Descorche Descorche

Puede que en el vino no esté la verdad, si es que sólo existe una,pero lo que es seguro es que está el placer y juntos vamos a encontrarlo

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Reflexiones de un gran bodeguero

En elmundovino.com Jordi Melendo publica una soberbia entrevista a Alain Graillot, al que ya definí como uno de los bodegueros más interesantes que me he encontrado en estos años.

Alain va a asesor a una bodega en el Priorato y habla de los vinos de la zona, de lo que le gusta y de lo que no. Lo hace con rotundidad, sin miedo

Los vinos del Priorato se introdujeron en una posición como vinos potentes y a un nivel de precios bastante alto. Se trata de grandes vinos aunque el estilo general de los vinos del Priorato no coincide con el mío.

Pero también con la humildad que le caracteriza

Después de 25 cosechas sigo interesado en seguir aprendiendo y aquí lo puedo hacer. La reacción de la uva en su medio es distinta aquí de la que tenemos en Crozes-Hermitage, hay muchas diferencias.

Habla de la uva que el más domina, la Syrah y los vinos que de ella salen

Tienen el típico amargor lo que para mi es una cosa con la cual debemos que aprender a convivir. No es necesariamente lo mejor de la uva pero es parte de la syrah, y entonces creo que es más preferible aprender a soportar un poquito de amargor. Obviamente es importante cosechar con uva madura para evitar que haya demasiado amargor y es imprescindible que la duración del paso por la tina sea lo suficientemente larga para que ese mismo amargor vaya desapareciendo gradualmente. De todos modos creo que tratar de borrar totalmente el amargor no sería conveniente cuando uno hace vinos demasiado potentes, demasiado ricos, con mucho azúcar y por lo tanto con mucho alcohol.

Reflexiona sobre lo que puede aportar la Syrah a los vinos del Priorato

En este syrah tenemos mucha finura, para mí la finura es una cosa sumamente importante y a un ensamblaje con garnacha le va a traer un poco más de estructura o de forma redonda, yo veo una armonía que funciona muy bien, lo que me gusta mucho de esta syrah es que tiene un buen frescor, taninos presentes pero no demasiado fuertes, pero más bien destaca la finura. A mi no me gustan los vinos con demasiado cuerpo y este me esta gustando mucho. Sin duda la syrah es una variedad mejorante que aporta ese toque de frescor y mucha elegancia.

También habla de la Garnacha

La garnacha que me gusta en mi mente es la garnacha que tiene mucha fruta durante su periodo de juventud y que luego puede envejecer perdiendo poco a poco su fruta y llegar a algo un poco más complejo, pero para mí debe tener ese aspecto de mucha fruta al inicio y por eso no hay que ir a la sobremaduración que quema un poco estos aromas.

Cuando Jordi Melendo le pregunta cómo ve el futuro del Priorato vitivinícola, la contestación de Alain es para enmarcar

Este es otro tema. Yo sé hacer vino pero no soy un especialista en el mercado del vino. Sin embargo opino que los próximos cuatro o cinco años serán bastante cruciales para el Priorato que ha basado su éxito inicial en un tipo de vino y deberá ajustar un poco el estilo general. Es una opinión totalmente personal, estoy un poco cansado de estos vinos súper estructurados, súper potentes y aunque hay un mercado para estos vinos, se trata de un mercado que no es muy grande. Yo espero que nosotros seamos capaces de echar un pequeño desvío hacia vinos más accesibles, creo que eso sería magnífico.

P . ¿Accesibles?

R . Sí, accesibles en el sentido de ‘bebibles’. Yo no digo que sean unos vinos imbebibles pero son vinos con mucho cuerpo y estoy definitivamente convencido que el consumidor busca vinos más frescos, más ligeros… Este no era el caso hace diez años pero pienso que ahora es así. Hablo con mucha gente que me confirma que vinos como los modernos de Burdeos cansan demasiado y no son fáciles de beber. Creo que debemos apostar por esos vinos más accesibles a los que me refería.

