De la nueva sociedad 3.0 organizada horizontalmente en red que ha enterrado la edad contemporánea. ¡Bienvenidos a la edad digital!

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La Comuna (P2P) de Madrid

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Los años 20, en el boomerang neblinoso de la historia, sobreviven en una postal roja de un cabaret burlesque del Berlín dadaísta. Los años cuarenta son un eco de tango bailado por inmigrantes en los arrabales de Buenos Aires. Los ochenta suenan a vinilo poblado de los gritos punk del Londres #postindustrial. La década de 2010 será un recuerdo de plazas tomadas, de calles vivas, de creatividad político-cultural. Será sinónimo de Madrid. De aquí a unos años, algunos recordarán la convulsa situación política, la violencia policial o el desempleo. Pero lo que pasará a la historia será otra cosa: una ciudad viva, transversal, oblicua, intensamente social, con un espacio público politizado, libre, conectado con el mundo. La década de los 10 será sinónimo de una ciudad autogobernada por sus ciudadanos, poseída por un vendaval de innovación social, por un dinamismo sin parangón. En la postal, sembrada de manos en alto, se leerá: la Comuna de Madrid.

La Comuna de Madrid – más dispersa, heterogénea y cosmopolita que la Comuna de París de 1871 – será rememorada como el rincón donde nació la comunicación-acción, la acción-pensamiento, el pensamiento-prototipo. Madrid, como efervescencia de redes y calles. Madrid, como territorio e imaginario de proyectos, procesos y acciones tecnopolíticas. Madrid como un laboratorio ciudadano glocal que mira al mundo incluyéndolo al mismo tiempo. Pero en la Comuna de Madrid no todo es acción, hecho, asamblea, escrache. En la urbe – con su tejido red expandido en el resto del Estado español – se está cocinando un cuerpo teórico que arropa las nuevas prácticas. Teoría bastarda, remezclada, promiscua. Teoría-práctica. “El procomún es una zona de intercambio donde los commons tradicionales se encuentran con la cultura libre”, asegura el investigador Adolfo Estalella, contextualizando su texto en Madrid. Y acá radica un pequeño secreto.

Desde finales de los años noventa, la cultura libre se enredó en Madrid con los movimientos sociales en centros okupas como El Laboratorio. Mientras los squatters de Berlín siguen anclados en la estética punk y en un antifascismo clásico, en la treintena larga de Centros Sociales Ocupados (CSO) de Madrid se fragua un nuevo mundo en red, horizontal, agregador. Un nuevo mundo impregnado de ética hacker que diluye las fronteras de lo off y lo online. Que difumina las fronteras de los países y Estados Nación.

Son centros sociales diferentes. Son extensiones de las plazas ocupadas en la primavera del 2011. Centros que funden el dentro y el afuera. Centros que expanden su acción en todos los espacios urbanos. Cierto: nunca en su historia Madrid había tenido tantos Centros Sociales Ocupados (CSO). Aunque en la cantidad no reside el diferencial de esta nueva era de la urbe. ¿A qué sabe huele, suena, huele la Comuna de Madrid?

Captura de pantalla 2013-05-31 a la(s) 09.47.36Imagen: ilustración de  @Ciudad_basura y @maralpel para el seminario #OPENmadrid de ThinkCities.org

Por un lado, algunos de estos espacios exceden la definición de Centro Social Ocupado. Son algo más. Algo diferente. El ejemplo más paradigmático es La Tabacalera, una antigua fábrica cedida por el Gobierno a movimientos sociales del multicultural barrio de Lavapiés. La Tabacalera, que se define a sí misma como Centro Social Autogestionado, es un espacio que encajaría en la teoría del partner state (Estado socio) de Michel Bauwens, fundador de la P2P Foundation. El proceso Esta es una plaza, un parque autogestionado con ayuda de un blog colectivo, también cuenta con el beneplácito del poder público hace muchos años. El Estado socio pone la gobernanza de sus espacios a disposición de la sociedad. Una sociedad en red, peer-to-peer, persona a persona, que se auto organiza al margen de las instituciones sin recharzarlas. Y en la Comuna de Madrid, #estápasando

En segundo lugar, el espíritu del 15M está creando un nuevo caleidoscopio que borra del imaginario la casa okupa clásica. Del Patio Maravillas a La Morada del barrio de Chamberí, pasando por el Espacio Sociocultural Liberado y Autogestionado El Eko de Carabanchel, los nuevos espacios sociales de Madrid son agregadores, heterogéneos, plurales, mestizos. Y no tienen el viejo antagonismo «antisistema» como epicentro. En ellos, se cocinan-prototipan mundos nuevos, sin necesidad de destruir frontalmente el actual. Con construyen cosas, conexiones, procesos. Sin antagonismo. Y la participación es mucho más intergeneracional que hace unos años. Los Yayoflautas de Madrid – los abuelos del 15M – ensayan teatro en La Tabacalera, por ejemplo. La relación con la tecnología, además, es muchísimo más intensa.

En todos estos espacios, el nuevo mundo se vislumbra en jergas-siglas Este interesante texto del Vivero de Iniciativas Ciudadanas de Madrid habla de «DIY (Do it YourSelf), CO-, #, WIKI,MIDDLE-OUT, PRO-, P2P, DIWO (Do it with Others), SLOW-, CROWD-, DIT, @, OPEN, NET- o BOTTOM-UP» como prueba del nuevo mundo que está en marcha en la ciudad. Jergas habituales en la cultura digital. Jergas/siglas que intentan definir prácticas horizontales, colaborativas, en red, transversales. Un detalle vital: las siglas son Prácticas Que Se Tocan. Son reales, aunque algunos no sepan qué significan. ¿A qué sabe-suena-huele, pues, la Comuna (P2P) de Madrid?


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Imagen: La Galería de la Madalena

Una definición imperfecta: Ciudad P2P (peer-to-peer): dícese de la urbe en la que sus nodos (calles, plazas parques) pueden estar conectados entre sí sin pasar por el centro. Persona2persona.Plaza2plaza. Parque2parque. En La Comuna P2P de Madrid los nodos / barrios se han reconectado con otras lógicas, al margen de periferias y centros. Una de las grandes novedades de la Comuna P2P de Madrid reside en los espacios a cielo abierto. El #TomaLosBarrios, que disgregó la Acampada Sol en los primeros días de 15M en asambleas locales, reforzó a esa Comuna P2P de Madrid que ya estaba en marcha

Desde finales de los años noventa, el cambio de piel ha sido paulatino. El 15M apenas multiplicó, aceleró. La Comuna P2P de Madrid empezó a coger forma con los reciclajes / resignificaciones urbanas de Basurama, ZooHaus, Left Hand Rotation o Boa Mistura. Y con los mobiliarios-proceso de licencias libres, low cost y temporales de Zuloark, como el superbench o #Savethedinosaur. Y con las intervenciones urbanas de Todo por la Praxis, su guía de Vacíos Urbanos Autogestionados, sus hackeos físicos como el Banco Guerrilla. Y con las regeneraciones de tejidos barriales de Paisaje Transversal. Y con las galerías post it en muros y paradas de autobús de La Galería de Madalena.

El 15M, como ineludible salvapantallas común, dinamiza las plazas con pensamiento y acción política. En la Comuna P2P de Madrid, a día de hoy, se celebran un centenar de asambleas políticas en el espacio público. La calle, en palabras de Adolfo Estalella, no es sólo el lugar del ejercicio político sino el método de esa política. «El derecho a la ciudad» de Henry Lefebvre renace en Madrid a diario. Y muta y se recicla en calles y redes.

