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Se busca nombre para una agencia de noticias libres

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Acaba de nacer una agencia de noticias latinoamericana. Todavía no tiene nombre. No va a celebrar una fiesta de presentación pomposa. Tampoco va a invertir en campañas de marketing. Su apuesta es la colaboración, el trabajo en red. ¿Qué mejor marketing que abrir el proceso desde su nacimiento? La frase que se puede leer en su site es muy significativa:

“¿Si tuvieras que escoger un nombre potente y poético, preciso y aplicable para la Agencia, que funcione en español y portugués, cuál sería y por qué? ¡Deja tu propuesta al final de esta página! — ¡Gracias!”.

Cualquier persona puede enviar su propuesta de nombre de agencia en el site, en el hashtag de Twitter #ComunicaCulturas y en otras redes sociales. La agencia de información y comunicación, gestionada por la red de colectivos culturales de Latinoamérica del proyecto Juntos, publicará su contenido en español y portugués. “Nos pensamos desde el formato de la red. Concebimos un nuevo periodismo en red basado en la colaboración, la instantaneidad, la comunicación multimedia, multidireccional e interactiva”, afirman los colectivos que colaboran en el proceso de #ComunicaCultura.

#ComunicaCulturas apostará por trabajar un periodismo desapegado del imaginario de la “mesa de redacción”, un periodismo digital que no implica limitarse a la información que es accesible a través de la red. #ComunicaCultura busca construir puentes para el diálogo entre las más diversas experiencias de acción cultural en el continente.

#ComunicaCulturas tendrá licencia libre y dará voz a procesos de cultura viva, cultura libre, cultura abierta y cultura de red. Es un proyecto en el que participan Cultura Senda (Argentina-Venezuela), mARTdadero (Bolivia), CulturaPeru.org (Perú) o Fora do Eixo (Brasil), entre otros.

Deja tu sugerencia en el site: AgenciaCulturas Hashtag Twitter: #ComunicaCulturas

Copyfarleft, más allá del copyleft

copyfarleft

¿Son las licencias libres una alternativa viable al tan criticado copyright? ¿El denominado copyleft – permitir la copia y las obras derivadas de un trabajo- es beneficioso por los autores? Tras la publicación de mi texto Diez años de Creative Commons, en el que defendía la utilidad de dichas licencias, surgieron algunas voces críticas. Desde el Twitter oficial de la plataforma Cultura Libre atacaron de lleno a las licencias Creative Commons basándose en un caso concreto: una fotografía del quincenal Diagonal que el El País utilizó (aquí detalles). David García Aristegui, miembro de la plataforma Cultura Libre argumentaba en un texto en La Marea que la licencia usada por Diagonal (CC by-SA: Creative Commons atribución-compartir igual) «está suponiendo en la práctica el facilitar la apropiación del trabajo ajeno sin remunerar, y sin distinguir entre El País, un partido neonazi o un blogger fan de tu trabajo».

Copyleft, ¿liberación o explotación? Vayamos por partes. La licencia usada por Diagonal, la más abierta de Creative Commons, permite «copiar, distribuir y comunicar nuestros contenidos públicamente; citarlos parcialmente y remezclarlo; Hacer un uso comercial». El País, ciertamente, es libre de pagar a un fotógrafo que ya ha sido remunerado por Diagonal. Pero tiene la obligación de publicar la foto con la misma licencia. Forzar que un diario masivo con copyright use un licencia abierta me sigue pareciendo una buena idea. En casos concretos, además, un colectivo o un free lance pueden llegar a imponer agenda. Así ocurrió en Brasil, cuando el colectivo Fora do Eixo, distribuyendo fotografías con Creative Commons de un evento invisible para la prensa, el festival Baixo Centro de São Paulo, consiguió portadas en todos los grandes medios del país en una edición de domingo.

Sin embargo, si los medios masivos usasen los trabajos licenciados con copyleft para ahorrar presupuesto y así no enviar a sus fotógrafos / periodistas / free lances habituales, estaríamos ante un caso de saqueo del ‘procomún’ en beneficio propio. Si el mundo estuviera compuesto por lo que Zygmunt Bauman denomina ‘comunidades éticas’, regidas por compromisos a largo plazo, no existiría este problema. Si la peer-to-peer production de pequeños productores en red que preconiza Michel Bauwens ya gobernase el planeta, tampoco veríamos estos casos. Mientras llega el momento, una posible solución a esta situación sería usar el CopyFarLeft. Dicha licencia fue propuesta hace unos años por el programador de software libre Dmytri Kleiner en su libro The Telekommunist Manifesto. Dmytri, preocupado sobre cómo el mercado obtiene beneficios del procomún, del movimiento open source y al copyleft, dio forma a una licencia abierta con algunas restricciones de mercado. The Telekommunist Manifesto, donde Dmytri adapta el Manifiesto Comunista de Karl Marx a la era de las redes, incluye algunas de las siguientes ideas:

«Para que el copyleft tenga algún potencial revolucionario debe ser Copyfarleft. Debe insistir en que los trabajadores sean dueños de los medios de producción.

Una licencia copyfarleft debe hacer posible que los productores compartan libremente y que conserven el valor del producto de su trabajo. En otras palabras, los trabajadores deben poder hacer dinero al aplicar su propio trabajo a la propiedad mutual, pero debe ser imposible que los dueños de propiedad privada hagan dinero al utilizar trabajo asalariado.

Así, bajo una licencia copyfarleft, una imprenta cooperativa propiedad de los trabajadores debe poder reproducir, distribuir y modificar el stock común como quiera, pero una compañía editorial privada no podría tener libre acceso».

Las licencias basadas en el Copyfarleft, como la Peer Production License, harían imposible que un diario de El País obtuviese lucro de una fotografía de Diagonal por una sencilla razón: los trabajadores no poseen los medios de producción. El País no está orientado al procomún y está basado en la propiedad privada. Sin embargo, el copyfarleft sí permitiría que la fotografía de Diagonal fuese republicada por La Marea (Madrid) o La Diaria (Montevideo). Creo que el copyleft, en muchas ocasiones, puede ser más útil, incidente y relevante que el copyfarleft. Puede hackear medios masivos e imponer agenda. Sin embargo, el copyfarleft puede ser muy eficiente para parar la explotación del procomún por parte de multinacionales y empresas netamente capitalistas. También es una opción interesante para el hardware abierto: tal vez algunas pequeñas firmas tecnológicas se animen a abrir su código sabiendo que las grandes multinacionales no se aprovecharán de su conocimiento.

Innovación #copyleft y colectiva en los medios de España

Innovar en tiempos de crisis. Cambiar de piel. Reciclaje a ritmo forzado. Los medios de comunicación clásicos están en la mayor crisis de su historia. Sin embargo, siguen apostando, con muy pocas excepciones, por la misma fórmula. Intentan aplicar la lógica del papel al mundo digital, sin adaptar o buscar otro camino. Peor que eso: su única solución a la crisis es el despido masivo de trabajadores. El caso de El País, con sus 128 despidos, es el mayor ejemplo de lo que no se tiene que hacer para salvar a un medio que agoniza. La tecnología que salvará el periodismo se llama contenido, escribí hace unos meses en este blog. Cuando publiqué el Manifiesto PosPeriodístico, también en este blog, quería remover un poco los cimientos de la vieja guardia que asiste impávida al desmoronamiento de la prensa, especialmente del papel.