Divertido e irónico se muestra cuando explica que se ha jubilado y quien se ocupa de su bodega en Crozes-Hermitage

Se ocupa mi hijo Maxime, nos llevamos muy bien, me pide consejos y seguramente cuando estoy fuera el está más tranquilo.

Enhorabuena a Jordi Melendo por la entrevista y a elmundovino por publicarla.

Les Sorcières 2007, la esencia del Roussillon

Languedoc- Roussillon es La Mancha francesa, la zona donde se concentra la mayor parte del viñedo. Y al igual que en la zona española en los últimos años algo está cambiando.

La crisis de la filoxera genera un cambio en el cultivo y se empezaron a plantar variedades mucho más productivas y en las tierras más ricas. A esto se añade, en 1962, la pérdida de Argelia, que hace que desaparezca el mayor proveedor de vino a granel y barato y que Languedoc-Roussillon esté dispuesto a ocupar su papel.

Tras años de vinos baratos donde la calidad no era lo importante aparecen numerosas bodegas dispuestas a disputar la batalla de la calidad.

Una de ellas es el Domaine Clos des Fées. Y de allí nos viene el vino de esta semana. Es Les Sorcières 2007.

Hervé Bizeaul su propietario fue sommelier, ganador del concurso al mejor sommelier de Francia, restaurador, periodista vinícola y gastronómico. Sus primeros vinos nacen en 1998.

Perdidas en un desierto de monte bajo y carrascal, rodeadas de muros de piedra sabiamente apilados por viticultores hace muchos años, las viñas están plantadas a azada. Imponentes robles en medio de las viñas.

Los diferentes terroirs están muy separados unos de otros y esa es para Hervé Bizeaul y su mujer, Claudine, una de las cualidades del domaine. La altitud varía entre los 350 y los 650 metros.

Les Sorcières tiene un 40% Carignan, 45% Grenache, 10% Syrah y 5% Mourvèdre. Es una selección de viejas viñas de Carignan y Grenache de 40 a 80 años plantadas en laderas arcillo calcáreas, junto con viñas jóvenes de Syrah y Mourvèdre. Se realiza una maceración prefermentativa a bajas temperaturas. La maceración dura entre 15 y 21 días, con bazuqueos suaves diarios. Una parte del vino, 15%, se cría en barricas de roble nuevas durante 6 meses, el resto del vino tiene una crianza de 8 meses en depósitos de cemento.

Intenso en el color, frutas rojas y negras muy maduras en nariz, sedoso en boca, nuevamente intenso, con taninos presentes pero bien domados. Fácil de beber y para disfrutar cómodamente ahora.

En tienda su precio ronda los 13 euros.

Le Cadet de Montirius 2005: biodinámico y asequible

El vino de esta semana nos lleva otra vez al Ródano francés, uno de los lugares donde se encuentran en mayor cantidad vinos con buena relación calidad/precio/personalidad.

Es Le Cadet de Montirius 2005, un Vin de Pays de Vaucluse elaborado por el Domaine Montirius.

Una bodega que lleva cinco generaciones en manos de la misma familia y en la actualidad está dirigida por Eric Saurel, acompañado por su mujer Christine, en la foto de abajo los dos en su bodega. El nombre de la bodega viene de la unión de los nombres de sus hijos, Monon, Justine y Marius.

Tanto el viñedo como la elaboración de los vinos siguen a rajatable los sistemas de la Biodinámica. Ya en 1980 Max Saurel, el padre de Etic, deja de utilizar algunos abonos químicos, por los efectos negativos que producen en sus suelos. Al año de incorporarse su hijo abandonan de forma definitiva todo herbicida químico y en 1990 eliminan totalmente los pesticidas químicos. En 1996 convierten todo su viñedo en biodinámico. El domaine tiene 54 hectáreas de viñedo, con 7 de las cuales se elabora este vino. Pocas bodegas, y menos con esta extensión, trabajan con tanta profundidad y convencimiento la biodinámica como ellos. Merece la pena entrar en su página y pulsar sobre la byo-dynamie.