El mencionado proyecto Esta es una plaza abrió el camino de la ciudad híbrida (redes digitales + espacios físicos). El Twittómetro que ampliaba a la red las asambleas de la Acampada Sol o el mapa en tiempo real de #Voces25S crearon esa acuarela digitalógica, fisital, cíbrida. La Comuna P2P de Madrid es una ciudad hecha de átomos y bits, virtual y analógica a partes iguales. Madríbrida, como un cúmulo de streamings ciudadanos de PeopleWitness (proyecto nacido en Barcelona). Madribrida, como personas que deambulan por la urbe comunicándose en tiempo real con grupos de What’s App. Como una sesión de ThinkCommons.org que proyecta en el espacio físico un encuentro virtual de varias personas del mundo.

La ciudad viva con la que soñó la estadounidense Jane Jacobs, icono de la humanización de las urbes, habita en la híbrida Comuna P2P de Madrid. En el hashtag-acción #BarriosDespiertos. En iniciativas como El paseo de Jane, un paseo-deriva urbana para tejer redes humanas en los barrios. La Comuna P2P de Madrid es una postal viva, bastarda, interracial, profunda, poética, sexy. Los profesores universitarios ocupan el espacio público con 500 aulas en un solo día, con streaming y cobertura de redes. Y los desconocidos se juntan en parques, plazas o blogs en los Desayunos ciudadanos.

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Imagen: El Campo de Cebada 

¿A qué sabe-suena-huele, pues, la Comuna P2P de Madrid? A la vida social del espacio El Campo de Cebada, recientemente galardonado con el Golden Nica, del Ars Electrónica, en la categoría de ‘comunidades digitales’. En ‘El Campo de Cebada’ – un espacio gobernado transversal y horizontalmente por sus vecinos – se enredan permacultura, arquitectura en beta, cultura libre y una inspiradora convivencia intergeneracional-racial-cultural. En la Comuna P2P de Madrid la cuestión no es tanto el qué hacer sino el cómo hacer. Y por eso la urbe-mundo está entregada al nuevo concepto del comoísmo: el quid de la cuestión se encuentra en los procesos y metodologías y en lo transversal, inclusivo, interdisciplinar y heterogéneo.

La Comuna P2P de Madrid es copyleft (copia liberada). Sus plazas son copyleft. Cualquiera pueda sentarse, hablar, grabar. Compartirlo con el mundo. Graba tu plaza. Copiala. Súbela a la nube de MediaTeletipos. El invidivuo renace en el nosotros. Y para rabia del fanático individualismo neoliberal la Comuna P2P de Madrid es la ciudad DIWO (Do it With Others). Ciudad Hazlo Con Otros. Ciudad Colabora. La Fundación Robo no es una persona. No hay líderes. No hay rostros. Somos nosotras. Las canciones son colectivas. Son reapropiables. En el Madri DIWO la clásica Bicicrítica – paseo colectivo en bicicleta sin rumbo fijo– transmuta en el Plano de Calles Tranquilas. O en el bar y espacio de co-working La Bicicleta, que nació como un proyecto de crowd funding. Solo no puedes. Con amigos sí.

En los ochenta, en el Madrid narrado por Joaquín Sabina “el sol era una estufa de butano”. Y había “jeringuillas en el lavabo”. Desempleo. Yonquis. Rock cervecero. En la Comuna de Madrid hay desempleo. Pero prima lo trans-, lo co-, lo inter-, lo plural. Y la Cultura_RAM, un nuevo paradigma cultural basado en el intercambio y lo relacional, no en lo acumulativo. Hazlo con otros. Comparte libros en Bookcamping.cc. Cambia tu tiempo en el banco NOCKIN. Comparte Internet con tu vecino en WIFIS.org. Bebe conocimiento libre en la librería-editorial Traficantes de Sueños. Piérdete en el turismo hacker del proyecto Loginmadrid, en el que cada persona local es un password que introduce al visitante en comunidades barriales. La Comuna P2P de Madrid sabe-huele-suena a serendipia, a encuentros fortuitos, a cultura abierta a innovaciones cruzadas.

Al inicio de los noventa, Madrid todavía era aquel “mar de alquitrán, feudo estatal” contra el que despotricaba el grupo de heavy metal Barón Rojo. Una #PostMetrópolis con un centro repleto de instituciones y una periferia obrera desconectada emocionalmente del corazón urbano. La Comuna P2P de Madrid es un dédalo de plazas interconectados que crece y muta al margen de representantes, Gobiernos e instituciones. Dialoga, co-crea. No depende de lo institucional. Pero tampoco es antagonista.

La urbe, simplemente, renace sin pedir permiso en sus espacios inertes o desocupados. En el Mercado de San Fernando (Lavapiés), por ejemplo, se venden libros al kilo en La Casqueria y las verduras conviven con el software libre. La ciudad se reconfigura en lo oblicuo, en lo transfronterizo, en lo asimétrico. En seminarios abiertos como Hack the Academy Studio, donde la academia derriba sus muros y la ciudadanía participa.  Se cocina-piensa en La Mesa Ciudadana, entre expertos, amateurs, arquitectos, artistas, enredas multidisciplinares y técnicos del ayuntamiento.

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Imagen: taller Arquicómics, sobre relación de la arquitectura y el cómic.

La Comuna P2P de Madrid es la cuna del concepto Extitución. Si las instituciones son sistemas organizacionales basados en un esquema dentro-fuera, las extituciones se proponen como superficies en las que pueden ensamblarse, eventualmente, multitud de agentes. Extituciones líquidas, flexibles, incluyentes, intinerantes, post it. Extituciones como el Intermediae, forjado con software libre y participación transversal, que puede celebrar sus encuentros-debates en el Matadero, pero también en diferentes espacios de la urbe. Extituciones como el MediaLab Prado, que ofrece su cuerpo a las comunidades, cocina ciencia abierta, bosteza prototipos múltiples, transforma ciudadanos en sensores (ver Data Citizen Driven City) o su fachada en una pantalla jugable, reapropiable, compartida.

Madrid, para Antonio Machado, “era el rompeolas de todas las Españas”. En la década de los 10, Madrid es el rompeolas remix de todas las plazas, de todos los continentes, de todas las lenguas, de todas las redes. Toma la plaza. Take the square. La nacionalidad no importa. El espacio de disputa de la Comuna P2P de Madrid es el mundo. Lo hiperlocal tiene latidos globales. Los ciudadanos protegen a sus inmigrantes de la policía. En los espacios comunes – ya sea Tabacalera, El Campo de Cebada o el MediaLab Prado – la multiculturalidad es la norma. Y una galaxia creciente de proyectos interculturales con sede en la urbe, como Lab Latino, Inteligencias Colectivas, Red Trans Ibérica o Curator´s Network, conectan las redes de afectos con el planeta desarrollando proyectos en otros países.

Si Madrid – ingobernable urbe de capas, puzzle multicultural, grito micro-macro nacional – estuviera gobernada por políticos despiertos, ya habrían convertido esta efervescencia en “marca ciudad”. Madrid estaría viviendo una REmovida madrileña más cool que la almodovariana. O una Movida 2.0 caza turistas que acabaría descafeinando las propuestas.

Mejor así. Que nadie se apropie del relato. Que la co-creación volcánica no tenga nombre. Que sea un río subterráneo, coral, casi invisible. Que la Comuna P2P de Madrid sea viento tenue, constante. Que sea rizoma. Que sea el océano dónde, en medio de la tormenta macroeconómica, navegan todos los afectos glocales. Que la Comuna P2P de Madrid apenas se entienda de aquí a unas décadas. Y que pase a la historia como aquella primera piedra, aquel prototipo que, plaza a plaza, palabra a palabra, concepto a concepto, fue sustituyendo al viejo mundo sin que nadie se diera cuenta.