En el caso de los medios españoles la crisis es especialmente dolorosa. Doble crisis: de papel y económica. Sin embargo, en medio de la tormenta está sucediendo una espectacular revolución en el panorama informativo que no estoy viendo en otros lugares del planeta. El hundimiento de Público – que se quedó en un escuálido site con poca plantilla – dio pie a un buen puñado de proyectos. El #copyleft – licencia que permite la copia del contenido – se abre paso en bastantes cabeceras, algo casi inexistente en el resto del mundo. 20 Minutos, que usa Creative Commons y liberó la copia de su contenido hace ya una década, abrió el camino. Ahora, el periodismo español empieza a abandonar el copyright y abrirse a otras fórmulas.

Por otro lado, la situación española is different. En pocos lugares del planeta se cumple con mayor claridad aquello de la ‘autocomunicación de masas’ de la que habla el pensador Manuel Castells o el Nosotros, los medios, de Dan Gillmor. La sociedad está informando (y muy bien) desde las redes, blogs, plataformas, cooperativas, colectivos. La información unidirecional de los medios clásicos ha dado paso a una conversación: a la era de la comunicación. Por eso, he incluído en este inventario nuevas cabeceras pero también proyectos ciudadanos. El futuro del periodismo, de la comunicación, ya está aquí.

Eldiario.es. Sin lugar a dudas, el proyecto que más está innovando. Lanzado por Ignacio Escolar, primer director de Público, El Diario ya es una cabecera respetada. ¿Innovaciones? Muchas. La primera: utiliza la licencia Creative Commons más abierta de todas.Cualquier persona puede incluso vender su contenido y ganar dinero con ello. Han entendido que la monetización, en la era red, viene de otros rincones. Publicidad clásica, sí, pero también suscripciones, reputación, encuentros alrededor de la marca, acuerdos con ONGs… La redacción de El Diario es pequeña. Tampoco quieren redacciones en todas las regiones. Prefieren alianzas temáticas con otras entidades (en Ciencia y Tecnología con Esmateria, en cultura con el Hotel Kafka que realiza el Diario Kafka…) o regionales (en Galicia con praza.com, en Catalunya con diferentes colectivos, en Valencia con SOM…). Además, han entendido el concepto de commons marketing de Olmo Gálvez. Dividen riesgos y beneficios con sus diferentes aliados regionales y temáticos. Los subscriptores pueden dialogar con la redacción presencialmente y tienen ciertos privilegios (leer antes algunas noticias, por ejemplo). La zona de blogs es un bello paisaje donde encontrar algunas de las firmas más interesantes de España, además de fantásticos blogs colectivos, como Zona Crítica (donde yo escribo de vez en cuando), Interferencias, Colaboratorio, El cuaderno del MediaLab o Desalambre. También imprimirán una revista con contenido en profundidad y análisis.

EsMateria. Lanzado por Patricia Fernández de Lis, ex redactora jefe de Ciencias en Público, Esmateria es un medio especializado en ciencia y tecnología, con un saludable guiño a la cultura libre. Usa Creative Commons y su modelo también es innovador. Vale la pena leer su Quiénes somos.

MasPúblico / LaMarea.com. Una buena parte de los trabajadores que salieron del diario Público fundaron una cooperativa. MásPúblico ha informado desde un blog colectivo con rigor desde el primer día. El 21 de diciembre lanzan LaMarea.com, con espíritu cooperativo. Muy bonita la justificación que ellos mismos hacen del nombre del proyecto: «La palabra “marea” se usa a menudo como sinónimo de “marcha”, pero tiene otra esencia.Una marcha puede sonar algo marcial. Una marea es muy distinta, sugiere un movimiento progresivo y expansivo. Las mareas no tienen nada que ver con los tsunamis destructivos. Avisan de su llegada, pero nada las detiene. Crecen lenta, e incluso serenamente, pero con una fuerza imparable». Usará licencia Creative Commons.

Presentacion NUMEROS ROJOS from maite garrido on Vimeo.

Revista NúmerosRojos. Una revista financiada con crowd funding que ya ha lanzado 4 números. Excelente en contenido y diseño. Se definen como una revista de izquierdas. El proyecto que aporta reposo, análisis y contenido de calidad en un mundo gobernado por el exceso de información de última hora. Tuve el placer de colaborar en el primer número de la revista con el texto Un doble click para una nueva izquierda. La licencia es Creative Commons.

InfoLibre. El periodista Jesús Maraña, último director de Público antes de dejar de ser un medio impreso, acaba de anunciar el lanzamiento de InfoLibre para los primeros meses de 2013. Será un diario digital, InfoLibre, y una revista impresa mensual, TintaLibre. Su financiación será totalmente transparente y buscará una fórmula intermedia entre subscripciones y publicidad. Y prometen ser totalmente independientes. Vale la pena leer su presentación. Usará licencia Creative Commons.

Revista Mongolia. El nacimiento de esta revista satírica, que mezcla humor con periodismo de investigación, demuestra que el papel no está muerto. Todo lo contrario. Mezclando subscripciones con venta en quioscos han alcanzado la espectacular cifra de 40.000 ejemplares vendidos de cada número. Hasta The New York Times ha hablado de Mongolia.

Fix media. Con el lema ‘Arregla las noticias’, este site lanzado por Pau Llop, es una de las grandes novedades en el ámbito comunicacional de los últimos tiempos. Cualquier usuario puede mejorar noticias publicadas en medios. FixMedia abre la puerta a la inteligencia colectiva y al periodismo colaborativo. Disponen, incluso, de un plug in para colocar en cualquier web el icono de Fix Media. Fraguo su nacimiento gracias a la plataforma Goteo.orgcrowd funding for the commons.

Fotomovimiento. El Fotomovimiento fue puesto en marcha por un grupo de personas interesadas en la fotografía que se juntaron en la Plaza de Catalunya durante la acampada del 15M, en mayo de 2011. Su cobertura colaborativa y colectiva de la realidad es, simplemente, brillante. Y necesaria. Las fotografías que los medios nos se atreven a publicar las encontrarás en Fotomovimiento.org. Cuelgan su trabajo en galerías de Flickr con licencia Creative Commons. La imagen pertenece a la cobertura de la huelga general, donde la represión policial en Barcelona fue muy dura y apenas apareció en algunos medios.

Solidaritat i Comunicació. La cooperativa catalana de periodistas audiovisuales Solidaritat i comunicació, que nació para  “fomentar la cooperación y la solidaridad”está haciendo una gran cobertura de la crisis. Son los autores del vídeo que probó que los Mossos d’Esquadra son los responsables de que Ester Quintana perdiese un ojo a causa del impacto de una bola de goma y dejó en ridículo al conseller Felipe Puig. Vale la pena ver su canal propio de You Tube.