La nueva bodega se construye en el año 2002. Para no romper el paisaje se excavó un gran hueco de unos 10 metros. La llegada de los racimos se hace en la parte alta de la bodega y después por gravedad va bajando a los depósitos de fermentación y crianza.

El cemento se impone, tanto en la construcción de la bodega como en los depósitos. Pero es un cemento que se ha fabricado con agua mezclada con fragmentos de piedra del subsuelo, para que no rompa la armonía del lugar donde está.

Mientras dura la fermentación alcohólica cuando se realizan los remontados se inyecta aire, pues Eric Saurel piensa que de esta forma los gustos de reducción desaparecen y los antocianos y los taninos se estabilizan con el aporte del oxígeno. La cantidad de aire que se inyecta depende de las características de cada depósito.

La crianza de todos los vinos se realiza en depósitos de cemento de diferentes tamaños, 50, 100 y 150 hectolitros. Los vinos pasan allí dos inviernos, de esta forma se obtiene una estabilización natural del vino y se embotella sin clarificar ni filtrar.

Las viñas con las que se ha elaborado Le Cadet de Montirius 2005 están situadas en la ribera del Ouvèze, un pequeño río que en verano se seca. Los suelos son de aluviones antiguos, situados sobre un depósito de gravas del cercano río. Hay un 50% de Grenache (Garnacha), 30% de Syrah y 20% de Cinsault.

Un vino lleno de personalidad, distinto a otros, con buena fruta y nobles notas de reducción. Está en un momento perfecto para ser bebido y su precio en tienda ronda los 9 euros.

El Reventón 2007: otra vez Cebreros en la cumbre

Ya hemos recomendado aquí Pegaso Barrancos de Pizarra, el vino que Telmo Rodríguez elabora en Cebreros, del que, por cierto, acaba de salir la añada 2006 que está soberbia.

Pegaso demostraba el potencial de Cebreros pero parecía que nadie iba a seguir su camino. Hasta que llegaron a la zona Daniel Jiménez Landi y Raúl Pérez y sacaron al mercado El Reventón 2007.

Un vino que nace de una parcela de garnachas de 70 años, de suelo de pizarra. La orientación es oeste y la altitud de 850 metros. Dani y Raúl han utilizado técnicas biodinámicas en el cultivo.

La mitad de la uva se ha vinificado entera, sin despalillar. Se ha hecho una maceración prefermentativa en frío de 7 días. La elaboración se ha hecho en un tino de roble francés, sin utilizar bombas y utilizando sólo los pies.

La maceración ha durado 40 días, la maloláctica se ha hecho de forma natural en barricas. No se ha añadido nada de sulfuroso hasta justo antes de embotellar el vino.

La crianza, en barricas de roble de 500 litros, ha durado 14 meses. El vino se ha embotellado sin clarificar, ni estabilizar ni filtrar, por lo que puede tener algún poso.

A pesar de sus 15 grados alcohólicos el vino destaca por su frescura, su viveza y su magnífica expresión frutal.

La producción es pequeña, apenas 1.500 botellas, y el precio en tienda sobrepasa los 40 euros. Puede que no sea el más barato pero es un gasto que merece la pena.

Dos vinos auténticos a precios comedidos

El primero de nuestros vinos de este fin de mes nos viene de un enólogo del que ya hemos hablado varias veces, Marcos Eguren.

Se trata de Protocolo 2007, un Vino de la Tierra de Castilla elaborado sólo con Tempranillo.

Se han buscado viñedos de rendimientos no muy altos, nunca más de 35 hectolitros por hectárea. Se ha realizado una maceración en frío antes de la fermentación durante 24 horas. Durante la fermentación, y buscando una buena extracción, se han hecho 2 remontados diarios.

La cosecha 2007 es una cosecha especialmente fresca en la zona y se nota en el vino. Tras un noviembre muy lluvioso llegó una época sin lluvias que se prolongó hasta primeros de marzo. Después durante el mes de abril las lluvias fueron copiosas. El verano fue uno de los más frescos y suaves de los últimos años, con un importante contraste noche día. La vendimia se realizó en la última semana de septiembre.