#GlobalP2P, el viento que desordenó las redes

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Colaboración, redes, transversalidad, apertura, licencias libres, remezcla, transnacionalidad. El pasado 20 de marzo el hashtag #GlobalP2P se coló de repente entre lo más usados de Twitter a nivel global.  Un detalle: no había sido TT primero en ningún país. Luego, se situó en lo más visto de varios. #GlobalP2P fue un grito coral. #GlobalP2P fue un eco insistente que dio visibilidad al wikisprint – una mapeo de experiencias alrededor del procomún y el peer-to-peer – de la P2P Foundation que se estaba realizando ese día en América Latina y el sur de Europa. La explosión de #GlobalP2P como tendencia global no fue casual. Hubo una estrategia previa detrás. La etiqueta #P2PWikisprint llevaba unas semanas calentando motores. Se cocinó de forma descentralizada, de ahí su salto directo a los TT globales. Y, sobre todo, ya estaba en marcha un intensísimo proceso común entre cientos de colectivos, redes, activistas, fundaciones, pensadores, universidades… e incluso algún Gobierno local o supranacional.

La espectacular visualización #GlobalP2P, 24 horas de transnacionalidad P2P, realizada por el estudio Outliers, destaca las increíbles conexiones que se hicieron visibles durante esa jornada. Algunos vínculos ya existían. Otros surgieron entonces. Apenas en un día, fueron mapeados en la wiki de la P2P Foundation 235 proyectosY lo más importante: se conectaron proyectos, nacieron nuevos. En la parte superior izquierda, vemos cómo los conceptos se enredaban al margen de lógicas endogámicas. A las 13.00 GMT+1 se hablaba de cultura libre, gobierno, red, personas u open. Las cuentas que dialogaban entre sí (parte inferior izquierda) se relacionaron con altos porcentajes de transnacionalidad, al margen de las fronteras.

Lo más interesante del #P2PWikisprint es que sobrevivió como proceso. Como comunidad expandida. Como red transnacional. . En los próximos meses puede que haya más wikisprints. Pero sin duda irán sucediendo cosas alrededor del #GlobalP2P que no habíamos planeado inicialmente. Ya está en marcha la campaña Iberoamérica abierta (nombre inicial). Y una idea de realizar hackatones distribuídos para construir la App móvil para encontrar de forma geolocalizada, en cada ciudad, las redes, comunidades y/o personas que trabajan para el bien común.

Este texto tiene un objetivo: compartir la metodología. Revelo algunos detalles  del proceso no evidentes a primera vista, para que cualquiera pueda replicar la experiencia. Estas 13 claves resumen la esencia de este proceso. Podrían aplicarse a muchos otros campos.

 

 

1. Redes de afectos. El proceso no habría sido posible sin las redes de afectos. Un mail personal enviado a finales del año 2012 a un centenar de personas no habría funcionado sin una red de confianza previa. Mapear mentalmente qué redes, colectivos y personas podrían involucrase en el #P2PWikisprint fue un paso vital. La conexión transversal de perfiles muy diferentes generó una nueva red, basada también en la confianza mutua, la información compartida y los afectos.

2. Proceso abierto. El segundo paso fue crear una lista de correos P2P en castellano en el proyecto Our Project. Cualquier persona puede suscribirse a esta lista abierta sin necesidad de invitación. No se hizo pública inicialmente. Usamos la estrategia de la invitación personal: cada persona fue incorporando a su comunidad. De esta manera, se fue tejiendo una red. La transparencia – creamos incluso un documento abierto para ir añadiendo quién se unía a la lista – reforzó la confianza en el proceso. Sin embargo, en la lista se usó siempre  la ética de la netiqueta. Buenos modales de red, poco ruido. No era necesario escribir a la lista siempre (incentivaría una red centralizada). Mejor mails personales a la persona concreta, para ir reforzando la autonomía de los nodos.

3. Producomunicación. Los procesos de producción deben estar íntimamente ligados a los procesos de comunicación. Lanzar una campaña, con su día D, con su objetivo concreto, puede no ser efectivo en la era red. La comunicación como sinónimo de marketing tampoco funciona. Comunicamos el proceso del #P2PWikisprint desde el inicio. Para ello usamos la plataforma TitanPad. Todos los documentos creados, como éste sobre las ciudades que se fueron uniendo a la convocatoria, se dejaron abiertos para cualquier persona del mundo. La  documentación pasa a ser comunicación. La comunicación es también acción. La acción-comunicación conforma un solo cuerpo.

4. La economía de la colaboración. En todo el proceso del #P2PWikisprint no hubo recursos. Todas las personas, colectivos o instituciones implicadas en el mismo se unieron por propia voluntad, sin remuneración. El entusiasmo colectivo fue el combustible (intangible) del proceso. El #P2PWikisprint refuerza la tesis commons-based peer production de Yochai Benkler. La colaboración entre un gran número de individuos organizados de forma no jerárquica puede ser más efectiva que una organización vertical. Además, Benkler defiende que el dinero no es el único motor de la acciones humanas. Con algunos recursos, puede que el #P2Pwikisprint hubiera tenido una mayor impacto. Pero una agencia de comunicación centralizada, con un gran presupuesto, no habría conseguido el mismo resultado.

5. Marco ético. «Una regulación intensa permite una gran libertad y dicha libertad favorece la replicabilidad». Guillermo Zapata, en su artículo Más libertad…más regulación, reflexiona sobre cómo pocas reglas muy rígidas pueden generar una gran libertad. Ocurre en el software libre, donde existe «una gran libertad de uso, siempre y cuando» se respeten las cuatro libertades. Los criterios de inclusión en el wikisprint – apertura, licencias libres, orientación al procomún….- eran rígidos. Prefiero definirlos como libertades. O como un sólido marco ético. Quien no se ajuste al marco ético está automáticamente excluído del wikisprint.

6. Máximo común multiplo. «En lugar de buscar un mínimo común denominador, se trata de un maximo común múltiplo, que exalta las cualidades particulares». Esta frase, que aparece en el brillante estudio del colectivo Wu Ming sobre la teoría de Guerrilla de T.E Lawrence, podría explicar la esencia del #P2PWikisprint. El mínimo común denominador – lo que nos une – es el rígido marco ético. Es insuficiente. El máximo común múltiplo es lo que podemos llegar a hacer multiplicando habilidades, recursos y/o entusiasmos. No nos conformamos con lo Mínimo Que Nos Une. Aspiramos a un máximo común múltiplo.

7. Comunicación expandida, acción distribuída. «Todo cambio significa desorganización de lo viejo y organización de lo nuevo». Esta frase del Tratado para radicales, de Saul Alinsky, flota por todo el proceso #P2Pwikisprint#GlobalP2P. Centralizar el proceso habría sido un error. Por ello creamos una estrategia de comunicación abierta, expandida y P2P. Cualquier organización podía adaptar una nota de prensa P2P, añadiendo su nombre y enviándolo a sus contactos de medios. Cualquier acción-comunicación que encajase con el código ético era válida. En Buenos Aires hicieron un vídeo de animación. En Bilbao, prepararon dibujos para ilustrar textos. En México, prepararon una semana entera de actividades. El desorden fue nuestro equilibro.

Sesión final del especial #P2PWikisprint en la plataforma ThinkCommons.org

8. Espacios híbridos. El wikisprint tuvo una dimensión física importante. Encontrarse en el territorio, dialogar de forma analógica, era una parte esencial del proceso. Hubo sesiones presenciales en muchísimas ciudades. Al mismo tiempo, realizamos un hang out en la plataforma ThinkCommons.org, con invitados de todo el mundo, con streaming funcionando durante casi 14 horas.Algunas de las sesiones se selebraron físicamente en el MediaLab Prado (Madrid)  y en Tabakalera (San Sebastián), creando un vínculo glocal entre espacios virtuales y analógicos. Todas las sesiones del especial #P2PWikisprint están colgadas en Internet. 