Yorokobu. Con el lema Take a walk on the slow side, Yorokobu nació como un blog de la mano de Brand&Roses. Creatividad, cultura, diseño, publicidad, mundo de código abierto. Contenido cocinado con cariño, frescura, apertura. Y rápidamente dio el salto al papel, un camino casi inédito en el mundo de la prensa. Sus contenidos, que tienen licencia Creative Commons, son una buena puerta de entrada al nuevo mundo de las redes, la innovación abierta y la cultura libre. También tengo el placer de colaborar con ellos.

People Witness. Este colectivo, del que ya he hablado en Código Abierto, se ha convertido en la mayor red de streamers del Estado español. Armados de teléfonos móviles con acceso a Internet, están poniendo en entredicho las versiones oficiales de políticos y policías. Sus coberturas audiovisuales en directo de manifiestaciones están siendo magistrales.

Agora Sol Radio. La radio que nació durante la Acampada Sol continúa viva. Y más que nunca. Emite online para todo el mundo. Su parrilla de programas no para de crecer.

TomaLatele.tv. Otra iniciativa del movimiento 15M digna de elogio. Coberturas de actualidad, programas, cortos. Más que recomendable. Un medio colectivo necesario.

Periódico15M. «Descarga este periódico, llévalo a la Asamblea de tu barrio, repártelo en tu trabajo o lugar de estudios, buzonea a tus vecinos… ¡¡IMPRIME-DISTRIBUYE-PARTICIPA!!». Con esta frase está resumido el espíritu de un periódico con que nació con vocación de papel, para explicar a la población más analógica lo que circula en las redes y no en los medios masivos.

 

Revista Orsai. + 10000 para el gigantesco Hernán Casciari, uno de los grandes defensores de Creative Commons. El escritor argentino, lanzando la revista Orsai, ha abierto un camino editorial simplemente genial. Periodismo de calidad, profundidad, textos narrativos. Y lo mejor de todo: un producto totalmente independiente que sobrevive gracias a los lectores. Su secreto: facilitar que cada lector sea distribuidor y pueda implicarse en el proyecto. Cualquier lector puede vender la revista y lucrarse (un poco) con ello.  El vídeo ‘Cómo acabar con el intermediario’ que antecede estas líneas se puede considerar un clásico del mundo en red. Un blog se convirtió en una revista. Una revista dará paso a una editorial en red. Un blog que ya se transformó en una pizzería – sí, abrieron una pizzería en Buenos Aires gracias a la colaboración de los lectores del blog- conectando personas alrededor de un sueño.

Líbero. Otro proyecto que nació de profesionales que salieron de la cabecera Público. Una peculiar publicación alrededor del fútbol, pero con un claro matiz literario. En sus páginas se puede encontrar cultura, relatos literarios, moda, estilo de vida. Un soplo de aire fresco en el abanico de revistas comerciales hechas por y para el mercado. También usa licencia Creative Commons.

Lainformacion.com. Esta cabecera nació en los primeros empujones de las crisis. Y a pesar de las críticas de que usa más robots que personas, me parece muy interesante. Ha conseguido métricas excelentes y muy buen desempeño en redes sociales. La mirada de La Informacion es propia, diferente y bastante rigurosa. Además, su sección de InfoGráficos es magnífica.

 

Reset from Reset on Vimeo.

The Reset Project. Un medio digital que tiene las cosas muy claras: «Existe una brecha entre la ciudadanía y el periodismo. Pero también un abismo, triste, entre el periodismo y los propios periodistas. Empecemos por ahí». Pretenden, de alguna manera, resetear el periodismo clásico y menear el inmobilismo provocado por la crisis. Su licencia también es copyleft. Y su energía camina, creo, en la dirección correcta. Otra bella frase de su site: «Estamos neutralizados ante una crisis de los medios, que no sólo es económica ni de modelo de negocio, SINO DE SENTIDO, VALENTÍA Y CREATIVIDAD».

Diagonal. Aunque Diagonal nació unos años antes de la crisis (en 2005), su modelo merece atención. Surgió de los colectivos sociales de Madrid. Apostó desde el inicio por licencias libres (Creative Commons). Sobrevive gracias a sus subscriptores. Trabajan en red. Y su modelo de profundidad, análisis, información rigurosa, se está abriendo un hueco en el panorama informativo. Haber tejido una comunidad es uno de sus secretos. Los productos Diagonal – camisetas, sudaderas, libros… – son una fuente complementaria al contenido. Desde el madrileño barrio de Lavapiés ya han lanzado ediciones locales en Andalucía, Aragón, Asturias y Galicia.

La Parada. La mutación de Vudeo.org. Se definen como una «comunidad que selecciona, analiza y reflexiona la actualidad con múltiples herramientas, para producir conjuntamente con un equipo de periodistas y productores un espacio televisivo de emisión online«. Con el grito de ‘enciende tu webcam’, La Parada está realizando periodismo de calidad, compartiendo proceso con la comunidad. Periodismo participativo en estado puro.

Via52. Un semanario digital que nació con un proceso de crowd funding en la plataforma Goteo.org. Está conformado por un grupo de profesionales del periodismo, el fotoperiodismo, la ilustración y la tecnología. Licencia copyleft. Licencia para copiar.

Alternativas económicas. Aunque usan copyright tienen espíritu cooperativo. Son una cooperativa, vaya. Se inspiran, según su site,  «en el modelo periodístico y societario que desde hace 32 años ha desarrollado la publicación francesa Alternatives Economiques« copyright.

Un año de código abierto

Copyleft y procomún, redes y territorio, espacio público y tecnología móvil, Creative Commons y movimientos sociales, datos abiertos y hacktivismo, cultura libre y urbanismo, inteligencia colectiva y 15M. Hace un año que nació este blog. La entrada Código Abierto para una nueva era, del 2 de diciembre de 2011, inauguraba Código Abierto y congelaba bastante mi blog personal Desde Alfa Centauro. Y desde entonces he visto un interés creciente por todos estos asuntos que los medios masivos suelen ignorar. España – su sociedad, no sus políticos – es un país líder en la cultura digital, cultura libre, copyleft y mundo hacker. Ha estado en lo más alto de todos los rankings de obras licenciadas con Creative Commons, por delante de  Estados Unidos. Sigue en la segunda posición según el índice de CC Monitor. Pero su gobierno no sólo lo ignora, sino que persigue y desprecia estas prácticas. Y muchas de sus instituciones (cada vez menos) y sus grandes empresas dejan de lado la espectacular innovación social que está surgiendo en España desde los paradigmas abiertos.

Por eso me sigue pareciendo importantísimo dar visibilidad al mundo abierto, al copyleft, al mundo del código abierto que está fraguando un nuevo mundo, una nueva era. Las etiquetas del blog Código Abierto más frecuentes – viendo la nube de etiquetas de este blog – han sido 15M,  Ciudad, Copyleft, cultura libreInternetP2P y redes. ¿Y sobre los post más visitados? Han sido 169 entradas. Una media de una entrada cada 2,15 días. Todavía estoy investigando sobre qué es lo que más interesa a los lectores del blog. A bote pronto, desconfío de lo cuantitativo.Un post muy visitado, para mí, no es sinónimo ni de calidad ni de ser referencia. A veces, ocurre, eso sí. Además, cada vez es más difícil basarse en estadísticas. Hay post con muchísimos ReTuits y pocos comentarios. Algunos con muchos comentarios y poquísimos Retweets o ‘Me gusta de Facebook’. Si no hay ni comentarios ni ReTuits, sin duda, muy mala señal. Aunque a veces ocurre y el número de visitas del post es elevado.

