El otro día en casa de unos amigos probé un vino que me encantó. Lo probamos con alguna duda pues la conservación no había sido la mejor, pero nos sorprendió gratamente a todos.
Era un Canari 1997 de Bodegas El Grifo.
El Canari, normalmente escrito como Canary, es un vino lleno de historia.
William Shakespeare lo menciona en numerosas obras. Valga como ejemplo este párrafo del Rey Enrique IV
Ya has tomado muchos
canaries y eso que es un
vino maravillosamente
penetrante
Robert Louis Stevenson en La flecha negra también le da protagonismo
Un poco
de buen canary suavizará
mi corazón
Walter Scott en La novia de Lammermoor no se olvida del vino
Pero no hay daño en
beber para la salud y voy
a llenar una copa a Mrs.
Mysie de canary del señor
Girder
Incluso Edgar Rice Burroughs, el creador de Tarzán lo incluye en sus libros
Mientras sentados
sorbían el buen Canary
del Obispo, el pequeño
hombre de Torn entró
Giacomo Casanova cuenta en sus memorias que lo utilizó como filtro seductor y en su caso parece que le saca muy buen resultado en la parte principal del palacio
Comencé por hacerle
comer un par de galletas
embebidas en un poco de
Canary y luego la llevé a
la parte principal del
palacio
Y, para que se vea la ductilidad de sus seguidores, también lo menciona Immanuel Kant en su Crítica del Juicio, publicada en el año 1790
Así pues no lo extraña si,
cuando él dice que un buen
Canary está bien , otro
corrige la expresión y le
recuerdo lo que debería
decir: “Me resulta
agradable”. Esto no sólo
en cuanto a la boca, al
paladar o a la garganta,
sino incluso a la vista o al
oído
Pero ni siquiera su prestigio histórico le evitó la desaparición. Las bodegas dejaron de hacerlo, me imagino que como mínimo al mismo ritmo en que los consumidores dejaron de beberlo.
Por suerte hace muy pocos años, cuando Juan Glaría estaba como enólogo de Bodegas El Grifo, decidió reiventarlo y apostar por él.
El Canary era un vino elaborado con Malvasía vendimiada muy madura y pasificada en los secaderos de cañizo. En El Grifo se decidió seguir utilizando la misma técnica y se aprovecharon de las cantidades de viejas añadas que quedaban en la bodega.
Este Canari 1997 es una mezcla de las añadas 1956, 1970 y 1997. Al ser ésta la más joven es la que figura en la etiqueta.
Tras la fermentación se añade alcohol vínico para buscar la estabilidad y mantener un grado de dulzor adecuado, entre los 40 y los 50 gramos de azúcar por litro. Los vinos han tenido una larga permanencia en barrica buscando una fuerte oxidación.
Puede que no sea muy fácil de encontrar pero merece la pena.