9. Esto no es un Trending Topic. El hashtag #GlobalP2P fue el escogido para levantar un Treding Topic (TT) en Twitter. #P2PWikisprint no servía porque Twitter penaliza los hashtags ya utilizados. Se preparó la acción de forma colaborativa un PAD con instrucciones para ello, tal como se preparan en el entorno 15M y #GlobalRevolution. Poco después de lo planeado, entró directamente como sexto TT a nivel global. Después, fue TT en algunos países. En el mapa de TrendsMap, #GlobalP2P se mantuvo muy fuerte durante, sobre todo en España, durante todo el día. Conseguir un TT nunca debería ser un objetivo. Visibilizar, imponer agenda, alimentar un proceso, construir una red o crear comunidad siempre es más importante.

10. Objetivo difuso. «Supongamos que fueran una influencia, algo invulnerable , intangible, sin frente ni retaguardia, que se mueve como el gas».  T.E Lawrence, en su texto Guerrilla de 1929 en el que estudió las claves de la victoria de los árabes frente a los turcos en 1916, trastocó para siempre la lógica de los enfrentamientos y las campañas (no exclusivamente militares). No tener objetivo claro, visible, único, puede ser bueno. Mejor ser vapor, moverse como el gas.  Librar una batalla concreta puede ser un un error. La guerrilla de la comunicación tiene que ser viento. La táctica pasa por lo  lateral, transversal, periférico. Frenar las iniciativas del #P2PWikisprint que querían ir más allá del mapeo (objetivo inicial) habría sido un error. Pero intentar encontrar un objetivo común y único también podría haber provocado un verdadero fracaso.

Todo era posible en el #P2PWikisprint. Todo valía dentro de un código ético. El nuevo proceso #GlobalP2P no contaba apenas con un ejército unido. El #GlobalP2P era,  parafraseando a T.E Lawrence, «un vapor llevado por el viento».

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11. Imaginario. ¿Cómo visibilizar para el máximo número de personas dos palabras no demasiado entendibles, wikisprint y P2P? Creando un imaginario. El P2P está asociado en los medios masivos a la piratería. Intercambiar música = piratería. Sin embargo, el peer-to-peer lleva en su ADN el compartir, la generosidad, la colaboración. Además, las lógicas P2P exceden el ámbito cultural. Se expanden por la economía, la política, la ecología… ¿Tendría sentido iniciar una guerra del entorno P2P contra la industria cultural aprovechando el #P2PWikisprint? #No. Mejor forjar un imaginario. Dar forma a un deseo colectivo. Crear una narrativa indestructible. Porque, al igual que para los árabes que expulsaron a los turcos en inferioridad numérica, para nosotros  «el combate no era físico, sino moral». Para derribar el cliché de compartir = piratería, nada mejor que una narrativa. Nada más sólido que un imaginario intangible. El intercambio de juguetes entre niños que tuvo lugar en el Museo del Juguete Antiguo de Ciudad de México neutraliza cualquier campaña de cualquier lobby. P2P = niños intercambiando afectos.

12. Conexiones transversales, conexiones transnacionales. Outliers, para realizar su visualización, formuló un indicador nuevo: el índice de transnacionalidad de los tuits. Durante el #P2PWikisprint la circulación internacional de información fue la tónica. Durante la mayoría del día el porcentaje de transnacionalidad superó el 40%. Y a las 05.00 GMT del día 21 el porcentaje subió al 100%.  La transnacionalidad fue mucho mayor que la habitual en otros procesos globales. Outliers, por ejemplo, calculó la transnacionalidad de los tuits del #15oct (movilización global del 15 de octubre de 2011) y rondó el 5%. El #GlobalP2P resaltó el diálogo, conexiones y empatías de muchos peers al margen de nacionalidades, Estados nación y fronteras políticas. Además, se crearon espacios de diálogo asimétrico casi inéditos. Durante el #P2PWikisprint algunos Gobiernos regionales, como el de Rio Grande do Sul (Brasil), o supranacionales, como la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB),dialogaron de tú a tú con activistas del 15M, Occupy Wall Street o #YoSoy132.

13. Pertenencia líquida. La participación en el proceso #GlobalP2P, incluso en la lista de correos, tiene algunas particularidades. No se forma parte del #GlobalP2P con el sentimiento de pertenencia absoluto de una comunidad. Existe, sí, un sentimiento de pertenencia comunitaria. Pero el vínculo con el proceso #GlobalP2P es mucho más flexible que la militancia en un partido político o en un colectivo, que la pertenencia a una religión o a la hinchada de un equipo de fútbol. La flexibilidad es la fuerza del #GlobalP2P, que llega a funcionar como los enjambre de los que hablaba ya Kevin Kelly en su libro Out of Control. El poder salir del enjambre, la posibilidad de dispersión, garantiza su fortaleza. Se puede volar un tiempo en el #GlobalP2P como lo hace una ave en un bando de pájaros. Se puede abandonar el bando, en cualquier momento, para incorporarse a otro diferente. El marco ético, el compromiso moral, provocará el retorno al bando en acciones concretas. El viento #GlobalP2P volverá a desordenar las redes.

 

 

#OtraGrecia, la Grecia procomunal que no sale en los medios

¿Por qué apenas tenemos noticias de lo que está ocurriendo en Grecia? ¿Por qué los grandes medios no realizan coberturas en profundidad sobre lo que está pasando? Apenas llegan noticias sobre el nuevo partido de sesgo nazi Amanecer Dorado, sobre el hundimiento de la macroeconomía o las protestas callejeras. ¿Pero por qué no nadie informa sobre el nuevo mundo que está naciendo en las ciudades postfordistas, postcapitalistas y (casi) autogobernadas del país donde nació la democracia occidental? El activista griego George Papanikolaou, médico de profesión, me contaba por email recientemente que en Grecia la mayoría de la clase media ha salido del estado del bienestar.  Y que por eso, Grecia es el primer lugar de Europa donde la sociedad está abandonando el dilema Estado – mercado y está orientando sus acciones hacia el procomún.

Esta entrada es un pequeño esfuerzo para visibilizar el proceso social orientado a los bienes comunes y a la gestión horizontal de los mismos, que está naciendo en Grecia. Al final sugeriré usar los hashtags de Twitter #OtraGrecia y #OtherGreece, para dialogar y visibilizar colectivamente la nueva Grecia orientada al commons que los medios y la Troika quieren invisibilizar. Antes, quería mencionar dos proyectos intimamente relacionados con la nueva Grecia.

Primero, quiero destacar el brazo griego de la prestigiosa P2P Foundation, el más activo tras el de lengua inglesa. Además, el griego es el único idioma a parte del inglés tienen un blog en la P2P Foundation. Por otro lado, quiero destacar el proyecto Mapping the commons que el colectivo sevillano Hackitectura realizó en Atenas en el año 2011. Mapping the Commons es una cartografía de la capital griega vista desde la perspectiva de los bienes comunes, entendidos en sentido amplio: bienes materiales e inmateriales. La cartografía incluye no sólo el mapeo de lugares sino también el de situaciones y redes:  parques públicos, puntos de conexión WI-FI, acciones contra las políticas migratorias o la gentrificación, grupos ciudadanos a favor del uso de la bicicleta, espacios autogestionados… El proyecto, realizado en la plataforma Meipi, cuenta con un completo site. En Hackitectura están colgados algunos de los vídeos realizados durante el taller.

 

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Imagen: Hackitectura

A continuación cito algunos proyectos griegos orientados al procomún. La idea divulgar todos los proyectos / realidades que vayamos encontrando en los hashtag #OtraGrecia y #OtherGreece (en inglés). Me comprometo a divulgar personalmente los proyectos que aparezcan en los comentarios de este post.

P2P Lab. Un laboratorio de investigación en la ciudad de Ioannina sobre prácticas peer-to-peer, el procomún y de la filosofía de código abierto. Aquí un vídeo de presentación, P2P and Utopia.

Navarinou Park. El parque Navarinou Park es un espacio autogestionado de Exarcheia. En marzo de 2009 una multitud respondió a una llamada digital y ocupó el espacio con un objetivo: convertir el parking en un parque. Con jardinería de guerrilla, los ciudadanos fueron transformando el parking en un parque auto organizado, anti-jerárquico y  anti-comercial, gestionado con asambleas abiertas.

