De la nueva sociedad 3.0 organizada horizontalmente en red que ha enterrado la edad contemporánea. ¡Bienvenidos a la edad digital!

Archivo de agosto, 2012

Hacer feliz a mi sobrina me convierte en un pirata

Una contradicción presidirá esta entrada: hacer feliz a nuestro prójimo puede estar tipificado como piratería por la industria cultural y algunos Gobiernos (la mayoría de los europeos y Estados Unidos). Una sospecha: regalando música a mi sobrina me he convertido en un pirata cultural. Mi estrategia: compartiendo con los lectores este proceso pretendo que reflexionemos en alto sobre el absurdo de las leyes que afirman que luchan contra la piratería.

Aquí los hechos: desde que nació mi sobrina Vera le preparo un recopilatorio musical que representa la variedad y diversidad cultural del mundo. El día de su nacimiento – hace ya dos años – preparé el recopilatorio Vera año 0: un cd con una portada hecha por mí con canciones de Beirut, Rodrigo Leão, Telepopmusik, Richard Bona, Lenine y Boards of Canada, entre muchos otros. El rito se repitió el año pasado, con un pequeño detalle: Vera año 1 también se convirtió en un Cd, pero compartí con mi hermano y cuñada una carpeta con los archivos en formato MP3 gracias al servicio Dropbox. Ya tenía claro que el formato físico – cd, plástico envoltorio – pasará a la historia. No tenía sentido regalar apenas en formato Cd ese Vera año 1 regado de Henry Mancini, Jun Miyake, Ekova, Finley Quaye y Natacha Atlas, entre otros…  Cuando mi sobrina escuche de aquí a unas décadas su serial de recopilatorios anuales – cuando los baile imaginando el mundo – no existirá el formato CD. El plástico – eso espero – no será asociado ya al formato de distribución que comandó el final del siglo XX: el plástico.

Pero entre Vera Año 1 y Vera año 2 el mundo ha vivido un maratón represor. Megaupload, un servicio de entrega de archivos y almacenamiento en la nube muy parecido al tan elogiado DROPBOX, fue cerrado con la excusa de la piratería. El Gobierno de Estados Unidos ha estado intentando imponer la famosa SOPA (Stop Online Piracy Act) al resto del mundo. La tenebrosa Ley Sinde Wert que criminaliza hasta las webs con enlaces a contenidos protegidos por derechos de autor ha sido aprobada en España. Entonces, la gran duda. ¿Tener un enlace en mi cuenta de DROPBOX con 26 canciones protegidas por los derechos de autor es un crimen? Aunque la ley defienda el derecho a una copia privada, sigo teniendo dudas. ¿Realizar una copia privada y dejarla online es un crimen? No hay ánimo de lucro en mi enlace, pero tampoco lo hay en los servicios de intercambio de archivos P2P como Soulseek que tanto persiguen. Y más: algunas de las canciones incluídas en Vera año 2 las compré con mi dinero, otras las recibí de mano de discográficas por ser periodista y una gran mayoría las conseguí en Soulseek gracias al P2P. ¿Soy un pirata?

He decidido compartir con todos los lectores esta Recopilatorio de la Felicidad de Mi Sobrina. Apenas tenéis que bajar el contenido de Vera año 2 en el siguiente enlace. Ahora sí que soy, mucho me temo, un peligrosísimo pirata para algunos.  Richard Stallman, fundador del movimiento del software libre, se preguntaba por qué era considerado un pirata alguien que ayuda a su vecino prestándole software. Yo me pregunto por qué con la ley en la mano yo podría ser considerado un pirata por hacer feliz a mi sobrina.