El copyleft – la licencia de 20 Minutos – abre sorprendentes nuevos caminos: sites y medios que citan o republican el contenido original. Todo ello se traduce en un nuevo ecosistema de influencia, reputación y meritocracia de muy difícil medición. Por ejemplo, el diario Boliviano La Razón publico mi texto Cómo acabar de una vez con la cultura (remix) citando tanto a 20 Minutos como al blog, tal como exige la licencia Creative Commons. Fue la primera publicación con Creative Commons de un medio tradicional en Bolivia y muy probablemente de América Latina (que alguien me corrija). Un año después de empezar este blog puedo decir que mi reputación ha subido – no sólo por este blog, lógico – y que la mayoría de personas, colectivos u eventos relevantes de la cultura libre y código abierto de España y América Latina conoce este blog. La reputación de 20 Minutos, por consecuencia, también se ve reforzada.

He hecho una selección de las entradas que me parecen que representan mejor la esencia de Código Abierto. Evidentemente, hay una parte emocional, claramente subjetiva. Tal vez no estés de acuerdo. Me encantará saber tu opinión. Prestaré mucha atención a los comentarios y al diálogo que surja en Twitter en el hashgtag #CódigoAbiertoBlog. He decidido, también, abrir un TitanPad con todos los post que surjan a partir de ahora, para que los lectores puedan reescribirlos si lo consideran oportunos. En breve, más información al respecto.

1. Comienza la guerra creativa. Un texto en el que incitava a la comunidad a escribir textos legitimando las nuevas prácticas de la cultura libre y en red. Ante la neolengua del poder, guerra narrativa distribuida. Una sorpresa: esta entrada fue publicada en formato minilibro en la biblioteca colaborativa Bookcamping.cc. Se incluyó, por ejemlo, en la lista de libros llamada #12M15M por si te lo estás pensando…

2. España, líder en creatividad colectiva. Un texto para explicar  la popularidad de las licencias Creative Commons en España. Si unimos la fuerza del concepto y uso del copyleft, de la remezcla, del dominio público (muy usado por jóvenes creadores) y de la creación colectiva, se confirma el vital papel que los ciudadanos residentes en España cumplen en la cultura digital y la cultura libre.

3. Cómo acabar de una vez por todas con la cultura (remix). Escribir este repaso a los nuevos paradigmas de la cultura en la era digital no sólo me produjo bienestar emocional, sino que tuvo bastante repercusión en redes sociales. Muchas personas relevantes – incluso gestores culturales clásicos – me escribieron agradeciendo el esfuerzo por explicar esta nueva realidad.

4. (Re) Habitando en el vacío, enREDando el espacio. Uno de mis textos favoritos de este blog. Inspirado en una presentación de Francesco Cingolami (recomendable su blog Immaginoteca), escribí sobre espacios híbridos, sobre cómo se conectan las dinámicas digitales con los territorios, uno de mis máximos intereses.

5. Planeta corta pega. Una entrada en la que desmitifico la imagen del creador como ser casi divino. La remezcla, la inspiración en obras de otros creadores, fue siempre la tónica desde la época de Homero. Este texto legitima el copyleft y la remezcla como esencia de la nueva era.

6. Tuits claves para entender el #25S. La etiqueta 15M es una de las más frecuentes en este blog. Me he esforzado bastante en traducir algunas de las cuestiones y acciones del 15M a un público más amplio. También en informar sobre algunas cosas que pasan desapercibidas para los grandes medios. Creo que el entorno 15M lee con respeto lo que se publica en Código Abierto y por eso me seguiré esforzando en publicar cosas de interés que surjan en el entorno del movimiento. Esta cobertura de tuits del #25 (RodeaelCongreso) tuvo bastante repercusión. Por un lado, en visitas. Los periodistas somos necesarios, somos un filtro. Dar relevancia a un tuit y no a otro es una labor periodística. Por otro lado, mucha gente me comenta que casi nadie en los medios innova en forma. Insertar tuits y hacer cobertura de flujos es una forma sencilla de hacerlo.

7. Un manifiesto posperiodístico. Sin lugar a dudas, una de las entradas más populares. No sólo por número de visitas, Retuits o ‘Me gusta’ en Facebook. Este ‘manifiesto posperiodístico’, una provocación para la vieja guardia, circuló como la pólvora. Tanto, que fue traducido a varias lenguas, reproducido en decenas de sites, medios. Muy mencionado por periodistas, consultores de medios, universidades de comunicación, asociaciones de prensa. Una prueba que la reputación no se basa apenas en datos cuantitativos.

8. Aplicaciones móviles para perderse (sin consumir). Cansado de las aplicaciones móviles basadas en el mercado, en el consumo, en cercos cerrados que te dejan preso en un marco, decidí compartir algunas aplicaciones que buscan la serendipia y la libre circulación por el mundo. El situacionismo, el espíritu de Guy Debord, la psicogeografía, está contagiando a las aplicaciones móviles. Me parece fundamental reivincidar la libertad, la serendipia y la deriva como mecanismo de descubrimiento del mundo.

9. El macarrismo ilustrado de Mr. Wert. Otro de los post más leídos. Todo lo que tenga que ver con cultura libre y especialmente contra la Ley Sinde Wert tiene una espectacular repercusión en este blog.

10. Ciudadanos P2P contra la crisis. Esta entrada presenta algunas de las experiencias, proyectos y plataformas del entorno 15M para luchar contra la crisis. Mientras los medios y los políticos del mundo apenas hablan de la crisis, los ciudadanos resuelven sus problemas entre ellos, peer-to-peer, cara a cara.

11. América invertida, américa libre. Participé – vía streaming- en el festival #CómeteLaCultura, organizado por la Asamblea Austrias del 15M de Madrid. Presenté algunos proyectos iniciativas de América Latina donde la cultura libre o la colaboración tienen protagonismo. El texto se convirtió en un vínculo entre 15M y colectivos y personas del otro lado del charco.

12. Se buscan ciudadanos inteligentes (en el espacio público). Un texto muy mencionado por colectivos de arquitectura, urbanismo, diseño y tecnología.  El texto es un grito contra el concepto de smart city de datos verticales y cerrados. Creo muchísimo más en los datos distribuidos y abiertos recopilados en red por la ciudadanía gracias a hardware abierto como Arduino, por ejemplo.

13. Cultura de red. En este texto intenté – no sé si con éxito – ampliar los conceptos de cultura digital y cultura libre. Creo que las redes, esta nueva era de conexiones, están facilitando una nueva cultura: la cultura de red. La cultura de red va más allá de las herramientas digitales, de la cultura digital. La cultura de red, una definición totalmente en beta, incluye lo analógico y digital. Fue un post bastante mencionado y replicado.