Mercado de Shisto. El procomún, en palabras de Hacktitectura, puede surgir de «prácticas comerciales en mercados en espacios abiertos». Schisto, celebrado todos los domingos, se ha convertido en un mercado libre, abierto  y no controlado por las autoridades. Existe el trueque de mercancías y también el intercambio de servicios entre profesionales.

Athens Wireless Metropolitan Network (AWMN). Athens Wireless Metropolitan Network (AWMN) es una comunidad horizontal de Wi-Fi, que conecta a personas y colectivos con tecnologías libres.

Freecycle Athens / Universidad libre. Ante el intento de privatización de la Universidad pública y ante los constantes recortes de presupuesto, los estudiantes y profesores griegos están gestionando el conocimiento de forma asamblearia.La Escuela de Arquitectura en concreto está incluso organizando aulas en la emblemática plaza de Syntagma.

Hospital AutoGestionado de Kilkis. Ante los recortes, los médicos y trabajadores de un hospital de Kilkis (norte de Grecia) decidieron ocupar el mismo. Un año después, el hospital continúa funcionando de forma autogestionada y horizontal. Aquí el comunicado de la asamblea de trabajadores que decidió ocupar el hospital. Aquí algo de información y un documental.

Divulga otros proyectos y procesos que estén ocurriendo en Grecia en los hashtags de Twitter #OtraGrecia y #OtherGreece.

Tejer redes para diluir fronteras

Captura de pantalla 2013-04-07 a la(s) 11.31.51Imagen: Culturomics 2.0, First Monday peer-reviewed Journal on the Internet 

Este texto mío aparecerá en el libro Empodera, del colectivo Cibervoluntarios, que se editará el próximo mes de junio. 

“Un colectivo indígena de Chiapas, enredado con un espacio de co-working de Quito. Una plataforma de crowd funding de Barcelona, trabajando con el movimiento de datos abiertos de Montevideo. Una cooperativa griega, inspirando a colectivos artísticos de Caracas (y viceversa). Un grupo hacktivista de Madrid, retroalimentándose de la permacultura de las favelas de Río de Janeiro”. Así comenzaba un texto mío, titulado La Europa del Sur y América Latina, unidos por el P2P, que publiqué el pasado mes de marzo. En él, presentaba el #Wikisprint convocado por la P2P Foundation que se celebró el pasado 20 de marzo, en el que estuve especialmente implicado. En él, participaron centenares de redes, colectivos, fundaciones, activistas, Gobiernos … Personas de todo el mundo, participando por razones muy diferentes. Y sin un intermediario claro. Activistas del 15M, por ejemplo, colaboraron con el mismísimo Estado español (varios centros de cultura de España de América Latina) en una nueva topología de red donde todos los nodos podían conectarse con todos los nodos. El P2P, su filosofía abierta, mostró su verdadera fuerza empoderadora.

¿Pero qué es exactamente el P2P (peer-to-peer)? Demos voz a Wikipedia: “Una red peer-to-peer, red de pares, red entre iguales, red entre pares o red punto a punto (P2P, por sus siglas en inglés) es una red de computadoras en la que una serie de nodos se comportan como iguales entre sí”. Como topología de red, una red P2P sería lo equivalente a la red distribuida que Paul Barán, uno de los fundadores de Internet, definió en el inicio de los años sesenta. Como contraposición a los otros dos tipos de redes, la centralizada y la descentralizada, la red distribuida demuestra una fortaleza inusitada. Y está basada, paradójicamente para el viejo mundo, en su flexibilidad. Cuantos más nodos, cuantos más vínculos existan entre ellos, cuando menos centros haya, mejor. Internet fue concebida durante la Guerra Fría como una red distribuida para evitar que la caída de un nodo en manos enemigas supusiera el colapso de la red. Sin embargo, el lobby del copyright y de la decadente industria del entretenimiento insisten en identificar el P2P con piratería. ¿Por qué siguen sin entender este nuevo paradigma de redes e intercambios entre pares?

El surgimiento de Napster en el año 2000, que posibilitó el intercambio de archivos entre usuarios de todo el mundo, significó la primera gran explosión del potencial del P2P. La fortaleza de las redes P2P ya no era un exclusivo patrimonio de las universidades o ejército estadounidenses. Napster, una mero programa informático, conectaba en tiempo real a usuarios y ordenadores de todo el mundo. Cualquiera persona podía intercambiar música, textos, fotos. Dialogar en tiempo real. Relacionarse con cualquier persona sin un intermediario. Las fronteras dejaron de existir, por lo menos en ciertos aspectos. Tras Napster llegaron muchas otras mutaciones P2P, como el servicio de telefonía SKYPE o el protocolo Bit Torrent de intercambio de archivos. E incluso la World Wide Web – que es una interfaz centralizada – empezó a impregnarse de la filosofía y modus operandi del P2P. Miles de personas escribiendo un artículo en Wikipedia tiene mucho de nodos conectados, de diálogo P2P, a pesar de su centralismo.

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La topología de red P2P, con la irrupción de la tecnología, pone sobre la mesa una cuestión de vital para las próximas décadas: las fronteras y Estados nación pierden parte de su sentido. El culebrón del site sueco The Pirate Bay, que la justicia estadounidense no pudo cerrar directamente por problemas de jurisprudencia, demuestra que el mundo basado en países, tal como lo diseñaron en el siglo XIX, está agonizando. Con Tor Project o una Red Privada Virtual (VPN, lee la comparativa de VPNs del mercado), por ejemplo, podemos navegar por Internet escondiendo nuestro IP (Internet Protocol) geográfico. Nadie sabrá dónde estamos. Y sólo el hecho de hospedar un site en un servidor de otro país provoca un dolor de cabeza para cualquier Gobierno. El mundo conectado, el mundo P2P, nos revela una nueva carta colectiva: el empoderamiento trasnacional.

La campaña activista Israel loves Iran, que desmanteló la narrativa nacionalista de Israel e Irán, es un claro ejemplo del nuevo empoderamiento sin fronteras que puede modificar el mundo tal como lo entendemos. El diseñador israelí Ronny Edry subió a Facebook un mensaje con un diseño colorido: Iraníes, nunca bombardearemos vuestro país. Os amamos. La reacción en cadena-red fue explosiva: miles de diseños y mensajes de amor de ciudadanos israelíes hacia iraníes. El propio Ronny subió un vídeo a You Tube explicando su preocupación sobre el peligro de que los Estados usasen el odio para enfrentar a los ciudadanos de diferentes países. Israel loves Iran se convirtió en un fenómeno con página web propia, decenas de grupos de Facebook, carteles en muros y autobuses de todo Israel…

Y llegó el efecto de ida-y-vuelta. Desde Irán, no tardaron en llegar mensajes de amor. Israel, we love you. El mundo P2P, la conexión de los nodos, desmontó una narrativa vertical, creada por un Estado nación cuya estructura se hunde en el siglo XIX, cuando la única conexión entre los pueblos del mundo se daba en los cafés y los diarios. Y mostró que en esta nueva era las fronteras pueden diluirse en actos concretos. Las campañas de Avaaz, que recogen firmas de cualquier país para acciones puntuales, son buena prueba de ello.