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Visualizando #Rodeaelcongreso, meditando sobre el #25S

 

¿#Ocupaelcongreso o #rodeaelcongreso? ¿Una nueva mutación de los nodos distribuidos del movimiento 15M o estamos ante algo diferente? La convocatoria del próximo 25 de septiembre (#25S en Twitter y redes) para ocupar el Congreso de los Diputados de España ha dado mucho que hablar. La siempre tuerta mirada del poder ha acusado al #25S de ser ultra (incluso ultraderecha). Y creo que todavía hay muchas personas que no tienen demasiado clara la convocatoria. Yo recomiendo leer los siguientes textos:  el #25S se reinventa para corregir sus pecados originales, (Juan Luis Sánchez, en El Diario), Reflexiones sobre el #25S (texto colectivo en Madrilonia) e Islandia, #15M, #25S (Francisco Jurado en su blog Senti2Comunes). Para quien tenga sed informativa, Democracia Real Ya Valencia ha recopilado muchísima información alrededor del #25S aquí. Fundamental, claro, estudiar la convocatoria original de la Plataforma ¡en pie!

Para redondear la visión orgánica del #25S, desde este humilde rincón, ilumino publicamente un bello trabajo de visualización de datos realizado por María Luz Congosto (@congosto), investigadora de la Universidad Carlos III de Madrid (Departamento de Ingeniería Telemática, Grupo de investigación WebTlab). Son dos grafos simples. Pero dicen mucho del debate en torno al #25S. «Los siguientes grafos» –  según la web del estudio – «muestran la evolución semanal de la propagación de mensajes en Twitter (RTs) que debaten sobre el 25S. La representación se realiza mediante un grafo en el que los nodos corresponden a los usuarios que hicieron al menos un RT de los mensajes etiquetados con #25S. Los arcos a cada uno de los RTs de un nodo a A un nodo B. El tamaño de las etiquetas de los nodos es proporcional al número de mensajes suyos retransmitidos». Los grafos son bastante distribuidos (no centralizados), lo que refleja que el pluralismo ha ido borrando un inicio de convocatoria demasiado vertical.

¿Y qué pienso yo al respecto del #25S? Seré extremadamente breve. Primero: aunque la convocatoria fue confusa, precipitada y mal comunicada, creo que ha corregido errores y que se va aproximando al espíritu horizontal del 15M. Segundo: aunque #OcupaelCongreso es algo metafórico, me gusta más la idea de #rodeaelcongreso, encaja más con el concepto de lobby ciudadano fraguada durante este último año. Tercero: el manifiesto del #25S tiene objetivos tan loables como la «dimisión del gobierno en pleno», «la disolución de las Cortes y de la Jefatura del Estado» y «la apertura de un proceso constituyente transparente y democrático, a fin de redactar una nueva Constitución, con la participación de toda la ciudadanía». Cuarto: simbólicamente, un congreso separado de los ciudadanos por las fuerzas de seguridad es un imprevisible virus troyano contra el inepto sistema de democracia representativa de España, Europa y la mayor parte del mundo. Quinto: es posible que el Gobierno despótico y sordo de Mariano Rajoy  caiga durante el otoño. Sexto: vale la pena intentarlo. Séptimo: creo que es necesario establecer un parlamento paralelo, alternativo, distribuido, para iniciar un nuevo proyecto constituyente. Yo hablaba en este mismo blog hace poco de un Parlamento portátil (democracia copyleft). Por todo ello, voy a apoyar inicialmente la convocatoria del #25S.

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La era de la polinización cruzada

 

Cada pieza es una llave. Un cuerda que conecta. Una chispa que ilumina un rincón inesperado. Un pasadizo secreto al otro lado de la montaña mágica. Lo mejor de todo: cada pieza forma parte de un sistema mayor cuya única misión es posibilitar conexiones imposibles. El Free Universal Construction Kit, un sistema de ochenta piezas, tiene un objetivo aparentemente poco importante: que los niños conecten juguetes diferentes. Las ochenta piezas del kit permiten unir piezas de LegoDuploFischertechnik o Gears, entre otros. Los sistemas de juego patentados por marcas, de repente, están conectados. Pero todavía queda una vuelta de tuerca magistral: el colectivo F.A.T (con su picante receta de cultura pop, código abierto y activismo) y SyLab no venden las piezas. Las cuelgan en Internet en formato STL con licencia libre para que cualquier persona pueda construirlas con ayuda de una impresora 3D (ellos recomiendan Makerbot).