14. «Los hackers son los nuevos científicos de una nueva ilustración». Esta entrevista que hice a Antonio LaFuente, investigador del Centro de Ciencias Humanas y Sociales(CSIC), tuvo un impacto brutal. Realmente, conozco pocas personas tan brillantes como Antonio LaFuente.

15. Queremos #ChalecoParaTuiteros. La represión policial imperante en España y en Madrid concretamente después de la marcha laica de agosto de 2011 me preocupa muchísimo, como a una gran mayoría de personas que creen en los derechos humanos. Pero la maniobra del Gobierno para distribuir chalecos entre los periodistas, como si España fuese un territorio en guerra, me pareció patética. Aquí un corta&pega, dedicado a Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno en Madrid, responsable por la violación constante de derechos humanos en la región: «Incentivar el uso de chalecos para periodistas es una estrategia tosca. Cifuentes quiere convertir Madrid en Bagdag. Quiere transformar las plazas públicas en un territorio en guerra. Distribuir #chalecosparaperiodistas no es un guiño a la prensa. Es un clave para que la policía reprima su porra fácil frente a los achalecados. Es un guiño para que la policía apenas atice a ciudadanos No Periodistas». Pedía #ChalecoParaTuiteros para cuestionar la maniobra.

Por favor, recomienda otros post de Código Abierto en el hashgtag de Twitter #CódigoAbiertoBlog

#CómeteElPeriodismo: el #15M desnuda a los medios

 

Tras el éxito de la jornada colaborativa #CómeteLaCultura , la Asamblea Popular del Barrio de los Austrias del movimiento 15M de Madrid presenta su última irreverencia: la jornada #Cómete El periodismo, casquería y despiece de medios. El próximo domingo 17 de junio, el Colegio nuestra señora de la Paloma de Madrid (C/ Tabernillas 2, Metro Latina) se convertirá en un ágora abierta en la que se debatirá la situación de los medios de comunicación, sus intereses ocultos o el estado de los medios alternativos.

#Cómeteelperiodismo – aquí corto y pego el documento cocinado en red en un PiratePad – «surgió en una charla informal a los pocos días de haber terminado #Cómetelacultura. Alguien dijo por Twitter «ahora tenemos que hacer algo así pero con el periodismo. Y saltó la chispa. La idea era poder compartir con ciudadanos ciertos aspectos del mundo del periodismo que no son tan obvios para alguien que no trabaja en un medio».

Por eso, la asamblea ha organizado esta jornada, que cuenta con la siguiente programación:

11:30 – 13:00 h

Rafael Reig, escritor y colaborador de El Cultural (suplemento de ABC), dará la charla Ingredientes de los grupos mediáticos, en la que desmenuzará los intereses económicos y políticos de los grupos mediáticos.

13:00 – 14:30. Tendrá lugar la mesa redonda  ¿Cómo se ‘cocinan’ las noticias?, con la participación de  Javier Gallego “Crudo” (Radio 3-RNE), Fernando Olmeda (ex-editor informativos Tele 5), Virginia P. Alonso (subdirectora 20 Minutos) y Juanlu Sánchez (subdirector de eldiario.es y cofundador de Periodismo Humano).

4:30 – 16:00: COMIDA (en el #CómeteLaCultura se cocinó la primera paella Creative Commons, con receta improvisada y transcultural. Por eso, no te pierdas la comida).

16:00 – 17:30 h: En la mesa Nuevas recetas de periodismo participarán iniciativas tan frescas y variadas como AttacTomalaTele (iniciativa audiovisual del 15M), Periodico 15MGlobal Voices y Mongolia.

17:30 – 19:00 Durante el taller Cata de medio se incentivará la formación de grupos de análisis de noticias y la discusión entre los asistentes.

CIERRE:  Monólogo de Fito Vázquez “Periodismo: Almax, corazón y vida”

Acabo este post con otro pedazo del PiratePad cocinado en red en el que se intentaba explicar qué es #CómeteElPeriodismo: «Para entender la falta de independencia de los grandes medios, por ejemplo, es necesario conocer mínimamente el entramado de las empresas y los poderes económicos que los sustentan».

Mi web: bernardogutierrez.es Fundador de la red futuramedia.net En Twitter soy @bernardosampa

Un manifiesto posperiodístico

Para algunos, los periódicos de papel están marcados para morir. El estudio elaborado por Ross Dawson creó una línea del tiempo con la fecha exacta de fallecimiento de los diarios en cada país. En 2017 se extinguirá el último periódico en Estados Unidos. En 2031 no habrá diarios en Japón. En torno a 2040 no quedarán periódicos impresos en África. Para muchos, la comparación es inevitable: si desaparecen los periódicos muere el periodismo. Los agoreros aprovechan cada dato o informe para confirmar la crónica de una muerte anunciada. La prensa escrita es la industria que más decrece en Estados Unidos. Los medios se hunden en España: baja un 20% la facturación por publicidad. Sin papel no hay periodismo, piensan los que fabrican noticias como siempre lo hicieron.

Los augurios mortales contra los medios – o contra el periodismo-  vienen de lejos. El prestigioso pensador Jean Baudrillard, en su clásico Réquiem for the media, de 1972,  arremetía con el sistema de mass media unilateral y vertical. «Debemos entender la comunicación – escribía Baudrillard – como algo más que una simple transmisión-recepción del mensaje». Informar no es comunicar. Pero la mayoría de los medios de comunicación continuaron en la senda de la transmisión-recepción del mensaje en la era de Internet. El medio es el mensaje, como diría Marshall McLuhan. El papel / pantalla es todo. Substituye al mensaje.

En 2005, Bruce Sterling, uno de los escritor más influyentes del cyberpunk, observando la inercia del viejo régimen informativo escribió el Dead Media Manifiesto (manifiesto de los medios muertos), «una guía para los paleontólogos de los medios». Bruce (@bruces en Twitter) vislumbró entonces el suicidio de los medios: «Necesitamos un libro sobre los fallos de los medios, el colapso de los medios, un libro que detalle los horribles errores que debemos conocer para no repetirlos». Su manifiesto, en esencia, no era tan diferente al réquiem mediático de Baudrillard: «El verdadero medio es una transmisión inmediata, dada y recibida, hablada y respondida, móvil en el mismo espacio y tiempo, recíproca y antagonista».

Confieso que este post no existiría sin el texto Por un manifiesto posfotográfico de Joan Fontcuberta, en el que el artista catalán desguaza los cimientos de la vieja fotografía con fascinante naturalidad. Fontcuberta imagina cómo opera la «radical creación posfotográfica» en un mundo en el que «el artista se confunde con el curador, con el coleccionista, el docente, el historiador del arte, el teórico». Ya no se trata de producir obras, afirma, «sino de prescribir sentidos». Prevalece la circulación y gestión de la imagen, apunta, «sobre el contenido de la imagen». Tras varias relecturas del texto de Fontcuberta, tras más de quince años de profesión, cambié la palabra «periodista» en mi perfil en Twitter por «posperiodista». Y eso que tengo muy claro que el periodismo no va a morir. Nos encontramos ante una mutación semántica. La definición clásica de periodismo ya no sirve. Tal vez sobreviva, enriquecida, en una nueva definición de «posperiodismo». Un redefinición que describe otra realidad, otra práctica, otros hábitos. ¿Y cómo opera la radical creación del posperiodismo? Intentaré imaginar una especie de hardware posperiodístico en un decálogo abierto, remezclable y claramente mejorable colectivamente. Los siguientes puntos ya están colgados en un wikidocumento en PiratePad. Cualquiera puede rescribir este manifiesto posperiodístico.