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Imagen: proyecto Estrecho mental, de Hackitectura

Los filósofos franceses Gilles Deleuze y Félix Guatari intuyeron ya en los años setenta la fragmentación de los territorios. Entrevieron una conexión subterránea entre territorios, subjetividades, personas. Le llamaron “desterritorialización”. Y usaron la metáfora del “rizoma” como nueva liana conectora. El rizoma como una estructura subterránea, no jerárquica, de múltiples brazos. Como redes de afectos que escapan al control vertical de Estados y estructuras supranacionales

Y es que Internet, como pocas otras cosas, deja al Estado Nación desnudo: inservible, obsoleto, anacrónico. La red corroe las aristas del Estado nación, difumina sus tentáculos, sus reglas fijas. Zygmunt Bauman, en Cities of fear, City of Hope, aborda la decadencia del Estado Nación y el auge de las ciudades como espacios políticos. Manuel Castells habla ya hace muchos años del Estado Red y de un espacio de flujos en el que los ciudadanos se relacionan desde espacios físicos distantes. David de Ugarte, en su Trilogía de las Redes, habla de la filé (estructura económica transnacional) y la plurarquía (nuevo sistema político basado en las decisiones colectivas) como estructuras que sucederán a las naciones y Estados. Juan Urrutia sugiere “una confederación asimétrica de comunidades identitarias con acuerdos entre ellas y sin ninguna autoridad central”.

Además, la misma topología irregular de la red desmonta cualquier tipo de mitificación nacional. Nueva York (480ms) está más cerca de Buenos Aires que de Montevideo (713ms), teniendo en cuenta las distancias en el ciberespacio, según un estudio de la Revista Meridiano. Cualquier grafo (visualizaciones del 15M), como las 499 cuentas de la Spanish Revolution, coloca en un mismo mapa de conexiones a personas de diferentes países. La global revolution, con sus acciones cruzadas en tiempo real, está acabando de reconfigurar aquel mundo que empezó a temblar con los primeros estertores de la antiglobalización.

Reevo, una plataforma de educación libre

Reevo – Red de Educación Viva from Reevo on Vimeo.

«Escuela sin aula, «escuela sin pizarras»,»escuelas donde los padres y vecinos son maestros»,»los usuarios podrán compartir enlaces e ideas». Así será el proyecto Reevo, «un proyecto para construir un espacio web con iniciativas vinculadas a la educación, que se centran en el aprendizaje y pleno desarrollo de los seres humanos en comunidad respetando su vida, su cultura y su entorno». Una escuela híbrida – digital y analógica- en toda regla. Una escuela copyelft (no existirá copyright en los contenidos).

Reevo.org, una Red de Educación Viva, acaba de entrar en la plataforma Goteo.org, para buscar la financiación necesaria para llevarse a cabo (5.400 euros mínimo). Reevo, que se define como una plataforma web, constará de tres partes. La primera, un centro de contenidos, que será «un banco colaborativo libre/abierto de conocimientos, experiencias, propuestas y recursos sobre educación no convenciona». La segunda, una red social propia para incentivar el intercambio entre los participantes. La tercera, una incubadora de proyectos, «un espacio de gestación, promoción e impulso a nuevos proyectos educativos que requieren la participación y apoyo de la comunidad».

Reevo surge como una continuación del documental La Educación Prohibida, del que hablé en este blog. Los creadores del proyecto conocieron más de 100 experiencias de educación no convencional y educadores en 10 países de hispanoamérica. Y por ello, tras la éxito de La educación prohibida, decidieron continuar poniendo en jaque a la educación tradicional basada en la competición, los premios, los castigos y la formación enclaustrada. Proyectos como Reevo ayudarán (y mucho) en una transformación social que convertirá nuestras urbes, villas y aldeas en verdaderos lugares de aprendizaje (aquí un post antiguo titulado Hacia la ciudad del aprendizaje).

Por todo ello, el proyecto Reevo.org se merece todo nuestro apoyo. Puedes colaborar aquí, en Goteo.org.

#P2PWikisprint, una cobertura de flujos

Todo nació en un mail entre amigos. Después, comenzó a circular en redes, listas de correos, medios de comunicación. Y aquí estamos: más de veinte países, cientos de colectivos y redes, unidos en el #P2Pwikisprint de la P2P Foundation que se celebra hoy. Presenté este día de acción, que ya es un proceso internacional de mayor calado, en este mismo blog: La Europa del Sur y la América Latina, unidos por el P2P. Durante todo el día,  celebraremos un Hang Out en la plataforma ThinkCommons.org, que vamos a retransmitir en directo en You Tube, con invitados de todo el mundo. Estos días explicaré con detalles cómo ha ido creciendo este #P2PWikisprint. En esta entrada, voy a recopilar los tuits que considere más relevantes de todo e proceso. Una cobertura de flujos alrededor del hashtag #P2PWikisprint y de los que vayan surgiendo. COmo siempre, tiempo circular, cóncavo. Una orden cronológica que no siempre será lineal.

 

 

 

La Europa del sur y América Latina, unidos por el P2P

p2p Un colectivo indígena de Chiapas, enredado con un espacio de co-working de Quito. Una plataforma de crowd funding de Barcelona, trabajando con el movimiento de datos abiertos de Montevideo. Una cooperativa griega, inspirando a colectivos artísticos de Caracas (y viceversa). Un grupo hacktivista de Madrid, retroalimentándose de la permacultura de las favelas de Río de Janeiro. Una comunidad de programadores de software libre de Buenos Aires, colaborando con urbanistas de Lima. Colectivos culturales junto a hackers. Fundaciones con activistas. Artistas copyleft  + gestores de cooperación. Política en red. Ecología de código abierto. Open data. El Sur de Europa, sus movimientos bottom up y horizontales, unido a la energética América Latina. La #GlobalRevolution, la innovación social y el procomún, dialogando de forma transfronteriza. Y ambos lados del océano Atlántico, hermanados por el Peer-to-peer (P2P), una topología de red abierta en la que cada nodo está conectado al resto sin pasar por ningún centro. El P2P – con su apertura, descentralización y empoderamiento colectivo – no es ya algo minoritario. Es filosofía, tendencia de trabajo, una realidad sólida. El P2P es el sistema nervioso del mundo mundo.

No es apenas un principio de texto poético.Tampoco una exageración geek. Este párrafo puede ser realidad a partir del próximo día 20 de marzo, cuando el #Wikisprint de la P2P Foundation se celebre simultáneamente en una veintena de países, en el que estoy especialmente involucrado. El wikisprint, un proceso de documentación colectiva y mapeamiento de experiencias, tiene su origen en las comunidades de programadores informáticos de Python, uno de los lenguajes más populares del software libre. La práctica se extendió a otros ámbitos, como a la escritura de libros colectivos. La respetadísima P2P Foundation realiza wikisprints para mapear experiencias alrededor de estos nuevos paradigmas. El wikisprint del próximo 20 de marzo servirá, por ejemplo, para mapear experiencias alrededor del procomún, de la innovación abierta, de la co-creación, de la transparencia, del co-diseño, de la impresión 3D, de las licencias libres….entre otras cosas. Vale la pena leer los criterios de inclusión en la wiki de la P2P Foundation. En este documento abierto está la lista de ciudades confirmadas: cualquier persona puede añadir la suya.Todos los flujos circularán de alguna forma por el sitio creado para la ocasión Wikisprint.p2pf.net y por el hashgtag de Twitter #P2PWikisprint.