Pensemos en la esencia del Free Universal Construction Kit. Pensemos en grande: la conexión como eje de la estrategia, el vínculo como valor añadido, lo transversal como factor multiplicador. Cada pieza es la responsable de que un sistema entero sufra una mutación creativa. El sistema ha funcionado durante siglos con la inercia del divide y vencerás. Del patenta y te enriquecerás. Del inventa en solitario y triunfarás. Pero la sociedad en red, en la era de la inteligencia colectiva y del código abierto, está dinamitando los sistemas excluyentes y las habitaciones privadas. El departamento de I+D de especialistas que no dialogan ni con la sociedad ni con otros expertos de otras disciplinas está seriamente amenazado. La revista Wired, destacaba recientemente en un artículo de su edición británica titulado Cómo descubrir el futuro la figura de los cross-pollinators en la innovación, algo así como polinizadores cruzados.

La innovación en la era del crowd, según Wired, debería estar inspirada en la función de la abeja, vital en la tarea de la polinización cruzada de ciertas plantas. El cross-pollinator sería una pieza clave de esta convulsa nueva época, un catalizador, un co-inspirador interdisciplinar. De hecho, la historia ha estado llena de polinizaciones cruzadas basadas en la serendipia (descubrir algo mientras se busca otra cosa). Piérdete y descubrirás. Alexander Fleming inventó la penicilina por casualidad cuando investigaba el cultivo de bacterias. Las famosas notas pos-it nacieron por azar. El artículo de Wired brinda algunos buenos ejemplos: «Cuando el matemático John von Neumann cruzó física e ingeniería ayudó a la ciencia informática. Su contemporáneo Buckminster Full navegó con soltura entre la ingeniería, la economía y la biología para resolver problemas de tráfico, arquitectura y diseño urbano». La economía conductual por ejemplo, surgió cuando Daniel Kahneman y Amos Tversky mezclaron psicología y economía.

 ¿Y qué innovación surgirá en esta nueva era de cross-pollinators? ¿Qué polinización generará la era de los equipos adhócratas que trabajan de forma rotativa, flexible e interdisciplinar? ¿Podríamos pensar que cada pieza del Free Universal Construction Kit es una metáfora de algo mayor? ¿Qué cada pieza podría ser una persona, una plataforma web o una puerta de un edificio que incentiva una conexión imposible? Los matices son muchos (y remezclables). Un biólogo como Juan Freire que investiga sobre arquitectura y organización de empresas es un polizinador cruzado, cierto. Pero una API abierta que permite, por ejemplo, cruzar Craiglist y Google Maps para crear Housingmaps, es un interfaz-polinizador cruzado. Y un hub físico como el MediaLab Prado donde trabajan personas multi disciplinarmente es un lugar-polinizador cruzado. Y MoveCommons, que pone en contacto a personas y colectivos con inquietudes similares, es una plataforma-polinizador cruzado. Y Kune, que facilita el trabajo digital colaborativo, es una herramienta-polinizador cruzado. Y Thingdiverse, un acervo virtual de diseños para objetos reales, es un almacén-polinizador cruzado.

Pensemos en grande. O mejor:  pensemos en pequeño. Ya sea una persona, una plataforma, una herramienta, un lugar, un ciberalmacén o un código abierto, nunca existirá la polinización cruzada sin una nueva actitud que guíe a una nueva sociedad. Reciclarse o morir. Pensar lateralmente o desaparecer. Conectar-colaborar o perder. Recuerda: tu inspiración es la abeja. Somos enjambre. ¿Qué está contenido en un humano, como escribía, Kevin Kelly en Out of control, que no emergerá hasta que estemos todos interconectados por alambres y política?

Este texto se ha publicado en Yorokobu. 

 

 

Un manifiesto hacker (remix)

No he podido evitarlo: he creado un manifiesto remix basado en algunos conocidos textos del mundo hacker. Cortar, pegar. (r) escribir. He usado frases sueltas, ideas, de algunos textos que considero vitales para entender esta nueva era. El primero es el The Hacker Manifesto (o The Concience of a hacker), piedra angular del mundo hacker, escrito en 1986 bajo el pseudónimo The Mentor. El texto original fue remezclado en muchas ocasiones (hasta en vídedos como el que abre este post). En 2004, llegó una de las mutaciones más conocidas, A hacker manifesto, del australiano McKenzie Wark.