1) La información pasa a ser un proceso compartido. Los productores de información incluyen a los lectores en la elaboración del contenido. Compartir en blogs, plataformas de vídeo o sites los detalles de cómo se ha elaborado un trabajo informativo es tan importante como el resultado final. El contenido llegará a ser un making of en tiempo real.

2) La definición de contenido evoluciona, crece, se amplia.Comentar una noticia, difundirla con un valor añadido (más contenido), remezclarla, es crear contenido. La adhesión (clickar en «Me gusta» en una red social) es otra nueva mutación del contenido. La edición pasa a considerarse una forma de autoría.

3) El posperiodista se confunde con el curator (comisario). Seleccionar el contenido relevante en la infoesfera de la sobreabundancia será una de sus principales tareas. Filtrar contenido será una de las labores del posperiodista.

4) Sobre el marco: tenemos que entender el posperiodismo como una estructura de código abierto en constante desarrollo. Nadie posee el periodismo. Cualquiera puede usarlo. Cualquiera puede mejorarlo. Cualquiera puede hackearlo.

5) La noticia – que no desaparecerá – deja de ser la unidad básica del posperiodismo. El flujo, un constante fluir de hechos, datos y declaraciones, pasa a ser la columna vertebral del posperiodismo. El fragmento pasa a ser la unidad mínima informativa. La información se convierte en un río compartido que incorpora fragmentos distribuidos elaborados por periodistas y lectores. El río convivirá con una estructura informativa descentralizada (archivo en beta) inspirada en la Wikipedia.  Algunos, camino insinuado por la P2P Foundation, preferirán añadir información al wikicuerpo de su marca que al río de flujos.

6) La información deja de ser un producto para ser una comunidad. En ocasiones, las comunidades girarán en torno al contenido generado por los posperiodistas. En otras, ellas mismas elaborarán su propio contenido. Los medios – con contenido propio o ajeno- pasan a ser una valiosa plataforma de interacciones.

7) La inmediatez pasa a ser considerada como un mero plug in o aplicación de algo mayor. Sin un sistema operativo, sin un gestor de contenidos, el plug in o aplicación informática es inservible. La inmediatez no es el epicentro del posperiodismo. La inteligencia colectiva de una ciudadanía armada de smart phones será el mejor aliado (y no enemigo) del posperiodismo para entender la inmediatez. Buena parte de las fuentes clásicas serán devoradas por esa inteligencia colectiva en tiempo real.

8) El posperiodismo prescribe sentidos a hechos ya conocidos. El lector descubrirá cada día menos noticias en las marcas informativas. Entenderá gracias a las marcas informativas, eso sí, los fragmentos ya conocidos. Por eso no basta con informar. No basta con comunicarse con los lectores. Explicar, analizar y contextualizar son características que se diluirán en todos los géneros narrativos.

9) Sobre la definición de relato: las historias se construyen con piezas de naturaleza diferente, con piezas superpuestas, con piezas moldeables. El relato adoptará nuevos e impredecibles formatos híbridos construidos con pedazos aparentemente inmezclables.

10) Sobre el eco del mensaje: prevalece la importancia de la circulación y de lo compartido. El mensaje será algo coral, distribuido, modificable, enriquecido y retroalimentado durante todo el ciclo de la comunicación. El eco – una nueva narración colectiva – se confundirá con el mensaje.

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«La editorial del futuro será una App móvil»

 

Crisis de valores. Crisis de modelo mediático. Crisis de sistema. Bruno Galindo recrea en su novela El Público (Lengua de Trapo) los años previos a la crisis en una España anestesiada por suplementos de moda y la burbuja inmobiliaria. Como punto de partida elige una reunión entre una consultora y un periódico de izquierdas que ha perdido sus lectores de entre 25 y 40 años.  A partir de ahí, el protagonista,  Nuestro Hombre, una especie de anarquista que acabó vendido al sistema, inicia un viaje personal que resume un país, un continente y una clase media superficial. El Público concluye con una «explosión colectiva» en un final abierto. Entrevisto a Bruno Galingo en mi blog personal Desde Alfa Centauro. Para Código Abierto he seleccionado las preguntas que más tienen que ver con tecnología, nuevos paradigmas de la cultura y redes.

Nuestro Hombre, el protagonista de El Público, crítico con el sistema, acabó engullido por el mismo: siendo redactor de moda, tendencias para ricos, rodeado de marcas. ¿Hasta qué punto resume a la clase media española, europea, antes de la crisis?

Sólo en cierto modo. El personaje pasa de una aparente autenticidad a una curiosa capacidad de tragar con todo es una especie de anarquista frustrado que vive esperando una señal para salir a luchar- a. Quizás la clase media a la que mencionas ha, hemos hecho el camino inverso: antes estábamos bien y sólo a partir de la crisis estamos tomando cierta conciencia. Desde mi punto de vista, también hay una parte de nuestra clase media que creyó en la riqueza fácil y tuvo una conducta auto indulgente. Por ejemplo: ¿cuánta gente de clase media se metió a comprar casas para hacer negocio, contribuyendo a la desestabilización del precio del suelo? Habría que hacer un examen de conciencia y admitir que, durante años, parte de la ciudadanía vio normal comprar por tres y vender por diez (que es lo que hacen los bancos). Nuestro Hombre es autoreferencial y se corrompe por cuatro perras sin dudarlo demasiado, pero él ha hecho el camino inverso. Hay otros puntos discrepantes. Por ejemplo, la clase media española es (o era, según cuando se lea esto) fundamentalmente asalariada. Nuestro Hombre es un freelance. Y en España los freelances ni representan a nadie ni son representados por nadie.

¿Por qué el mundo cultural – y el editorial concretamente – siguen basando sus campañas en inversiones publicitarias, marketing clásico, agenda de grandes medios, ruedas de prensa, entrevistas con periodistas etc?

Por costumbre. Por falta de curiosidad. Por inercia. Ojo, también hay editores que han entendido que el negocio es un experimento, y como tal debe estar abierto porque de otro modo su existencia peligra. Dentro de muy poco habrá buenas aplicaciones que editen de modo automático; lo hemos visto en los ámbitos del texto corto o medio, la foto, el vídeo. La editorial del futuro será una app. La agente literaria, un community manager que conozca el medio. Y los autores, quizás el mismo público.

Presentaste El Público mezclando spoken word con rueda de prensa. ¿Son importantes los nuevos formatos de presentación? ¿Y las campañas en redes, diálogo con twitteros o lectores?