Aunque inicialmente el #wikisprint iba a desarrollarse apenas en España, aprovechando la visita de Michel Bauwens, fundador de la P2P Foundation, el intercambio de información y las conexiones humanas extendieron la convocatoria a toda la América hispánica. También se unió Brasil. Y Grecia e Italia. Redes, personas e instituciones, unidos por el P2P. Sin embargo, en el #wikisprint del próximo 20 de marzo, posiblemente uno de los mayores de la historia, va a haber mucho más que un mapeo. La inercia colaborativa ha generado una riquísima hoja de ruta. Durante el #Wikisprint habrá todo tipo de actividades. Debates, conferencias, proyecciones, self media, talleres, visualizaciones de redes, vídeos…

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¿Por qué es importante el próximo wikisprint de la P2P Foundation? Por muchos motivos. El primero de ellos: visibilizar procesos que los grandes medios y Gobiernos occidentales ignoran. España, uno de los países más castigados por la crisis macroeconómica, es uno de las puntas de lanza del mundo en red, del P2P, del procomún, de las nuevas lógicas horizontales, de la economía colaborativa. Y los medios de masa ignoran una realidad fácilmente comprobable con datos. España es el país del mundo con mayor número de espacios de co-working per cápita (3º en número total). España lidera, con mucha diferente, el movimiento de las monedas sociales. España, en 2010 ya tenía más obras licenciadas con Creative Commons que Estados Unidos. España es el cuarto país del mundo en número de fab labs (que no resume el mundo de la impresión 3D pero sí es un síntoma). Además, la cultura copyleft en España ha contagiado a la arquitectura, la agricultura, la comunicación o la abogacía.  En España opera la mayor red del mundo de Wi-Fi alternativa, Guifi.net, que incentiva los nodos compartidos. Y en España nació el proyecto Lorea, el mayor semillero global de redes sociales libres. Por si fuera poco, el transversal movimiento 15M- Indignados está catapultando los procesos de participación político-sociales-comunicativas y revitalizando el procomún urbano y rural. ¿Por qué los grandes medios ignoran esta realidad? ¿Por qué apenas asocian el P2P con la ‘piratería’?.

Por lo mismo que esconden lo que está pasando en la Grecia azotada por las exigencias neoliberales de la Troika: por miedo. Ignorados por los grandes medios, los griegos están construyendo un nuevo paradigma de la economía del bien común, un mundo colectivo alimentado por las redes. No es casualidad que la P2P Foundation tenga una versión en griego. Por otro lado, la Italia que ha estado gobernada por un tecnócrata también tiene mucho que decir en este nuevo mundo en red. Italianos son la placa Arduino (el caso open hardware más popular), los pensadores Toni Negri (que preconizaba en Multitud la irrupción de lo crowd) y Franco Berardi ‘Bifo’, experiencias tan refrescantes como Open P2P Design o el mal entendido MoVimento 5 Stelle (M5S). Por su parte, Portugal, que todavía no ha confirmado su participación en el #Wikisprint, está viendo cómo su Gobierno migra al software libre.

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¿Por qué no crear una alianza tecnopolítica entre los ciudadanos del Sur de Europa y América Latina?  Posiblemente, América Latina tenga el mejor ecosistema para crear un nuevo prototipo de mundo. Gobiernos, en general, orientados a la izquierda, a lo social. Una intensa histórica alrededor de la propiedad colectiva y el trabajo colaborativo. Una fuerte inercia social, analógica y digital. En América Latina está el único país del mundo que protege a #Wikileaks (Ecuador). En América Latina, concretamente en la brasileña Porto Alegre, nació el Presupuesto Participativo y el Foro Social Mundial. En América Latina, muchos Gobiernos usan software libre. En América Latina los Zapatistas iniciaron el camino de la tecnopolítica y hacktivismo del 99%. En América Latina en la Argentina de 2001, el trueque y lo asambleario renacieron de las cenizas del capitalismo. En América Latina todavía existen prácticas tradicionales como el ayni (Bolivia), el tequio (México) o la minga (Ecuador), en total sintonía con las redes P2P o el procomún.

Lo crowd, lo colaborativo, está en el ADN de América Latina. La raza cósmica, profundamente mestiza, de la que ya hablaba el pensador mexicano José Vasconcelos en 1925 puede salvar a los europeos de los tiburones de Fráncfort y Wall Street. Y por eso es tan importante el #wikisprint del próximo 20 de marzo. Un wikisprint que unirá a los movimientos e innovadores sociales del sur de Europa con América Latina, el territorio donde puede nacer un nuevo mundo en red, sostenible, orientado hacia el bien común.

La utopía latina, eso sí, camina mano a mano de la distopía. El neoliberalismo quiere transformar América Latina en un nuevo espacio de consumo insostenible. El capital inventa siglas (como los BRICS que enlazan Brasil, China, India, Rusia y Sudáfrica) para seducir. Para imponer. Y algunos Gobiernos están cayendo en la trampa del ‘consumo, luego existo’. El riesgo es gigantesco: que los Gobiernos latinoamericanos identifiquen progreso con consumo, con mercado, exclusivamente con propiedad privada o con Estado vertical. Por eso, el #wikisprint del 20 de marzo es más que un #wikisprint. Es un grito colectivo. Un nuevo espacio de diálogo. Una nueva topología de mundo. El primer paso en un proceso planetario que puede empezar a cambiar las reglas del juego.

Hashgtag de Twitter: #P2PWikisprint

Diez tuits sobre el Día Mundial de los Datos Abiertos

Datos abiertos como condición de la transparencia. Datos abiertos como garantía de acceso al conocimiento. Datos abiertos como una puerta abierta a la innovación. Datos abierto como un primer paso hacia el gobierno abierto. Datos abiertos como un activador de la inteligencia colectiva en entornos urbanos. Seis redondas, poética e inspiradores. Pero la realidad es algo más prosaica. Y que existan datos abiertos, especialmente en la política, no significa que vaya a existir una sociedad abierta. Mucho menos un Gobierno abierto, que implica co-creación de políticas, la colaboración y la participación. Vale la pena leer el texto La promesa del open data y la ambigüedad actual del concepto de Gobierno abierto, de Mauricio Delfin.

Aunque el concepto de open data – datos abiertos en español – no garantiza ninguna de las realidades incluídas en las «seis frases redondas», son un paso necesario e inevitable en la nueva sociedad red. Por eso todavía sigue siendo necesario el Día Mundial de los Datos Abiertos, celebrado cada 23 de febrero (hoy). La muerte del activista Aaron Swartz y el espontáneo movimiento #PDFTribute (que liberó publicaciones académicas de todo el mundo con formatos y licencias libres) mostró que los datos abiertos son más actitud que tecnología. Mientras el Gobierno del Partido Popular intenta aprobar una descafeinada ley de transparencia en España que deja al margen a la Monarquía y a los partidos políticos, entre otras cosas, el mundo se mueve. El futuro tendrá #DatosAbiertos o no será.

Recomiendo leer en Twitter lo que está pasando en las etiquetas #OpenDataDay, #DatosAbiertos y #OpenData. Para los que no tengan demasiado tiempo, no usen Twitter y/o confíen en este blog, he escogido este Diez tuits sobre  el Día Mundial de los Datos Abiertos (con algunos que he encontrado sin hashgtag o con fechas anteriores).

 

 

 

 

 

 

 

The Pirate Bay, la innovación que debería haber creado la industria del copyright

Una confesión para empezar este post: recordar la primera vez que intercambié un archivo musical con un programa P2P me pone la piel de gallina. El programa se llamaba Napster, corría el año 2.000 y yo escribía entre otras cosas, sobre tecnología. Intercambio archivos desde entonces. Abrí mis carpetas y mi corazón a todos ellos que compartían sus archivos conmigo, aprendiendo esa nueva «ética» generosa de la red. Descubrí músicas – y cultura en general – a las que antes no tenía acceso. Escribí sobre mis descubrimientos en medios de todo el mundo, en mi blog personal. Hable de mis hallazgos en filas de panaderías, foros periodísticos o manifestaciones. Y seguí comprando música. Hoy en día, compro menos en formato físico (Cd). Pero compro. Compro libros y música. Me encanta el papel. ¡Ójala siempre existan libros de papel! Amo las portadas y libretos bien hechos de los Cds. Pero escucho mucha música en streaming. Veo muchas películas online. Y leo más libros en formato digital que en papel. Me niego a pagar el mismo precio – un precio abusivo – por un producto digital que por su versión analógica.