El resultado es un vino fresco, sin excesivo cuerpo, con una relación taninos acidez adecuada y con la fruta roja como gran protagonista. Es un vino de trago fácil, sencillo pero agradable. Un vino para beber ahora. Uno de sus puntos fuertes es su relación calidad precio, pues en una tienda cuesta menos de 3 euros.

El segundo vino nos viene otra vez del sur del Ródano, uno de los lugares del mundo donde se puede encontrar mejor calidad a muy buenos precios. Es el Sélection Laurence Féraud 2005.

Es un Côtes du Rhône Villages Séguret. Las 268 hectáreas de viñedo se extiende por el pueblo de Séguret, situado a los pies de los Dentelles de Montmirail.

El primer aval de este vino viene de mano de su elaboradora, Laurence Féraud, propietaria del Domaine de Pégau en Châteauneuf-du-Pape, uno de las mejores bodegas de la zona.

Este vino tiene un 90% de Garnacha y un 10% de Syrah. Las uvas se han despalillado totalmente y la vinificación se ha hecho en cubas de cemento.

Es uno de esos vinos que a mi me gustan, elegante, auténtico, con un buen equilibrio. No tiene un cuerpo excesivo, es fresco, con buena acidez, sin nada que oculte la buena expresión de la Garnacha. Su precio en una tienda no llega a los 10 euros.

De La Manchuela y la Ribeira Sacra

Varias veces se me ha acusado de recomendar siempre un tipo determinado de vinos olvidándome de los vinos más potentes. Es una acusación cierta, pues responde a mis gustos. Pero reconozco que hay gente a la que le gustan los vinos más potentes y entre ellos hay cosas de muy buena calidad.

El primer vino que hoy recomiendo va en esa línea. Se trata de Salia 2006. Un vino elaborado por Víctor de la Serna. Personaje controvertido nadie puede negarle a Víctor de la Serna su pasión por la gastronomía y el vino, que le viene desde la cuna. Periodista de El Mundo y tertuliano de la Cope, crítico gastronómico, especialista en baloncesto, director de elmundovino.com, en 1988 decide pasar al otro lado y para hacerlo se centra en La Manchuela conquense.

Parte inicialmente de 10,5 hectáreas de Syrah, a una altitud de 770 metros. Para escoger las plantas se busca un vivero francés asociado al magnífico Château de Beaucastel, de donde proceden las plantas.

Pero elabora además varios majuelos de viejas cepas de la zona, en especial una viña de 2,4 hectáreas de Garnacha y Bobal de más de 60 años, plantada a 1.050 metros de altitud.

Elabora esencialmente dos vinos, Finca Sandoval y Salia. Las fermentaciones las hace en depósitos abiertos de 5.000 litros, realiza largas maceraciones en frío y la maloláctica en barrica.

Salia 2006 está elaborado con Syrah, Garnacha y Bobal. Es un vino poderoso, tánico, todavía muy joven, pero con marcada presencia de fruta roja madura. Le viene fenomenal jarrearlo antes de beberlo. Su precio en tienda está sobre los 14 euros.

El segundo vino viene, otra vez, de Galicia y es que la cabra siempre acaba tirando al monte. Es Lalama 2005 de Dominio do Bibei, un magnífico exponente del gran potencial de la Ribeira Sacra.

Javier Domínguez saca al mercado su primer vino en 2002 y con auténtica pasión ha conseguido situar sus marcas en los mejores restaurantes. Sus viñedos están entre los 300 y los 700 metros, en suelos ácidos y con poca materia orgánica, con un subsuelo de granito y pizarra.

Las cepas tienen entre 15 y 100 años y los rendimientos son muy bajos, entre 700 y 1.500 gramos por cepa.