No he podido evitarlo: mi remezcla tiene frases de otros dos textos que no son del mundo hacker pero que tienen algo  que ver con los anteriores: The Cult of donde manifiesto (de Bre Prettis y Kio Starky) y The Mesh manifesto de Lisa Gansky. Todos tienen en común una nueva concepción de la creatividad, la propiedad, la transparencia y las relaciones. Todos conforman una nueva visión del mundo. Que cada uno interprete (y remezcle) este Manifiesto hacker (remix) como quiera.

-Sea cual sea el código que hackeamos – lenguaje de programación, poesía, matemáticas o música, curvas o colores – creamos la posibilidad de cosas nuevas.

-La clase hacker tiene la capacidad de crear no sólo nuevas clases de objetos y sujetos en el mundo, no sólo nuevas formas de propiedad, sino también nuevas relaciones entre las formas de propiedad.

-Reconoce que todo es un borrador. Te ayudará a darle forma.

-Exploramos y nos llamáis criminales. Buscamos conocimiento y nos llamáis criminales. Existimos sin nacionalidad, sin religión.. y nos llamáis criminales. Construis bombas atómicas, declaráis la guerra, asesináis, engañáis, nos mentís, nos intentáis hacer creer que es por nuestro bien, que somos nosotros los criminales. Sí, soy un criminal. Mi crimen es la curiosidad.

-La educación es esclavitud, encadena la mente y la convierte en un recurso para la clase dominante.

-La información quiere ser libre pero está amordazada en todas partes.

-Hackear es rechazar la representación.

-Las empresas basadas en compartir generalmente ofrecen un mayor sentimiento de conexión y comunidad.

-Hackear es producir la diferencia, aunque sea por un minuto, en la producción de información.

-El progreso es posible. El plagio encamina el progreso.

-El hacker lucha para producir subjetividad cualitativa y singular.


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La educación prohibida, un alegato por una educación libre

Cualquier gestor cultural o ministro de Cultura debería estudiar con atención la estrategia del documental La Educación Prohibida. En menos de una semana, sin inversión en publicidad, sus números son espectaculares: 158.455 descargas, 1.488.220 reproducciones en web, 436 proyecciones en todo el mundo, 46.726 fans en Facebook 4.257 seguidores en Twitter. Un detalle: el documental no usa licencia copyright, sino licencia Creative Commons. Cualquier persona tiene derecho a copiar la obra, a modificarla y a difundirla cómo quiera. Además, el documental ha sido elaborado de una forma colaborativa: fue financiado colectivamente gracias a 706 co-productores. Los subtítulos también han sido hechos de forma colaborativa. Cualquier persona puede traducir el documental a cualquier idioma aquí.

Lo más curioso es que La educación prohibida toca un tema poco comercial: cuestiona los cimientos de la educación occidental, sus métodos, su sistema competitivo basado en calificaciones. El documental ha hecho «más de 90 entrevistas a educadores, académicos, profesionales, autores, madres y padres; un recorrido por 8 países de Iberoamérica (Argentina, Uruguay, Chile, Perú, Ecuador, Colombia, México, Guatemala y España) pasando por 45 experiencias educativas no convencionales». Y realmente, no deja indiferente a nadie. El documental critica con dureza una educación que «no considera la naturaleza del aprendizaje, la libertad de elección o la importancia que tienen el amor y los vínculos humanos en el desarrollo individual y colectivo». Y muestra prototipos educativos que ya están funcionando, nuevos imaginarios replicables para esta nueva era en red.

Surgen muchas preguntas, sin duda, tras ver La educación prohibida. ¿Por qué Occidente (y medio mundo imitándole) todavía base sus sistema educativo en un modelo nacido en la Prusia militar del siglo XIX? ¿Por qué la educación se basa en un sistema competitivo que no incentiva el trabajo en equipo y la creatividad? ¿Por qué la educación se concentra en centros definidos sin contacto con la ciudad y/o la naturaleza? ¿Por qué no basar la educación en un proceso social, participativo, que convierta nuestras urbas en La ciudad del aprendizaje?