Trece años después de Napster, la industria del copyright parece no haber entendido nada. Sigue identificando intercambio de archivos con «mafia de la piratería». Por eso, Hollywood, la denominada industria de la cultura y los políticos en general deberían ver el recién estrenado documental The Pirate Bay – Away From Keyboard. El mundo debería ver este documental por muchas razones. La primera, porque consiguió la financiación del documental en la plataforma de crowdfunding KickStarter. La segunda, porque poco después de ser exhibido en el Festival de Berlín el documental ya está online con licencia libre. Pero sobre todo, The Pirate Bay – Away From Keyboard explica el gran choque de dos mundos: el viejo mundo basado en productos físicos y la propiedad cerrada; y el nuevo mundo basado, en el intercambio en red y la apertura.

A través del día a día de Peter Sunde, Fredrik Neij y Gottfired Svartholm, los suecos que fundaron The Pirate Bay, el documental nos descubre las contradicciones y limitaciones de la industria del copyright. Es entrañable, queridos amigos, ver cómo un joven le explica a un juez que «no decimos IRL (in real life, en la vida real) sino AFK (away from keywords, lejos de los teclados) porque «creemos que internet también es real». Es divertido (y muy surrealista) que tres jóvenes tengan que decir a las fuerzas de seguridad estadounidenses y suecas que The Pirate Bay no tiene oficinas ni empleados contratados, pues apenas son «amigos que hablan en un chat». Roza el absurdo que estos jóvenes tengan que explicar que el site The Pirate Bay no contiene archivos físicos, que no controlan su contenido y que apenas están mediando entre usuarios que comparten archivos vía el protocolo BitTorrent.

Ahora toca justificar el titular: Pirate Bay, la innovación que debería haber creado la industria. Sí, queridos inspectores de la SGAE, especuladores del plástico/celulosa y ministros de Cultura de la Edad de Piedra, la industria cultural debería haber creado una plataforma parecida a The Pirate Bay. Una plataforma de diálogo alrededor de la cultura, una plataforma abierta de encuentro, de intercambio, una plataforma masiva que generase ingresos publicitarios para distribuir entre los autores. Más todavía: la industria debería haber inventado una plataforma de envío de archivos pesados como la demonizada MegaUpLoad  y haber repartido los dividendos de las cuentas premium (envíos más pesados) entre los autores.

En lugar de poner puertas al campo y de aplicar el modelo de distribución del ya remoto siglo pasado, la industria debería haber inventado tecnologías para disfrutar de la cultura en streaming sin por ello renunciar del todo a los formatos físicos. La industria debería haber inventado hace muchos años servicios como SpotifyDeezerDhingana o Saavn. El Imperio del Plástico y del Celuloide Comercial- cuya decadente capital sigue siendo la #PostMetrópolis de Los Ángeles- debería haber creado una plataforma como Flattr, micro mecenazgo para compensar a autores con lógica de red. Pero, oh wait, el innovador Flattr es una iniciativa de Peter  Sunde, ese temible líder de la piratería mundial que fundó The Pirate Bay.

Por todo ello, The Pirate Bay – Away From Keyboard es un documental necesario. Velo con tus padres. Explícaselo a tu abuela. La música en streaming todavía no ha solucionado el agujero de la remuneración de los autores (pero el copyright mucho menos). El crowdfunding en sí mismo no va a solucionar el dilema. Pero quedarse parado en medio de la revolución digital, intentando hacer las cosas como se empezó a hacer tras la crisis mundial de 1929, es un gravísimo error. Además, como suele argumentar Richard Stallman, equiparar «piratería» a «intercambio de archivos», el «asalto de un barco corsario» con «ayudar a tu vecino», es una de las mayores hipocresías de las historia.

Copyfarleft, más allá del copyleft

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¿Son las licencias libres una alternativa viable al tan criticado copyright? ¿El denominado copyleft – permitir la copia y las obras derivadas de un trabajo- es beneficioso por los autores? Tras la publicación de mi texto Diez años de Creative Commons, en el que defendía la utilidad de dichas licencias, surgieron algunas voces críticas. Desde el Twitter oficial de la plataforma Cultura Libre atacaron de lleno a las licencias Creative Commons basándose en un caso concreto: una fotografía del quincenal Diagonal que el El País utilizó (aquí detalles). David García Aristegui, miembro de la plataforma Cultura Libre argumentaba en un texto en La Marea que la licencia usada por Diagonal (CC by-SA: Creative Commons atribución-compartir igual) «está suponiendo en la práctica el facilitar la apropiación del trabajo ajeno sin remunerar, y sin distinguir entre El País, un partido neonazi o un blogger fan de tu trabajo».

Copyleft, ¿liberación o explotación? Vayamos por partes. La licencia usada por Diagonal, la más abierta de Creative Commons, permite «copiar, distribuir y comunicar nuestros contenidos públicamente; citarlos parcialmente y remezclarlo; Hacer un uso comercial». El País, ciertamente, es libre de pagar a un fotógrafo que ya ha sido remunerado por Diagonal. Pero tiene la obligación de publicar la foto con la misma licencia. Forzar que un diario masivo con copyright use un licencia abierta me sigue pareciendo una buena idea. En casos concretos, además, un colectivo o un free lance pueden llegar a imponer agenda. Así ocurrió en Brasil, cuando el colectivo Fora do Eixo, distribuyendo fotografías con Creative Commons de un evento invisible para la prensa, el festival Baixo Centro de São Paulo, consiguió portadas en todos los grandes medios del país en una edición de domingo.

Sin embargo, si los medios masivos usasen los trabajos licenciados con copyleft para ahorrar presupuesto y así no enviar a sus fotógrafos / periodistas / free lances habituales, estaríamos ante un caso de saqueo del ‘procomún’ en beneficio propio. Si el mundo estuviera compuesto por lo que Zygmunt Bauman denomina ‘comunidades éticas’, regidas por compromisos a largo plazo, no existiría este problema. Si la peer-to-peer production de pequeños productores en red que preconiza Michel Bauwens ya gobernase el planeta, tampoco veríamos estos casos. Mientras llega el momento, una posible solución a esta situación sería usar el CopyFarLeft. Dicha licencia fue propuesta hace unos años por el programador de software libre Dmytri Kleiner en su libro The Telekommunist Manifesto. Dmytri, preocupado sobre cómo el mercado obtiene beneficios del procomún, del movimiento open source y al copyleft, dio forma a una licencia abierta con algunas restricciones de mercado. The Telekommunist Manifesto, donde Dmytri adapta el Manifiesto Comunista de Karl Marx a la era de las redes, incluye algunas de las siguientes ideas:

«Para que el copyleft tenga algún potencial revolucionario debe ser Copyfarleft. Debe insistir en que los trabajadores sean dueños de los medios de producción.

Una licencia copyfarleft debe hacer posible que los productores compartan libremente y que conserven el valor del producto de su trabajo. En otras palabras, los trabajadores deben poder hacer dinero al aplicar su propio trabajo a la propiedad mutual, pero debe ser imposible que los dueños de propiedad privada hagan dinero al utilizar trabajo asalariado.

Así, bajo una licencia copyfarleft, una imprenta cooperativa propiedad de los trabajadores debe poder reproducir, distribuir y modificar el stock común como quiera, pero una compañía editorial privada no podría tener libre acceso».

Las licencias basadas en el Copyfarleft, como la Peer Production License, harían imposible que un diario de El País obtuviese lucro de una fotografía de Diagonal por una sencilla razón: los trabajadores no poseen los medios de producción. El País no está orientado al procomún y está basado en la propiedad privada. Sin embargo, el copyfarleft sí permitiría que la fotografía de Diagonal fuese republicada por La Marea (Madrid) o La Diaria (Montevideo). Creo que el copyleft, en muchas ocasiones, puede ser más útil, incidente y relevante que el copyfarleft. Puede hackear medios masivos e imponer agenda. Sin embargo, el copyfarleft puede ser muy eficiente para parar la explotación del procomún por parte de multinacionales y empresas netamente capitalistas. También es una opción interesante para el hardware abierto: tal vez algunas pequeñas firmas tecnológicas se animen a abrir su código sabiendo que las grandes multinacionales no se aprovecharán de su conocimiento.