Lalama 2005 está elaborado con Mecía, Brancellao y Garnacha Tintorera. Cada variedad y cada parcela se elaboran por separado. Las uvas se despalillan intentando no aplastarlas. Se hace una prefermentación en frío y la fermentación es en parte en barricas abiertas de 500 litros y el resto en fudres de 4.500 litros y depósitos de hormigón.

Todavía es un vino joven, con taninos marcados y presencia de la madera, pero tiene una fruta tan espectacular que puede con todo. Magnífica acidez que le aporta frescura. Gana mucho con un jarreado previo. Su precio en tienda está sobre los 16 euros.

Hace pocos días David Robledo, sumiller del restaurante Sant Celoni, me recomendó un Lalama 2002 que estaba soberbio y es que estos vinos necesitan tiempo y pocas veces se lo damos.

Un Mencía de Valdeorras y un Châteauneuf-du-Pape

El primer tinto de esta semana nos viene de Galicia, que, como ya he dicho muchas veces, es una de nuestras grandes esperanzas para elaborar tintos de altísimo nivel. Se trata de Gaba do Xil Mencía 2007.

De esta bodega ya hablé en su momento cuando salió la nueva añada del blanco y lo vuelvo a hacer ahora con la salida al mercado del tinto 2007.

Telmo Rodríguez, mi socio en Alma Vinos Únicos, ha conseguido dar un salto de calidad importante, muy importante, con la cosecha 2007 en sus vinos gallegos.

El propio Telmo explica en su página web su relación con la zona.

Este es nuestro proyecto mas reciente a pesar de que fuera la primera zona que visitamos a principio de los años 90 cuando todavía nuestro proyecto carecía de forma.

La visita de varios pueblos entre ellos las Ermitas nos causó una gran impresión, conocimos a un viticultor que seguía podando sus viñas con una herramienta del la edad media. No tenemos duda que todas estas impresiones nos empujaron hacia nuestro trabajo actual.

A penas a unos pocos kilómetros hoy se encuentra nuestro viñedo de la Falcoeira en el pueblo de Santa Cruz. Un viñedo ancestral, memoria de una Galicia rotunda

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Un vino lleno de fruta, con taninos marcados pero muy bien fundidos, con una notable acidez, que le aporta frescura y futuro. Y encima a un precio muy competitivo, un poco más de 8 euros en una tienda.

Para el segundo vino nos vamos al Ródano sur y en concreto a su zona más representativa, a Châteauneuf-du-Pape. Es el Château Gigognan Clos du Roi 2005.

Una bodega histórica que durante muchos años estuvo prácticamente abandonada, hasta que, en 1996, la compra Jacques Callet y pone al frente a Jean Roure. La propiedad tiene 72 hectáreas de viñedo, 22 son de Côtes du Rhöne, 20 de Côtes du Rhône Villages y 32 son de Châteauneuf-du-Pape.

Su gran salto de calidad lo da a partir del 2003 cuando se hace cargo del viñedo y de la vinificación Eloi Dürrbach, propietario del Domaine de Trevallon, y amigo desde hace años de Jacques Callet y Jean Roure.

Eloi es uno de mis vignerons favoritos y de él hablaré más extensamente otro día cuando recomiende su vino.

Elaboran 3 vinos. El más sencillo es Le Vigne de Regent y algunos años excepcionales sacan Cuvée Cardinalice, elaborado sólo con las cepas más viejas de Garnacha. Clos du Roi es el vino prototipo de la casa.

Clos du Roi 2005 tiene un 71% de Grenache y un 29% de Syrah. Todas las variedades y todas las diferentes parcelas se vinifican por separado La Grenache envejeció en fudres y la Syrah lo hizo en barricas.

A pesar de elaborarlo Eloi Dürrbach no conocía el vino hasta que me lo recomendó Carlos Horta, propietario del restaurante Vila Mas en Sant Feliú de Guixols y una de las personas con más conocimientos sobre vinos que conozco. Gracias a él lo incluimos en nuestro catálogo y la verdad es que estoy encantado.