Sin más, recomiendo ver La educación prohibida y compartirla de cualquier forma posible.

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Kutiman, el remezclador de You Tube

 

Vídeo 1. «Lo que estás a punto de ver es una serie de vídeosclips de You Tube sin relación alguna entre sí, editados juntos para crear ThruYou (a través de ti). En otras palabras: lo que ves es lo que escuchas». Mira los créditos de cada vídeo, tal vez aparezcas». Así arrancaba el celebrado proyecto Thru You: Kutiman mixes You Tube, del músico, animador, compositor y productor israelí Kutiman. 2009 fue su año. La revista Time le incluyó entre los 50 creadores del año. Su fórmula: mezclar. (Re) hacer. (Re) componer. Sin permisos. Sin miedos. Sin pensar si está usando copyright de alguien. Pero Kutiman es honesto, como casi todo el mundo que comparte en red y (Re) crea. Cita sus fuentes, el link exacto de todos los vídeos que usa en cada canción, en sus créditos.

 

Vídeo 2. Kutiman mixes craftsman. El chaval sigue su fórmula: (Re) mezcla de vídeos sin relación alguna entre sí. Copy. Paste. Corta. Pega. (Re) crea. Remezcla el significado. Crea uno nuevo. (Re) Apropiación de imaginarios.

 

Vídeo 3. This is real democracy. Y el chico cool, el Dj de moda del amiguete Israel, de repente, se mosquea con los dueños del mundo. Y lanza en septiembre de 2011, el año de las Revoluciones 2.0, un vídeo inquietante, duro, inspirador. La plaza Tahrir de El Cairo, revueltas, Mubarak, violencia, Netanyahu, Cameron, piedras, mangueras, Sarkozy. Y un detallito, amigos, en el segundo 46. Lula defendiendo a Julian Assange en 2010: «al chico le detienen y no veo manifestaciones en contra de la libertad de expresión». Pero luego llegó el coqueteo de Assange con Brasil (una portada de TRIP pidiendo el asilo de forma sutil). Y llegó el silencio brasileño, el país que podía haber ahorrado el estrafalario proceso persecutorio al fundador de Wikileaks. Is this real democracy?  Cómo seguimos remezclando el hit?

(Esta entrada no la habría escrito si Mono, Dj sin fronteras y fundador del incipiente Parlamento Nómada, no hubiera pasado por mi casa. Sin nuestros intercambio P2P de música-ideas no existiría esta entrada).  

 

Doce tweets clave sobre el asilo político a Julian Assange

Ecuador acaba de conceder asilo político a Julian Assange, fundador de Wikileaks. Suecia, el país que concedió el premio Nobel de la Paz al señor de la guerra (Obama), ha hecho un soberano ridículo. El Reino Unido, que se dejó marchar al ex dictador Augusto Pinochet, tampoco queda muy bien parado intentando parar de cualquier forma la extradición de Assange. La diezmada justicia española que cesó al juez Baltasar Garzón verá, además, como el ‘súper juez’ llevará el juicio del siglo. Demasiados ridículos. Y cierto aroma a esperanza.

Podría escribir un sesudo artículo. O un análisis pormenorizado. Pero en la era de la abundancia de información creo que es mejor ayudar a seleccionar las fuentes. La cobertura en tiempo real que podemos seguir en la etiqueta de Twitter #Assange es espectacular. Selecciono apenas 10 tweets para entender mejor lo que está pasando, su contexto, su clima. El orden es casi cronológico, algo fragmentado y rizomático: el tiempo curvo de Twitter.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Baila en tu plaza, pásalo

Una frase clásica: «Si no puedo bailar, tu revolución no me interesa» (Emma Goldman). Una idea: salgamos en masa a las plazas, bailemos juntos. Un sueño: los ayuntamientos colocan un suelo especial que convierte el movimiento de las multitudes inteligentes (y bailongas) en energía. Cada paso, es una zancada de sostenibilidad. Cada danza coral, un baño de energía limpia.