Las presentaciones tradicionales de novelas son absurdas: le sirven más a los editores y a los autores -que se sientan a hablar de lo suyo- que al público (que aún no tiene elementos para comprender lo que se dice porque no han leido el libro). A mí me parece interesante leer un fragmento, y que la gente vea si le gusta lo que oye o no le interesa. O crear nuevos formatos de presentación. Por otro lado entendamos que la piratería empieza a ser un problema para muchos autores, que además están cobrando anticipos sustancialmente menores. Desaparece el dinero, y es legítimo que los escritores hagamos como los músicos, ganarnos la vida contando nuestras historias frente al público. Supongo que hoy los escritores debemos tener una estrategia digital (blogs, redes, vídeos, archivos sonoros) y otra presencial: lecturas, mesas redondas, presentaciones. Ojo: hablo de un perfil que me interesa a mí, no seré yo quien diga lo que nadie debe hacer. Muchos autores no tendrán la edad, la personalidad idónea o simplemente las ganas de explotar su presencia en modo perfoliterario.

El libro aborda la crisis de la prensa, del modelo mediático. En la pre crisis tener páginas llenas de publicidad era síntoma de éxito. Sin embargo, los lectores de entre 25 y 40 desaparecieron. ¿Por qué los medios no han entendido las redes, el mundo horizontal, conceptos como co-creación, interacción?

En la novela se parte de la desaparición de los lectores de 25 a 40, pero en el mundo real han desaparecido lectores de casi todas las edades. Acoto esos años para abarcar una horquilla generacional de la que me interesa hablar. Los grandes medios no han entendido las redes hasta hace poco -acaso por características precisamente generacionales- porque subestimaron internet desde unprincipio. No tienen excusa: han estado años mirando la revolución tecnológica de soslayo en vez de transformar sus productos al nuevo mundo. Aún hoy se ven actitudes empresariales que pretenden que sea el mundo tecnológico el que se adapte al de la prensa vieja escuela. Lo han hecho tarde y mal.

Pienso que el periodismo en España sigue funcionando bajo las órdenes de un viejo sistema de red vertical. Partidos políticos, gobierno, instituciones y marcas dictando agenda, ruedas de prensa sin preguntas, los mismos temas en las portadas…. ¿Estás de acuerdo con ello? ¿Será que ahí reside parte del problema de la crisis de los medios?

Quizás sí. Pero para no culpar de todo a los medios, hay que decir que la sociedad entera está enfocada a ese culto desde los partidos, las instituciones, las marcas. Estamos en un momento de tránsito del viejo al nuevo mundo, y es evidente que no todos tienen interés en que se produzca un cambio que quitará poderes aquí y los redistribuirá allá. De ahí las colisiones sociales que se están produciendo en todo el mundo. Volviendo a la prensa, gracias a twitter, la horizontalidad ya está bastante asumida. Los medios se están inspirando claramente en el timeline de twitter: mira el “está pasando” que ha implementado elpais.com, por ejemplo. Está claro que el verdadero temario de noticias en una comunidad, sea esta regional o internacional, es la lista de trend topics (obviando los que están patrocinados). La tecnología ha dado la oportunidad al público de decidir qué le interesa, rompiendo el monopolio de los medios. Pero en fin, todos sabemos estas cosas a estas alturas.

¿Consideras que el formato de la cultura, el considerar las obras «productos cerrados y definitivos» está sobrepasado?

Sí. Pero no todos los ámbitos están en igual de desfasados. Por ejemplo, la música ya ha entendido el fenómeno de la remezcla; lleva años de experiencia y se puede decir que más o menos han aceptado la incorporación del usuario en el proceso. También en
periodismo se sabe que un artículo no está completo sin los comentarios de quien lo ha leido, así que queda permanentemente abierto, pues puede recuperar vigencia en función de la actualidad. El cine -donde aún hay barreras muy claras entre espectador y autor- está en búsqueda de su futuro en esta era. El teatro y el arte plástico, uno por su formato enteramente presencial y el otro por su relación con el mundo físico, van un poco más por libre y están más bien fuera de esta charla. La literatura -que es lo que nos ocupa si hablamos de una novela- es la última de las artes en incorporarse al proceso, creo yo. El mundo editorial da la impresión de no haberse dado por aludido en las debacles de otros ámbitos dedicados al contenido -música, cine, periodismo-, o de haberlo hecho muy recientemente. A mí me llama la atención la falta de curiosidad del mundo del libro, que no se haya sentado con gente del mundo del disco y le haya preguntado: oye, ¿a ti qué te pasó?

¿Cómo debería adaptarse el mundo editorial a la era de la transparencia de los procesos? ¿Un libro o película no podrían comenzar  antes de su parto, en su proceso? ¿Acaba una obra literaria cuando la concluye un autor o continúa después?

El libro es un experimento abierto, lo que permite todos esos procesos de intervención que tú sugieres, y otros que aún no imaginamos, tanto on line como off line. Pero eso ocurrirá en el libro electrónico más que en el libro tradicional. La tarea principal de las editoriales -que han de defender puestos de trabajo y también lo valioso de su experiencia desde Gutemberg hasta hoy- estará en conciliar lo viejo y lo nuevo. Hay mucho por hacer. La literatura entra, con todas esas adiciones a la periferia de las obras, en una era fascinante.

¿Hasta qué punto el copyright está impidiendo la continuación de las obras tras su comercialización?

El desafortunado episodio entre Maria Kodama y Agustín Fernández Mallo pone de manifiesto el desencuentro entre el viejo y el nuevo mundo. Recordemos que la viuda y albacea de Borges ha obligado a Alfaguara a retirar del mercado “El hacedor (remake)”, donde el escritor mallorquín trabajaba en una interpretación personal y contemporánea de materiales del clásico borgiano. Lo de Kodama es penoso. Seguramente no tiene a nadie cerca que le haya explicado que una remezcla es, en primer lugar, una declaración de admiración.

El libro acaba con una interrupción, con una eclosión social, un despertar colectivo. El espíritu del 15M se cuela (eso creo) en un final abierto. ¿Cómo te influyó el 15M a la hora de redimensionar o retocar el libro?

Me dio cierto quebradero de cabeza, porque la novela estaba terminada en 2009 y yo no quería quedar como un oportunista que traía “una novela sobre el 15M”. Pero decidí no intervenir sobre lo ya escrito. La cosa estaba en el aire, como se suele decir.

Fixmedia: la herramienta para hackear el periodismo

¿Te imaginas una herramienta que permitiera a los ciudadanos comprobar la veracidad de los noticias publicadas por los medios? ¿Una plataforma colaborativa para que los lectores mirasen con lupa los detalles de cada noticia y la mejorasen? Pues este ´gran hermano´ ciudadano contra el periodismo manipulador, inexacto o directamente malintencionado está a punto de nacer. Se llama Fixmedia.org.  Y necesita tu apoyo: está buscando fondos en la plataforma de financiación colectiva Goteo (crowdfunding for the commons). En pocos días han conseguido 2.090 euros (el 37% de lo necesario). Todavía faltan 33 días.