No es para nada un Châteauneuf moderno y concentrado, uno de esos vinos de altas puntuaciones que a mi no me apasionan. Es elegante, con mucha fruta, profundo, mineral y con larga vida por delante. En tienda su precio está sobre los 37 euros.

De Méntrida: un syrah y una garnacha

Normalmente no suelo recomendar dos vinos de la misma bodega, aunque ya lo hice una vez con Viña Tondonia.

Pues hoy otra vez los vinos recomendados son de la misma bodega, de Jiménez Landi, de la que ya hablé este lunes. Vinos todavía no muy conocidos pero de profundo interés.

El primero de los vinos es Jiménez Landi Sotorrondero 2007. Es el único vino de la bodega que tiene una variedad foránea, en este caso Syrah, de cepas de 10 años, que con un 90% es el eje del vino. El resto es Garnacha, de cepas de entre 40 y 70 años.

Las uvas proceden de cepas de unos 9 años, situadas a una altitud de 600 metros. Tras una maceración prefermentativa en frío, la maceración duró 15 días, la maloláctica se hizo en barricas y la crianza que se hace en barricas de 300 y 500 litros, duró 8 meses.

Un vino goloso, concentrado pero para nada cansino, fácil de beber pero no aburrido, neto en boca, con mucha fruta y sin que la madera aburra. Su precio en tienda está sobre los 12 euros.

El segundo vino es Jiménez Landi Cantos del Diablo 2007. Elaborado sólo con Garnacha, procedente de una parcela de El Real de San Vicente, de suelo arenoso de origen granítico, situada a 710 metros de altitud y con cepas de 60 años.

Maceración prefermentativa en frío durante 7 días. Las uvas entran enteras, con el raspón, sin despalillar, la maceración duró 10 días, la maloláctica se hace también en barricas y la crianza, que duró 14 meses, se hizo en una barrica de roble francés.

La producción se limita a 200 botellas y su precio en tienda ronda los 44 euros. Con una producción tan pequeña no hay que insistir en lo difícil que es encontrarlo, pero el esfuerzo se verá recompensado con una de las mejores garnachas de nuestro país.

Elegante, fino, muy mineral, es una perfecta expresión de un terroir especial y una demostración de por donde deben ir los vinos de la zona si quieren como este aspirar a la grandeza.

Jiménez Landi, la esperanza de Méntrida

Ya hablé hace tiempo de Daniel Gómez Jiménez Landi a raíz de una magnífica conferencia que dio en Vejer de la Frontera. Hoy voy a hablar de su bodega.

Jiménez Landi es una pequeña bodega de corta vida, arranca en el 2004, situada en el pueblo de Méntrida, zona de gran historia pero poco presente.

Méntrida está en la provincia de Toledo, en el límite con las provincias de Madrid y Ávila, en un interesante triángulo vitícola. El clima viene marcado por inviernos largos y fríos, veranos calurosos y poca lluvia, en torno a los 350 mm/año.

La gran apuesta de la zona optó por renunciar a las variedades y estilo propio para apostar por uvas foráneas y estilo más internacional. Jiménez Landi no. Aunque sus primeros vinos iban en la línea más internacional en estos últimos años, sobre todo en la añada 2007, la apuesta está clara en favor de la Garnacha.

Tienen 27 hectáreas de viñedo, en numerosas parcelas, en propiedad, cultivadas de forma ecológica y están empezando a usar las prácticas biodinámicas. En la sierra de San Vicente, a una altitud que oscila entre los 750 y los 800 metros, tienen 7 pequeñas parcelas que suman un total de 8 hectáreas. Los suelos son silíceos de origen granítico y fueron plantadas en 1960 con Garnacha. Los grandes saltos térmicos entre el día y la noche permiten conseguir uvas que conservan el frescor y la elegancia.

El resto de viñedos están en el pueblo de Méntrida. La finca Pedromoro, de 9 hectáreas, se plantó en 1999 y La Dehesa es de reciente plantación.