Ahora, para llegar al párrafo-sueño, coloquemos algunos peldaños de esta escalera bailable. La tecnología para convertir pasos de persona en energía ya existe. La empresa Pavegen se ha especializado en ello. Y alguna marca ya ha sacado tajo de tan inspiradora idea. Johnny Walker convirtió gracias a su Keep on walking project  42.000 pasos colectivos en energía eléctrica. Y una excelente noticia para nuestra escalera al cielo bailable: ya existe una discoteca que transforma en energía los movimientos de sus clientes en la pista. La organización londinense Club4Climate  abrió un club en King´s Cross que convierte el baile en energía limpia. Y ya piensa abrir sucursales en Nueva York, Ciudad del Cabo y Rio de Janeiro.

La calle es nuestra. ¿O apenas pertenece a marcas de whysky que incentivan el pelotazo fácil? ¿Y si Rumba rave, el ya mítico flash mob que puso a bailar flamenco a varias activistas en un banco, se traslada a las plazas y encima produce energía limpia? ¿Y si el super concurrido y curioso Experimento MP3 que abre con un vídeo esta entrada generase electricidad?  Sigamos subiendo esta escalera-sueño. Es sólida, creéme: los visionarios de Pavegen, que están experimentando su tecnología en East London, no están solos. El estudio madrileño Ecosistema Urbano ha desarrollado un proyecto que convierte la energía el movimiento de un carrusel de feria. El Dordrecht Energy Carousel, llevado a cabo en Holanda, enreda con sutileza ludismo, espacio público y ecología. No te cortes: juega, comparte. Crea energía. Baila con otra persona.

Tras el espectacular éxito de Acampada Sol, que consiguió el premio especial del público en los Premios Europeos Espacio Urbano 2012, la mutación de las plazas ocupadas bien podría ser un baile. Si los gobiernos fuesen innovadores (y ahorradores) invertirían en el pavimento bailable-capta-energía. Incentivarían el mambo del procomún en cada plaza. El chachachá del copyleft en cada esquina. El tango del P2P. Las bulerías de la sostenibilidad. Sin embargo, creo que de momento, los Gobiernos están dejando de lado los bailes agarrados del colectivo. Prefieren el death metal de los mercados o el techno machacón y alucinado  de los recortes.

Imagen del proyecto Dordrecht Energy Carousel de Ecosistema Urbano. 

 

 

Por un gran hermano ciudadano contra el poder

El vigilante vigilado. El poder controlado por un nuevo big brother distribuido. La distopía de 1984 pero al revés. La acción Surveillance chess del colectivo Mediengruppe Bitnik es totalmente inspiradora: sustituyeron las imágenes en tiempo real de las cámaras de vigilancia del metro de Londres por una invitación para jugar al ajedrez.Vale la pena ver el vídeo. Reverlo. Do you wanna play chess, vigilante?.  El sistema de vigilancia queda en un absoluto ridículo cuando aparece el pantallazo con el tablero de ajedrez y una frase intrigante: “You are white. I am black. Call me or text me to make your move. This is my number: 07582460851.”

El colectivo artístico transformó el Londres preolímpico en una partida táctica contra el poder con una acción poética que desnuda una vez más los sistemas de vigilancia. ¿Para qué nos observan? ¿Por qué nos vigilan? ¿Con qué derecho nos graban? Hace dos años, el colectivo madrileño Un barrio feliz lanzó una campaña contra las cámaras de videovigilancia que el ayuntamiento instaló en el barrio de Lavapiés. Divulgaron un falso hackeo de las imágenes (dijeron que las habían interceptado para divulgarlas),  creando una gran polémica. Y denunciaron el sistema de vigilancia que costó 600.000 euros de dinero público con ludismo, mucha creatividad, un cómic de Camaroncito (personaje creado contra las cámaras) y hasta pruebas de Artivismo en el Medialab Prado.