¿Y cómo funcionaría esta herramienta para hackear el periodismo? Así de sencillo: “A través de Fixmedia.org, cualquier persona podrá con solo dos clics reportar errores y ampliaciones a las noticias de cualquier sitio online en un lugar común en donde las personas podrán debatir la idoneidad (o no) de dichas aportaciones. Fixmedia.org clasifica y segmenta los errores (omisión, titular engañoso, cita sin atribuir, etc.) y ampliaciones (cifras, imágenes, ejemplos, etc.)».

Fixmedia es el terremoto que faltaba a la tormenta perfecta de la prensa. Y la prueba de cómo ha dado la vuelta en este inventillo de la información. Antes, cuando un lector encontraba un error apenas podía enviar una carta al director. O acudir a la pomposa figura del defensor del lector. Los agregadores como Menéame rompieron la barrera existente entre medios y blogs. Los redes sociales actualizan y corrigen en tiempo real los errores o manipulaciones de algunos medios. Pero Fixmedia asienta un golpe brutal al flujo vertical e unidirecional de algunos cabeceras informativas: coloca a cada lector en un  «defensor del periodismo». Y los errores pueden pasar a ser «virales colectivos» a favor de la verdad (en contra de algunos medios).

¿Es necesaria la existencia de una herramienta como Fixmedia? Juanlu Sánchez, en su blog, piensa que sí porque «falla el mensajero«.  En mi opinión, si los medios tratasen la información como un proceso participativo, si abriesen el código de las historias, si se olvidasen de viejas inercias verticales, Fixmedia o MediaBugs serían innecesarios. Existen algunas prácticas periodísticas alentadoras, aunque todas incompletas. En Korea, hace años que existe un diario, Omny News, hecho por los lectores (apenas hay editores que verifican informaciones). The Guardian y 20 Minutos cuentan con los lectores antes y durante la preparación de las noticias. El argentino La Nación libera las bases de datos utilizadas para redactar noticias, para que cada lector apure el dato que quiera. La plataforma Weblogs corrige los errores de su información gracias a los lectores: tacha una palabra y agradece a quien descubre los fallos.

Pero mientras siga habiendo portadas tergiversadores y manipuladoras como esta del diario de ciencia ficción española ABC, Fixmedia es una herramienta absolutamente necesaria.

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Que la cultura fluya como el agua

«Son muy pocos los que dejan de ir a un restaurante (caro) porque pueden cenar en casa, o los que dejan de comprar agua embotellada porque tienen la del grifo, o los que no van a un concierto porque la música de la radio es gratis, o los que no van al cine porque las películas «las ponen» en la TV. Si permitimos que las obras fluyan libremente (como el agua por las cañerías), no bajaría la demanda de ellas (ya sean música, películas o libros).

Ejemplos por suerte ya hay muchos que corroboran esto: los maravillosos libros de Cory Doctorow se pueden descargar de su página web de modo gratuito, y aun así vende más de cinco ediciones de cada uno, viviendo tranquilamente de ello; lo mismo se puede decir de los libros de Lawrence Lessig; Wilco ha vendido más discos desde que su música se puede descargar gratis de internet, que cuando estaba con una discográfica y ésta lo prohibía; la BBC consiguió records de audiencia (e ingresos) cuando capítulos de una de sus series de ciencia ficción fueron compartidos en las redes P2P antes de sus estreno en EEUU (Battlestar Galactica en SciFi Channel); el último disco de 50 Cent apareció en las redes P2P días antes que en las tiendas, y cuando salió a la venta batió records con 9 millones de copias vendidas. Ellos lo tienen claro: El P2P es parte del marketing…»

Este es un fragmento del libro Creación e Inteligencia Colectiva, del colectivo ZEMOS98, escrito por Jorge Cortell, especialista en propiedad intelectual. El libro tiene no usa copyright y sí licencia Creative Commons. Me he limitado añadir algunos vínculos y dos matices. La imagen la he obtenido de Flickr, buscando Agua+cultura libre con licencias Creative Commons, del álbum de Lucy Nieto. Este post tiene un objetivo principal: demostrar que la vida de las obras no acaban cuando el autor las termina. Continúan en los lectores. Mejor todavía: mejoran tras el uso colectivo. Los remixes del libro El Sur: instrucciones de uso de Silvia Nanclares son una bella prueba. Me pillaste: abriste el link correspondiente a la palabra «caro» de la frase «muy pocos los que dejan de ir a un restaurante (caro) porque pueden cenar en casa». Y viste que te lleva a la detención de ‘Teddy Bautista y los cuarenta ladrones’ en la operación SGAE.  Creo que Jorge Cortell estará de acuerdo conmigo: Teddy Mangante se pulía el dinero de los músicos en restaurantes caros, entre otras cosas. El texto inicial de Jorge, ya es otra cosa. Puede seguir creciendo después de ti. 

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La tecnología que salvará al periodismo se llama contenido

¿Qué forma tendrá el periódico del futuro? ¿Será que el papel va a desaparecer? ¿Los tablets van a substituir los periódicos impresos? Aunque todavía nadie tiene una respuesta clara, algunos investigadores, como el portugués Sebastian Rodriguez Kennedy Bettencourt, están dando un paso adelante. El proyecto Beyond the fold, desarrollado por Sebastian para el Art Center of College of Design (USA), es uno de los más interesantes. Beyond the fold abandona los símbolos del diseño digital, cómo botones e iconos, y crea una nueva forma de navegación.

Beyond the Fold, según palabras del propio Sebastian, es una «aproximación especulativa a los periódicos electrónicos del futuro». El proceso del diseño usa metáforas culturales, experiencias humanas y rituales para crear interacciones llenas de significado. La versión 2.0 del proyecto explora formas de serendipia, los descubrimientos afortunados hechos por casualidad, habituales en la lectura de papel. Además, Beyond the Fold 2.0 crea la sensación de tinta en los dedos (como los periódicos), desarrolla un sistema para leer secciones a (doblando para dentro son locales, para fuera globales) y está experimentando un sistema de visualización de gráficos en 3D.

Aviso para geeks: la tecnología no salvará el periodismo. Cierto que cada vez habrá más superficies para leer noticias, como expliqué en el artículo Nuevas superficies para los medios en TicBeat. Pero el futuro del periodismo depende más de entender los nuevos flujos de la información y la co-creación con los lectores. Los medios tienen que entender mejor que las redes sociales son meras herramientas. Y que lo esencial es crear, alimentar o simplemente entender las comunidades. También que los medios tienen que abrir el código de las historias y no enlatarlas como un producto final comparable con dinero. El periódico del futuro – tecnológico o no – tiene que tener historias propias. Tiene que cocinar conjuntamente noticias con los lectores. Tiene que ser relevante. Tiene que ser creíble. Tiene que ser respetado. 

Aviso para pesimistas: el buen periodismo nunca morirá. Ya existen nuevos modelos de periodismo clásico (Orsai, Revista Números Rojos…) que simplemente han cambiado el sistema de financiación y distribución. Ya existe buen periodismo hecho por los ciudadanos. Y ya tenemos nuevos géneros periodísticos (por definir) escritos colectivamente en tiempo real alrededor de hashtags de Twitter.

Nuevo aviso para geeks: la mejor tecnología para salvar los periódicos es el contenido.

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