La pasión de Daniel, que junto con su primo José Benavides, dirige la bodega, su profundo trabajo en el campo, su respeto a su terroir y su búsqueda de vinos auténticos, sin maquillajes convierten a Jiménez Landi en la auténtica esperanza para el resurgir de esta zona tan dormida pero de gran futuro.

De sus vinos hablaré otro día, merece la pena.

Un Xarel.lo del Penedès y un Vacqueyras del Ródano

Nuestro primer vino de esta semana está elaborado con una de las variedades blancas más interesantes de nuestro país, la Xarel.lo. Es el Nun Vinya dels Taus 2006.

La Xarel.lo es una variedad autóctona de Cataluña, una de sus variedades históricas pero que ha pasado unos años casi abandonada.

Fue Carlos Esteva quien demostró su enorme potencial y ahora le sigue Enric Soler, que con la ayuda de Esther Nin ha conseguido un blanco original, a la vez poderoso y fresco, opulento y mineral.

Enric es, a pesar de su juventud, un veterano en el mundo del vino. Sumiller, catador, profesor, decide dar el paso adelante y convertir sen productor. A la muerte de su padre hereda un viñedo de 0,89 hectáreas de cepas de Xarel.lo de más de 60 años. Junto a la viña hay una pequeña masía que sirve de bodega.

Esther Nin, es hija de un viticultor del Penedès y creció entre viñas. Estudió biología en Barcelona y enología en Tarragona. Tras trabajar en Clos Martinet, empieza su camino independiente y es la bodega de Clos Erasmus en el Priorato. Ella se encarga de la elaboración.

El cultivo es biodinámico, la fermentación se hace en barricas de roble nuevas, de diversas procedencias, y la crianza en esas barricas se ha prolongado durante 10 meses. Se han elaborado unas 7.000 botellas, por lo que es difícil de conseguir. Su precio en tienda está sobre los 38 euros.

El segundo vino nos viene del Ródano. El otro día hablábamos de Château Rayas, hoy quiero recomendar un vino que elabora su propietario pero de precio más ajustado. Es el Château des Tours Vacqueyras 2000.

La finca está situada entre Sarrians y Jonquières, en una pedregosa ladera en lo alto de la colina, en las faldas de la sierra de Dentelles de Montmirail.

Louis Reynaud, propietario de Château Rayas, compra la finca en 1935 y se la lega a su hijo Bernard. Recibe el nombre por su pequeño, pero muy bonito, castillo de dos torres del siglo XVI.

Durante años se cultivan diversos productos agrícolas y el vino se vende a la cooperativa local. En la actualidad hay también cereales y olivos.

En 1980 Emmanuel Reynaud comienza a trabajar con su padre y en 1989 construye la bodega para elaborar personalmente el vino. Emmanuel trabaja con su tío Jacques en Château Rayas y aprende los métodos de trabajo que han llevado a la cumbre a Rayas. Reduce sustancialmente los rendimientos de Château des Tours, hasta los 20 hectolitros por hectárea.

La vendimia es tardía, casi con ligera sobremaduración. Todas las parcelas se elaboran por separado, para respetar al máximo las características de sus suelos. Sin despalillar las uvas entran en los depósitos de cemento donde fermentan y hacen la primera parte de la crianza, que finalizan en viejos fudres de roble, en los que el vino permanece entre 8 y 14 meses.

Son en total 40 hectáreas de viñedo, de las que 15 son de Vacqueyras, aunque únicamente se utilizan 6. De Côtes du Rhône hay 5 hectáreas, siendo el resto Vin de Pays de Vaucluse, comercializado como Domaines des Tours.

Château des Tours Vacqueyras 2000 tiene un 80% de Grenache (Garnacha) y un 20% de Syrah. Las cepas tienen entre 30 y 70 años y los suelos son arcillosos y calcáreos.

Un vino que marca el estilo de la casa, fino, no muy concentrado, expresivo, con buena capacidad de envejecer. Este 2000 es un vino ya hecho, que se disfruta ahora, pero que va a vivir muchos años más.

Su precio en una tienda ronda los 20 euros, por cierto, muy bien gastados.