Existen otras iniciativas para denunciar el big brother en el que se apoya el poder, como el proyecto mexicano Contra Vigilancia. El colectivo anonimoColectivo construyó una herramienta que permitía a cualquier persona conocer «la ubicación de las cámaras de vigilancia dentro de la ciudad de México y Cuernavaca«. Y existen otras iniciativas que utilizando la inteligencia colectiva dejan fuera de juego a las fuerzas de seguridad. Los brasileños se escapan de los controles de alcoholímetro  de la Ley Seca gracias a Twitter y el uso de hashgtags. Este  movimieto está siendo muy criticado, pero que muestra el potencial de la sociedad en red. 

Del movimiento 15M de España nació la fascinante iniciativa #peoplewitness, un hashgtag que sirve para documentar la violencia policial y los abusos del poder. El pueblo distribuido graba, hace streaming, cuelga fotografías, en esta etiqueta de Twitter. Además, existe una web para completar el giro de «la comunicación a manos del pueblo».

Y acá llegamos a donde quería llegar. ¿Y si naciese un proyecto llamado #BigBrotherCiudadano que diese la vuelta a la tortilla de la videiovigilancia y el control? ¿Y si todos los ciudadanos colocasen una webcam en su balcón y vigilasen a las fuerzas de seguridad? ¿Y si nace una web que recopile todas las webcams, barrio a barrio, calle a calle, para que la policía esté totalmente vigilada? ¿Y si la policía, digamos la española, suelta de porra y reincidente en abusos de fuerza y maltratos arbitrarios, comenzase a sentirse de verdad vigilada? ¿ Y si esta red distribuida de imágenes convirtiese nuestras ciudades en un territorio blindado contra los abusos? ¿Y si el vigilante empezase a sentirse vigilado? Do you wanna play chess, señor Mariano Rajoy?

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Haz tu propia ciudad

Haz tu propia co-ciudad. Co-diséñala, co-creala con otras personas, compártela. Debate en comunidad y crea una ciudad a tu medida. Así de refrescante es la propuesta del estudio holandés MVRDV para Almere Oosterworld. El renombrado estudio acaba de lanzar este proyecto que pretende hacer en el territorio lo que algunos llevan haciendo en juegos como el Sim City: construir la ciudad ideal.La gran característica de este proyecto es que encaja a la perfección con la filosofía Do It YourSelf (DIY) y con las inercias colaborativas de las era de las redes. La dinámicas digitales, aplicadas al territorio, son así de explosivas.

El proyecto, que hace de intermediario entre ciudadanos, sector privado e instituciones públicas, incentiva a los propios vecinos a crear los espacios urbanos, las infraestructuras, las áreas rurales y los centros de convivencia. La apuesta es integrar campo y ciudad, bajo padrones de sostenibilidad absoluta. Y con un abanico de prácticas participativas que están en el epicentro de la cultura de red: procesos bottom up (de abajo arriba), horizontalidad, remezcla y comunidades autogestionadas. El espacio público se concibe como una plataforma (palabra muy común en el mundo digital) en el que las comunidades se relacionan. De hecho, creo que el proyecto de MVRDV va más allá del Do It Your Self (DIY). Podríamos encajarlos en la inercia del Do It With Others (DIWO). Haz tu propia ciudad, sí. Pero con otras personas.

¿Qué habría pasado, por ejemplo en España, si durante la efervescencia ladrillera pre-burbuja, se hubiera aplicado la dinámica del Do It With Others (DIWO)? Pues dudo mucho que tuviéramos un Madrid DF de barrios fantasmas y deshaucios diarios. Precisamente la crisis ha hecho estallar en España la arquitectura espectáculo. Y está creando un ecosistema co-creativo, bottom up y participativo muy poderoso. El urbanismo, como aseguran en Paisaje Transversal, «no es un producto de mercadotecnia». De hecho, la ciudad, tras el intenso año protagonizado por el 15M, ha dejado de ser un objeto para muchos. La experiencias de urbanismo P2P, participativo y procesual se multiplican. Y  muchos de los city makers están empapándose de conceptos como DIWO. El proyecto Master DIWO, que pretenden investigar en procesos de ‘emprendizaje’ desde lo compartido, ha tenido, por ejemplo, bastantes sinergias entre urbanistas.

Haz tu propia ciudad. Pero, recuerda, hazla con otros.

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