tienen entre 15 y 100 años y los rendimientos son muy bajos, entre 700 y 1.500 gramos por cepa.

Lalama 2005 está elaborado con Mecía, Brancellao y Garnacha Tintorera. Cada variedad y cada parcela se elaboran por separado. Las uvas se despalillan intentando no aplastarlas. Se hace una prefermentación en frío y la fermentación es en parte en barricas abiertas de 500 litros y el resto en fudres de 4.500 litros y depósitos de hormigón.

Todavía es un vino joven, con taninos marcados y presencia de la madera, pero tiene una fruta tan espectacular que puede con todo. Magnífica acidez que le aporta frescura. Gana mucho con un jarreado previo. Su precio en tienda está sobre los 16 euros.

Hace pocos días David Robledo, sumiller del restaurante Sant Celoni, me recomendó un Lalama 2002 que estaba soberbio y es que estos vinos necesitan tiempo y pocas veces se lo damos.

Garnacha Tintorera en Almansa y un Ribera del Duero que busca la elegancia

Esta semana para empezar nos vamos otra vez al Levante, en este caso a Almansa, una zona que todavía no ha explotado su potencial vinícola.

Bodegas Almanseñas nace en el año 2003 fruto de la colaboración de profesionales de la zona con un grupo de enólogos, que encabeza Pep Aguilar.

Trabajan con 60 hectáreas de viñedo, con una edad media de 30 años, situados a 900 metros de altitud.

La Huella de Adaras 2005 es el vino que hemos escogido. La variedad mayoritaria, con un 60%, es Garnacha Tintorera, acompañado de Monastrell, 30%, y repartiéndose el 10% restante varias variedades, entre las que no pueden faltar las inevitables Cabernet Sauvignon y Syrah.

La Garnacha Tintorera es una variedad curiosa y muy poco utilizada para elaborar vinos de calidad. Es de las pocas uvas que tiene la pulpa coloreada, con lo que el aporte de color es más intenso.

La Huella de Adaras 2005 ha tenido una crianza en depósitos de cemento de 12 meses.

Es un vino potente en nariz, muy expresivo, goloso en boca y con taninos bien fundidos.

Una buena manera de conocer una uva tan personal y desaprovechada como la Garnacha Tintorera. Su precio está sobre los 9 euros.

La altitud del viñedo es algo que comparte nuestro segundo vino. Los viñedos de Alonso del Yerro están en el pueblo de Roa, en el corazón de la Ribera del Duero, a más de 800 metros.

Javier Alonso dejó en el 2002 los negocios familiares, centrados en la industria farmacéutica y con bodegas en Rioja y Ribera del Duero, para, junto con su mujer, María del Yerro, formar su propia bodega.

Parten de 26,5 hectáreas de viñedos, plantadas en 1989.

Decididos a conseguir un gran vino desde el principio, consiguen como asesor a Stéphane Derenoncourt. Este bordelés asesora también a bodegas del prestigio de Canon La Gaffelière, La Mondotte o el Domaine La Soumade y es propietario del Domaine de L’A.

Desde el año 2004 trabajan también con Claude Bourguignon, uno de los mejores especialistas en terroirs del mundo.

Alonso del Yerro 2005 ha hecho la fermentación maloláctica en barrica y ha tenido una crianza posterior de 12 meses, todo en roble francés.

Todavía demasiado joven, destaca por su fruta negra madura, pero no confitada. Le falta integrar la madera pero tiene potencial de fruta para hacerlo.

No pretende ser un Ribera del Duero más y lo consigue gracias a su apuesta por la elegancia, en lugar de la concentración.

Su precio en tienda no llega a los 20 euros.